Historia de la Península Ibérica: Desde los Primeros Pobladores hasta la Cultura Ibérica

Los Primeros Habitantes de la Península Ibérica

Tipos de Homínidos

Los importantísimos descubrimientos en el yacimiento burgalés de Atapuerca han aportado evidencias de una especie aún no determinada relacionada con Homo ergaster. El hallazgo más numeroso y bien documentado es el de Homo antecessor. Su origen es africano, pero llegaría a la península tras una larga migración. Atapuerca también ha aportado el mayor conjunto perteneciente al Homo heidelbergensis (ancestro del Neandertal). En otras áreas de la península, se localizan yacimientos útiles del Paleolítico Inferior (Aculadero en Cádiz, Ambrona en Soria).

Hace aproximadamente 100.000 años, en el Paleolítico Medio, un nuevo tipo de humano de cuerpo robusto, estatura media y brazos fuertes y alargados, poblaba en solitario la península ibérica y Europa: el Homo neanderthalensis. En Gibraltar, aparecieron los primeros restos. Resulta llamativa la aparición de evidencias de rituales funerarios. De complexión atlética y cerebro de gran tamaño, el Neandertal tenía una limitada capacidad cognitiva, lo que, con su especial adaptación al clima, precipitó su extinción hace 30.000 años.

Hace 40.000 años, una nueva especie de origen africano se instaló en la península. No tenía relación directa con el Neandertal, pero convivieron durante milenios. La evolución de ambas especies fue paralela. El Cro-Magnon, Homo sapiens sapiens, presentaba rasgos similares al ser humano actual.

Culturas del Paleolítico

  • Paleolítico Inferior: se desarrolló la cultura Achelense, basada en la producción de útiles de piedra muy simples: choppers, picos triedricos y elaborados bifaces. Los útiles de madera y hueso debieron ser abundantes, pero solamente se ha conservado el utillaje en piedra. Habitualmente, se asentaban en campamentos al aire libre junto a las terrazas de ríos y lagos.
  • Paleolítico Medio: el Neandertal desarrolló la cultura Musteriense. Los asentamientos eran ocupados durante períodos más largos, a veces en la boca de cuevas. Al final del período, hay indicios de posibles actos rituales en algunos enterramientos.
  • Paleolítico Superior: el Cro-Magnon dio un salto cualitativo tanto técnico como sociocultural: Auriñaciense, Solutrense y Magdaleniense.

Las Colonizaciones en la Península Ibérica

Colonias Griegas, Cartaginesas y Fenicias

Fenicios

Los primeros colonizadores fueron los fenicios. No se sabe con precisión cuándo aparecieron sus restos más antiguos, según ha demostrado la arqueología del yacimiento de Morro de Mezquitilla. Los fenicios fueron los fundadores de Gadir, la futura Cádiz. Algún tiempo después, se supone que procedieron a realizar nuevas fundaciones como Sexi. Estaban muy interesados en minas como la plata de Riotinto. Ellos fueron quienes generalizaron el uso del hierro.

Griegos

Sus protagonistas fueron los focenses (ciudad griega situada en la actual Turquía). Desde el año 600 a. C., fundaron una importante colonia: Massalia (Marsella). Emporion (Ampurias) fue otra importante colonia griega. Hoy en día, se duda que los griegos fueran los fundadores de Mainake (Vélez-Málaga), Abdera (Adra) y Hemeroskopeion (Denia).

Cartagineses

Herederos directos de los fenicios, sus primeros pasos tuvieron lugar en la isla de Ibiza, convertida en un gran centro comercial. También hay huellas en las Islas Baleares.

La Civilización Tartésica

En el año 500 a. C., se desarrolló la civilización de los Tartesos. Se la ha considerado un vasto reino, gobernado por poderosos reyes. Gerión, Gargoris o Habis son todos míticos; solo Argantonio parece ser real. Se han encontrado tesoros fabulosos de esta cultura en El Carambolo, en tierras sevillanas. Todavía no se sabe dónde estaba el centro vital de este hipotético reino; se le supone no muy lejano a la ciudad de Sevilla. El mundo tartésico, básicamente agrario, impulsó poderosamente la artesanía y la extracción mineral, debido sobre todo al comercio con los fenicios. Parece que surgió una poderosa aristocracia. Los Tartesos se desvanecieron a mediados de la primera mitad del I milenio a. C. Se pensó que fueron víctimas de la acción militar de los cartagineses.

Los Pueblos Prerromanos

Pueblos Íberos, Celtas y Pueblos del Norte

Íberos

Iberia es el nombre que dieron los griegos al territorio peninsular. Puede hablarse de una cultura ibérica en toda la costa mediterránea. Vivían pueblos diversos con varios elementos en común, entre ellos la misma lengua: el ibérico. Conocían la escritura. Entre los pueblos íberos, destacan: indigetes y layetanos en Cataluña, edetanos y contestanos en Valencia, mastienos en Murcia y bastetanos en Andalucía. Su economía se basaba en la agricultura y ganadería, pero también importó la minería y la actividad textil. Desarrollaron el comercio con los colonizadores, de quienes aprendieron a usar la moneda. Nacieron núcleos de carácter urbano. La sociedad estaba muy jerarquizada y se dividía en tres clases sociales.

Celtas

El contacto entre íberos y celtas generó el término celtíbero. El escritor griego Diodoro Sículo afirma que íberos y celtas habían peleado entre sí por el dominio del territorio. Hubo afinidad entre ellos y se creó un nombre en común. Diversos pueblos celtas habitaron la península: ilergetes, berones y celtíberos. Dentro de estos últimos, se encontraban los arevacos, pelendones, lusones, titos, belos y turboletas. Su actividad económica principal era la ganadería en unos y en otros la agricultura. Las actividades artesanales y el comercio tenían un desarrollo muy limitado, aunque la metalurgia del hierro estaba muy avanzada. La sociedad se caracterizaba por la fuerza de la cohesión tribal. Había, en ocasiones, núcleos de población fortificados. Muy llamativa es la cultura de los verracos.

Pueblos del Norte

Diversos pueblos habitaban el norte peninsular: galaicos, astures, cántabros, autrigones, caristios, várdulos y vascones. Tenían un escaso desarrollo de la agricultura. Su base económica era la ganadería, pero sin olvidar la importancia de la recolección y de la pesca. Al hablar de todos los pueblos del norte de la península ibérica, algunos autores clásicos afirman que tenían unas costumbres muy salvajes.