Relación con otros pensadores e Influencias
Entre las influencias que recibe Kant, como la física de Newton, el empirismo y el racionalismo, también se encuentra el ilustrado Rousseau, quien provoca un primer conflicto en su mentalidad anterior. Kant confiesa que había puesto toda su confianza en las ciencias hasta el día en que la lectura de Rousseau le convenció de que los progresos de las ciencias y de las artes no conseguían que los hombres fueran ni mejores ni más felices. ¿Cómo lograr entonces que los hombres fueran mejores y más felices? Kant parte, al igual que Hobbes, de una concepción pesimista del ser humano. Hobbes creía que en el estado de naturaleza prima la ley del más fuerte, que el individualismo y el egoísmo están por encima de la comunidad, y el poder de unos frente a otros nos mantiene en un estado de inseguridad, en una “guerra de todos contra todos”. Kant se expresa en términos similares a los de Hobbes: para salir de esta situación de caos en la que vive la humanidad, es necesario establecer un pacto social y un poder coactivo para el cumplimiento de la ley. Hobbes propone que los ciudadanos nos convirtamos en súbditos, cediendo todos nuestros derechos naturales al Estado, a un poder absoluto que elabora leyes para nuestra seguridad. Kant, en cambio, limita este poder absoluto a la aprobación de las leyes por parte del ciudadano. En contraste, Rousseau se muestra mucho más optimista: los humanos somos buenos por naturaleza y es la sociedad la que nos corrompe; es el pueblo quien dicta sus propias leyes con el fin de garantizar la convivencia. En esto último coinciden Kant y Rousseau, podríamos decir que ambos defienden la democracia, frente a Hobbes, que se muestra partidario de un poder absoluto.
Relevancia Contemporánea del Pensamiento Kantiano
Los problemas a los que Kant se enfrentó en su tiempo siguen siendo relevantes en el nuestro. El valor que le dio a la ciencia, sobre todo a la física de Newton, le impulsó a aclarar de una vez por todas la validez de sus fundamentos y, sobre todo, a definir qué es la ciencia y qué no lo es, de qué se ocupa y de qué no. La filosofía contemporánea sigue profundizando sobre este problema, aún presente en muchos pensadores. Existe un gran número de pensadores para los que el conocimiento científico es el único conocimiento posible y afirman que solamente los problemas que puede abordar la ciencia son los que tienen una solución racional. En cuanto a la moral, el trabajo iniciado por Kant no está definitivamente cerrado; más aún, en nuestro tiempo oímos hablar con frecuencia sobre la necesidad de una moral universal que permita la convivencia en un mundo cada vez más cosmopolita. También son actuales las reflexiones de Kant sobre la sociedad y su afán por sentar las bases para que la guerra desaparezca definitivamente de la faz de la Tierra. Nuestra época continúa siendo una época de guerras, con pocos éxitos de paz. Kant nos dejó una pequeña gran obra para la reflexión, “La paz perpetua”.
Giro Copernicano
Kant llama “giro copernicano” al cambio radical que establece en su concepción del proceso del conocimiento. El conocimiento es un proceso entre el hombre (sujeto) y el mundo (realidad objetiva u objeto), un proceso por el cual el hombre capta el mundo y lo interpreta, es decir, percibe la realidad y la explica. Llamamos al hombre que conoce “sujeto cognoscente” y a la realidad que se conoce “objeto conocido”. Conocer no consiste en que el sujeto capta el objeto tal cual es, haciéndose de él una imagen o concepto en su mente. Ese objeto “tal cual es” nos resulta inaccesible. Nosotros, sujetos, percibimos la realidad porque la captamos a través de los sentidos y del espacio y el tiempo, que son intuiciones que están en nosotros, no en las cosas; y nosotros, sujetos, interpretamos o explicamos la realidad porque relacionamos lo que percibimos mediante la causalidad y el resto de las categorías, que también están en nosotros y no en las cosas. Por tanto, el conocimiento es una intersección entre el sujeto y el objeto, de modo que el objeto queda afectado, “teñido”, “bañado”, “contaminado” por el espacio, el tiempo y las categorías, que son estructuras mentales, filtros ineludibles que el sujeto proyecta en el objeto. Quien determina, pues, el conocimiento del mundo es el sujeto, ya que si los filtros a través de los cuales percibimos y explicamos la realidad fueran otros, nuestra comprensión del mundo sería diferente.
Ilusión Trascendental
“Ilusión trascendental” es una expresión que Kant utiliza para referirse a la metafísica, que pretende conocer noúmenos. Kant distingue entre fenómenos y noúmenos. Los fenómenos, que son los sucesos de la naturaleza, son objetos que están fuera de mí pero no son independientes de mí, puesto que yo los afecto con mis sentidos y con mis estructuras mentales: espacio, tiempo y categorías. En cambio, los noúmenos, por ejemplo el alma o Dios, son objetos que están fuera de mí y son independientes de mí, trascendentes a mí, puesto que no puedo abarcarlos con los sentidos ni con el espacio, el tiempo y las categorías. Kant llama a los noúmenos “objetos puros” y a los fenómenos “objetos de conocimiento”. Hecha esta distinción, Kant añade que sólo podemos conocer fenómenos, pues los sentidos, el espacio, el tiempo y las categorías son las condiciones que hacen posible el conocimiento. Los noúmenos son incognoscibles, y a la pretensión de conocerlos Kant la llama “ilusión trascendental”.
Imperativo Categórico
Los seres humanos actuamos porque nuestra conciencia moral o voluntad se mueve por principios, valores o juicios morales, se rige por esos juicios y acomoda a ellos la conducta. Los juicios morales a los que nuestra voluntad obedece son imperativos, y hay imperativos de dos tipos: hipotéticos y categóricos. Los imperativos hipotéticos dicen “si quieres tal cosa, debes hacer tal otra”. Contienen un mandato, “haz esto”, “debes hacer esto”, pero ese mandato está supeditado a una condición –“si quieres…”-, de modo que si la condición no nos interesa no tenemos por qué cumplir el mandato. Los imperativos categóricos dicen “haz esto” de manera rotunda y universal; formulan un deber que no está sujeto a condiciones, una ley moral que ha de ser obedecida siempre y en todo caso. Cumplimos el mandato del imperativo hipotético si nos interesa algo ajeno al deber, pero cumplimos el mandato del imperativo categórico solo por cumplimiento del deber. Pues bien, una voluntad buena es aquella que se rige siempre por imperativos categóricos: “haz esto”, “no hagas esto”, sin condiciones.
Derecho Cosmopolita
El Derecho Cosmopolita es la base de una ciudadanía mundial según la cual los individuos se consideran unos a otros como ciudadanos del mundo. Este Derecho Cosmopolita está fundamentado en que la Tierra es de todos, es propiedad común; en ella todos formamos parte de un mismo colectivo, todos pertenecemos a la comunidad humana. Desde el punto de vista de una única Tierra donde todos estamos no existe el “nosotros” y el “ellos”: todos somos ciudadanos del mundo. Ser conscientes de esto y construir la realidad política mundial desde estas bases implica instaurar una hospitalidad universal. Esta hospitalidad universal implica a su vez el derecho a visitar cualquier país del mundo en son de paz, y a ser tratado en él sin la hostilidad y la desconfianza con que suele recibirse a los extranjeros, así como el derecho a circular libremente por el mundo. El Derecho Cosmopolita derroca el Derecho de Conquista que en época de Kant estaba vigente, ya que cualquier Estado podía invadir a otro para extender su territorio y su jurisdicción sin más argumentos que su fuerza.
CONTRATO SOCIALComo el resto de los filósofos modernos que hablan de política desde Hobbes, Kant indica que el poder político tiene un fundamento inmanente, no trascendente, pues su origen está en la voluntad de los hombres y no en la voluntad de Dios. El origen del poder político y del Estado es el contrato social, que explica cómo los hombres dejan atrás el estado de naturaleza y pasan a convivir en un estado civil o comunidad política. Según Kant el estado de naturaleza es salvaje, un estado de hostilidades y de guerra declarada o bien posible y amenazante. El motor de los individuos en la naturaleza es satisfacer sus fines y deseos sin cortapisa alguna, usando al otro como medio e incluso aniquilándolo si fuera necesario para conseguir sus deseos. En la naturaleza no hay moral, no somos por naturaleza seres morales; tenemos por naturaleza una sociabilidad hostil que Kant llama “insociable sociabilidad”. Movidos por la razón y por el deseo de seguridad, los hombres salen del estado de naturaleza y del derecho natural y entran en el estado civil mediante un pacto o contrato: renuncian voluntariamente a la libertad natural e instituyen el Estado, en el que se rigen por el Derecho Positivo, que Kant llama Derecho Político, un conjunto de leyes del que todos dependen y al que todos deben obedecer, sea con consentimiento interno u obligados mediante la coacción externa. La coacción es legítima moralmente, dice Kant, porque es fruto de un pacto, de una decisión libre y racional tomada entre todos. El efecto del pacto o contrato social es la paz LIBERTAD JURÍDICALa libertad jurídica se contrapone a la libertad natural; ésta última es propia del estado de naturaleza y la primera lo es del estado civil. La libertad jurídica es lo que los hombres adquieren después del pacto o contrato social, por el que renuncian a la libertad ilimitada que por Derecho Natural poseen. Según Kant el estado de naturaleza es salvaje, un estado de hostilidades y de guerra declarada o bien posible y amenazante. El motor de los individuos en la naturaleza es satisfacer sus fines y deseos sin cortapisa alguna, usando al otro como medio e incluso aniquilándolo si fuera necesario para conseguir sus deseos. En la naturaleza no hay moral, no somos por naturaleza seres morales; tenemos por naturaleza una sociabilidad hostil que Kant llama “insociable sociabilidad”. Movidos por la razón y por el deseo de seguridad, los hombres salen del estado de naturaleza y del derecho natural y entran en el estado civil mediante un pacto o contrato: renuncian voluntariamente a la libertad natural e instituyen el Estado, en el que se rigen por el Derecho Positivo, que Kant llama Derecho Político, un conjunto de leyes del que todos dependen y al que todos deben obedecer, sea con consentimiento interno u obligados mediante la coacción externa.
TEXTO 1: Ilustración Significa El! Tal Es El Lema De La Ilustración/ Explica –ESTE FRAGMENTO pertenece al célebre artículo escrito por Kant en 1784 titulado ¿Qué es la Ilustración?, donde responde de manera breve a la pregunta que sirve de título al artículo: Ilustración significa el abandono por parte del hombre de una minoría de edad cuyo responsable es él mismo. Kant se preocupa de todos los temas propios de la Ilustración pero especialmente le llama la atención la “autonomía de la razón”, este artículo es un ejemplo de ello. La autonomía de la razón es condición necesaria para el progreso de la humanidad y del conocimiento, libera al hombre de dogmas y prejuicios haciéndole dueño y responsable de sus actos y también protagonista de todo lo que en el mundo se puede hacer y conocer. Hasta ahora el hombre no se ha liberado de las ataduras que le impiden desarrollarse por su cuenta, él mismo es culpable de ello por su cobardía y pereza pero también son culpables aquellos se que erigen como tutores de manera interesada con el fin de dominarles y mantener los privilegios sociales, políticos y económicos. En esta época de ilustración el hombre está decidido a superar tal situación, caminar por su cuenta y tomar las riendas de su propio destino. Kant, entusiasmado, le empuja a liberarse de las ataduras y a andar por su cuenta, ¡Sapere aude! ¡Atrévete a saber! , es la máxima, en forma de mandato, con que le incita a ello. TEXTO 2: Pereza Y Cobardía Son Las Labor De Superintendencia./Explica —ESTE FRAGMENTO pertenece al célebre artículo escrito por Kant en 1784 titulado ¿Qué es la Ilustración?, donde explica las causas que generan la carencia de ilustración en el ser humano. Kant se preocupa de todos los temas propios de la Ilustración pero especialmente le llama la atención la “autonomía de la razón”, este artículo es un ejemplo de ello. La autonomía de la razón es condición necesaria para el progreso de la humanidad y del conocimiento, libera al hombre de dogmas y prejuicios haciéndole dueño y responsable de sus actos y también protagonista de todo lo que en el mundo se puede hacer y conocer. Hasta ahora el hombre no se ha liberado de las ataduras que le impiden desarrollarse por su cuenta, él mismo es culpable de ello por su cobardía y pereza pero también son culpables aquellos se que erigen como tutores de manera interesada con el fin de dominarles y mantener los privilegios sociales, políticos y económicos. En esta época de ilustración el hombre está decidido a superar tal situación, caminar por su cuenta y tomar las riendas de su propio destino. Kant, entusiasmado, le empuja a liberarse de las ataduras y a andar por su cuenta, ¡Sapere aude! ¡Atrévete a saber! , es la máxima, en forma de mandato, con que le incita a ello. TEXTO 3: He Aquí Mi Respuesta: Concernido Como Miembro Pasivo./Explica —-ESTE FRAGMENTO pertenece al célebre artículo escrito por Kant en 1784 titulado ¿Qué es la Ilustración?, donde distingue entre uso público y uso privado de la razón. Por uso público entiende aquél uso que cualquiera puede hacer como experto en una determinada materia y es necesario para el progreso e ilustración. Por uso privado entiende aquél que se hace cuando se desarrolla una actividad encomendada, un trabajo civil confiado en el que hay que obedecer, es un uso restringido, a veces automático, necesario para el buen funcionamiento de una comunidad. Kant se preocupa de todos los temas propios de la Ilustración pero especialmente le llama la atención la “autonomía de la razón”, este artículo es un ejemplo de ello. La autonomía de la razón es condición necesaria para el progreso de la humanidad y del conocimiento, libera al hombre de dogmas y prejuicios haciéndole dueño y responsable de sus actos y también protagonista de todo lo que en el mundo se puede hacer y conocer. Hasta ahora el hombre no se ha liberado de las ataduras que le impiden desarrollarse por su cuenta, él mismo es culpable de ello por su cobardía y pereza pero también son culpables aquellos se que erigen como tutores de manera interesada con el fin de dominarles y mantener los privilegios sociales, políticos y económicos. En esta época de ilustración el hombre está decidido a superar tal situación, caminar por su cuenta y tomar las riendas de su propio destino. Kant, entusiasmado, le empuja a liberarse de las ataduras y a andar por su cuenta, ¡Sapere aude! ¡Atrévete a saber! , es la máxima, en forma de mandato, con que le incita a ello.