El Estallido de la Guerra Civil
Del Golpe de Estado a la Guerra Civil
El alzamiento se extendió al resto del protectorado marroquí. Las guarniciones militares se unieron al golpe de Estado. Casares Quiroga fue sustituido por José Giral, el cual decidió entregar armas a las milicias de los sindicatos y de los partidos del Frente Popular.
La sublevación tuvo éxito en gran parte de la España interior y en otras provincias como Galicia y Andalucía. Sin embargo, el alzamiento fracasó donde las fuerzas obreras y de izquierda tenían mayor peso. Con esto, el golpe de Estado no alcanzó sus objetivos y llevó a España a una Guerra Civil.
Consolidación de los Bandos
Hubo dos bandos principales:
- Sublevados Nacionales: Integrados por militares, católicos, falangistas, carlistas, conservadores y monárquicos. La intención de los militares era el restablecimiento del orden; los monárquicos y la CEDA querían la vuelta de Alfonso XIII; los falangistas querían imponer un régimen fascista y los carlistas defendían la monarquía carlista.
- Republicanos (o Rojos): Formados por obreros industriales, pequeña burguesía, campesinos sin tierras, clases medias, intelectuales, etc., donde la mayoría estaban afiliados a partidos socialistas o sindicatos comunistas. Defendían la República.
Significación del Conflicto
La guerra tuvo una gran repercusión internacional, ya que el estallido de esta fue visto como una confrontación entre las fuerzas democráticas y fascistas. La Guerra Civil fue un enfrentamiento armado entre las dos Españas (grupos dominantes y emergentes obreros y burgueses).
Internacionalización de la Guerra
La guerra de España fue un acontecimiento donde los partidos obreros y la URSS se manifestaron a favor de la República. En cuanto a las fuerzas conservadoras de las democracias y los gobiernos fascistas, veían en el alzamiento de Franco un freno a la expansión del comunismo.
Los sublevados y el gobierno legítimo buscaron ayuda. Los sublevados enviaron agentes a los países fascistas con el fin de pedir ayuda. Por otra parte, Gran Bretaña defendía una política de apaciguamiento ante la Alemania nazi y comunicó a Francia que si intervenía en España apoyando a la República, no apoyaría la política internacional francesa ante la amenaza de Hitler. Francia creó un Comité de No Intervención en 1936 donde participaron 27 países.
Ayuda Exterior
El gobierno de Caballero pidió ayuda a la Unión Soviética en octubre de 1936 con armas y productos energéticos a cambio de reservas de oro del Banco de España. Las Brigadas Internacionales dieron su ayuda a los republicanos en la defensa de la guerra. Por último, los sublevados fueron apoyados por Alemania e Italia.
La Zona Republicana
Derrumbe del Estado Republicano
El gobierno republicano tuvo que organizar una fuerza militar para poder oponerse a los sublevados. José Giral tomó la decisión de disolver el ejército y, por ello, organizó milicias de los partidos y sindicatos de izquierda. En 1936, el poder del Estado sufrió una caída y fue sustituido por organismos revolucionarios para imponer un nuevo orden. Así surgieron los consejos, comités y juntas, los cuales se encargaban de organizar los batallones de voluntarios. Los comités se unificaron en varios lugares para formar Consejos Regionales (Consejo Soberano de Asturias y de Aragón, el Comité Ejecutivo Popular de Valencia…). En Cataluña fue importante la creación del Comité Central de Milicias Antifascistas.
Revolución Social
A partir de julio de 1936, se produjo la colectivización de la propiedad industrial y agraria. Los comités estaban formados por partidos y sindicatos obreros que se hicieron con el mando de los transportes y servicios humanos. Después de haberse hecho con el control y la dirección de las empresas, los trabajadores decidían su autogestión. En el campo se expropiaron tierras en Aragón, Valencia, La Mancha y Andalucía. También podemos destacar una persecución hacia la Iglesia y la burguesía, donde hubo muchos asesinatos (paseos) y detenciones ilegales.
Gobierno de Largo Caballero (septiembre 1936 – mayo 1937)
El gobierno de Giral no conseguía detener a los sublevados, entonces en septiembre de 1936 se creó un nuevo gobierno impulsado por Caballero, formado por republicanos, socialistas y comunistas. Además, el gobierno se trasladó a Valencia frente al ataque sublevado en Madrid. El objetivo de Caballero era crear una alianza antifascista que contó con el apoyo de fuerzas antifascistas y eliminó las juntas y los comités.
Comenzaron los problemas entre ellos por el enfrentamiento: por una parte, los republicanos, comunistas y socialistas que querían poner orden en la retaguardia; por otra parte, los anarquistas y comunistas del POUM que querían profundizar en la Revolución. Los problemas estallaron en Barcelona (Hechos de Mayo), donde hicieron dimitir a Caballero por Negrín. Ocurrió que los anarquistas ocuparon el edificio de la Telefónica en Cataluña, controlando todas las comunicaciones.