Exploración Filosófica: Descartes, Rousseau y Kant

El Ser Humano según Descartes

En sus Meditaciones Metafísicas, Descartes distingue al ser humano del resto de los seres vivos. Argumenta que, además del cuerpo (sustancia extensa, sujeta a leyes mecanicistas como los animales), poseemos pensamiento o alma (sustancia pensante). Para Descartes, el ser humano es una composición de estas dos sustancias independientes, donde el alma, unida al cuerpo, prima.

El alma, como sustancia pensante, es:

  • Espiritual (diferente de la extensión)
  • Inmortal (puede concebirse sin el cuerpo)
  • Libre (no está sujeta a leyes mecánicas)

Aunque el cuerpo esté determinado, el alma actúa libremente a través de la voluntad, lo que permite alcanzar la felicidad, entendida como el dominio sobre deseos y pasiones. La libertad consiste en seguir la voluntad guiada por el entendimiento. En la cuarta meditación, Descartes distingue entre el entendimiento (finito) y la voluntad (infinita y fuente de errores cuando emite juicios sin suficiente conocimiento).

La Unión entre Alma y Cuerpo

En el Tratado de las Pasiones del Alma, Descartes explica que la unión entre alma y cuerpo se experimenta en las pasiones, que son la interacción entre ambas sustancias. Por ejemplo:

  • Si me golpeo, siento dolor (acción del cuerpo, pasión del alma).
  • Si recuerdo un examen, siento ansiedad (acción del alma, pasión del cuerpo).

Descartes identificó seis pasiones básicas: admiración, amor, odio, alegría, tristeza y deseo, que se combinan en cuarenta y cinco sentimientos.

El Problema de la Comunicación de Sustancias

La interacción entre dos sustancias distintas e independientes plantea un problema. Descartes lo resolvió postulando que el alma influye en el cuerpo a través de la glándula pineal, situada en el cerebro. Esta glándula produciría “espíritus animales”, intermedios entre el espíritu y la materia, que se transmitirían por la sangre, conectando los movimientos del alma con el cuerpo. Aunque incoherente con su propio método, Descartes dejó el problema sin resolver.

La Teoría Política de Rousseau

La teoría política de Rousseau se basa en cuatro principios fundamentales:

  • Libertad natural: El ser humano nace libre, pero la sociedad lo esclaviza.
  • Igualdad: La desigualdad social corrompe las relaciones humanas.
  • Solidaridad: El bien común está por encima del individual.
  • Soberanía popular: El poder proviene del pueblo.

Rousseau sostiene que la soberanía popular es inalienable; el pueblo no puede ceder su poder a representantes.

La Corrupción de la Sociedad

Rousseau cree que la sociedad ha corrompido al ser humano, fomentando el egoísmo y la desigualdad, cuyo origen es la propiedad privada. A diferencia de otros ilustrados, considera que el progreso no ha mejorado la condición humana, sino que ha aumentado la injusticia. No propone regresar a un estado primitivo, sino reformar la sociedad mediante un contrato social que garantice una convivencia justa basada en la libertad, la igualdad y la soberanía popular.

El Contrato Social

En el contrato social, los individuos entregan sus derechos y libertades a la comunidad, recibiendo a cambio derechos y libertades en el ámbito social y político. La ley, expresada a través de la voluntad general, sustituye el instinto natural y garantiza el bien común. La voluntad general no es la suma de los intereses individuales (voluntad de todos), sino el interés colectivo de la sociedad. Esta voluntad es indivisible e intransferible, lo que significa que el pueblo debe gobernarse directamente, sin intermediarios ni partidos políticos. Rousseau rechaza la democracia representativa y la división de poderes, proponiendo una democracia directa republicana.

La Educación

Para alcanzar esta sociedad ideal, Rousseau propone la educación, como describe en Emilio o de la educación, donde busca formar individuos conforme a su naturaleza, evitando la corrupción social.

Críticas al Modelo de Rousseau

Su modelo ha sido criticado por:

  • Limitación práctica.
  • Ambigüedad de la voluntad general.
Conclusión

Rousseau plantea una sociedad basada en la participación directa del pueblo, la igualdad y la primacía del bien común, aunque su viabilidad práctica y su interpretación han generado debate.

La Ética de Kant

En su Crítica de la razón práctica, Kant parte de la certeza de la conciencia moral y la responsabilidad de los actos, planteándose la pregunta “¿qué debo hacer?”. Distingue dos tipos de sistemas éticos:

  • Éticas materiales: Basadas en la experiencia (a posteriori), dependen de fines externos, sus normas son hipotéticas y la moral es heterónoma.
  • Ética formal: Independiente de la experiencia (a priori), fundamentada en el deber sin considerar fines externos, con normas categóricas y moral autónoma.

La ética kantiana es deontológica (basada en el deber). Kant distingue tres tipos de acciones:

  • Acciones morales: Se realizan por deber y con buena voluntad.
  • Acciones conformes al deber: Se cumplen, pero con un propósito ulterior (no son morales).
  • Acciones contrarias al deber: No cumplen la norma moral.

El Imperativo Categórico

El imperativo categórico es la norma universal que guía la acción moral. Sus dos formulaciones principales son:

  • Universalidad: Obrar solo según normas que puedan convertirse en leyes universales.
  • Dignidad humana: Tratar siempre a los seres racionales como fines en sí mismos y nunca como simples medios.

Siguiendo este principio, se alcanzaría el reino de los fines, una sociedad donde cada persona es tratada como un fin.

Críticas a la Ética Kantiana

Existen dos problemas en su teoría:

  • Falta de alcance político: Su ética autónoma solo sería aceptada por unos pocos.
  • El conflicto entre virtud y felicidad (antinomia de la razón práctica).

Kant responde con los postulados de la razón práctica (libertad, inmortalidad del alma y existencia de Dios), que son principios indemostrables pero necesarios para sostener la moral. Estos postulados no son verdades demostrables, sino creencias racionales, exigencias de la razón práctica que requieren un acto de fe moral.

Los Dos Mundos de Kant

Kant distingue entre dos mundos:

  • Mundo fenoménico (Crítica de la razón pura)
  • Mundo nouménico (Crítica de la razón práctica)