Friedrich Nietzsche: Vida, Obra y Filosofía del Superhombre

Friedrich Nietzsche: 1844-1900

Vida: Estudió filología clásica en Bonn y Leipzig. Fue amigo de Schopenhauer y R. Wagner, y catedrático en la Universidad de Basilea. Por motivos de salud, se trasladó a Francia e Italia. En 1889, ingresó en una clínica psiquiátrica.

Obra: Se puede dividir en tres etapas:
1. Época de Leipzig: Influencia de Schopenhauer y Wagner, crítica a la cultura.
2. Época intelectualista: Recoge ideales de la Revolución Francesa y luego desvía su interés hacia la ciencia.
3. Periodo de madurez: Crítica a la moral y exposición de los temas principales de su pensamiento. Obras destacadas: Así habló Zaratustra, El Anticristo, Más allá del bien y del mal, Sobre la genealogía de la moral.

Crítica de la tradición filosófica: La crítica de la metafísica y la moral. La filosofía de Nietzsche supone un enfrentamiento con la tradición filosófica occidental, oponiéndose a su dogmatismo, cuya raíz sitúa en Sócrates, Platón y la filosofía cristiana. La distinción y oposición, realizada en sus primeras obras, entre lo apolíneo y lo dionisíaco, le llevará a desarrollar una interpretación de la historia de la filosofía, según la cual el pensamiento se verá sometido a un alejamiento de la vida, a partir de la reflexión socrática, que le llevará a oponerse a ella.

La genealogía de Nietzsche: Es una investigación que intenta averiguar de dónde vienen los conceptos y valores, y entiende que son unos síntomas que no se ven. Se distinguen dos tipos de moral:
Vida noble: Satisfecho de vivir: creador, espontáneo, alegre, autónomo, creativo.
Vida débil: Inseguro, estoico, resignado, sigue los valores establecidos, actúa las decisiones del otro.

Crítica del conocimiento

El conocimiento es subjetivo: intento de conocer la realidad en sí misma. Su funcionamiento se basa en palabras; las palabras generan conceptos, y los conceptos han adquirido realidad propia (idea). Los conceptos son el residuo de la metáfora primigenia; la verdad es una metáfora que ha adquirido existencia propia a partir de nuestra voluntad.

Genealogía

Averiguar de dónde proviene el concepto de verdad y a quién beneficia.

Proximidad con Hobbes

Debemos pactar para no estar en guerra, defender la verdad, la verdad que regula la conducta humana.

Crítica de la moral

Nietzsche acusa a la moral platónico-cristiana de antinatural por ir en contra de los instintos vitales. Su centro de gravedad no está en este mundo, sino en el más allá, en la realidad en sí, o en el mundo sobrenatural del cristianismo. Se trata de una moral trascendente que no gira en torno al hombre, sino en torno a Dios, y que impone al hombre un rechazo de su naturaleza, una lucha constante contra sus impulsos vitales, lo que significa un rechazo general de la vida, de la verdadera realidad del hombre, en favor de una ilusión generada por el resentimiento contra la vida. Los valores los crean las personas; existen porque nosotros los hemos creado.

Los valores tradicionales son los de la moral de esclavos y, frente a ellos, Nietzsche propone la moral de los señores, los valores del superhombre y de afirmación de la vida. Distingue dos tipos de moral:
Moral de los señores: La de las individualidades poderosas que tienen superior vitalidad y vigor para consigo mismas. Es la moral de la exigencia y de la afirmación de los impulsos vitales.
Moral de los esclavos: La de los débiles y miserables, la de los degenerados; regida por la falta de confianza en la vida, porque valoran la compasión, la humildad y la paciencia. Es una moral del resentido, que se opone a todo lo superior y que, por eso, afirma todos los igualitarismos.

Muerte de Dios

El análisis de la trayectoria del pensamiento y la cultura occidentales le llevará a Nietzsche a constatar la muerte de Dios. Dios había sido la brújula del hombre occidental. Pero el hombre ha ido matando a Dios sin darse cuenta, expulsándolo poco a poco de su pensamiento y de su cultura. Al descubrir la muerte de Dios, el hombre queda desorientado; su vida pierde el sentido.
La muerte de Dios es, en realidad, la muerte del monoteísmo cristiano y de la metafísica dogmática, para quienes solo hay un Dios y una verdad. Y el responsable de ello es el hombre. Al cobrar conciencia de ello, el hombre sustituye a ese Dios y a esa verdad única por múltiples dioses y múltiples verdades, en un intento desesperado por salvar los valores asociados a esa imagen de Dios. El ateísmo conduce, pues, al nihilismo, ausencia de valores.

Superhombre

El superhombre es el hombre nuevo que aparece tras la muerte de Dios. Nietzsche lo concibe como el individuo fiel a los valores de la vida, al sentido de la tierra. Es aquel individuo que se hace cargo de las necesidades de crear valores y dar sentido por sí mismo. Punto de partida: deconstrucción de la uniformidad de los valores cristianos.

El proceso de generación del superhombre

Nietzsche lo expone con la metáfora de las tres transformaciones:
El camello: Obediencia ciega, animal de carga que soporta la vida.
El león: Que lucha en contra de la moral, destruye pero no crea, sabe que quiere ser libre pero no sabe para qué.
El niño: Creador de valores, rechaza la moral del rebaño, es inocente, sin prejuicios, con grandeza y libertad. El camello simboliza el hombre tradicional, el león al hombre nihilista y el niño al hombre del futuro, al “superhombre”.

Eterno retorno

Consiste en aceptar que todos los acontecimientos del mundo, todas las situaciones pasadas, presentes y futuras se repetirán eternamente. Según la tesis del eterno retorno, todo va a repetirse un número infinito de veces, lo cual implica que las personas conocidas volverán a estar presentes, pero también el resto de los seres (animales, plantas, objetos inertes), y volverán las mismas cosas con las mismas propiedades, en las mismas circunstancias y comportándose de la misma forma.