Historia de la Península Ibérica
1. Pueblos Prerromanos
Diversos pueblos habitaban la Península Ibérica antes de la conquista romana:
- Tartessos: Se ubicaban en Andalucía y el sur de Portugal. Su economía se basaba en el comercio de metales (cobre, oro y plata). Recibieron una importante influencia fenicia.
- Íberos: Ocupaban el litoral mediterráneo y los valles del Ebro y Guadalquivir. Vivían en poblados fortificados y pequeñas ciudades. Compartían una lengua común y existía una élite aristocrática (Damas de Elche y Baza).
- Celtíberos: Se asentaban en el norte de la Meseta. Su economía agraria era pobre, pero destacaba la metalurgia del hierro atlántico. Se agrupaban en confederaciones tribales y habitaban poblados fortificados, como los castros gallegos y Numancia.
2. Pueblos Colonizadores
- Fenicios: Llegaron en el I milenio a. C. a la costa andaluza, procedentes del Mediterráneo oriental. Comerciaron con metales con los tartessos (Málaga). Difundieron el uso del hierro e introdujeron el torno de alfarero y la escritura alfabética.
- Griegos: Se establecieron en las costas catalanas y levantinas. Influyeron en el arte, la lengua, la industria y el cultivo de la vid y el olivo. Emporion (Ampurias) fue su colonia más importante.
- Cartagineses: Fundaron Cartago Nova (Cartagena), su enclave principal. Comerciaron con metales como el estaño. Se enfrentaron al ejército romano en las Guerras Púnicas por el control del Mediterráneo, pero fueron derrotados.
3. Conquista y Romanización
Tras la Segunda Guerra Púnica (219-201 a. C.), en la que los cartagineses fueron derrotados, Roma conquistó el este y sur peninsular. La campaña de Catón en 195 a. C. reprimió las sublevaciones indígenas. La conquista de Numancia (134 a. C.) y las guerras cántabras y astures, dirigidas por Augusto y finalizadas en 19 a. C., completaron el proceso.
La romanización fue el proceso de asimilación cultural de los modos de vida romanos por parte de los indígenas. Sus principales focos fueron Mérida, Itálica, Zaragoza y León. Los soldados y comerciantes difundieron la cultura romana. El latín se convirtió en la lengua oficial y se implantó el derecho romano. Se construyeron obras monumentales como el Templo de Diana en Mérida, el Puente de Alcántara y acueductos. Se crearon calzadas (Vía Augusta y Vía de la Plata) y se estableció la división territorial provincial.
4. Invasiones Bárbaras
Suevos, vándalos y alanos, procedentes del norte de Europa, invadieron la península. Los suevos se asentaron en Galicia, los vándalos en Andalucía y los alanos en Portugal y Cartago Nova. El reino visigodo de Tolosa se trasladó a la península en el 507 d. C., tras ser derrotados por los francos en la batalla de Vouillé, estableciendo su capital en Toledo. Leovigildo eliminó el reino suevo de Galicia en 585. Cántabros y vascos resistieron a los visigodos, y la presencia bizantina en el Levante terminó con las campañas de Sisebuto. Finalmente, la península quedó unificada bajo el control visigodo.
La unificación se logró en tres ámbitos: territorial (Leovigildo), religiosa (catolicismo como religión oficial) y legislativa (Fuero Juzgo).
5. Al-Ándalus
En el 711, los musulmanes aprovecharon la crisis visigoda e invadieron la península. Tariq, a las órdenes de Musa, entró por Gibraltar. Don Rodrigo fue derrotado en la batalla de Guadalete y la conquista se completó en cuatro años. Se formó el Emirato dependiente de Damasco, con capital en Córdoba. Tras la revolución abasí, el último omeya, Abderramán I, se refugió en la península y se proclamó emir independiente (756).
5.1. Emirato Independiente (756-929)
Este periodo se caracterizó por la inestabilidad, con rebeliones internas y el inicio de la Reconquista. La llegada de los mozárabes impulsó la repoblación. En 929, Abderramán III se desligó del califato de Bagdad y se proclamó califa.
5.2. Califato de Córdoba (929-1031)
Época de mayor esplendor. Económicamente, se acuñó el dinar de oro y el comercio floreció, aunque se pagaban parias a los reinos cristianos. Políticamente, hubo estabilidad interna. Culturalmente, destacó la biblioteca de Córdoba. Militarmente, Almanzor dirigió 55 expediciones contra los cristianos y saqueó Barcelona y Santiago de Compostela.
5.3. Reinos de Taifas (s. XI)
Tras la muerte de Almanzor, se produjeron rebeliones de gobernadores provinciales que independizaron sus territorios, dando lugar a los reinos de taifas (Toledo, Zaragoza, Valencia, Sevilla…). Hubo prosperidad económica y cultural, con la construcción de palacios, pero se pagaban parias a los cristianos.
Alfonso VI tomó Toledo en 1085. Los reinos de taifas pidieron ayuda a los almorávides, que derrotaron a Alfonso VI en Sagrajas (1086). Los almohades derrotaron a los cristianos en Alarcos (1195). La victoria cristiana en las Navas de Tolosa (1212) redujo el territorio musulmán al reino nazarí de Granada, que cayó en 1492.
5.4. Legado Cultural
Al-Ándalus dejó una fusión de tradiciones orientales e hispanas, con una notable influencia de la religión islámica. El califato de Córdoba, bajo el reinado de Al-Hakam II, fue un importante puente cultural entre el mundo musulmán y el cristiano.