Explorando el Teatro Griego y Romano: Comedia y Tragedia

El Teatro Griego y la Comedia

La comedia en el teatro griego nació en el siglo V a.C. y fue un género que, aunque similar en algunos aspectos a la tragedia, tenía un enfoque diferente. Mientras que la tragedia se centraba en lo serio y solemne, la comedia se proponía hacer reír y enseñar de una manera más ligera y humorística.

Orígenes de la Comedia

La comedia comenzó con las celebraciones en honor a Dionisio, el dios del vino y la diversión. Eran festivales en los que las personas cantaban y se hacían bromas y chistes.

A lo largo de los siglos, la comedia fue cambiando, y se dividió en tres etapas:

  1. Comedia Antigua (hasta 404 a.C.): Esta etapa estaba influenciada por la política y la crítica social. Los dramaturgos, como Aristófanes, usaban la comedia para ridiculizar a figuras políticas, temas actuales y la situación de Atenas en esa época. Las obras no solo buscaban hacer reír, sino también hacer pensar a la audiencia sobre la realidad que vivían. Por ejemplo, en obras como Acarnienses y Paz, Aristófanes hacía una crítica a la guerra del Peloponeso.

  2. Comedia Media (403-323 a.C.): Esta etapa fue más oscura, con menos obras conservadas. En esta fase, la comedia se aleja de la política y empieza a centrarse más en personajes tipo y situaciones más generales, como burlas a viejos, jóvenes inmaduros o ricos. La crítica se hace más ligera y menos directa.

  3. Comedia Nueva (323-263 a.C.): Esta fase fue muy diferente a las anteriores. Grecia estaba dominada por Filipo y Alejandro, lo que llevó a una sociedad más cosmopolita y plural. La comedia dejó de ser política y comenzó a centrarse más en las relaciones cotidianas, como el amor, los conflictos familiares y situaciones triviales. Los enredos y los malentendidos se convirtieron en la base de muchas obras. Un autor destacado de esta época fue Menandro, que es conocido por crear personajes típicos de la vida cotidiana.

El Estilo de Aristófanes

Aristófanes es uno de los dramaturgos más famosos de la Comedia Antigua. Sus obras eran muy críticas con la política y la guerra, y las usaba para expresar sus opiniones sobre la situación de Atenas, especialmente durante y después de la guerra del Peloponeso. Sus comedias tenían una estructura muy definida:

  • Prólogo: Introducción donde se explica la situación.
  • Párodos: Entrada del coro, que acompaña la acción.
  • Agón: El enfrentamiento central entre el protagonista y el antagonista.
  • Parábasis: El coro se dirige directamente al público, a veces para que el autor exprese sus opiniones.
  • Escenas típicas: Situaciones cómicas que se repiten en sus obras.
  • Éxodo: El final, que generalmente es festivo y alegre.

Temáticas de las Comedias de Aristófanes

Aristófanes abordó temas serios de manera cómica, como la crítica a la guerra. En obras como Acarnienses y Lisístrata, la guerra es el tema central, pero Aristófanes lo presenta de forma exagerada y con soluciones cómicas, como la huelga sexual de las mujeres para poner fin a la guerra en Lisístrata.

Otras comedias criticaban la política y la economía, como en Caballeros o Pluto, donde ridiculiza a los gobernantes corruptos y las desigualdades sociales.

La Comedia de Menandro

Menandro, uno de los grandes autores de la Comedia Nueva, rompió con la crítica política de la comedia anterior. En lugar de centrarse en los problemas de la ciudad, sus obras eran más sobre las relaciones personales y las situaciones cotidianas. Sus comedias se basaban en equívocos, malentendidos y giros inesperados. Los personajes eran tipos comunes de la sociedad, como el joven enamorado o el viejo gruñón, y las tramas se desarrollan enredos divertidos y sorprendentes.

Los Géneros Menores: El Mimo

Finalmente, con el tiempo, surgieron géneros menores como el mimo, una forma de teatro breve y muy popular. Herondas fue uno de los grandes exponentes de este género, creando pequeñas obras que retrataban la vida urbana de una manera cómica, con personajes como prostitutas, zapateros y niños traviesos.

El Teatro Romano

Orígenes de la literatura dramática romana

El drama tiene su origen en el verbo griego “dráo”, que significa “actuar”. En la antigua Grecia, el término se usaba para referirse a varios géneros teatrales, entre los que se incluían la comedia, la tragedia y el drama satírico. Tradicionalmente, se cree que Livio Andrónico fue el primero en introducir el drama en Roma, en Roma existían influencias teatrales propias de los etruscos y otras tradiciones italianas. Tito Livio menciona que en el 364 a.C. bailarines etruscos realizaron danzas mímicas acompañadas de flauta. Además, el teatro cómico popular en Roma también tenía sus raíces en manifestaciones autóctonas, como los fescennini versus, que eran poemas improvisados y de tono licencioso, y las saturae, diálogos que se combinaban con música y danza, inspirados en las tradiciones italianas. Otro aspecto clave fue la fábula Atellana, un tipo de comedia popular representada por actores no profesionales con máscaras que interpretaban personajes arquetípicos (como el tonto, el viejo, el comilón, etc.). En Roma, el teatro fue visto principalmente como un espectáculo público dentro de festividades y las representaciones eran gratuitas, patrocinadas por los magistrados públicos para ganarse la simpatía del pueblo. Pompeyo mandó construir el primer teatro de piedra en Roma.

La comedia romana

La comedia romana se divide en subgéneros:

  1. Fábula palliata: Los actores se vestían con el pallium, que era un manto griego y las historias, personajes y ambientación eran también de origen griego. El primer autor conocido de este subgénero fue Livio Andrónico, también estaban Plauto y Terencio.

  2. Fábula togata: Se caracterizó por ser totalmente romano en cuanto a personajes, temas y ambientación. Se vestían con la toga romana y sus historias giraban en torno a temas más locales y propios de la vida romana.

Plauto (254-184 a.C.)

Tito Macio Plauto fue un autor romano de comedias muy populares, nació en una familia humilde. Las comedias de Plauto reflejan la vida de los esclavos y sus relaciones con los amos, y el conocimiento profundo de las costumbres romanas le permitió crear comedias con personajes muy reconocibles como el esclavo astuto, el viejo avaro o el militar engreído. Sus obras son muy cómicas y se basan en equívocos y malentendidos, como en su famosa obra Menaechmi (Los gemelos), donde dos hermanos gemelos se confunden entre sí, creando situaciones cómicas. Plauto emplea recursos cómicos como juegos de palabras, aliteraciones y caricaturas para generar humor y entretenimiento.

Terencio (190-159 a.C.)

Publio Terencio Afro fue un esclavo de origen africano que, tras ganar su libertad, se dedicó al teatro. Sus comedias son más serias y morales, centradas en los valores humanos. Sus obras son muy helenísticas. Algunas de sus obras más conocidas son Andria (La muchacha de Andros) y Eunuchus (El eunuco).

La tragedia romana: En la tragedia romana, hay dos categorías:

  1. Fábula graeca: Estas tragedias trataban sobre temas griegos, al igual que las tragedias griegas. Los primeros autores de tragedias romanas como Livio Andrónico, Nevio y Ennio.

  2. Fábula praetexta: Estas tragedias estaban inspiradas en temas romanos, especialmente en hechos históricos o políticos de la vida de los romanos. Este tipo de tragedias se basaba más en la vida pública y la historia de Roma.

Entre los autores más destacados de la tragedia romana se encuentran Pacuvio y Accio, quienes elevaron la tragedia romana a su máximo esplendor en el siglo II a.C. Uno de los más famosos dramaturgos de la época imperial fue Séneca, un filósofo y político romano que también escribió tragedias de temas mitológicos, como Medea, Fedra o Las troyanas. Las tragedias de Séneca eran intensas, filosóficas y reflexivas, abordando las pasiones humanas y la fatalidad, y estaban profundamente influenciadas por el estoicismo.

EN RESUMEN: La literatura dramática romana fusiona influencias griegas con tradiciones propias, adaptadas a la cultura romana. La comedia romana abarca desde obras cómicas y populares de Plauto hasta las más reflexivas y éticas de Terencio. En la tragedia, aunque inicialmente imitó a la griega, luego evolucionó hacia un enfoque centrado en los problemas y personajes de la vida pública romana.