Explorando la Literatura Española del Siglo XX: Generación del 27, Teatro Pre-Guerra y Novela de Posguerra

1. La Generación del 27 y Las Sinsombrero

Un grupo de escritores con inquietudes e intereses estéticos comunes que comienzan a publicar entre 1920 y 1928, formando el grupo de poetas más importante y de mayor calidad del siglo XX español. El núcleo del grupo está formado por **Pedro Salinas**, **Jorge Guillén**, **Gerardo Diego**, **Dámaso Alonso**, **Rafael Alberti**, **Luis Cernuda**, **Vicente Aleixandre** y **Federico García Lorca**.

El nombre surge con motivo de la celebración en Sevilla del tercer centenario de la muerte de Góngora.

Además de estos autores, debemos destacar a un grupo de autoras que participaban en los mismos actos culturales y mantenían relaciones de amistad con los hombres del grupo, conocidas como **Las Sinsombrero**. A finales de los años 20 empezaron a publicar o exponer sus obras. Participaron activamente en la transformación cultural y artística de España, añadiendo, por ser mujeres, su lucha personal por ser reconocidas en un momento histórico de impulso de los movimientos feministas y sufragistas. Se reunían en el Lyceum Club Femenino. En sus obras, generalmente progresistas, abundan los personajes femeninos fuertes e independientes capaces de imponer su presencia en espacios generalmente reservados para los hombres. Destacan, entre otras, las pintoras **Maruja Mallo** y **Marga Gil Roësset**, la filósofa **María Zambrano**, y las escritoras **Rosa Chacel**, **Ernestina de Champourcin**, **Carmen Conde**, **María Teresa León**, **Concha Méndez** y **Josefina de la Torre**.

2. Evolución y Características de la Obra de la Generación del 27

Los poetas del 27 compaginan en sus obras las influencias tanto de lo clásico como de lo moderno, es decir, de los distintos movimientos vanguardistas de moda en Europa y de la tradición literaria española culta y popular. En su evolución se distinguen tres grandes etapas:

2.1. Etapa de Juventud (hasta 1927)

En sus comienzos se aprecia la búsqueda de un estilo propio. Algunos toman como modelo poético a **Juan Ramón Jiménez**, originando la tendencia denominada “poesía pura”. **Pedro Salinas**, **Gerardo Diego**, **Luis Cernuda** y, especialmente, **Jorge Guillén** fueron poetas puros en sus inicios. También participa de este ambiente renovador **Ortega y Gasset**. En su obra sostiene que la metáfora debe ser el recurso básico de la creación poética, y propone un arte que no imite la realidad, sino que construya un mundo autónomo.

Por otra parte, se produce un intento de recuperación de la poesía clásica española, tanto culta como popular, de forma que emplean versos y estrofas tradicionales, por un lado, mientras que por otro reivindican a autores cultos como **Lope de Vega**, **Garcilaso** y, sobre todo, **Góngora**. Algunos de estos jóvenes cultivarán el **neopopularismo**. Los dos poetas del grupo que mejor representan esta tendencia neopopularista son **Lorca** (por ejemplo, en el *Primer romancero gitano*) y **Alberti**.

Los poetas del 27 frecuentan las formas de la lírica popular: el uso de romances, de cancioncillas tradicionales, de cierta métrica y de recursos literarios tradicionales (paralelismos, estribillos, etc.).

2.2. Desde 1928 hasta la Guerra Civil

Son autores reconocidos y forman un grupo consolidado. Ahora culmina el proceso de rehumanización de su poesía. Los problemas políticos y sociales de la época contribuyeron a que diesen un giro hacia una poesía más cercana al hombre y comprometida con la sociedad, donde también tienen cabida los sentimientos. Destaca la influencia de **Pablo Neruda**.

En este sentido tiene una importancia capital el influjo del **Surrealismo**, que exploraba las zonas del subconsciente humano a través de la interpretación de los sueños. Este movimiento dejará una huella imborrable en autores como **Lorca**, **Alberti**, **Cernuda** o **Aleixandre**. También se incrementa el aprecio por los clásicos en su anhelo de perfección formal, especialmente por **Góngora**, y el culto a la metáfora.

2.3. Después de la Guerra Civil

El grupo se disuelve, ya que se habían comprometido activamente con la causa republicana y, después de la guerra, la mayoría parten al exilio. Los poetas exiliados continúan en un principio con la poesía comprometida de antes de la guerra, más tarde, la nota dominante será el desarraigo y la nostalgia de la patria perdida. Entre los poetas que se quedaron (**D. Alonso**, **G. Diego** y **Aleixandre**) la poesía deriva hacia un humanismo angustiado por los problemas existenciales. En esta línea destaca *Los hijos de la ira*, de **D. Alonso**.

2.4. Innovaciones Métricas

Fundamentalmente establecen una reducción del número de versos y estrofas empleados por el *Modernismo*. Optaron por combinar las innovaciones de raíz vanguardista con la literatura tradicional española, tanto popular (Romancero y Cancionero), como culta. Se basan en la literatura tradicional para crear formas como romances, sonetos o redondillas. Por otra parte vemos como desarrollan poemas en verso libre o versículos, donde se busca una musicalidad interna que brota de la reiteración de ideas, de palabras y de paralelismos sintácticos.

2.5. Estilo

Aportaron grandes novedades a la expresión poética, como la búsqueda de un lenguaje distinto o la renovación de la metáfora para lograr una expresión más estética. Emplean abundantemente numerosos recursos literarios, siendo la metáfora el elemento central de sus poemas. Al lado de metáforas más tradicionales, aparecen con mayor frecuencia otras de raíz surrealista, en las que no existe una relación lógica entre el término real y el imaginario. Las metáforas se vuelven oscuras, ya que el objetivo es sugerirle vagas sensaciones al lector.

2.6. Principales Autores

  • Pedro Salinas: Es el gran poeta del amor. En su producción se aprecian tres etapas: Al principio se relaciona con la poesía pura de Juan Ramón. *Seguro azar* y *Fábula y signo*, al mismo tiempo que se percibe la influencia del futurismo. La segunda etapa es la más importante. *La voz a ti debida*, *Razón de amor* y *Largo lamento* forman una trilogía que lo consolida como el poeta del amor. Ese amor es tratado como un sentimiento pleno, auténtico y apasionado. La amada es un ser concreto y cotidiano, con quien el poeta mantiene un diálogo continuo sobre ese amor que da sentido a su existencia. El lenguaje se centra en lo más conceptual y el contenido del poema se vuelve denso, a pesar de la aparente sencillez del vocabulario. Salinas explora el sentimiento amoroso desde que nace de forma inesperada y gozosa hasta que la pasión se extingue; solo queda entonces nostalgia y resignación. En la tercera etapa, ya en el exilio, abandona el aislamiento amoroso y contacta de nuevo con la sociedad. Destaca *El contemplado*. Para este autor la poesía es “una aventura hacia lo absoluto”. Los sentimientos y las vivencias son más importantes que la belleza. Suele subrayarse que Salinas utiliza un estilo antirretórico (lenguaje familiar y cotidiano, imágenes sencillas, ritmos ligeros, versos cortos, sin rima o asonantados), pero sus versos obedecen a un trabajo muy minucioso. Entre los recursos más habituales, emplea la paradoja, los juegos de palabras y también acude con frecuencia a la ironía para distanciarse de los temas que aborda.
  • Federico García Lorca: Desde su primera obra se observa la presencia del folclore andaluz y de lo popular y temas como el dolor ante un amor sin esperanza, la soledad y la angustia vital, o la reflexión sobre el destino trágico del hombre. En su trayectoria se suelen distinguir dos etapas, la primera centrada en el folclore andaluz. En este período destacan *Poema del Cante Jondo* y, sobre todo, el *Romancero gitano* (1928), donde vuelven a aparecer sus temas habituales en composiciones llenas de sensualidad, de misterio o de angustia. Su segunda etapa está dominada por su gran obra, *Poeta en Nueva York*, donde refleja la conmoción que le produjo la ciudad como símbolo de la explotación humana y de la violencia, donde impera la ley implacable del capitalismo. Las metáforas que utiliza son de muy difícil comprensión por influencia del Surrealismo. Lorca representa la mezcla de tradición y vanguardia como su rasgo más distintivo: combina la técnica con la inspiración; lo culto con lo popular; la métrica clásica y popular con el verso libre y el versículo; poderosos símbolos e imágenes visionarias de raíz surrealista. Otras obras son: *Llanto por Ignacio Sánchez Mejías*, *Diván del Tamarit* o *Sonetos del amor oscuro*.
  • Rafael Alberti: Su obra abarca desde la poesía vanguardista a la tradicional. Trata una gran variedad de temas: personales, existenciales, políticos o humorísticos, entre otros. Se pueden distinguir cinco etapas en su trayectoria: La primera es neopopularista, por su primer libro, *Marinero en tierra*, en el que muestra la nostalgia de su infancia y adolescencia junto al mar. La segunda etapa es gongorina y vanguardista. Está conformada por *Cal y Canto*, donde mezcla el barroquismo expresivo con las imágenes futuristas. La siguiente fase está dominada por *Sobre los ángeles* en la que expresa con imágenes surrealistas su angustia interior, fruto de una crisis personal. Es la obra principal de su tercera etapa y de toda su trayectoria. Durante la República, cultivó una poesía política y de compromiso, que constituye su cuarta etapa, con obras como *El poeta en la calle*. Su etapa final en el exilio nos ofrece poemas llenos de añoranza por la infancia y la patria perdida.
  • Luis Cernuda: Fue un hombre solitario que sufrió a causa del choque entre su deseo de realización personal y los límites que le impone la sociedad en el mundo real. Surgen sus temas principales: la soledad, el amor, el ansia de belleza y la frustración que le provoca la necesidad de un mundo más tolerante con los instintos personales. Agrupa su obra en *La realidad y el deseo*. En sus primeras obras se decanta por la poesía pura, con otras influencias de la poesía vanguardista y tradicional. Tras su estancia en Francia, Cernuda descubre las posibilidades del Surrealismo, aunque el suyo es un surrealismo muy atenuado. La crisis personal que padece en esa época le permite proclamar su homosexualidad y su necesidad de encontrar el amor. *Un río, un amor* y *Los placeres prohibidos* (1931) representan esta etapa. *Donde habite el olvido* (1934) supone, sin embargo, el reencuentro con Bécquer y el neorromanticismo; se caracteriza por su empeño en indagar en el subconsciente desde la desolación que lo invade tras un doloroso fracaso sentimental. En la poesía posterior a la Guerra Civil mostrará su preocupación por la patria perdida soledad y de su mundo interior con un tono amargo. De esta última etapa es *La desolación de la quimera*. Su tono es llano y reflexivo, aunque cuidadosamente elaborado. Su estilo se caracteriza por la armonía entre el respeto a la tradición y la originalidad. Su lenguaje se aproxima cada vez más a la lengua hablada, casi coloquial. Métricamente destaca el uso del versículo.

3. El Teatro Español Anterior a la Guerra Civil: Lorca y Valle-Inclán

3.1. Panorama General

Desde principios de siglo, el teatro experimenta numerosos cambios debido a que se trata de un espectáculo de masas que está sometido a los intereses económicos y empresariales de los promotores, responde a los gustos del público burgués y aristocrático que asiste a las funciones. De este modo, se observa una fuerte resistencia de los empresarios y el público a aceptar las tendencias y técnicas renovadoras que triunfan en otros géneros.

Estas circunstancias explican que el teatro español de la primera mitad del siglo XX pueda estudiarse atendiendo a dos grandes grupos:

  • El teatro convencional: el favorito del público, se materializó en tres géneros principales: la comedia burguesa de Benavente, el teatro poético y el teatro cómico.
  • El teatro innovador, fundamentalmente en la obra de Valle-Inclán y García Lorca.

3.2. El Teatro Convencional (o Comercial)

  • La comedia burguesa, cuyo mejor representante fue Jacinto Benavente, es un teatro de corte realista con un enfoque comercial que se dirige a un público burgués. Su obra evolucionó hacia una crítica social irónica e inofensiva que la burguesía sí aceptó de buen grado por verse reflejada en ella de forma cariñosa. El suyo es un teatro de estructura y escenografía tradicionales, con poca acción y mucho diálogo. Los personajes pertenecen a la burguesía y las tramas desarrollan temas y escenas de la vida cotidiana de esta clase social (amor, infidelidades, hipocresía…). Su obra principal es *Los intereses creados*, una farsa en la que emplea los personajes de la Commedia dell´arte para mostrar una visión cínica de los ideales burgueses. Otras obras son *La malquerida* y *Señora ama*.
  • El teatro poético está escrito en verso a principios del XX. Es de estilo neorromántico. Su tema favorito es la apología de la historia de España desde un punto de vista conservador, pues intenta de alguna manera contrarrestar la crítica de los hombres de la generación del 98. Marquina y Villaespesa, sus dos representantes principales.
  • El teatro cómico es de intención puramente humorística. Presenta personajes populares que provocan la risa del auditorio por su forma de hablar y de comportarse. Los temas son superficiales y la trama se resuelve felizmente. Nos presentan una visión de España costumbrista y nada problemática. Entre sus representantes destaca Carlos Arniches con sus tragedias grotescas, en las que lo cómico se funde con lo conmovedor. Sobresale su obra *La señorita de Trevélez*, también destacan los hermanos Álvarez Quintero, y Pedro Muñoz Seca, el creador del género del astracán (*La venganza de don Mendo*).

3.3. El Teatro Innovador

La renovación aporta al teatro español del siglo XX nuevas formas, técnicas y enfoques ideológicos: Por un lado, entre los noventayochistas destacan Miguel de Unamuno o Azorín y, sobre todo, los esperpentos de Valle-Inclán. Es un teatro intelectual y filosófico que emplean para expresar sus ideas sociales y existenciales.

Por otra parte, se producen los impulsos renovadores de las vanguardias (Gómez de la Serna) y de la Generación del 27, especialmente la obra de Lorca.

Tanto los noventayochistas como los autores del 27 coinciden en que sus obras están influidas por las tendencias renovadoras y experimentales de los principales dramaturgos europeos y los movimientos de vanguardia. Sus rasgos más importantes son:

  • No fue un teatro que sustituyese al convencional ni que históricamente tuviese continuidad: su importancia está en sí mismo y ahí se agota.
  • No tuvo ningún éxito de público.
  • El espacio de representación no se limita al teatro, cualquier lugar puede ser utilizado para la puesta en escena.
  • Se abandona el realismo en la escenografía, dejando abierta la imaginación del espectador. Los elementos del decorado adquieren un valor simbólico.
  • No se tratan temas cotidianos, sino que su objetivo es la reflexión filosófica sobre la esencia del ser humano.

3.4. Valle-Inclán

Nace en Vilanova de Arousa (1866) y muere en Santiago antes de iniciarse la guerra (1936). Hasta ese momento lleva una vida bohemia consagrada a la literatura y plagada de anécdotas que reflejan su carácter excéntrico.

3.4.1. Técnica Teatral

Valle-Inclán concibe su teatro como un espectáculo total en el que el texto dramático se combina con el arte plástico. Por eso redactaba con el máximo cuidado las acotaciones, como si formasen parte de un guion de cine. De este modo, los elementos visuales completan el diálogo y son parte inseparable de él. Valle rompe con las convenciones del teatro realista y crea un nuevo concepto del espacio escénico. El público estaba acostumbrado a las obras de Benavente. Inventa tramas que exigen variados cambios de decorados, a veces en espaciosos campos abiertos difíciles de llevar a la escena con los medios de su época.

Tampoco suele utilizar la estructura habitual en la época de obra dramática en tres actos con una trama ordenada.

Estilísticamente, en sus obras abunda el tono exclamativo; usa sin problema tacos o palabras consideradas entonces malsonantes, sin tener en cuenta al público burgués al que podía escandalizar. En su conjunto, el teatro de Valle-Inclán destaca por su empleo de un lenguaje singular, en el que las palabras son empleadas pensando en su poder evocador, casi simbolista, de forma que crea su propia lengua. Su objetivo fue crear un teatro que ofreciese una visión profunda y diferente (transreal) de su sociedad. De este modo, su visión crítica de España y su interés por lo estético son dos aspectos entrelazados.

3.4.2. Trayectoria Dramática

Valle inicia su producción dramática con una etapa modernista, caracterizada por el impresionismo y los temas melancólicos. A continuación, aborda el llamado Ciclo Mítico. La Galicia rural aparece transformada en un microcosmos mítico donde se juntan las grandes fuerzas humanas (el mal, la irracionalidad, el sexo, la muerte…). Este ciclo se materializa en las *Comedias bárbaras* y en *Divinas palabras*, donde encontramos una Galicia misteriosa, primitiva y llena de supersticiones, en la que la avaricia y la lujuria alimentan la tragedia.

Después aborda un camino radicalmente distinto a través de sus farsas, ambientadas en cortes aristocráticas para presentar una crítica demoledora de la sociedad y la monarquía. Destaca *La cabeza del dragón*.

Pero la creación teatral más relevante de Valle es el **ESPERPENTO**: se trata de un teatro trágico y grotesco con el que intenta ofrecer una visión crítica y profunda de la vida moderna de España. Su objetivo es que denunciar la miseria moral de la sociedad para que el espectador tome conciencia de los problemas del país. Los procedimientos que emplea son los siguientes:

  • Deforma la realidad caricaturizándola, presentando lo extraordinario como si fuese real, con lo que consigue un efecto de sorpresa y perplejidad.
  • Cosifica y animaliza a los personajes (seres humanos) y los convierte en fantoches insensibles ante todo lo que ocurre.
  • Emplea diversos recursos: contrastes violentos, la presencia constante de la muerte, los escenarios vulgares.
  • El humor sarcástico e irónico para enviar un mensaje moral.
  • El lenguaje popular e incluso grosero convive con el culto y refinado.

*Luces de bohemia* es la obra maestra del esperpento, aunque también destacan la trilogía *Martes de carnaval* y la novela *Tirano Banderas*.

3.5. Federico García Lorca

Lorca se dedicó al teatro durante toda su vida, aunque el éxito definitivo como dramaturgo le llegaría durante la República. *La casa de Bernarda Alba*, que se considera su obra cumbre.

3.5.1. Características de sus Obras Dramáticas

Los dramas de Lorca son espectáculos totales en los que conviven diversas artes, como la música, danza y escenografía. Se trata de un teatro profundamente poetizado, simbolista y trágico.

Su teatro se nutre de varias fuentes estéticas: desde los clásicos, hasta el teatro de vanguardia…de ahí su gran variedad de géneros: la farsa, el teatrillo de guiñol, el drama simbolista, el teatro surrealista, la tragedia, el drama urbano o rural…

Los temas del teatro de Lorca son, el deseo imposible que conduce a la insatisfacción, el conflicto entre la realidad /sociedad y el deseo /instinto, y la frustración. La muerte trágica suele ser el desenlace, todo ello casi siempre encarnado en mujeres.

Lo que frustra a los personajes de Lorca se sitúa en un doble plano: uno metafísico (las fuerzas enemigas son el Tiempo y la Muerte) y otro social (los prejuicios de casta y las convenciones impiden la realización personal).

Lorca gusta de mezclar el verso y la prosa, con un uso funcional de cada uno de ellos: el verso, casi siempre para momentos de especial intensidad.

El lenguaje combina también lo poético con lo popular. Son sus rasgos más sobresalientes la presencia de símbolos, metáforas y comparaciones.

3.5.2. Trayectoria Dramática

Su siguiente etapa es vanguardista. *El público* y *Así que pasen cinco años* son piezas difíciles por la complejidad de los símbolos y la subjetividad radical por influencia del surrealismo.

Las obras más importantes de Lorca son las que conforman la *Trilogía dramática de la tierra española* que se materializó en las tragedias: *Bodas de sangre*, *Yerma* y *La casa de Bernarda Alba*: en las tres hay una sociedad represora que trata de coartar el instinto sexual y la pasión amorosa de las mujeres protagonistas (enfrentamiento libertad-autoridad). El resultado final siempre es la muerte de alguno de los personajes fundamentales. Las dos primeras tienen aire de tragedia clásica y mezclan prosa y verso. *La casa de Bernarda Alba* (1936) es su obra maestra.

El teatro de Lorca supone una extraordinaria renovación porque incluye elementos líricos y simbólicos, y eleva algunos motivos típicos de la Andalucía de su tiempo, aparentemente locales y folclóricos, a la categoría de conflictos universales del ser humano.

4. La Novela Española en las Tres Décadas Posteriores a la Guerra Civil: Cela, Carmen Laforet, Delibes y Martín Santos

4.1. Contexto Literario

El panorama de la literatura de posguerra resulta desolador en todos los géneros literarios debido a las durísimas condiciones de vida y a la ruptura con la época anterior. En cuanto a la novela, muchos de los narradores anteriores murieron durante la guerra o se vieron abocados al exilio como Ramón J. Sénder, Max Aub los que permanecieron en España sufrieron una fuerte censura.

La narrativa española posterior a la Guerra Civil se desarrolla en las siguientes etapas:

4.2. Década de los 40: El Realismo Existencial

Predomina el realismo existencial. El motivo casi único de inspiración de sus novelas es la Guerra Civil y sus consecuencias. Así, los temas de sus obras serán:

  • La crisis existencial. La amargura, la angustia y la incertidumbre son las consecuencias psicológicas que sufre el ser humano.
  • El reflejo de una sociedad devastada por la miseria y por la sordidez.
  • La ausencia de valores humanos en los que creer.
  • La soledad, el desarraigo, la falta de comunicación y la muerte.

Los individuos que aparecen en sus obras son antihéroes, personajes inadaptados que sobreviven en un clima de hastío existencial y violencia.

Técnicamente se caracterizan por:

  • Estilo y lenguaje simplificados y con giros coloquiales.
  • Novelas técnicamente sencillas, de espacio y tiempo reducidos.
  • Narrador en 1ª persona protagonista, como portavoz de las ideas del autor.
  • Los personajes son marginales y /o viven angustiados.

Los autores y obras más representativos de esta tendencia son:

  • Cela, *La familia de Pascual Duarte*: inaugura el tremendismo, una tendencia narrativa caracterizada por retratar los aspectos más degradantes y violentos de la realidad.
  • Carmen Laforet, *Nada*: cuenta, con un estilo desnudo y desde una perspectiva triste, la historia de una muchacha que va a estudiar a Barcelona y vive con unos familiares en un ambiente mezquino y sin ilusiones.
  • Delibes, *La sombra del ciprés es alargada*.

4.3. Década de los 50: El Realismo Social

Hacia 1954 se consolida un nuevo grupo de narradores conocido como la Generación del Medio Siglo. Se caracterizan por ofrecer un testimonio de la vida de la época. Adoptan una posición de compromiso ante los conflictos sociales y políticos y de solidaridad con los oprimidos.

La novela inaugural de esta tendencia es *La colmena*, de Cela emplea el personaje colectivo para denunciar la vida gris del Madrid de la época.

Para centrar la historia, se redujo el argumento y se limitaron el tiempo y espacio. El diálogo ocupa un lugar preeminente en las novelas sociales y el lenguaje (que se adapta a cada personaje) es directo, vivo y “desnudo”. Es muy habitual que el autor recoja esos diálogos como si fuese una grabadora. La estructura del relato suele ser aparentemente sencilla, se prefiere la narración lineal (aunque no siempre es así). Las descripciones de personajes y ambientes ocupan un lugar importante en la novela.

En lo que se refiere a la temática, podemos destacar: la dura vida del campo, el mundo del trabajo (centrada en el proletariado), la realidad urbana.

Se pueden señalar dos tendencias fundamentales: realismo social y objetivismo:

  • Realismo crítico (o novela social): El escritor explica cómo es la realidad y denuncia las injusticias que marginan a determinados grupos sociales. Esta actitud provoca que se simplifiquen el estilo y la técnica narrativa en beneficio de que el mensaje le llegue con claridad al lector. El tema más destacado es la sociedad, caracterizada por el aislamiento tanto a nivel individual como colectivo, fruto de la división generada por la Guerra Civil. Destacan *Las ratas* y *El camino*, ambas de Miguel Delibes.
  • El objetivismo (o neorrealismo): El autor se solidariza con los problemas del hombre como ser individual. El narrador se limita a “fotografiar” la realidad tal como es, sin emitir juicios de valor. Es fundamental *El Jarama*, de Rafael Sánchez Ferlosio. En cuanto a la técnica narrativa, ambas vertientes se caracterizan por la sobriedad y la sencillez.

4.4. Década de los 60: La Novela Experimental

La publicación de *Tiempo de silencio* de Luis Martín Santos marca el inicio de una etapa de renovación en la novela. Pronto la secundarán *Cinco horas con Mario* de Delibes; *Últimas tardes con Teresa*, de Juan Marsé.

El estilo sencillo y la narrativa de denuncia habían empobrecido el género y se había perdido el interés de los lectores, por lo cual se dio paso a una nueva etapa en la que primó la novela experimental.

Sus temas preferentes son:

  • La sociedad vista desde un enfoque novedoso, se pasa de la denuncia objetiva a la visión dialéctica empleando la ironía y el humor.
  • Análisis de sentimientos como la amistad, el amor o la religión.

En cuanto a las técnicas narrativas, verdadero punto central de esta vertiente:

  • El argumento pierde importancia e incluso llega a desaparecer en algunos casos.
  • Reaparece el personaje individual.
  • Se rompen la estructura externa e interna. Desaparecen los capítulos tradicionales.
  • El tiempo del discurso será subjetivo, con saltos temporales. Otra novedad es la técnica del contrapunto.
  • Punto de vista múltiple. Utilización de narrador en 1ª, 3ª e incluso 2ª persona.
  • Empleo abundante del monólogo interior y de las digresiones.
  • Lenguaje y estilo barrocos, se mezclan distintos géneros literarios, se rompe el orden sintáctico, ausencia de puntuación, variedad de registros lingüísticos.

Este derribo sistemático de los pilares de la novela clásica justifica el término antinovela, empleado a veces para aludir a la de los sesenta. La novela de los sesenta provocó un hartazgo tanto en la crítica como entre los propios autores y, desde 1975, se intenta corregir sus excesos, recuperando el gusto por la trama argumental y otros elementos de la narrativa clásica.

4.5. Camilo José Cela

Es el narrador más influyente de la inmediata posguerra. Se trata de un autor polémico y provocador, que mereció, entre otros premios, el Nobel, el Cervantes o el Premio Príncipe de Asturias de las Letras.

Comienza su carrera novelística con *La familia de Pascual Duarte*, obra inaugural del tremendismo por la violencia, la dureza y la sordidez de los sucesos relatados.

Su trayectoria se caracteriza desde sus inicios por el afán de renovación. *La colmena*, el libro más influyente de la época, es una obra de protagonista colectivo que recrea la alienación y la insolidaridad de la sociedad madrileña de posguerra. Se enmarca en el realismo objetivista, como precursora de la novela social de los 50, pero con inclinación a lo existencial.

A partir de entonces, su narrativa da un cierto giro hacia el experimentalismo. Frutos de esta etapa son *San Camilo 1936* y *Oficio de Tinieblas 5*.

Su evolución posterior es todavía más personal y heterogénea, sobresalen *Mazurca para dos muertos*, *Cristo versus Arizona*, en una sola oración, y *La cruz de san Andrés*.

También son conocidos sus libros de viajes, especialmente *Viaje a la Alcarria*. Su estilo se caracteriza por la versatilidad, desde la recreación directa de la realidad “a lo Baroja” a la deformación grotesca de la misma al estilo de Valle en otras obras. De todas formas, muestra una gran capacidad imaginativa y es un virtuoso del lenguaje que abarca multitud de registros, ya que en numerosas ocasiones su estilo parece excesivamente retórico o lírico, mientras que otras veces resulta vulgar y obsceno.

4.6. Carmen Laforet

El éxito literario, tanto de crítica como de público, le llega en su primera y más reconocida obra, *Nada* (44), Premio Nadal de novela en su primera edición. En ella relata las vivencias de Andrea, una joven que se traslada a Barcelona en la inmediata posguerra para realizar sus estudios universitarios. A través de su protagonista, se nos muestra una sociedad cruel e insolidaria, donde priman la miseria y la violencia física y verbal. En Andrea podemos ver un alter ego de la propia Laforet (aunque ella siempre lo negó).

La temática de sus novelas está vinculada con sus propias vivencias y sentimientos, es decir, la tristeza, la desolación por la orfandad y la mala relación con su madrastra, o el feminismo y, principalmente, el sentimiento religioso, al tiempo que refleja la dureza de la sociedad española del momento.

Su estilo destaca por la frescura, la precisión y la innovación en el desolador panorama de posguerra.

Pero la carrera literaria de Laforet, autora también de varias novelas cortas, colecciones de relatos, libros de viajes y ensayos, nunca volvió a alcanzar tales cimas.

Su producción novelística es breve. En 1950 publicó *La isla y los demonios*. En 1955, *La mujer nueva*, marcada por las experiencias religiosas de la autora, que obtuvo el Premio Nacional y el premio Menorca. Siguió en 1963 con *La insolación*, primer volumen de la trilogía *Tres pasos fuera del tiempo*. Póstumamente se publica la segunda entrega, *Al volver la esquina* (2004); de la tercera parte, que se titularía *Jaque mate*, solo se conoce su título y la intención de escribirla.

4.7. Miguel Delibes

Es uno de los más significados novelistas de posguerra y, como Cela, con numerosos premios que jalonan su trayectoria. Entre otros recibió el Premio Nadal, el Premio Nacional de Narrativa, el Cervantes o el Premio Príncipe de Asturias de las Letras. Su dilatada carrera es una muestra de autenticidad, humanismo cristiano y consideración por los más débiles y sufrientes de la sociedad en defensa de la justicia social. Además, siempre defendió la vinculación del ser humano a la tierra y lo rural.

Su primera novela es *La sombra del ciprés es alargada* (1948), ganadora del Premio Nadal, una obra de corte tradicional y tono angustiado.

La segunda etapa de su trayectoria es realista, se centra en la aguda recreación del mundo rural de Castilla, con obras como *El camino* o *Las ratas*.

Otros libros de este periodo, sin embargo, muestran un análisis de las costumbres y la mentalidad vacía y conservadora de la burguesía provinciana

, como Mi idolatrado hijo Sisí. Cinco horas con Mario (1966) supone el punto culminante de toda su obra, así como el inicio de su tercera etapa narrativa, enmarcada en el experimentalismo. 

La obra consiste en un largo monólogo interior que Carmen dirige a su marido durante el velatorio de este  Delibes nos muestra de forma irónica dos ideologías contrapuestas e irreconciliables, el conservadurismo hipócrita y acomodaticio de la clase media (Carmen), frente a la intransigencia libertaria de Mario.Más adelante, su estilo se reorienta hacia la reducción del experimentalismo y la vuelta a la narrativa tradicional, en la que el peso del argumento es esencial.Obras indispensables del autor, como Los santos inocentes, Señora de rojo sobre fondo gris o El hereje, su novela más ambiciosa.8. Luis Martín-Santos:Fue un excepcional escritor que vio truncada su prometedora carrera por un fatal accidente automovilístico.A pesar de que su obra consta de una única novela y otra, inconclusa, y un libro de relatos publicados de forma póstuma, ocupa un lugar destacado en la narrativa del siglo XX como renovador del género guiándolo hacia el experimentalismo. Su obra Tiempo de silencio (1962) constituye un hito,una guía en el nuevo camino narrativo de la literatura española. 

Martín-Santos es un autor de extraordinarias dotes intelectuales y una sólida formación literaria y filosófica, con un profundo conocimiento y admiración por los grandes renovadores de la novela del XX (Kafka, Faulkner y, especialmente, James Joyce).  

Tiempo de silencio se encuadra en lo que el autor denomina “realismo dialéctico”, que supone la superación del realismo social de la novela anterior. A partir de aquí, la forma y la técnica ocuparán un lugar central en la creación literaria.

Se trata de la novela más original y revolucionaria de la segunda mitad de siglo, en tanto que muestra una rica variedad de procedimientos narrativos novedosos, como pueden ser el monólogo interior totalmente desordenado, el narrador en 2ª persona autorreflexiva o el uso del estilo indirecto libre. Su estilo se caracteriza por la variedad y complejidad de su vocabulario y su sintaxis, a través de ellos nos ofrece una mirada nihilista, amarga e irónica sobre la sociedad española que le tocó vivir.  

Argumentalmente es muy tradicional, narra el fracaso de Pedro, un joven investigador que se ve obligado a participar en un aborto ilegal.

Tiempo de destrucción, la que sería su segunda novela, nos sigue mostrando las excepcionales dotes narrativas de Martín-Santos.