Explorando el Renacimiento Español: Poesía, Contexto y Figuras Clave

El Renacimiento Español: Contexto, Poesía y Figuras Literarias

1. Contexto Histórico y Cultural

El Renacimiento es un movimiento cultural que abarca todos los aspectos de la actividad humana. Se inicia a mediados del siglo XIV en las ciudades del norte de Italia y desde allí se difunde al resto de Europa, donde se desarrolla en el siglo XVI.

Supone un cambio de mentalidad, una nueva valoración del mundo, la persona y la existencia. El ser humano se sitúa en el centro del universo (antropocentrismo), y el poder de la razón y el cultivo de la inteligencia lo convierten en la medida de todas las cosas. Con ello, se abandona el teocentrismo medieval y la idea del mundo como «valle de lágrimas», y la naturaleza aparece como lugar de goce y disfrute. Asimismo, la cultura grecolatina se erige en punto de referencia y estudio.

Precisamente, de la Antigüedad clásica proceden las principales corrientes ideológicas que se manifiestan en la literatura:

  • El escepticismo. Fomenta la actitud crítica frente al dogmatismo medieval.
  • El epicureísmo. Invita al goce moderado de la vida y los placeres.
  • El estoicismo. Postula un ideal de virtud sustentado en el dominio de las pasiones y en la imperturbabilidad del ánimo ante las adversidades.
  • El neoplatonismo. Defiende la belleza de los seres naturales como reflejo de la divinidad (esa idea conduce a la idealización del sentimiento amoroso).
  • El erasmismo. Propugna una religiosidad íntima, centrada en la pureza de las costumbres.

2. El Renacimiento en España

En España, el Renacimiento se manifiesta con características propias, coexistiendo la tradición religiosa con la nueva valoración del mundo, y lo nacional con las corrientes europeas. Por lo que respecta al ámbito literario, se distinguen dos períodos:

  • Primer Renacimiento (1.ª mitad del siglo XVI). Comprende el reinado de Carlos I de España y V de Alemania (1516-1556). Es una época de esplendor y prosperidad económica, abierta a las corrientes culturales europeas.

    El poeta más destacado es Garcilaso de la Vega.

  • Segundo Renacimiento (2.ª mitad del siglo XVI). Coincide con el reinado de Felipe II (1556-1598). Este monarca, imbuido por el espíritu de la Contrarreforma, ejerce una fuerte censura con el propósito de evitar el contagio de las ideas protestantes. Los poetas más relevantes son fray Luis de León y san Juan de la Cruz.

3. La Poesía del Renacimiento

La línea culta del Renacimiento nace de la confluencia de dos corrientes: la tradición castellana de los cancioneros y la poesía italianizante. Y las dos procedían, en última instancia, de una misma fuente: la lírica provenzal.

3.1. Métrica y Lenguaje Poético

El Renacimiento emplea, combinado con el heptasílabo, el verso endecasílabo. Se trata de un metro que, por su flexibilidad rítmica, resulta muy apto para la expresión de ese nuevo lirismo más hondo y conmovedor. Estos dos metros constituyen la base de modelos estróficos desconocidos hasta entonces en la poesía española. Son los siguientes:

Las estrofas

La lira (7a-11B-7a-7b-11B), la octava real (11A-11B-11A-11B-11A-11B-IIC-IIC), las terceras encadenadas (11A-11B-11A/11B-11C-11B/11C-11D-11C/11D-11E-11D/11E-11F-11E/11F-11G-11F/11G…), la estrofa (combinación de versos heptasílabos y endecasílabos distribuidos a discreción del poeta). La rima es consonántica.

Poemas estróficos

La canción (constituida por un número variable de estancias) y el soneto, poema de 14 versos endecasílabos, distribuidos en dos cuartetos (ABBA/ABBA) y dos tercetos (en estos, la disposición de las rimas varía). La rima es consonante.

En cuanto al lenguaje poético, los poetas del Renacimiento siguen el precepto clásico de ajustarse a las leyes de la naturaleza, huyendo siempre de la afectación y el amaneramiento. Ello se traduce en un estilo marcado por la sobriedad expresiva, la naturalidad, la selección y la elegancia. Este ideal clásico persiste a lo largo del siglo XVI y se manifiesta en Garcilaso, fray Luis o san Juan de la Cruz. Pero en la segunda mitad, y en torno a Fernando de Herrera, los poetas de la escuela sevillana intensifican los recursos formales, iniciando así la ruptura del equilibrio clásico entre expresión y contenido, y dando lugar a una tendencia estilística denominada manierismo, precursora del culteranismo barroco.

3.2. Temas y Tendencias Poéticas

Si tenemos en cuenta los temas que cultiva, podemos clasificar la lírica culta del Renacimiento en las siguientes tendencias:

  • La poesía petrarquista: el amor, la naturaleza y la mitología.
  • La poesía ascético-moral: la huida del mundo y el ansia de trascendencia.
  • La poesía mística: la unión del alma con Dios.
  • La poesía patriótica y la épica culta: el ideal patriótico.

3.3. Variedades Rítmicas del Endecasílabo

  • Enfático (acentos en 1.ª, 6.ª y 10.ª sílabas)
  • Heroico (acentos en 2.ª, 6.ª y 10.ª sílabas)
  • Melódico (acentos en 3.ª, 6.ª y 10.ª)
  • Sáfico (acentos en 4.ª, 6.ª y 10.ª o en 4.ª, 8.ª y 10.ª sílabas)
  • Dactílico (acentos en 1.ª, 4.ª, 7.ª y 10.ª)

Tópicos Literarios

  • Carpe Diem: Disfrutar el presente antes de que el tiempo pase. Ejemplo: Garcilaso de la Vega (Soneto XXIII), donde anima a aprovechar la juventud antes de la vejez.
  • Locus Amoenus: Un paisaje idealizado como refugio de amor y paz. Ejemplo: Garcilaso de la Vega (Égloga I), con escenarios bucólicos de ríos y prados.

Figuras Literarias

  • Metáfora: Comparación implícita. Ejemplo: “La primavera de la vida”, para referirse a la juventud.
  • Anáfora: Repetición al inicio de versos. Ejemplo en Fray Luis de León: “Qué descansada vida / qué dulce vida…”.
  • Paralelismo: Estructuras repetitivas. Ejemplo: “Allí la fuentecilla, / allí la verde hierba”.
  • Hipérbaton: Alteración del orden lógico. Ejemplo en Garcilaso: “En tanto que de rosa y azucena / se muestra la color en vuestro gesto”.
  • Antítesis: Contraposición de ideas. Ejemplo: “Vivo sin vivir en mí”, de Santa Teresa.
  • Hipérbole: Exageración. Ejemplo: “Mil años durará mi llanto”.
  • Personificación: Dar cualidades humanas a algo no humano. Ejemplo: “El sol besaba la tierra” (Garcilaso).
  • Epíteto: Adjetivo que resalta una cualidad obvia. Ejemplo: “La blanca nieve”.

6. La Poesía Mística

La poesía mística describe la experiencia, difícilmente expresable, de la unión del alma con Dios. Esa experiencia mística:

  • Exige un proceso previo de purificación (ascética), a través del cual el alma, con la renuncia y la penitencia, se desentiende del mundo y busca la perfección moral.
  • No depende de la voluntad humana: es una gracia divina, solo unos cuantos elegidos están llamados a vivir la unión mística con Dios.
  • Es extática (de éxtasis): el alma, al fundirse con la divinidad, se sumerge en un estado de arrobamiento, de embelesamiento en el que cesa la actividad de los sentidos y se desconecta del mundo circundante.
  • Es inefable: el poeta es incapaz de encerrar en palabras el cúmulo de sensaciones vividas en ese estado de enajenación mística. Para describirlo, recurre al símbolo, la alegoría, la paradoja y la antítesis.

Las grandes figuras de la mística son santa Teresa de Jesús y san Juan de la Cruz.

La obra poética de santa Teresa de Jesús (1515-1582) se reduce a unas breves composiciones que no son lo más logrado de su actividad. Su consagración literaria la alcanza, sin embargo, con la prosa. La mayor parte de sus obras en prosa responde a un contenido religioso divulgativo y dirigido al pueblo llano. Su estilo sencillo, cercano a la oralidad, se caracteriza por su espontaneidad y ausencia de artificios. Entre su producción hay que destacar El libro de su vida, que es una biografía espiritual, y Camino de perfección, libro de avisos y consejos cristianos dedicados a sus hermanas, las monjas. El castillo interior o Las Moradas es la obra más cercana al misticismo: en ella describe los siete grados de oración que corresponden a las siete moradas que debe atravesar el alma hasta llegar a la séptima, donde se alcanza la unión con Dios.

Garcilaso de la Vega

La producción literaria de Garcilaso es exclusivamente poética y poco extensa. La forman tres églogas, treinta y ocho sonetos, cinco canciones, una epístola, dos elegías y ocho composiciones de tipo tradicional, en versos octosílabos. Los sonetos son, en su mayor parte, de tema amoroso: destacan, entre otros, el X (¡Oh dulces prendas por mi mal halladas!), el XIII (A Dafne ya los brazos le crecían) y el XXIII (En tanto que de rosa y azucena). Pero las obras que revelan una mayor perfección artística son la Égloga I y la Égloga III. En la primera, escrita en estancias, el poeta se hace eco del lamento de dos pastores: Salicio se queja del desdén de Galatea, mientras que Nemoroso llora la muerte de su amada Elisa. La Égloga III, escrita en octavas reales, describe un paisaje idílico, a orillas del Tajo, en el que varias ninfas bordan en ricas telas algunas escenas mitológicas.

Fray Luis de León

Su producción literaria es bastante breve, menos de cuarenta poemas, que circularon manuscritos hasta que Quevedo los publicó en 1637. Se agrupan en tres períodos:

  1. Poemas escritos antes de la prisión (1572), entre los que se encuentran la Oda a la vida retirada y la Profecía del Tajo. En ellos aparece un fray Luis moralista, en el sentido clásico, que muestra el ansia de soledad y el desprecio de los placeres mundanos.
  2. Versos compuestos en la cárcel: dos obras de contenido religioso, Noche serena y En la Ascensión, y la décima falsa Al salir de la cárcel, en la que se queja de la injusticia de su encarcelamiento.
  3. Obras escritas tras la prisión, como la Oda a Salinas o la Oda a Felipe Ruiz, que nos revelan un cierto misticismo espiritual, un anhelo de armonía o nostalgia de paz interior.

San Juan de la Cruz (1542-1591)

Carmelita, como santa Teresa, es una de las figuras más relevantes de la lírica universal. Su producción, breve pero muy intensa, desarrolla el tema de la experiencia de la unión mística del alma con Dios. Esta unión aparece expresada de manera simbólica: una mujer (el alma) inicia la búsqueda del amado (Dios) a través de la naturaleza, que es reflejo de ese amado, al que finalmente encuentra y con el que se funde en un éxtasis amoroso.

Entre sus obras destacan varios poemas breves, de carácter popular, y tres grandes poemas: Cántico espiritual, Noche oscura del alma y Llama de amor viva.

  • El Cántico espiritual sigue de cerca el Cantar de los cantares de la Biblia y se organiza como un diálogo pastoril entre la amada y el amado, al que ella ha buscado por valles y montañas.
  • La Noche oscura del alma consta de ocho liras en las que la amada, tras salir disfrazada de su casa, por la noche, se une al amado en un éxtasis místico.
  • La Llama de amor viva expone las sensaciones amorosas que experimenta la amada en la unión.