Exploración del Boom Latinoamericano: Orígenes, Características y Autores Clave

El Boom de la Novela Hispanoamericana: Un Fenómeno Literario

Las historias literarias suelen clasificar la novela hispanoamericana en tres etapas: narrativa de principios de siglo hasta 1940, la nueva novela desde 1940 hasta 1960 y el “boom” de los 60. A finales del siglo XIX, los narradores hispanoamericanos siguen las tendencias de la literatura europea, es decir, el realismo. No se puede hablar de una novela realista única, sino de distintas tendencias dentro de la misma:

La Novela de la Tierra

En esta tendencia, el hombre sucumbe a las fuerzas telúricas de la selva o la pampa. Destacan novelas como:

  • Martín Fierro de José Hernández
  • Don Segundo Sombra de Ricardo Güiraldes
  • Anaconda de Horacio Quiroga
  • La Vorágine de José Eustasio Rivera
  • Doña Bárbara de Rómulo Gallegos

La Novela Indigenista

Aquí se unen la visión exótica del indio y la denuncia social. Destaca Raza de hombre escrita por Alcides Arguedas, considerado el inaugurador de este género.

La Nueva Novela Hispanoamericana

A partir de la década de los 40, tras la asimilación de las experiencias narrativas de Joyce, Kafka y John Dos Passos, surge la nueva novela, que supera el realismo. La estética realista se ha agotado y se recuperan formas en las que interviene lo mágico, puesto que forma parte de la condición natural de la literatura hispanoamericana. Esta novela presenta características como la fusión de lo real y lo simbólico, juegos espacio-temporales, estructuras abiertas y personajes desdibujados. En la década de los 40, destacan autores como Miguel Ángel Asturias con El señor presidente, Alejo Carpentier con El reino de este mundo, Ernesto Sábato con El túnel y Jorge Luis Borges con Ficciones.

El Realismo Mágico

Franz Roh utilizó el término “realismo mágico” para designar en la década de los 20 una corriente pictórica. En este concepto conviven dos planos: el real y el fantástico. Se trata de mostrar que la realidad misma resulta más fantástica de lo que pueda parecernos.

El Boom Latinoamericano: Origen y Características

Un camino plagado de riqueza literaria, autores y publicaciones sorprendentes desemboca en el nacimiento de un fenómeno en la década de los 60 llamado el “boom” literario. Este se caracteriza por la mezcla de lo fantástico y lo real, la ampliación temática, la ruptura de la linealidad, la narración caleidoscópica, el monólogo interior y la ampliación del lenguaje.

El “boom” supuso la renovación definitiva de la narrativa hispanoamericana y su indiscutible internacionalización, gracias a la promoción editorial, los premios Seix Barral y el interés generalizado hacia la cultura hispanoamericana.

Autores Clave del Boom Latinoamericano

Los dos autores más destacados del “boom” son Mario Vargas Llosa y Gabriel García Márquez. Mario Vargas Llosa opta por la renovación del realismo burgués y ha declarado que su literatura es sinónimo de búsqueda de la novela total, como se vislumbra en la producción narrativa de Martorell o de García Márquez. En sus novelas refleja la convulsión social de Perú, sus conflictos políticos, sexuales, morales o raciales. Su obra más representativa es La ciudad de los perros (1963).

Gabriel García Márquez es el escritor de mayor resonancia del boom. En 1982 recibió el Nobel de Literatura, pero la obra que lo lanzó al éxito mundial fue Cien años de Soledad (1967). Le llevó escribirla más de un año y aborda problemas de fondo como la integración del hombre en el mundo y en la sociedad, y el sentido de la existencia. En Cien años de soledad lo real se muestra como maravilloso y lo maravilloso como cotidiano.

Más Allá del Boom: Nuevas Voces

No podemos cerrar esta época sin hacer referencia a autores más jóvenes que se nutren del “boom” y que han continuado su trayectoria narrativa hasta nuestros días, como Lezama Lima, Roa Bastos y Guillermo Cabrera Infante. A partir de los años 70, muchos de los autores siguen publicando, pero junto a ellos surgen otros tantos que prácticamente se están empezando a dar a conocer como Bryce Echenique, y mujeres como Laura Esquivel e Isabel Allende. Se podría decir que García Márquez sintetizaría el gran hallazgo de la novela hispanoamericana. La novela ideal es libre, no solo por su contenido político y social, sino por su poder de penetración en la realidad. Miguel Ángel Asturias se convirtió en el primer novelista en recibir el Premio Nobel de Literatura. Lo realmente innovador será la técnica, que rompe con los parámetros “tradicionales” de la novela: crea la antinovela, sin trama, tiempo ni descripciones.