Introducción
Crónica de una muerte anunciada es una de las novelas más importantes y populares de Gabriel García Márquez, escritor colombiano galardonado con el Premio Nobel de Literatura en 1982.
García Márquez es uno de los principales representantes del llamado ‘boom’ de la novela hispanoamericana. En Crónica, novela publicada en 1981, podemos observar: el tratamiento novedoso del ámbito rural, algunos destellos de realismo mágico y, sobre todo, el uso de novedosas técnicas narrativas y de un estilo extraordinariamente versátil.
Su novela más importante es Cien años de soledad (1967), saga centrada en un misterioso ámbito mítico, Macondo.
Otras obras destacadas del autor colombiano son:
- El amor en los tiempos del cólera
- Noticia de un secuestro
- El coronel no tiene quien le escriba
Para el autor, Crónica representó un acercamiento entre lo periodístico y lo narrativo, y una aproximación a la novela policíaca. La historia contada se inspira en un suceso real, ocurrido en 1951, alterándolo narrativamente, pero sin descuidar nunca los datos y las precisiones obligadas en toda crónica periodística.
La Técnica del Realismo Mágico en Crónica de una Muerte Anunciada
El realismo mágico se caracteriza por presentar lo irreal o extraño (la magia) como algo cotidiano y común. En esta obra, García Márquez nos lleva de la mano por relatos que discurren entre varios planos de verosimilitud, unos más imaginarios que otros, haciéndonos dudar del mundo al que pertenecen: si al real o al fantástico.
Se diferencia del uso tradicional de los elementos fantásticos en la literatura porque presenta lo real como maravilloso y viceversa. En Crónica, se observan rasgos característicos como el tratamiento novedoso del ámbito rural, destellos de realismo mágico y el uso de técnicas narrativas innovadoras.
Lo hiperbólico es un medio recurrente para introducir lo fantástico. En el texto se encuentran símbolos, metáforas y detalles que nos transportan a un mundo extraño para el lector, en el que lo irreal se asume como cotidiano.
También se relaciona con el realismo mágico la importancia y verosimilitud que los personajes conceden a los elementos oníricos y a su interpretación; por ejemplo, el lamento amargo de Plácida Linero por no haber previsto la muerte de su hijo Santiago a través de sus sueños. Los contrastes e incoherencias en la forma de pensar son asumidos por los individuos y la sociedad en general sin cuestionamiento.
Por último, el humor sorprendente es una constante en las descripciones de hechos y personajes, a veces manifestándose como humor macabro. Se puede apreciar en circunstancias como el hecho de que los hermanos Vicario pongan nombres de flores a los cerdos que crían.
Temas Centrales: Honor, Amor y Fatalidad
El Honor
La novela centra su argumento en un asesinato cometido por honor: el de Santiago Nasar. Cuando Bayardo San Román descubre que su esposa, Ángela Vicario, no es virgen, la devuelve a su casa. Sus hermanos planean entonces vengar la deshonra matando al supuesto causante, Santiago Nasar. El honor forma parte de una sociedad violenta que justifica y exige cualquier acción, por sangrienta que sea, destinada a repararlo o mantenerlo. El autor destaca que la única forma de lavar la deshonra es la venganza violenta y pública. El pueblo donde se desarrolla la acción posee unos valores invertidos, poco o nada razonables, que relacionan el honor con una sociedad machista. Otra inversión moral visible en los personajes del pueblo es su materialismo, ejemplificado claramente por Bayardo San Román (evidente en la ostentación de su boda). García Márquez expresa con esta novela una crítica irónica al código de honor imperante en esa sociedad.
El Amor
El tema amoroso es fundamental. En la novela, las relaciones amorosas frecuentemente están llenas de pasión, pero también de violencia y conveniencia. Podemos encontrar varias historias de amor intenso. La relación entre Santiago Nasar y María Alejandrina Cervantes se sustenta sobre todo en la unión física (sexual), ya que ella es prostituta. Las relaciones sexuales y amorosas revelan una sociedad machista, en la que la moralidad en la conducta sexual solo parece afectar a las mujeres.
La Fatalidad (El Fatum)
Definimos fatum como un encadenamiento fatídico de episodios que conduce a una catástrofe final. Santiago Nasar es la figura sobre la que pesa ese trágico destino ineludible. El final es anunciado desde el primer momento, eliminando así el factor sorpresa. A lo largo de la novela se suceden acontecimientos casuales o actuaciones de los protagonistas que, pese a que nadie parece desearlo, conducen inexorablemente al desenlace fatal.
El Perspectivismo como Técnica Narrativa
La voz narradora de la obra es el propio García Márquez, quien actúa como un cronista que debe reconstruir los hechos según se los cuentan para entenderlos y organizarlos. Él mismo es testigo y, en parte, partícipe de la acción, aunque no recuerda nítidamente lo sucedido. Para esclarecer los hechos, se sirve de diversas fuentes:
- La correspondencia con la madre de Santiago Nasar.
- El informe jurídico y la autopsia.
- Los testimonios de los testigos, entre los cuales está él mismo.
Cuando narra basándose en sus recuerdos, emplea un narrador omnisciente en tercera persona (como al inicio de la obra). Sin embargo, cuando narra como personaje-testigo, utiliza la primera persona, aportando una visión subjetiva, especialmente en las descripciones.
En cuanto al perspectivismo en sí, la polifonía es notable: a veces los personajes coinciden en sus interpretaciones o recuerdos, pero en otras ocasiones se contradicen. Es una obra dialógica donde el escritor yuxtapone los diferentes puntos de vista a través del estilo directo. Este enfoque multiperspectivo se nutre de variadas fuentes: el narrador-cronista, el narrador-testigo, los testigos presenciales, los personajes centrales y fuentes escritas como informes o cartas. Esta fragmentación de la realidad se ha comparado con el enfoque del cubismo pictórico, al recoger múltiples visiones sobre un mismo hecho.
Personajes Principales y Colectivos
En la novela aparecen más de ochenta personajes, pero no existe un protagonista claro. Dado que la intención es reconstruir las circunstancias del asesinato, la atención del narrador se centra en varios individuos, lo que explica que no encontremos personalidades profundamente desarrolladas. Los dos personajes individuales a los que más atención se presta son Santiago Nasar y Bayardo San Román, seguidos por la familia Vicario. El pueblo-espectador también puede considerarse un personaje colectivo, caracterizado por la ruindad moral que manifiesta con su impasibilidad ante los acontecimientos.
Santiago Nasar
Es asesinado por los hermanos Vicario al ser acusado por Ángela de ser el causante de su deshonra. Tiene veintiún años, es de ascendencia árabe y de complexión esbelta. En la novela se destaca su belleza y cierto carácter sobrenatural; posee un vigor poco habitual, siendo considerado un mito erótico. Va vestido enteramente de blanco el día en que lo matan, no derrama sangre tras ser apuñalado y es capaz de caminar sosteniendo sus propias vísceras.
Bayardo San Román
Es un hombre de unos treinta años que representa al atractivo extranjero envuelto en misterio. Es descrito como conservador, culto, dueño de una gran fortuna, atlético y, aparentemente, de buen corazón. Su vida gira en torno a lo material; pretende ganarse a las personas mediante el dinero y las apariencias.
Ángela Vicario
Es la hija menor de una familia modesta. Su padre, Poncio Vicario, era orfebre de pobres. Es la mujer devuelta por Bayardo San Román y quien acusa a Santiago Nasar.
Los Hermanos Vicario (Pablo y Pedro)
Son los hermanos gemelos de Ángela que asesinan a Santiago Nasar para defender el honor familiar. Pablo, el mayor, fue más imaginativo y resuelto hasta la adolescencia, aunque luego se reveló más tímido e influido por su hermano. Pedro, nacido cinco minutos después, era más sentimental y autoritario; fue quien tomó la decisión inicial de matar a Santiago.
Otros Personajes Relevantes
El narrador: Identificado con el propio García Márquez, investiga los hechos años después.
Plácida Linero: Es la madre de Santiago Nasar. Era una mujer pacífica y tranquila, conocida por interpretar los sueños ajenos, aunque no fue capaz de prever el destino de su hijo en el sueño que este tuvo el día de su muerte.
Victoria Guzmán: Era una cocinera mulata que trabajaba en la casa de Santiago. Tuvo una aventura en su juventud con Ibrahim Nasar, padre de Santiago. Su hija es Divina Flor, a quien Santiago acosaba.
María Alejandrina Cervantes: Dueña del burdel del pueblo. Es tratada con cariño, respeto y casi admiración por el narrador y otros personajes. Nadie parece reprocharle su trabajo como prostituta.