Explorando el Renacimiento Italiano: Arte, Cultura e Historia

Pintura Italiana del Renacimiento: Panorama Histórico y Cultural

Italia estuvo dividida en estados independientes enfrentados entre sí y condicionados por las intervenciones de Francia y España que amenazaban su independencia. El Renacimiento surgió en la Toscana en el siglo XV, donde se produjo un incremento de la riqueza por el desarrollo de la industria, el comercio y la banca, potenciado a su vez por una fuerte labor de mecenazgo de las actividades culturales y artísticas. Destaca la familia de los Médicis, que dominó políticamente esta república durante los siglos XV y XVI, fundó la Biblioteca y la Academia Platónica de Florencia, y protegió a intelectuales humanistas y artistas a los que encargó la realización de numerosas obras, lo que supuso el triunfo del Humanismo. Este movimiento trató de recuperar el legado cultural greco-romano, procurando la elegancia en la expresión, resucitando el idealismo platónico frente al aristotelismo escolástico, pero procurando armonizar el platonismo con el cristianismo, reafirmando el derecho del hombre y valorando la naturaleza, entre otros aspectos.

El Humanismo se pudo desarrollar gracias a la labor de mecenazgo realizada por los poderes públicos y a la fundación de algunas instituciones. Entre los principales intelectuales destacan Pico della Mirandola, Castiglione, Giordano Bruno, Maquiavelo y el español Luis Vives. En el siglo XVI, Roma se convirtió en el centro de las actividades artísticas, desplazando a Florencia.

Características Generales de la Pintura Renacentista Italiana

El principal centro artístico fue Florencia. La preocupación fundamental de los artistas fue el estudio de la figura humana, de la perspectiva, las proporciones, la luz y el fondo paisajístico. En cuanto a las técnicas, se utilizó preferentemente la pintura mural al fresco, la pintura al temple sobre tabla y la pintura al óleo. En cuanto a la temática, predominó la de carácter religioso, pero para decorar los palacios comenzó a desarrollarse una pintura con temas profanos o mitológicos. Por otro lado, en la segunda mitad del siglo XV, la pintura tendió a enriquecerse añadiendo numerosos detalles concretos y algunos detalles que recordasen el mundo clásico. Existe una clara diferenciación entre unas escuelas y otras, e incluso dentro de una misma escuela entre unos artistas y otros.

Escuela de Florencia

  • Fray Angelico: Decoró con una serie de pinturas al fresco el convento de San Marcos, en el que él mismo vivió. Realizó otras obras al temple y pintó la capilla de Nicolás V. En las pinturas de San Marcos muestra ciertos rasgos que le acercan al gótico internacional, de ahí que destaquen las figuras idealizadas, su preferencia por lo curvilíneo, el colorido preciosista y el uso de dorados. Por el contrario, en los frescos del Vaticano domina la perspectiva, el estudio anatómico, la luz y el uso de arquitecturas y elementos clásicos. Así, en estos frescos se comporta como un pintor claramente renacentista.
  • Masaccio: Fue el primer pintor renacentista. Dotó a sus figuras y composiciones de una clara monumentalidad, se preocupó por la perspectiva y el estudio anatómico. Sus principales obras son los frescos de la capilla Brancacci y el fresco de la Trinidad de Santa Maria Novella.
  • Paolo Uccello: Fue un pintor al que le preocuparon especialmente los problemas de la composición y la perspectiva, el espacio y los escorzos violentos. Pintó tres cuadros representando la batalla de San Romano.
  • Andrea del Castagno: Se preocupó por dotar a sus figuras de una gran monumentalidad y por los problemas de la ambientación espacial. Sus principales obras son el cenáculo de Santa Apolonia y los frescos de la Villa Carducci.
  • Piero della Francesca: Pintor que escribió algunos tratados. Su principal preocupación fue la luz y la perspectiva aplicada a la pintura. Su principal obra son los frescos con la leyenda de la Santa Cruz.
  • Fray Filippo Lippi: Destaca por sus figuras de vírgenes. Se preocupó por captar el movimiento. Sus vírgenes responden a unos modelos constantes.
  • Benozzo Gozzoli: Fue un discípulo de Fray Angelico. Su principal obra son los frescos de la capilla del palacio de los Médicis en Florencia. Dentro de ellos destaca la cabalgata de los Reyes Magos.
  • Domenico Ghirlandaio: Suele representar grandes conjuntos escénicos en los que aparecen numerosos personajes. Su principal obra se encuentra en Santa Maria Novella de Florencia.
  • Sandro Botticelli: Destaca por sus pinturas de caballete. Le preocupa especialmente el dibujo. Entre sus obras religiosas destacan la Virgen de la Granada y la Virgen del Magnificat. Botticelli también destaca por sus pinturas mitológicas, alegóricas y de carácter moral. Se pueden citar La Primavera y El nacimiento de Venus. Botticelli cayó bajo la influencia del dominico Savonarola, abandonando las pinturas de temas paganos. Algunas de sus pinturas fueron quemadas en la célebre “Hoguera de las vanidades” de 1497. Desde entonces y hasta su muerte realizó algunas pocas pinturas de carácter religioso dominadas por un profundo dramatismo.

Otras Escuelas Pictóricas Italianas

Fuera de Florencia surgieron otras escuelas: Escuela de Umbría, Ferrara, Padua y Venecia.

Escuela de Umbría

  • El Perugino: Pintó obras de carácter religioso. Se distingue por sus figuras blandas y sentimentales ordenadas de forma simétrica. Sus vírgenes de mirada dulce y sentimental tuvieron gran aceptación.
  • Pinturicchio: Destaca por sus frescos en los que domina el color, los grandes escenarios, el lujo y el esplendor. Pintó los frescos de las estancias personales del papa Alejandro VI y los de la biblioteca de la catedral de Siena.
  • Signorelli: En sus pinturas destaca por su monumentalidad, sencillez y dramatismo. Su obra más destacada son los frescos de la catedral de Orvieto con el tema del Juicio Final.

Escuela de Ferrara

En la escuela de Ferrara destacan como artistas Francesco del Cossa y Cosimo Tura. Estos artistas se distinguen por su inclinación hacia lo dramático, los fuertes contrastes de luz y las formas angulosas. Ambos trabajaron en los frescos del palacio Schifanoia de Ferrara.

Escuela de Padua

En la escuela de Padua destaca Francesco Squarcione, que contribuyó a la difusión del Renacimiento en su ciudad natal, y sobre todo Andrea Mantegna. Este último se caracteriza por sus figuras escultóricas, su monumentalidad, su interés por la perspectiva, los escorzos y por introducir restos de arquitecturas clásicas en sus pinturas. En ellas suele utilizar un punto de vista bajo de cara a la perspectiva, lo que le permite dar una visión en profundidad del cielo o de los edificios, lo que le permite mostrar sus bóvedas.

Escuela de Venecia

La escuela de Venecia prefiere como elementos fundamentales la luz y el color. En cuanto a las técnicas, prefieren la realización de cuadros de caballete. Como pintores destacan Jacopo Bellini y sobre todo sus hijos Gentile y Giovanni Bellini. Gentile destaca por sus cuadros ambientados en la propia ciudad de Venecia, mientras que Giovanni destaca por sus pinturas que representan vírgenes con el niño. Aparte de estos artistas también destacaron dentro de esta escuela Vittore Carpaccio y Carlo Crivelli.