Hemólisis y Tipos de Trasplante: Un Análisis Completo

Hemólisis:

Es la ruptura de los hematíes con liberación de hemoglobina. Se produce en condiciones fisiológicas al final de su vida media. También puede aparecer en determinadas enfermedades, lo que da lugar a un aumento de la destrucción de eritrocitos, intravascular y extravascular.

Tipos de Trasplante:

Autógeno, autólogo o autoinjerto:

Consiste en realizar un injerto de tejido del propio individuo, trasplantándolo de una zona corporal a otra distinta. No hay rechazo ni reacción injerto contra huésped.

Singenico o isoinjerto:

Es un trasplante entre gemelos genéticamente idénticos. No hay rechazo ni reacción injerto contra huésped.

Alogénico o homoinjerto:

Es un trasplante entre individuos genéticamente distintos.

Xenogénico o heterólogo:

Es un trasplante entre individuos de distinta especie.

Reacciones Inmunitarias:

Se produce una reacción de rechazo frente a los aloinjertos y xenoinjertos. Esta reacción es tanto más violenta cuanto más difieran donante y receptor en relación con su grupo sanguíneo y sus antígenos de histocompatibilidad.

Mecanismos de Rechazo:

Rechazo hiperagudo:

Se desencadena cuando existen anticuerpos contra las células del tejido trasplantado, en cuyo caso el trasplante nunca prende.

Rechazo agudo:

Se desencadena como consecuencia de una reacción por parte de los linfocitos T. Suele producirse con mayor frecuencia a las dos o cuatro semanas del trasplante. Esta reacción puede evitarse mediante tratamiento inmunosupresor.

Rechazo crónico:

Se desencadena como consecuencia de una respuesta inmunitaria humoral por activación de las células B. Pueden aparecer entre 1 y 5 años después del trasplante.

Reacción del injerto contra el huésped:

Cuando el tejido trasplantado está constituido por células inmunitariamente activas, puede desencadenarse una respuesta inmunitaria del injerto contra el huésped que se encuentre en condiciones de inmunosupresión. Esta reacción cursa con síntomas como erupciones cutáneas, pérdida de peso y diarrea. Si esto ocurre, debe retirarse el injerto, pues de lo contrario el paciente puede morir.

Óvulo:

Es el gameto femenino producido por el ovario. El espermatozoide es el gameto masculino producido por el testículo.

Testículos:

Son unos órganos pares, con forma ovoide y superficie lisa que se alojan en las bolsas escrotales. Cada lóbulo contiene de uno a cuatro conductos seminíferos.

Pene:

Es un órgano cilíndrico que presenta una extremidad anterior llamada glande, abierta en el centro. Esta abertura corresponde al meato urinario, que permite la salida de forma indistinta, pero no simultánea, de la orina y el esperma. El glande, los cuerpos cavernosos y el cuerpo esponjoso constituyen los cuerpos eréctiles del pene. El exterior del glande está revestido por el prepucio.

Próstata:

Es un órgano único glandular cuyos conductos se abren en la uretra. Presenta dos lóbulos laterales separados por un surco y un lóbulo medio posterior.

Útero o matriz:

Está situado en la línea media abdominal entre la vejiga y el recto. Tiene forma de cono truncado con base superior y vértice inferior. Se divide en cuerpo, istmo y cuello.

Mamas:

Están formadas por tejido glandular, grasa y abundante tejido conjuntivo. Presentan cada una de ellas de 15 a 20 lóbulos. Cada lóbulo está constituido por un conjunto de células secretoras que se unen y excretan en varios conductos galactóforos, que confluyen en el pezón.

Ciclo sexual femenino:

Comprende el conjunto de cambios fisiológicos periódicos que afectan al aparato reproductor y a todo el organismo de la mujer. Tiene lugar en torno al fenómeno de la ovulación, con el fin de crear en la mujer las condiciones morfológicas y fisiológicas óptimas para la fecundación del óvulo y su posterior implantación en el endometrio. El ciclo sexual femenino se extiende desde la pubertad hasta el climaterio y comprende el ciclo ovárico y el ciclo uterino. La pubertad es el periodo de la vida en que se desarrollan los caracteres sexuales.

Climaterio:

Suele producirse entre los 45 y los 50 años. En este periodo, los ciclos se vuelven irregulares y cesan con la menopausia. El aparato genital sufre una lenta evolución. Se produce una hipofunción ovárica, con disminución de la secreción de estrógenos y progesterona.

Ciclo ovárico:

Su acontecimiento es la ovulación, que consiste en la liberación del óvulo por el ovario, al romperse un folículo de Graaf después de su maduración (ovogénesis). La ovulación se produce entre los días 10 y 16, después de la menstruación. En el ciclo de 28 días, después de 12-18 días de producida la ovulación, se repite la menstruación.

Ciclo uterino:

En el curso de cada ciclo sexual se producen en el útero una serie de cambios que afectan sobre todo a su capa mucosa o endometrio.

Fimosis:

Constricción del orificio del prepucio que dificulta su deslizamiento hacia atrás para dejar al descubierto el glande. Afecta a la erección del pene, por lo que está indicado intervenir quirúrgicamente.

Criptorquidia:

Ausencia de uno o los dos testículos en las bolsas escrotales, porque después del nacimiento no han descendido.

Orquitis:

Inflamación testicular, generalmente secundaria a una enfermedad infecciosa que cursa con dolor localizado, aumento del tamaño de los testículos y fiebre.

Hipertrofia de la próstata:

Es el aumento del tamaño de la próstata, que se manifiesta por un aumento de la necesidad de orinar, fenómenos de excitación sexual y dificultad en la emisión de orina que lleva a su retención y, por tanto, a una distensión de la vejiga, lo que facilita la aparición de infecciones secundarias.