Fundamentos del Conocimiento: Razón y Experiencia en Descartes y Kant

La Epistemología de René Descartes

Descartes parte de la epistemología, de la inmediatez de la conciencia. Esto se debe a que, tras la caída del mundo medieval, nadie estaba convencido de la realidad del Mundo, ya que todo lo conocido hasta entonces había sido cuestionado por la ciencia, principalmente por la física. Descartes decidirá partir de cero y volverse hacia el interior del sujeto. Está convencido del poder de la razón, pero está obsesionado con el error y tratará de evitarlo. Kant consideró a Descartes un racionalista dogmático.

Como racionalista, para él los sentidos, la imaginación y la pasión llevaban a error y eran devaluados, primando en su pensamiento el conocimiento racional, ya que la razón era la facultad que llevaría al hombre al verdadero conocimiento. Para Descartes, no es imposible alcanzar el conocimiento, ya que la razón es “la cosa mejor repartida del mundo”, que nos permite distinguir lo verdadero de lo falso y lo bueno de lo malo.

Para conseguirlo, es necesario un buen método, que él mismo expone en sus obras. Trata la epistemología en sus obras Reglas para la dirección del espíritu, Discurso del método y Meditaciones metafísicas. En Reglas para la dirección del espíritu estableció 4 reglas.

El Problema de Dios en Descartes

Se le revela la verdad de la substancia pensante (res cogitans) a través de la intuición, y el pensamiento es su atributo fundamental. A partir del “yo” (cogito), Descartes deducirá la existencia de dos substancias más en su obra Meditaciones Metafísicas (concretamente en la sexta meditación): partiendo de su primera verdad alcanzada por intuición intelectual y siguiendo el método deductivo de las matemáticas, inferirá la existencia de Dios (res infinita) y del Mundo (res extensa).

Para Descartes, es un problema explicar la existencia de Dios desde el punto de vista epistemológico, aunque desde la metafísica y su fe pueda hacerlo. Parte de la primera verdad indubitable: Soy una cosa que piensa. Analiza los pensamientos como cristiano y considera que el hombre y el Mundo han sido creados por Dios y que el alma es inmortal.

Tiene la certeza de sus ideas, pero no de lo que representan. Las analiza (en su tercera Meditación) y establece tres tipos:

  • Ideas innatas: Pertenecen a la esencia del yo pensante, por tanto, son fuente de conocimiento verdadero.
  • Ideas adventicias: Provienen del exterior, aparentemente sin que participe mi voluntad.
  • Ideas facticias: Creadas por la mente, en las que participa mi voluntad.

Entre las ideas innatas se encuentra la Idea de Infinito. Dado que las personas no somos seres infinitos, esa idea ha debido de ser colocada en mí por un ser Infinito, Dios, por el principio de causalidad (todo efecto supone una causa adecuada), y yo no puedo ser la causa (porque soy finito). Por lo tanto, la causa es Dios.

Con esto, comienza a intentar recuperar el mundo exterior. Él está seguro de sus ideas, pero no de lo que representan, y debe encontrar a alguien que respalde la correspondencia entre sus ideas y la realidad. Este respaldo para él es Dios, ya que es bueno y omnisciente. Dios no permitiría que lo que conozco claramente fuese falso, porque si no, no sería veraz ni perfecto. La duda metódica le llevó a dudar de todo, menos de su fe y de su moral provisional.

La Epistemología de Immanuel Kant

La epistemología de Kant supuso un giro copernicano, ya que estableció que las condiciones de posibilidad del conocimiento las pone el sujeto y no el objeto. Establece que la ciencia produce conocimiento universal y necesario (contradiciendo a Hume, que no otorgaba ese valor a todas las ciencias).

Kant se educó en el racionalismo de Wolff, pero pretende salir del dogmatismo racionalista y, a la vez, superar el escepticismo empirista. Da importancia a la experiencia, estableciendo que esta apoya a la razón, pero siempre dentro del marco de la propia experiencia: “Todo conocimiento comienza con la experiencia, pero no por eso todo él procede de la experiencia”. Analiza los juicios de la ciencia y establece que algo es ciencia cuando sus juicios son sintéticos a priori (sintéticos porque amplían el conocimiento y a priori porque son universales y necesarios, independientes de la experiencia particular).

Todos poseemos a priori unas estructuras (formas a priori) que posibilitan y, a la vez, limitan el conocimiento. Kant desarrolla su epistemología en su obra Crítica de la Razón Pura.

Para Kant, conocer es sintetizar datos provenientes de la experiencia (materia) con estructuras puestas por el sujeto (forma). Analizará las tres facultades principales del conocimiento:

  1. Sensibilidad
  2. Entendimiento
  3. Razón

Estética Trascendental (Análisis de la Sensibilidad)

Kant analiza la sensibilidad (facultad de recibir sensaciones). Las formas a priori de ésta son el espacio y el tiempo, que, combinados con la materia bruta de las sensaciones, forman la intuición empírica o fenómeno. Esta es la primera síntesis que se produce, que unifica, ordena y elabora los datos sensibles. Se plantea si la matemática es una ciencia y establece que sí, ya que sus juicios son sintéticos a priori (se basan en las formas puras de espacio y tiempo). A este nivel no hay todavía conocimiento conceptual, pero su aporte es fundamental.

Analítica Trascendental (Análisis del Entendimiento)

Entre la sensibilidad y el entendimiento sitúa la imaginación. Entramos en la Lógica Trascendental, cuya primera parte es la Analítica. La imaginación presenta los fenómenos al entendimiento, que posteriormente los analiza, interpreta, agrupa y dota de sentido. El entendimiento produce espontáneamente conceptos puros o categorías (que son las formas a priori del entendimiento). Son 12 categorías epistemológicas (unidad, pluralidad, totalidad, realidad, negación, limitación, sustancia, causalidad, comunidad, posibilidad, existencia, necesidad). Es necesaria la síntesis entre éstas y los fenómenos, ya que las categorías solas, sin intuiciones sensibles, son vacías y no proporcionan conocimiento; no pueden aplicarse legítimamente más allá del campo de la experiencia. Conocer es “subsumir una intuición bajo un concepto”. Kant critica el uso indebido de las categorías, como atribuir la causalidad a Dios (un ser no fenoménico). Critica así las posturas demostracionistas de la metafísica tradicional. Se plantea si la física es una ciencia y establece que sí (sus juicios son sintéticos a priori, basados en la aplicación de categorías como la causalidad a los fenómenos). En esta parte distingue entre fenómeno (la realidad tal como se nos aparece, resultado de nuestra interacción con el mundo) y noúmeno (la ‘cosa en sí’, la realidad independientemente de cualquier sujeto que la conozca, que es incognoscible para nosotros).

Dialéctica Trascendental (Análisis de la Razón)

Con el fin de analizar la razón (facultad de los razonamientos, que busca lo incondicionado y combina juicios en razonamientos), comienza la Dialéctica Trascendental. La Dialéctica muestra las ilusiones trascendentales de la razón cuando intenta ir más allá de la experiencia. Las formas a priori de la razón son las Ideas Puras (Idea de Alma, Idea de Mundo e Idea de Dios). Estas ideas tienen un valor regulativo positivo, ya que sirven para unificar y dirigir nuestro conocimiento (la Idea de Mundo unifica los fenómenos externos, la Idea de Alma los internos, y la Idea de Dios unifica la totalidad), pero también negativo si se usan constitutivamente, porque son realidades nouménicas no aplicables al campo de la experiencia, con lo cual no podemos sintetizarlas con intuiciones sensibles. Si diéramos ese paso en falso (uso constitutivo), solo obtendríamos antinomias sobre el mundo (contradicciones irresolubles), paralogismos sobre el yo (razonamientos falaces sobre la sustancialidad del alma) y argumentos falaces sobre Dios (pruebas inválidas de su existencia). Estas ideas son a las que hace referencia la metafísica tradicional, pero no podemos elaborar juicios sintéticos a priori sobre esta disciplina; por tanto, la metafísica no es una ciencia ni lo será nunca. Sin embargo, los temas de los que trata (Dios, alma, libertad) son fundamentales para la vida del hombre, por lo que Kant reconstruirá la metafísica sobre la base de la razón práctica (la ética).