El Pensamiento de Nietzsche: Una Exploración Profunda
Dionisíaco y Apolíneo: Nietzsche introduce estos dos conceptos para describir las dos formas en que el individuo interpreta el mundo. Inspirados en los dioses griegos Apolo y Dioniso, representan la dualidad entre la racionalidad (Apolo) y la pasión (Dioniso). Apolo simboliza la belleza, la luz, la armonía y el equilibrio, mientras que Dioniso encarna la oscuridad, la pasión, el desenfreno y lo irracional. Nietzsche critica a la civilización occidental por priorizar lo apolíneo sobre lo dionisíaco, abogando por la recuperación de la parte instintiva del ser humano.
Inocencia del Devenir: Nietzsche defiende el cambio y el movimiento frente a las concepciones racionalistas y metafísicas que lo ven negativamente. El devenir, intrínseco al mundo y a la vida, es considerado inocente. Para Nietzsche, el cambio y la apariencia son lo único verdadero, y buscar un mundo superior e inmutable es un error.
Mundo Aparente: Este término se refiere a la división de la realidad en dos mundos, una idea de los filósofos metafísicos desde Platón y Sócrates. Nietzsche rechaza esta división, invirtiendo los términos: el mundo sensible es el único verdadero, mientras que el mundo trascendente es falso e ilusorio.
Moral Contranatural: Nietzsche critica la moral que ha imperado desde Sócrates y Platón, basada en valores descendentes que van en contra de la vida. Esta moral ha reprimido manifestaciones ascendentes como el valor, la creatividad y la voluntad de poder, considerando negativos instintos primordiales como la sexualidad y el orgullo. Nietzsche propone una moral natural basada en la biología y la naturaleza.
Nihilismo: Este estado de pesimismo y desorientación surge de la muerte de Dios y la desintegración de los valores tradicionales. Las religiones monoteístas, el racionalismo y el positivismo conducen a la nada. Nietzsche distingue entre un nihilismo pasivo y un nihilismo activo, que destaca la capacidad de crear nuevos valores vitales y terrenales.
Relación con los Sofistas, la Teoría del Conocimiento y la Metafísica de Kant
Similitudes con los Sofistas: Nietzsche comparte con los sofistas una tendencia empirista, valorando los sentidos como un vehículo para aproximarse a la realidad. Ambos coinciden en un profundo relativismo, donde no existe una única realidad, sino tantas como individuos. Sin embargo, Nietzsche defiende un individualismo extremo, mientras que los sofistas parecen apostar por el acatamiento de la tradición.
Diferencias con Kant: Aunque ambos parten de una concepción fenomenista, donde la realidad en sí no puede ser conocida, Nietzsche rechaza la existencia de un mundo nouménico superior. Para Nietzsche, el único mundo es el aparente, mientras que Kant deja abierta la puerta a la existencia de noumenos desde el ámbito moral. El único punto coincidente es el valor que dan a los sentidos.
Crítica a la Religión y la Ciencia
Nietzsche considera que el origen de la religión es el miedo y la angustia. Critica al cristianismo por fomentar valores de sumisión y debilidad, propios de la “moral de esclavos”. Además, niega el papel de la razón y la capacidad de conocimiento racional, afirmando que la ciencia no explica la realidad. Para Nietzsche, la naturaleza no se comporta con regularidad, y la razón no es un instrumento adecuado para aprender de la realidad.
Transmutación de Valores: Nietzsche propone una inversión de los valores tradicionales, sustituyéndolos por valores dionisíacos que afirman una vida ascendente. Critica a Sócrates, Platón y la religión cristiana por crear una moral de esclavos basada en el miedo y la cobardía, abogando por una moral instintiva y natural.