Generación del 98: Autores, Características y Obras de una Época de Crisis en España

Contexto histórico

El siglo XIX termina en España con una grave crisis: el fin del imperio colonial español. España, aunque reacciona ante las revueltas, sufre una derrota total y en 1898 se ve obligada a firmar el Tratado de París, por el que Cuba consigue la independencia, mientras que Filipinas y Puerto Rico quedan bajo el control de Estados Unidos. Este acontecimiento provocó en España una ola de indignación y protesta que se manifestó en la literatura a través de los escritores de la Generación del 98. Esta generación canaliza la impotencia, la frustración y desazón histórica de los españoles después de haber perdido sus últimas colonias ultramarinas. Este hecho, denominado “el desastre del 98”, se convirtió en la primera gran crisis del sistema de la Restauración, tanto política, como moral e ideológicamente. La sociedad estaba desencantada y frustrada por la desaparición de lo que se había conocido como el Imperio Español. A partir de aquí, ganaron fuerza las corrientes regeneracionistas, que analizaban las causas de la decadencia española y buscaban la modernización del país mediante la cultura y el desarrollo de la ciencia, siguiendo modelos europeos. Las reformas económicas, laborales y sociales fueron emprendidas ya durante el reinado de Alfonso XIII. Sin embargo, los constantes cambios de gobierno, unidos al descrédito de los partidos políticos tradicionales y del sistema parlamentario, contribuyeron al fracaso de las reformas.

El Grupo del 98: Breve caracterización y nómina de autores

En medio de la decadencia nacional exacerbada por el “desastre del 98”, surge el Grupo del 98, una corriente ética del Modernismo en España. Este grupo de escritores, unidos por su rechazo a la realidad vigente y un profundo pesimismo ante la situación del país, se compromete a enfrentarla en lugar de evadirse de ella. Consideran que España está enferma y moribunda, y proponen reformas y una búsqueda de identidad cultural nacional para regenerarla. Destacan la originalidad de Castilla como el alma del pueblo y ponen énfasis en la vida campesina y el paisaje castellano como elementos centrales de la identidad española. Sus principales integrantes incluyen a Miguel de Unamuno, Ramiro de Maeztu, Pío Baroja, Azorín, Antonio Machado y Valle-Inclán, quienes adoptan una actitud crítica hacia la situación política y social. En 1902, cuatro de estos autores publican novelas que marcan un cambio en la narrativa española, alejándose del Realismo y explorando la expresión de la realidad personal e interior bajo la influencia de la filosofía pesimista de Schopenhauer.

Características de la narrativa del grupo del 98

  • Las obras de esta corriente literaria muestran una disminución en la importancia de la historia y el argumento, centrándose en cambio en el mundo interior del protagonista y las ideas que transmite.
  • Se destaca el diálogo como medio para exponer los conflictos de los personajes.
  • El punto de vista del narrador es subjetivo, con juicios sobre personajes y situaciones.
  • Los protagonistas son individuos marcados por conflictos existenciales, falta de voluntad, inadaptación, rebeldía y a menudo terminan en la destrucción.
  • El estilo utilizado es sencillo y espontáneo, rechazando la retórica y la grandilocuencia en favor de la sobriedad y la claridad, mientras enriquecen el castellano con raíces populares.
  • Estos cambios reflejan un subjetivismo en la actitud de los autores, interesados en el reflejo de la realidad en el individuo y los procesos que desencadena en su conciencia.

Temas

  • El paisaje, sobre todo del de Castilla, en el que descubren el carácter austero y sobrio del hombre castellano.
  • La historia, la indagación crítica en el pasado para encontrar las causas de los males presentes supuso el descubrimiento de lo permanente, que radica más que en la historia externa y oficial en lo que Unamuno llamó intrahistoria.
  • Interés en la literatura medieval y clásica.
  • Además, muestran un fuerte interés en los dilemas religiosos y existenciales que surgen en lo que se conoce como la crisis de la razón. Estos dilemas incluyen interrogantes sobre el propósito de la vida, el destino humano y la creencia en Dios, entre otros aspectos.

Como resultado, los temas tratados y la postura crítica de estos escritores se relacionan estrechamente con el entorno natural, especialmente un paisaje subjetivo, típicamente castellano y de apariencia austera. Asimismo, se aborda la conexión entre estos temas y la historia (o la intrahistoria según Unamuno) así como los conflictos existenciales. En sus obras también se reflejan la soledad, la percepción del tiempo, los sueños, la desilusión y la sensualidad en la experiencia humana.

Otras características

  • Proponen la mejora social y la regeneración de España descubriendo los valores nacionales colectivos. Castilla se mitifica considerándola la esencia y raíz de la patria, símbolo de la unificación de España.
  • Poseen un espíritu crítico e inconformista y son sensibles al problema de España. Combaten la Restauración desde ideologías antiburguesas, clamando por la europeización y la modernización del país.
  • Sus modelos literarios foráneos fueron Balzac, Dickens, Dostoievski, Tolstoi, Ibsen, Edgar Allan Poe y los simbolistas. Respecto a los españoles destacan Berceo, Manrique, el Romancero viejo, Fernando de Rojas, San Juan de la Cruz, Fray Luis de León, Cervantes, Quevedo, Larra y Galdós.
  • Fue el primer grupo de la literatura moderna occidental que analizó el fracaso de los valores. Se rebelaron no sólo contra la España anterior, sino también contra la literatura oficial, con la excepción de Galdós.

Pío Baroja

Pío Baroja es el destacado novelista de la Generación del 98, con más de sesenta novelas, muchas de ellas agrupadas en trilogías. Su visión narrativa es pesimista, con una predilección por personajes abúlicos e inadaptados, destinados al fracaso, aunque también presenta figuras dinámicas y aventureras. A través de sus obras, refleja su desconfianza en la humanidad y la sociedad, combinando el pesimismo con toques de ironía y sátira, pero también con ternura y admiración. Destaca por sus Memorias de un hombre de acción, una extensa serie que narra la historia del siglo XIX a través de la vida de su protagonista. Su prosa es sobria y sencilla, con descripciones vívidas de los paisajes urbanos de Madrid y la naturaleza del País Vasco, a veces acompañadas de reflexiones amargas y pinceladas de humor.

Miguel de Unamuno

Miguel de Unamuno es el pensador destacado del Grupo del 98, centrado en preocupaciones existenciales y el futuro de España. Su obra aborda temas como el destino humano, la búsqueda de la inmortalidad, la necesidad de encontrar a Dios y el conflicto entre la razón y la fe. Refleja su angustiada personalidad y sus anhelos por dar sentido a la existencia. Sus novelas se enfocan en la complejidad psicológica de los personajes, mientras que en sus ensayos utiliza exclamaciones, interrogaciones retóricas y paradojas para expresar sus propias contradicciones internas y provocar la reflexión del lector. Destacan obras como Amor y pedagogía, la primera novela renovadora del grupo; Niebla, una novela totalmente existencial; La tía Tula, que aborda el tema de la maternidad espiritual; y San Manuel Bueno Mártir, donde explora la angustia causada por la falta de fe y el deseo de tenerla.

José Martínez Ruiz “Azorín”

Las novelas de este autor se caracterizan por la ausencia de un argumento lineal, presentando en su lugar una sucesión de estampas descriptivas, diálogos y reflexiones que las asemejan al ensayo. Su temática principal gira en torno al paso del tiempo, utilizando un estilo marcado por frases cortas y un vocabulario cuidado, rico y preciso. Su obra es extensa, destacando novelas como La voluntad, Antonio Azorín y Las confesiones de un pequeño filósofo, donde la acción es escasa y se enfoca en las sensaciones y reflexiones del protagonista. Además, explora la reflexión sobre mitos literarios como Don Juan y Doña Inés, y experimenta con las vanguardias en obras como El caballero inactual.

Valle-Inclán

Valle-Inclán cultivó una narrativa poco convencional, en la que evoluciona desde la prosa rítmica y de ambientación modernista y decadente de las Sonatas, a la sátira esperpéntica de las dictaduras hispanoamericanas en una de sus mejores novelas, Tirano Banderas, sin olvidar sus trilogías históricas de Las guerras carlistas y El ruedo ibérico, sátira del reinado de Isabel II.