Generación del 98: Características, Autores y Obras Clave

Introducción

La Generación del 98 fue un movimiento exclusivamente español, formado por un grupo de jóvenes escritores que se caracterizó por proponer la renovación estética de la literatura anterior y la regeneración social del país. Azorín, Maeztu y Baroja escribieron el Manifiesto de los tres (1901), en el que denunciaban la realidad, la desorientación de los jóvenes y la falta de valores, pero no fue bien acogido.

Características generales

La prosa de la Generación del 98 se caracterizó por:

  • El europeísmo: querían abrir España al exterior y, después, profundizar en el conocimiento de lo español y mostrárselo a Europa.
  • La sobriedad en la expresión: los del 98 huían de la grandilocuencia y su lenguaje era sencillo y preciso.
  • El subjetivismo: fue el resultado de la evolución del problema de España tal y como ellos se lo habían planteado. Aunaron una visión introspectiva de la realidad con una postura intimista.

Al producirse una interiorización de la crisis, los del 98 reflexionaban sobre temas como: el sentido de la vida, la existencia de Dios, la religión, el tiempo… El paisaje castellano se idealizó. Hubo una renovación literaria y una recuperación de autores, como Larra, Bécquer, Rosalía de Castro.

El ensayo

En este género se tratan temas como la muerte, el destino de España y su situación o la religión. Destacan Unamuno, Maeztu y Azorín. El trabajo de estos continuó con el Novecentismo.

La novela

El género literario que mejor reflejó el pensamiento de la Generación del 98 fue la novela. Las innovaciones que propusieron los noventayochistas fueron estructurales y de enfoque (Baroja, Unamuno).

Baroja

Fue principalmente un narrador, aunque escribió un libro de versos, Canciones del suburbio, algunas obras teatrales y ensayos, como Juventud, egolatría y Memorias.

Obra

La narrativa de Baroja es muy extensa. Su producción se divide en tres etapas:

  • La primera: destacan obras como Camino de perfección. Los protagonistas son parecidos al propio Baroja: inadaptados y enfrentados al mundo.
  • Segunda: insiste en los modos y técnicas que había ensayado con anterioridad. Destacan La sensibilidad pervertida, El gran torbellino del mundo.
  • Tercera: Destaca de este momento, Memorias.

Estilo

El estilo de Baroja no es muy estructurado porque toma cosas de aquí y de allá y las expresa de forma personal y contradictoria. Quien más influyó sobre él es Schopenhauer. Su ideal de alcanzar la serenidad por medio de la abstracción. En cuanto a la religión, Baroja fue anticlerical y fustigó el catolicismo. Baroja fue un pesimista existencial e individualista que desconfió de la acción política y su visión de España era bastante tradicional. Un rasgo fundamental de las novelas de Baroja es la naturalidad, así como la idea de que la novela carece de plan previo y ha de ser como la vida. En general, la trama se cuenta en presente, con escasas alteraciones temporales; el narrador comenta los sucesos y califica a los personajes. Su prosa es antirretórica: párrafos cortos, frases breves, léxico común y escasos nexos sintácticos. Pero en ella cabe el humor, próximo al sarcasmo y escenas de gran intensidad lírica.

Unamuno

Miguel de Unamuno, que nació en Bilbao, se trasladó a Madrid donde estudió Filosofía y Letras; después obtuvo la cátedra de griego en la Universidad de Salamanca y fue su rector desde 1901 hasta 1924. Conoció el exilio por oponerse a la dictadura de Primo de Rivera y, en 1930, se le restituyó con carácter vitalicio en el rectorado. Murió en diciembre de 1936.

Obra

La obra de Unamuno estuvo marcada por dos crisis. La primera juvenil, que le llevó a militar en las filas socialistas; la segunda espiritual, que le hizo reflexionar sobre el sentido de la vida, la inmortalidad y el temor a la muerte. Como analista de España escribió En torno al casticismo. Su trayectoria espiritual podría seguirse a través de ensayos como Vida de don Quijote y Sancho, El sentimiento trágico de la vida y La agonía del cristianismo. En ellos expone su punto de vista sobre la condición humana y llega a la conclusión de que hay dos hechos irrefutables: la conciencia de la propia existencia y el miedo a la no existencia. En cuanto a su obra de ficción las características son: rechazar la planificación previa y presentar todo tal como se presenta; suprimir las descripciones y las situaciones; presentar al protagonista en su lucha existencial y promover el diálogo hasta que lo convirtió en lo fundamental en la narración. Esta técnica, junto con el monólogo interior, la aplicó Unamuno en su obra.

Estilo

Los personajes de Unamuno son el “alter ego” del autor, porque crea personajes en los que se ve el desdoblamiento, el enfrentamiento de ideas, la contradicción y la agonía de la existencia. Unamuno también se sintió atraído por la poesía con metros tradicionales, primero sin rima y, luego, con ella. Entre sus obras destacan, por citar algunas, Poesías, Rosario de sonetos líricos.