Las **canciones de gesta** son poemas medievales que narran hechos históricos mezclados con elementos legendarios. Su origen está en mitos germánicos, destacando la Edda (Noruega e Islandia, siglos IX-XII), Beowulf (Inglaterra, siglo X) y el Cantar de los Nibelungos (siglo XII-XIII). En los **cantares de gesta** se narran hazañas de reyes y caballeros en un contexto de feudalismo y religiosidad medieval, tratando temas como guerras contra sarracenos y conflictos entre vasallos. Ejemplos destacados son el Cantar de Roldán (francés) y el Cantar de Mio Cid (castellano). Divulgados por juglares ante públicos diversos, su estilo es sencillo, con acción lineal, repeticiones e interpelaciones al público. Mezclan hechos reales y ficticios, y su auge en los siglos XII-XIII refleja los valores de una sociedad guerrera y religiosa.
Poesía Trovadoresca y el Amor Cortés
La poesía trovadoresca, surgida en Occitania (sur de Francia), fue la primera lírica culta en lengua vulgar. Incluía letra y música, creada para ser cantada, no recitada o leída. Durante el siglo XI, su prestigio se extendió por Europa, y muchos poetas intentaron escribir en provenzal o imitar este estilo. Los trovadores componían en lengua vulgar, a diferencia de los poetas que escribían en latín, y sus obras eran difundidas por juglares.
El **amor cortés** es el tema más distintivo de la poesía trovadoresca. Este concepto exalta el deseo como un valor perpetuo, manteniendo distancia entre el enamorado y la dama, considerada un ser excelente con virtudes estéticas y morales. El poeta se presenta como vasallo de la dama, quien ejerce poder sobre él. La dama, a menudo casada y de alto estatus, es inalcanzable, lo que genera una tensión dolorosa y sin solución.
El amor transforma profundamente al enamorado, simbolizando una renovación personal similar a la primavera. Este sentimiento impulsa la mejora artística y personal, actuando como motor para despertar virtudes latentes. La *Vita Nuova* de Dante habla de Beatriz, un personaje que ahora está muerto y es nuevo. Esto de utilizar una mujer muerta como objeto de deseo, bea= alma celestial y glorificada (mezcla tradición stilnovista con el espíritu cristiano) adopta cualidades cristológicas, atrae hacia el mundo cristiano a su amante.
Las Novelas de Caballerías de Chrétien de Troyes
En la segunda mitad del siglo XII, **Chrétien de Troyes**, escritor del norte de Francia, escribió las primeras novelas en verso en lengua románica, como El caballero del león, El caballero de la carreta y El cuento del grial. En ellas creó el prototipo del caballero andante, como Yvain, Lanzarote o Perceval, quienes emprenden búsquedas relacionadas con damas raptadas o valiosos objetos desaparecidos.
Chrétien se inspiró en relatos folclóricos, especialmente de tradición celta, llenos de bosques misteriosos, castillos ocultos, personajes mágicos y bestias que adoptan formas humanas. Estas narraciones conforman la “**materia de Bretaña**”, centrada en las aventuras caballerescas de la corte del rey Arturo y sus caballeros de la Mesa Redonda. Su estilo destaca por la profundidad psicológica de personajes como Lanzarote o Perceval, la perfección técnica de la narrativa y la creación de ambientes maravillosos, lo que convierte a Chrétien de Troyes en un autor clave de la literatura medieval.
El Infierno de Dante y la Visión de Villon
El Infierno, según Dante, es un cono invertido que llega al centro de la Tierra, dividido en nueve círculos donde los condenados sufren según su grado de culpa: cuanto más abajo, mayor es el dolor. La justicia divina sigue el principio del contrapasso, donde el castigo está directamente relacionado con el pecado cometido. Ejemplos: los lujuriosos son arrastrados por el viento como sus pasiones, y los suicidas se convierten en árboles.
Dante encuentra almas de todas las épocas, incluidas de sus contemporáneos. Estas mantienen su carácter y personalidad tras la muerte, y su castigo refleja las facultades y el carácter que ya tenían en vida como propia extensión de su naturaleza.
**François Villon**, nacido en París hacia 1429, tuvo una sólida formación universitaria, pero su vida estuvo marcada por el crimen y los bajos ambientes. En 1455 mató a un clérigo en una pelea callejera y se convirtió en fugitivo. En 1462 mató a François Ferrebouc, lo que lo llevó a ser condenado a la horca, aunque la pena fue conmutada por diez años de destierro de París. Tras esto, se perdió su rastro.
Villon rompió con el convencionalismo de la lírica cortesana al reflejar en sus versos su vida criminal, la fugacidad de los placeres, la belleza y la decadencia del cuerpo humano. Es el último gran representante de la literatura medieval francesa y, por su estilo personal, un precursor del Renacimiento.