La República y el preludio de la Guerra Civil
La República de 1931, a pesar de sus numerosas reformas, no logró consolidarse como una alternativa estable al sistema de la Restauración. La victoria de las izquierdas en febrero de 1936, que llevó al gobierno del Frente Popular al poder, aceleró las reformas iniciadas durante el bienio reformista. Sin embargo, esta aceleración se encontró con la oposición frontal de las derechas, que estaban dispuestas a impedirla mediante un golpe militar. Mola, Franco, Fanjul y otros líderes iniciaron la sublevación en Marruecos el 17 de julio, extendiéndose al día siguiente a la Península. El golpe triunfó en menos de la mitad de España, pero fracasó en las principales ciudades y núcleos industriales, lo que condujo a una guerra civil que duraría casi tres años.
Desarrollo de la Guerra Civil
Madrid
Los sublevados esperaban la llegada del ejército de Marruecos, considerado el mejor entrenado debido a la guerra en Marruecos. La flota controlaba Gibraltar. Alemania e Italia ayudaron a transportar a las tropas rebeldes a la península. Tras esto, se formaron columnas que conquistaron parte de Andalucía, Extremadura y Toledo, avanzando hacia las puertas de Madrid. Ante el inminente ataque, el gobierno republicano se trasladó a Valencia.
En Madrid, los sublevados encontraron una resistencia inesperada por parte de la población, que combatió en la Ciudad Universitaria y en el Puente de los Franceses. La Junta de Defensa, presidida por Miaja, defendió Madrid. En los meses siguientes, Franco fracasó en su intento de cercar Madrid y abandonó la idea.
El Norte
Tras no lograr conquistar Madrid, Franco se dispuso a conquistar Vizcaya y Asturias. Mola ya había conquistado Guipúzcoa para aislar al País Vasco de Francia. Los bombardeos de Guernica y otras poblaciones fueron los primeros ataques masivos contra la población civil. Las ofensivas lanzadas por los republicanos para aliviar la presión sobre el Norte tuvieron poco éxito. La República perdió una importante zona industrial, territorio y población.
El Levante
Después de conquistar el Norte, Franco retomó su plan de conquistar Madrid, pero los republicanos se adelantaron con la ofensiva de Teruel. Tras dos meses de intensos combates, los republicanos quedaron debilitados, y Franco aprovechó para atacar con fuerza, conquistando todo Aragón, llegando al Mediterráneo y dividiendo la España republicana en dos. Posteriormente, lanzó una ofensiva en Castellón para tomar Valencia y acabar con el Levante. Los republicanos intentaron evitarlo con una ofensiva, pero fracasaron. Franco decidió entonces atacar Cataluña, aprovechando la debilidad republicana. Cerca de medio millón de españoles se exiliaron, incluyendo a Azaña y a numerosos artistas e intelectuales, como Antonio Machado.
El final de la Guerra
La caída de Cataluña alentó a los sectores que deseaban rendirse a Franco. Estos se sublevaron en marzo contra el gobierno de Negrín. El Consejo Nacional de Defensa se propuso negociar una rendición pactada, pero Franco se negó. El 28 de marzo, las tropas franquistas entraron en Madrid, y el 1 de abril se firmó el Parte de la Victoria en el Cuartel General de Burgos.
Evolución Política durante la Guerra
Zona Republicana
En la zona republicana, las instituciones representativas y legales se mantuvieron hasta el final. No fue sino hasta febrero de 1939 que el Gobierno declaró el Estado de Guerra, otorgando protagonismo al ejército y suspendiendo las garantías constitucionales.
Las milicias sindicales y de partido sustituyeron a la policía y a los tribunales, llevando a cabo una dura represión contra los considerados fascistas.
Largo Caballero formó un gobierno compuesto por todas las fuerzas del Frente Popular, que logró poner fin a los desórdenes revolucionarios y sustituyó las milicias ineficaces por el Ejército Popular.
Negrín recuperó totalmente la autoridad del Estado y emprendió una serie de ofensivas con la intención de obtener la victoria, aunque sin éxito. Posteriormente, adoptó una política más realista, plasmada en su programa de los 13 puntos de Negrín, que se utilizó para intentar negociar con Franco, pero este se negó.
Zona Sublevada
Desde el principio, los militares impusieron el Estado de Guerra, con la intención de instaurar una dictadura militar.
Mola fue sustituido por Cabanellas como jefe supremo de una Junta de Defensa Nacional. La junta implantó el Estado de guerra, lo que conllevó el asesinato de miles de republicanos por el simple hecho de pensar diferente.
En septiembre de 1936, Franco fue nombrado Generalísimo de todos los Ejércitos, Jefe de Gobierno del Estado español y Caudillo de España. Creó la Junta Técnica del Estado y unificó las fuerzas de derechas que habían apoyado el alzamiento nacional en el FET de las JONS. La Iglesia apoyó el alzamiento, considerándolo una cruzada. El cuñadísimo diseñó las líneas fundamentales del Estado:
- Fuero del Trabajo.
- Ley de Responsabilidad Política.
El final de la guerra marcó el inicio de una larga dictadura.