Localización y Contexto
Este poema, titulado originalmente “Ensueños”, fue publicado por Antonio Machado en 1906 en la revista Ateneo. “Yo voy soñando caminos” se ubica en la primera parte de la obra de Machado y ha sido considerado, por críticos como Luis Cernuda y Jorge Guillén, como uno de los poemas más hermosos de esta etapa inicial. La temática de Soledades gira en torno al tiempo y su influencia en la vida humana, la muerte y la existencia de Dios. A estos temas se suman otros como la infancia perdida, los sueños, el paisaje y el amor. Los sentimientos predominantes son la soledad, la melancolía, la tristeza y la angustia vital, una herencia del Romanticismo.
Tema y Argumento
El tema central del poema es la angustia provocada por el vacío existencial y sentimental. El yo lírico, inmerso en un paisaje simbólico, se encuentra encerrado en su soledad y sus sueños. El recuerdo de una canción evoca el dolor amoroso. El argumento se presenta de forma inacabada, desplegándose a partir de una pequeña anécdota de carácter simbólico que, indirectamente, deja entrever un estado de ánimo. Se trata, por tanto, de un poema con claras raíces simbolistas.
Simbolismo en el Poema
Los siguientes elementos del poema poseen una fuerte carga simbólica:
- Camino (sendero): Símbolo machadiano por excelencia, representa la vida y la búsqueda del ser humano.
- Soñar: Acción propia del caminante o del viajero (el ser humano que busca), es una forma de conocer.
- La tarde: Representa la melancolía y la nostalgia.
- Espina: El amor deseado e hiriente al no ser correspondido.
Estructura Interna y Externa
El poema se puede dividir en dos apartados principales:
Primer Apartado
El poeta, en una ensoñación llena de simbolismo, evoca y expresa su admiración por la belleza de un paisaje luminoso. En ese caminar, recuerda una canción popular donde aparece el tema del “amor doloroso”, del cual el amante consigue liberarse, incluso a costa de perder el preciado sentimiento.
Segundo Apartado
La naturaleza, en comunión con ese doloroso recuerdo, se vuelve sombría y oscura, desvaneciéndose, del mismo modo que se desvaneció el amor. Se retoma la canción popular, en la que el amante (la propia voz del poeta) expresa su ansia de amor y su lamento por ese amor perdido.
Estructura Externa
El poema consta de 24 versos octosílabos (arte menor) distribuidos en 6 estrofas, con la siguiente estructura: cuarteta —redondilla— cuarteta (bis). La redondilla presenta el esquema 8a 8b 8b 8a, mientras que la cuarteta sigue el esquema 8a 8b 8a 8b. Las rimas son consonantes.
Características Formales y Recursos Literarios
El poema presenta una rica variedad de recursos literarios:
- Adjetivación definidora: “colinas doradas“, “verdes pinos“, “polvorientas encinas“, “mudo y sombrío“, “aguda espina dorada“. Estos adjetivos contribuyen a crear una atmósfera sensorial y evocadora.
- Enumeración y Asíndeton: En la primera estrofa, la enumeración, junto con el asíndeton, aporta un ritmo vivo y rápido, reflejando la actitud vital del viajero.
- Polisíndeton y Bimembraciones: En la penúltima estrofa, el uso de polisíndeton y bimembraciones crea una sensación de lentitud, anticipando la desaparición del ensueño.
- Interrogación retórica: En el verso 5, la interrogación retórica muestra la divagación del yo poético.
- Apóstrofe y Paradoja: “Aguda espina dorada” destaca por la paradoja que encierra, en paralelismo con la contradicción del “doloroso amor”. El adjetivo epitético “aguda” contrasta con “dorada”, que se vincula a la luz, el amor, la pasión y la vida.
- Personificación: Se personifica el símbolo de la espina, a la que el poeta se dirige, aun sabiendo la imposibilidad de una respuesta amorosa debido al paso del tiempo.
- Léxico: Palabras como “soñar”, “tarde”, “mudo”, “desaparece” aportan sensaciones de irrealidad, confusión y duda.
Conclusión
Este poema es una muestra clara de la obra machadiana en la primera etapa de su trayectoria poética, caracterizada por el simbolismo, la introspección y la reflexión sobre la existencia y el paso del tiempo.