Explorando los Subgéneros de la Prosa de Ficción del Siglo de Oro

Las obras de ficción en prosa se agrupan en diferentes subgéneros, estos son: los libros de caballerías, la novela bizantina, la novela pastoril, la novela morisca, la novela italiana y la novela picaresca.

Libros de Caballerías

Los libros de caballerías están protagonizados por un caballero noble que con sus hazañas prueba su amor por una dama, su valor y su fe religiosa. Los libros de caballerías se van apartando paulatinamente de las leyendas sobre el rey Arturo, y va cobrando peso el carácter cristiano del héroe y las batallas colectivas. Por otro lado, pierden relevancia poco a poco el elemento fantástico y la importancia que la magia tenía en las primeras obras. “El Amadís de Gaula” es el ejemplo más logrado de estos libros. Apareció a principios del siglo. El protagonista, enamorado de la princesa Oriana, vive diversas aventuras en misteriosos escenarios, enfrentándose a caballeros, gigantes y magos. Amadís encarna la fidelidad amorosa, la religiosidad y la valentía. Será su hijo quien tome el relevo de su caballería.

Novela Bizantina

La novela bizantina es de origen griego. En estas narraciones, dos enamorados son forzados a la separación y viven numerosas aventuras. Vencen todos los obstáculos gracias a su perseverancia y su fe religiosa. La más conocida es “La selva de aventuras” de Jerónimo Contreras.

Novela Pastoril

La novela pastoril desciende de una tradición clásica de literatura bucólica y su mejor representante es Garcilaso. Se trata de relatos protagonizados por refinados pastores que revelan sus desventuras amorosas. El argumento transcurre en un tiempo impreciso y en un idealizado escenario con las características propias del locus amoenus. La más famosa es “Los siete libros de la Diana” de Jorge de Montemayor.

Novela Picaresca

La novela picaresca es inaugurada con la aparición de la obra “Lazarillo de Tormes”. Este tipo de novela está protagonizada por un pícaro que relata sus desventuras de manera autobiográfica. La figura del pícaro como protagonista es un antihéroe que se opone a los caballeros andantes y demás personajes idealizados propios de la época.

Novela Morisca

La novela morisca trata de historias frontera cristiano-musulmana idealizadas en las que se mezclan peripecias amorosas y militares. Los protagonistas, cristianos y musulmanes, son un modelo de perfecciones caballerescas. El título más conocido es la “Historia del Abencerraje y la hermosa Jarifa”, de autor desconocido.

Novela Corta o Italiana

Por último, la novela corta o italiana. Este tipo de narraciones son breves relatos de entretenimiento con origen en escritores como Boccaccio. La obra más conocida es “El Patrañuelo”, de Juan de Timoneda.

El Lazarillo de Tormes: Un Caso Particular

En 1554 y en tres lugares diferentes (Alcalá de Henares, Amberes y Burgos), aparece publicada una obra anónima: “La vida de Lazarillo de Tormes y de sus fortunas y adversidades”, más conocida como “Lazarillo de Tormes”.

Para presentar como creíble la historia de un personaje de baja extracción social, el escritor decidió emplear un molde que ya existía, el de la epístola autobiográfica. A este modelo el autor suma la aguda observación de la realidad de su época, además de integrar las fuentes literarias de muy diversos orígenes. Estas fuentes son:

  • El asno de oro” escrita por Apuleyo, con la que el Lazarillo de Tormes coincide en el relato en primera persona de episodios biográficos que se estructuran en torno al servicio a diferentes amos.
  • Baldus” está escrita por el italiano Teófilo Folengo, consiste en una parodia de los libros de caballerías y de los poemas heroicos. En esta obra un personaje de origen humilde relata su autobiografía, y en ella aparece la pareja del ciego y su ayudante.

Las autobiografías ficticias tratan de un subgénero asentado en la España de la época.

La mayoría de las novelas italianas y relatos populares tratan sobre ladronzuelos, maleantes y otros pillos que se aprovechaban de la credulidad de las personas.

Y otros escritos, por ejemplo, los relatos fantásticos de Luciano de Samosata, el “Crótalon” de Cristóbal de Villalón o las narraciones tradicionales de origen árabe.

La obra aparece dividida en un prólogo y siete tratados, organizados en torno al servicio de diferentes amos.

Los tratados I a III son los más extensos, forman un bloque en el que Lázaro va descubriendo el mundo que le rodea y en el que debe aprender a sobrevivir. En los cuatro tratados Lázaro va madurando y progresando socialmente.

El tratado I relata con ironía los humildes orígenes del protagonista, hijo de un molinero ladrón y de una mujer que, tras quedarse sin marido, ejerce diversos oficios. Es su madre la que decide entregarlo a un ciego, quien es el encargado de despertar a Lázaro de su inocencia infantil y hacerle ver que la astucia es indispensable para vivir.

En el tratado II el motor del aprendizaje de Lázaro será el hambre que su nuevo amo, el cura de Maqueda, le hace pasar.

En el tratado III Lázaro sirve a un hidalgo pobre o escudero, con el que al hambre se suma la obsesión por la honra de su amo. Esta postura despierta su compasión por el noble, que acaba por abandonar al joven.

En los tratados IV y V aparece un Lázaro más maduro, que se pone al servicio de un fraile y de un vendedor de bulas.

Y en los tratados VI y VII después de estar con un pintor de panderos, Lázaro entra al servicio de sus tres últimos amos: un capellán, un alguacil y el arcipreste de San Salvador. Con ellos alcanza sus primeros oficios, puede vestir honradamente y acaba contrayendo matrimonio.

Personajes Destacados del Lazarillo de Tormes

Algunos de los personajes que más destacan son:

  • Lázaro de Tormes: un mozo de humildes orígenes que para hacerse un hueco en el mundo está dispuesto a ejercer diversos oficios. Debía de ser un tipo común en la difícil época en la que se escribe la obra. El ascenso social que consigue queda relativizado por su indigna situación como marido.
  • El ciego: recoge limosna a cambio de oraciones. Este personaje era reconocible para los lectores de la época por ser un modelo con precedentes literarios, como el Baldus. Su carácter irascible y suspicaz lo llevan a escarmentar violentamente a Lázaro. El ciego es el amo que lo despierta de su inocencia y le enseña la necesidad de ser astuto en la vida.
  • El cura de Maqueda: representa la figura del avaro. Su codicia y su gula suponen una crítica a la falta de valores cristianos. El hambre que Lázaro sufre con él lo obliga a aguzar su ingenio nuevamente para alimentarse.
  • El hidalgo: pertenece a la capa más baja de la nobleza y encarna la obsesión por la honra heredada y la limpieza de sangre, que le hacen simular una apariencia que no se corresponde con su miserable vida. Lázaro critica su consideración exagerada de la honra, pero se compadece de él y le consigue alimento.

El “Lazarillo de Tormes” presenta la forma de una autobiografía, y es el protagonista el que relata la historia en primera persona. Respondiendo al ideal estilístico renacentista, el libro se escribe en un estilo llano. La verosimilitud y el decoro poético obligan a emplear un estilo humilde. Además, el humor y la ironía están presentes en numerosos pasajes de la novela.