Entre los valores y principios de esta constitución se recogen:
- España se constituye en un Estado social y democrático que propugna como valores la libertad, la igualdad y el pluralismo político.
- La soberanía nacional reside en el pueblo.
- La forma política del Estado es la Monarquía parlamentaria.
- La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades.
- El castellano es la lengua española oficial del Estado.
- Las demás lenguas españolas serán también oficiales en las respectivas Comunidades Autonómicas.
Derechos y Deberes
Entre sus derechos y deberes:
- Las libertades ciudadanas deben ser respetadas y amparadas por el Estado.
- Derecho a una justa distribución de la riqueza. Derecho, por tanto, a un trabajo digno.
- Derecho a participar libremente en la vida política.
- Participación política de todos los ciudadanos y derecho a elegir a sus representantes políticos a través de elecciones libres y democráticas.
- El Estado debe garantizar la libertad y la igualdad.
- Derecho al pluralismo político. Derecho a la libertad de pensamiento y expresión.
- Libertad de mercado. Derecho a la propiedad y a la libre circulación de sus mercancías por todo el territorio nacional.
- Derecho de ciudadanía. Ningún español puede ser privado de su nacionalidad.
Instituciones y Organismos
Las instituciones y los organismos recogidos en la Constitución son:
- La Corona. El Rey es símbolo de la unidad de España y modera el funcionamiento regular de las instituciones.
- Las Cortes Generales. Representan al pueblo español y están formadas por dos cámaras: el Congreso y el Senado.
- El Gobierno. Dirige la política interior y exterior. Lo componen el presidente y sus ministros.
- El poder judicial. El Tribunal Supremo es el órgano superior de justicia y el Tribunal Constitucional declara la constitucionalidad o no de las leyes.
- Los organismos territoriales del Estado. Desarrollo del Estado de autonomías con diecisiete autonomías. El territorio se organiza en provincias y municipios.
Desarrollo del Estado de las Autonomías
Las elecciones del 1 de marzo de 1979 supusieron un gran triunfo para Adolfo Suárez y para su partido, la UCD, y el afianzamiento del PSOE. La configuración de Estado de las autonomías recibió entonces un impulso. Antes de las elecciones se había establecido la Generalitat catalana y a Josep Tarradellas como presidente. Meses más tarde se instituyeron respectivamente el Consejo General del País Vasco y la Xunta de Galicia. El “modelo catalán” no tuvo demasiada suerte en Euskadi, crispada por el terrorismo. Otro importante paso en la construcción del Estado autonómico se dio con la aprobación de los Estatutos de autonomía de las llamadas comunidades “históricas”: Cataluña, País Vasco y Galicia, a las que se unió Andalucía.
Estas comunidades accedieron a la autonomía por la vía rápida, prevista en el artículo de la Constitución; el resto de las autonomías accederían al autogobierno por la vía lenta. En Andalucía, en 28 de febrero se celebró el referéndum de ratificación de la iniciativa autonómica, aprobada en todas las provincias menos en Almería. Es un andalucismo popular, nada conflictivo. El 4 de agosto de 1982 Rafael Escudero se convirtió en el primer presidente. Tras su dimisión llegó José Rodríguez de la Borbolla. Más tarde Manuel Chaves y, actualmente, José Antonio Griñán. La Junta de Andalucía está integrada por el Parlamento, el Consejero de Gobierno y el Presidente de la misma.
Crisis y Consolidación Democrática
Los problemas derivados de la crisis económica pusieron al descubierto las carencias y el paro aumentaba de forma galopante. Por eso las ilusiones de muchos quedaron defraudadas. A ello hay que añadir las discrepancias que comenzaron a surgir en el seno de la UCD. Adolfo Suárez presenta la dimisión como presidente el 21 de enero de 1981. Fue elegido como candidato a la presidencia Leopoldo Calvo Sotelo. A partir de aquí, el deterioro de la UCD no hizo más que aumentar.
El 23 de febrero de 1981, en la sesión de investidura de Calvo Sotelo como presidente del Gobierno, una intentona golpista protagonizada por Antonio Tejero, secuestra a los diputados y al Gobierno. La intervención del Rey y la falta de respaldo ahogaron el golpe, obligando a Tejero y a los militares que lo apoyaban a deponer su actitud.
El gobierno de Calvo Sotelo hizo todo lo posible por reconducir la situación política y económica llevando a cabo una decidida política exterior que propició el ingreso de España en la OTAN, el 5 de junio de 1982. En política interior hizo un notable esfuerzo para mejorar la economía y restituir la seguridad ciudadana gracias a la Ley Antiterrorista y promulgando la Ley del Divorcio el 22 de junio de 1982.
La crisis del partido era imparable, y pronto empezaron las defecciones. Adolfo Suárez fundaba un nuevo partido, el Centro Democrático y Social (CDS). La situación obligó a Calvo Sotelo a convocar elecciones generales para octubre de 1982. Los comicios de 1982 fueron ganados por el PSOE con una amplia mayoría absoluta.
Los Años Ochenta y el Asentamiento Democrático
Los ochenta marcan el asentamiento del sistema democrático tras los tensos y difíciles años de la transición. En este periodo, España se transformó, consolidándose lo que en los años anteriores había constituido el paso de un sistema autoritario a formas de gobierno democráticas. Para amplios sectores de la población sólo un partido ofrecía garantías de llevar a buen puerto la consolidación del sistema democrático: el Partido Socialista Obrero Español (PSOE). Con el triunfo electoral de Felipe González, acometieron los retos que se abrían en el terreno económico, en el político y en el de las relaciones internacionales. Una derecha paulatinamente mejor organizada y más moderna alteró el panorama político a finales de los años ochenta. Ese cambio se concretó en las citas electorales de 1993 y 1996.