La Poesía Elegíaca Romana
Introducción:
Al igual que la poesía lírica, la elegíaca del tiempo de Augusto tiene como marco de fondo la vida privada e íntima de los romanos. Sigue siendo una poesía culta, refinada, erudita y exquisita, recitada en el marco de un pequeño grupo de intelectuales que expresan sus sentimientos.
El tema del amor y sus consecuencias será el móvil central de estos poemas y sus consecuencias se narrarán en las composiciones.
Estamos, pues, en el momento más íntimo de la vida de un romano.
Antecedentes
La poesía elegíaca, llamada así por estar escrita en verso elegiaco (hexámetro más pentámetro), tiene su antecedente en la poesía lírica griega. Solón, Teognis, Tirteo, Calimaco, Mimnermo, etc. son los autores griegos que sirven de inspiración y modelo a los elegiacos romanos.
Los romanos tomaron de los griegos no pocos temas amorosos: el contraste entre el amor y la muerte, entre el goce y el sufrimiento que genera el amor, las narraciones eróticas para narrar las experiencias amorosas personales, etc. En cambio, la elegía romana se diferencia de la griega por su tono subjetivo, lo que la hará más íntima, más realista y más emotiva: los juegos de amor, el mal de amores, la pasión amorosa, los celos, las infidelidades de la amada y la ruptura amorosa serán los temas que más se desarrollen en este tipo de poesía. Todos los poetas elegiacos tenían una amada a la que dedicaban sus obras.
Los poetas elegiacos latinos más importantes son: Galo, Tibulo, Propercio y Ovidio.
Autores y Obras
Galo
Nació en Roma en el año 69 a. C. y, por motivos políticos, se vio obligado a suicidarse en el año 26 a. C. Fue el precursor de este género en Roma.
Escribió cuatro libros de elegías, de los que sólo conservamos unos seis versos. De ahí extraemos que su amada se llamó Lycoris.
Tibulo
Albio Tibulo (55-19 a.C.) nació en el Lacio en el año 55 a.C. y murió en el 19 a.C. Procedía de una familia acaudalada del orden ecuestre, que había sido víctima de las confiscaciones del segundo triunvirato. Gozó de la amistad de Horacio, Virgilio, Propercio y Ovidio.
Se han conservado dos libros de elegías suyas dentro del llamado Corpus Tibullianum, que incluye un tercer libro de composiciones de poetas del círculo de Tibulo y de la poetisa Sulpicia (hermana de Mésala Corvino), en el que sólo hay dos elegías atribuibles al propio Tibulo.
Cada libro está dedicado a una amada distinta. El primero contiene diez elegías y está dedicado a Delia, una mujer de la que se sintió esclavo. El segundo está compuesto por seis poemas dirigidos a Némesis (la Venganza), por quien parece experimentar una pasión arrebatadora, pero en realidad podría tratarse de un personaje ficticio con el que quiso desquitarse del amor de Delia perdido.
Los temas de la mayoría de sus elegías son los propios del género: el amor enfermizo y casi romántico, la muerte, el rechazo de la guerra, del comercio, de la riqueza, el cultivo de la vida sencilla y tranquila al lado de su amada y predilección por lo bucólico.
Su poesía se caracteriza por la expresión sincera de sus sentimientos amorosos. Claridad, sencillez, armonía y precisión distinguen el estilo de Tibulo, que, además, prescinde de la erudición mitológica en sus poemas.
Propercio
Sexto Aurelio Propercio (50 a.C.-15 a.C.) era de origen umbro (se cree que nació en Asís). Su padre se arruinó como consecuencia de las guerras civiles y las confiscaciones de tierras, y Propercio, muy joven aún, tuvo que probar fortuna en Roma. Trató de abrirse camino como orador, pero el amor por Cintia hizo que surgiera su vocación poética. Llamó la atención de Augusto y de Mecenas, en cuyo círculo literario se introdujo. Allí conoció a Virgilio y a Ovidio.
Propercio escribió cuatro libros de elegías. Los tres primeros están dedicados a su amada Cintia, mientras que en el cuarto se ocupa de temas religiosos (viejas leyendas romanas) y patrióticos, en consonancia con el programa de restauración cultural y moral de Roma (segunda amada de Propercio) propugnado por el emperador Augusto.
La violenta pasión que sintió por Cintia hizo que el poeta expresara con gran patetismo su concepto trágico del amor, el tormento de los celos, la tristeza y la desilusión.
La poesía de Propercio imita la de los poetas alejandrinos, especialmente a Calimaco, de quien adopta el barroquismo de estilo y el gusto por la erudición y las curiosidades mitológicas.
Ovidio
Publio Ovidio Nasón (43 a.C.-17 d.C.), nació en Sulmona, en Italia Central, en el seno de una familia acomodada de rango ecuestre, a la que no le gustaba la afición de su hijo hacia la poesía. Su familia le hizo prometer que nunca se dedicaría a la poesía, a la que le respondió de la siguiente forma:
zuro, íüro, pater, nümquám cómpónere vérsus un perfecto hexámetro dactilico.
Siendo muy joven fue enviado a Roma para estudiar y después de ahí complementó su educación en Atenas, en Asia Menor y en Sicilia. A su regreso a Roma, se introdujo en ambientes intelectuales, pero fuera del círculo Mecenas. Desempeñó diversos cargos públicos, pero finalmente rechazó la política para dedicarse plenamente a la poesía, en la que consagró su amplia cultura y su erudición. Tenía una gran facilidad para componer poesía y alcanzó un inmenso éxito.
En el año 8 a. C. fue objeto de una falsa acusación y Augusto lo desterró a Tomos (en la costa occidental del Mar Negro, en la Dacia), y tuvo que abandonar para siempre la familia que había formado, su círculo de amistades y la fama y el éxito del que ya gozaba como poeta.
Ovidio murió en el destierro, añorando Roma y suplicando angustiosamente a unos y a otros que intercedieran ante el emperador Augusto para que le fuera levantado el castigo.
Exceptuando sus Metamorfosis, toda la obra poética de Ovidio podríamos considerarla elegíaca, dado que utiliza el dístico elegiaco. Pero por razones temáticas algunas podrían no serlo.
Su obra elegíaca propiamente dicha está compuesta por Amores, escrita en su juventud. Se trata de una colección de poemas elegiacos recogida en tres libros, en la que el poeta canta a Corina, su amada tal vez imaginaria. En sus elegías, expresa sentimientos amorosos convencionales y no se basa en su experiencia personal. Pero Ovidio es un poeta de talento extraordinario, su estilo es brillante y refinado, abundante en recursos retóricos, y por ello consigue evitar la monotonía de una inspiración más superficial que en otros poetas elegiacos.
Su epistolografía poética está formada por:
- Heroidas compuesta por quince epístolas poéticas en dísticos elegiacos. Son cartas dirigidas por heroínas legendarias a sus amados: Penélope a Ulises, Fedra a Hipólito, Dido a Eneas, etc; se incluyen también entre estas cartas las respuestas de algunos amantes, como la de París a Helena. Ovidio aprovecha al límite el tema amoroso y describe muy bien la psicología femenina.
- Tristia es una recopilación de cartas en dísticos elegiacos, distribuidas en doce libros. Por deseo del poeta no aparecen los nombres de los destinatarios de las cartas.
- Epistulae ex Ponto son cuatro libros de cartas poéticas en dísticos elegiacos, dirigidas a su mujer y a sus amigos, para pedirles que intercedan por él ante Augusto. Como en la obra anterior, la mayoría de las cartas está presidida por el tono de lamentación y queja, pero Ovidio es capaz de hacer poesía a partir de su desgracia personal, poesía pura en la que la forma sobrepasa el contenido.
En cuanto a poesía didáctica, podemos destacar:
- Da medicamine fadei feminae. Da consejos a las mujeres sobre maquillajes y productos de belleza. La temática se adecuaba a los gustos helenísticos.
- Ars amatoria es una obra de didáctica erótica en tres libros, con la que el poeta se presenta a sí mismo como un peritus amoris. Este género tenía precedentes griegos, y otros elegiacos latinos, como Tibulo y Propercio, habían introducido normas de comportamiento para los amantes en sus poesías. Pero Ovidio recopila muchos elementos antes dispersos en una obrita ciertamente original. En el primer libro se dan consejos a los hombres sobre cómo conquistar a una mujer; en el segundo, sobre como pueden mantener el amor conquistado; el tercer libro ofrece las pertinentes instrucciones para uso de las damas.
- Remedia Amoris es una obra con la que Ovidio pretendía atenuar el efecto que la obra anterior había causado en medios conservadores y oficiales de la sociedad romana, ofreciendo una parodia de poema didáctico, en el que enseñaba a no amar.
- Fasti es una obra poética de grandes pretensiones que Ovidio dejó inacabada por el destierro. La obra explica las fiestas del calendario romano y las tradiciones y cultos que estaban relacionados con ellas, pero solo se conservan los seis primeros libros (los que comprendían los meses de enero a junio) de los doce previstos.
Pero su obra más famosa fue un largo poema al que llamó Metamorphoseon libri. Es una obra difícil de clasificar, ya que se halla entre la elegía, la poesía épica y la poesía didáctica.
Se trata de una epopeya escrita en hexámetros dactílicos en quince libros, en la que, siguiendo un orden cronológico se relatan todos los mitos griegos que terminan con una transformación (con alguna excepción que no contiene ningún cambio), y como colofón se añaden algunos mitos romanos análogos. En total hay 250 mitos. El poema se inicia con la creación del mundo a partir del caos y con la apoteosis de César.
Aunque Ovidio utiliza fuentes griegas y romanas, el plan de la obra es totalmente suyo. Su originalidad también consiste en crear un marco cronológico en el que se distinguen las edades de los dioses, de los héroes y de los grandes personajes históricos. El material literario que maneja Ovidio es inmenso, lo mismo que la erudición desplegada.
Ovidio consigue crear una narración apasionante, en la que alterna pasajes de muchos tonos (dramáticos, idílicos, trágicos, patéticos y hasta cómicos) y engarzando de manera sutil una leyenda tras otra con gran maestría en las transiciones.