Jarchas
Localización: Este poema es una jarcha mozárabe. Este tipo de poesía aparece en Andalucía en el S.XI y son los más antiguos textos líricos de Europa en lengua romance. Están escritos en mozárabe –dialecto romance de los territorios árabes, que luego desapareció, sustituido por el castellano. Son breves cancioncillas anónimas de tipo amoroso donde la amada canta la ausencia del amigo o amado. Consisten en breves estrofas, que a modo de estribillo incluyeron los poetas árabes andaluces en composiciones llamadas moaxajas. Tanto por el tema que tratan las jarchas, así como por sus recursos estilísticos (que pasaremos a desarrollar a lo largo del comentario), podemos relacionarlas con otras composiciones como las cantigas de amigo o los villancicos. Esta relación demuestra la homogeneidad de nuestra lírica tradicional popular medieval. Pertenece al género lírico porque expresa el pesar –dolor- de una joven por la ausencia del amado.
Tema: El lamento por la ausencia del amado.
Estructura externa e interna
Rasgos lingüísticos y estilísticos
Son apenas cuatro versos en los que se puede observar con claridad las notas más significativas de la lírica popular y de las jarchas: versos de arte menor, con rima asonante los pares, puestos en boca de mujer que se dirige a alguien, en este caso su enamorado, para expresar el sentimiento amoroso. Lo que llama la atención tras la lectura de la jarcha, lo más significativo de estos cuatro versos, profundamente líricos, marcados por el dolor del sentimiento amoroso, es que mantienen un lenguaje denotativo, sin figuras en el plano semántico. Se inicia el primer verso con una repetición (característica también de la lírica popular, y de la tradición oral), Tanto amare, tanto amare que enfatiza y nos marca ya la intensidad del sentimiento amoroso que repite en el final del segundo verso. El segundo verso se inicia con un expresivo vocativo, Habib, su interlocutor, es decir, el amado, el amigo, el objeto amoroso de la mujer que se queja (característica de las jarchas, como dijimos siempre en boca de mujer). Los últimos versos expresan las consecuencias del sentimiento amoroso: el dolor de la separación es tal que hasta enferman los ojos (hipérbole), y produce un dolor físico. (‐los ojos‐ e dolen tanto male)
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Cantigas de Amigo
Localización: Este poema pertenece al género de la lírica tradicional que es poesía oral compuesta para ser cantada o recitada por un juglar o trovador. Dentro de la lírica tradicional este poema es una cantiga de amigo que está compuesto en gallego-portugués perteneciente a la Edad Media (siglos XII-XIII). Las cantigas de amigo no tienen autor porque son de tradición oral, por eso aparecen elementos propios de la oralidad que veremos más adelante. Se trata una composición amorosa puesta en boca de una mujer, que se lamenta por la ausencia del amado, el amigo y lo hace en medio de un paisaje natural.
La temática de este poema sería “la ausencia del amado”.
Estructura externa e interna
Rasgos lingüísticos: Por todo lo anterior podemos decir que se trata de una cantiga de amigo. La exclamación que remata el estribillo es otra figura retórica y rasgo típico de la cantiga de amigo; tiene valor afectivo y subraya la impaciencia con que se espera, pues si el centro de la canción provenzal es éijoi, el núcleo de la de amigo es la coita. Finalmente, el interlocutor de la queja es el mar, cuya contemplación evoca el sentimiento amoroso, de ahí que aparezca una personificación.
Cantar de Mio Cid
Este fragmento del “Poema de Mio Cid”, cuya fecha aproximada es de 1207 (siglo XIII) es un cantar de gesta. Pertenece a la tradición literaria del Mester de Juglaría que se enmarca dentro de la épica medieval en verso. Por lo tanto, es un poema narrativo que como los que pululaban en diferentes siglos (s.XII-XIII) por las plazas de los pueblos y, su conservación se debe a la memoria y a la creación artística de los juglares. Este documento se conserva en la Biblioteca Nacional de Madrid (la copia manuscrita es del s.XIV) y, debido a que le faltan tres hojas hoy por hoy se sigue especulando sobre su autoría. Se engloba dentro del género narrativo por su carácter objetivo (el poeta nos relata una serie de hechos ajenos a su propia individualidad, que no le afectan personalmente) y popular-tradicional porque es obra anónima que brota de la labor creadora de la colectividad, tras un largo proceso de recreación oral.
2. TEMA: La cobardía de los infantes de Carrión y la valentía del Cid.
3. ESTRUCTURA
– EXTERNA:
Por lo que se refiere a la métrica, el texto no está dividido en estrofas sino que todo él es una sola tirada monorrima: unos versos riman en asonante y otros lo hacen en consonante. Los versos miden dieciséis sílabas y están divididos en dos hemistiquios octosílabos separados por una cesura.
– INTERNA: Este fragmento se corresponde con el principio del tercer cantar, La afrenta de Corpes. El texto se organiza en tres:
– Presentación. La acción se sitúa en la corte del Cid en Valencia. El héroe, acompañado de sus hombres y de sus yernos, los infantes de Carrión, duerme la siesta en un escaño.
– Nudo. Un león se escapa de su jaula. Reacción de los distintos personajes: temor de los cortesanos; lealtad de los guerreros del Cid; cobardía de los infantes de Carrión; serenidad y valentía del Cid.
– Desenlace. La corte se burla de los infantes de Carrión y estos sienten vergüenza por su conducta.
4. ANÁLISIS
El texto se centra en el momento en que los infantes de Carrión pierden la honra (fiera deshonra les pesa). Así, se pone de manifiesto el tema principal que estructura la obra. La honra es el elemento fundamental de cualquier caballero, y en el momento que la pierde, se despoja de esa categoría. Por lo que se refiere a la personalidad, el Cid del cantar hace gala de una de las más preciadas virtudes caballerescas, la tesura y valentía, y así aparece retratado en este fragmento, pues hasta el propio león, animal feroz, le teme: versos 20-25. Desde el punto de vista estilístico, se observan los recursos propios de los cantares de gesta. El narrador pretende ensalzar la figura del héroe, que es el objetivo principal del poema. El narrador presenta a El Cid como un valeroso y virtuoso guerrero que apacigua a las fieras con solo mirarlas. Por contraste, los infantes aparecen como hombres cobardes. También consigue esa exaltación con el uso del epíteto épico (verso 16: “el que en buen hora nació” o “buen Campeador” v. 7). También es frecuente el uso de formas verbales en 2.ª persona del plural para llamar la atención de los oyentes (sabed, v. 4; vieseis, v. 31). Es visible también variadas formas verbales,
produciéndose la alternancia entre el pretérito perfecto simple, el pretérito imperfecto de indicativo y el presente histórico. Con este último el juglar consigue la actualización de los hechos, aproximando de forma ficticia los acontecimientos del pasado al momento presente. Encontramos también dualidades o bimembraciones, es decir, parejas de elementos cuya presencia obedece a razones rítmicas (ni en las salas ni en la torre, v. 9; todo el manto y el brial, v. 15). Asimismo, Para animar y agilizar el relato se suprime el verbo introductorio en el estilo directo: (vv. 16-19) Por otro lado, son visibles el empleo de figuras retóricas como el polisíndeton, al haber abundancia de la conjunción “y” (“y lo lleva de su diestra y en la jaula lo metió”). Encontramos también hipérbatos o alteraciones del orden lógico de la oración (un mal sobresalto entonces sabed les aconteció à sabed que les aconteció un mal sobresalto). Otro recurso muy presente en todo el poema es la antítesis o contraste, cuando opone la cobardía y valentía de los protagonista. Asimismo, para llamar la atención del oyente utiliza exclamaciones e interrogaciones retóricas. Observamos hipérbole en todo el texto por el hecho de amansar al “rey de la selva” con una sola mirada. Finalmente, las funciones del lenguaje predominantes en el fragmento son la función poética, ya puesto que se trata de un relato con una intención artística evidente; y la función apelativa, ya que el poeta se dirige directamente al público para que admire su comportamiento y persuadirle de la importancia histórica del protagonista.
5. CONCLUSIÓN: En definitiva, este fragmento prueba que la exaltación del héroe, algo que todo cantar de gesta perseguía, se puede hacer con dosis de humor y comicidad, ingredientes que la audiencia de los juglares seguramente agradecería de buen grado.
El Conde Lucanor
1. LOCALIZACIÓN
Este fragmento se corresponde con la obra El conde Lucanor, considerada la obra cumbre de la narrativa en prosa del siglo XIV de la literatura española. Está formada por 51 relatos compuestos entre 1330 y 1335 por don Juan Manuel, noble del siglo XIV. No son relatos originales sino que fueron recogidos por don Juan Manuel de distintas fuentes (orientales, árabes…) transformándolas posteriormente y traduciéndolas a la lengua romance, que por entonces se encontraba en pleno proceso de formación tras los primeros pasos dados por su tío Alfonso X. En cuanto al propósito de la obra es doble. Por un lado tiene una intención moral, advertir de los defectos morales como ya se venía haciendo en otras obras y que se relaciona con el contexto en que se escribe. Por otro, enseñanzas prácticas para orientar a los nobles de la época cómo conservar la fama, la honra y el patrimonio. En cuanto al género, se trata del primer texto narrativo escrito en prosa castellana. Los distintos relatos pertenecen al subgénero del cuento, es decir narraciones breves, con un número reducido de personajes y con un argumento sencillo donde el nudo nos lleva rápidamente al desenlace.
2. TEMA Y RESUMEN
TEMA: podríamos considerar como tema de la obra las consejas que recibe el Conde de su consejero Patronio para aprender a actuar en la vida. El tema de este relato es: la necesidad de ser realistas en la vida.
RESUMEN: El conde le pide consejo a Patronio sobre un negocio que le han propuesto y que en principio parece ventajoso, Patronio le hace ver que no todo parece lo que es para ello le cuenta el cuento de doña Truhana.
3. ESTRUCTURA INTERNA Y EXTERNA
Consta de 38 líneas, más el título, divididas en 12 párrafos que se estructuran de la siguiente manera:
- Planteamiento del problema (líneas 1 a 5): un hombre le habla al conde Lucanor acerca de un asunto que sería muy provechoso en muchos aspectos.
- Opinión de Patronio (líneas 6 a 10): es de inteligentes atenerse a las cosas certeras.
- Exienplo (líneas 11 a 32): lo que le sucedió a doña Truhana cuando llevaba la miel al mercado.
- Aplicación al caso concreto del conde Lucanor (líneas 33 a 34): las ilusiones desmedidas hay que desecharlas.
- El conde pone en práctica lo dicho por Patronio.
- Versos que contienen la moraleja de la historia (líneas 35 a 38).
4. ELEMENTOS DE LA NARRACIÓN
En cuanto a los elementos de la narración en primer lugar es de destacar que en este relato tenemos dos narradores: un narrador observador en tercera persona que nos cuenta lo que ve y que interviene en pocas ocasiones, para introducir y cerrar el relato (líneas 1, 6, 7, 11 y 33-36). Pero también Patronio actúa como narrador, en este caso se trata de un narrador en tercera persona omnisciente que cuenta la historia de Doña Truhana (párrafos: parte del 8, 9, 10 y 11).
En cuanto a los personajes, tanto el Conde como Patronio son principales del relato al igual que doña Truhana del ejemplo de Patronio. Todos son personajes tipos que muestran los rasgos del grupo social al que pertenecen además, son planos ya que se caracterizan por rasgos muy simples, al tratarse de un cuento. El Conde es una persona joven, sin experiencia en la vida que necesita el apoyo constante de su consejero. El consejero debe ser mayor y con mucha experiencia en la vida, es un hombre sabio y comedido a la hora de aconsejar al conde al que humildemente da su opinión y trata con respeto (línea 8: señor conde Lucanor…; línea 12: señor conde…). Pasando al espacio y al tiempo en el que se desarrolla la narración, en principio no encontramos datos concretos que nos digan en qué espacio y tiempo se desarrolla la historia principal. Sin embargo, el cuento que narra Patronio se sitúa en el camino que lleva al mercado (espacio exterior) donde la protagonista va a vender la mercancía, esto nos da la pista de que la acción transcurre por la mañana cuando era propia la venta en el mercado y evidentemente en la Edad Media, ya que en aquella época el sistema de compra era el trueque y tiene lugar en un sólo día. Para terminar hablaremos de la acción, ésta es lineal ya que las acciones se suceden de forma ordenada.
5. COMENTARIO LITERARIO
Para terminar el comentario vamos a analizar la lengua y el estilo empleado en este relato. Lo primero que destaca es el uso de la forma dialogada, los personajes hablan usando el estilo directo y no a través del narrador. Para ello se usa los guiones que señalan la intervención de cada personaje. Se trata de un texto narrativo por lo que abundan los verbos y, en cuanto a los verbos, observamos el uso del presente (línea 3: aseguro, tiene) para las acciones que tienen lugar en ese momento, el pretérito perfecto compuesto (línea 2: ha propuesto) para las acciones pasadas pero no terminadas y el condicional (línea 3: pudiera) para las acciones que se consideran hipotéticas.
Para narrar la historia de doña Truhana emplea el imperfecto (línea 11: había una mujer) para presentar los hechos de su historia y el condicional y presente de subjuntivo (línea 15: diesen y compraría) para contarnos los pensamientos de doña Truhana y a lo que dan lugar. Encontramos nombres propios (antropónimos) como Truhana, Patronio y Lucanor. Además, vemos como para hablar del negocio que le han ofrecido, Lucanor utiliza sustantivos abstractos: línea 3, ventajas; línea 4, utilidad y provecho. También se emplean sustantivos abstractos para trasmitir esa sensación de que lo propuesto al conde son ilusiones y no realidades (línea 27: fantasías e imaginaciones…). También abundan los sustantivos concretos en la enumeración de los pensamientos que tiene doña Truhana, línea 12-15: miel, huevos, gallinas, ovejas. En cuanto a los adjetivos, destaca el uso de los antónimos “rica y pobre”, con significado valorativo, para hacer alusión al nivel de doña Truhana, utilizando así un circunloquio para decir que pertenece a la clase media (líneas 11 y 12: que era más pobre que rica) Si nos detenemos en el aspecto léxico es de destacar los antónimos empleados para hablar de doña Truhana como ya mencionamos anteriormente (más pobre que rica). También interesa la repetición o familia léxica de comprar (párrafo 6), hablando de doña Truhana; así como la de reír (párrafo 8) que antes de descubrirnos que va a pasar nos lo podemos imaginar. También observamos un campo semántico relacionado con los animales (gallina, ovejas…). Es de comentar la mención a Dios con respecto a las ventajas del negocio que le proponen al conde (línea 3: con la ayuda de Dios), debido a la sociedad teocéntrica de la Edad Media. En cuanto a los recursos literarios, el que más destaca es el hipérbaton línea 1 (Otra vez, estaba hablando…, el complemento aparece delante del verbo y el sujeto detrás del verbo)…;
la elipsis abunda a lo largo de todo el texto, línea 3 (Os aseguro que tiene), línea 6 (le contó a Patronio), línea 13 (empezó a pensar que vendería)… Hay polisíndeton, sobre todo cuando enumera lo que haría doña Truhana con el dinero de la venta de la miel: vendería aquella olla de miel, y compraría… y que compraría… y que luego… y así… Para terminar haremos alusión al pareado que resume la moraleja y que se nos dice que es Don Juan Manuel quien lo ha escrito. Esto es otro rasgo del estilo de Don Juan Manuel que se hace mencionar en su propia obra. El pareado son dos versos alejandrinos, ya que se les suma una sílaba al ser versos agudos, con rima consonante en –ar.
6. CONCLUSIÓN
“Lo que le sucedió a una mujer que se llamaba Doña Truhana” pertenece a la obra del Conde Lucanor de don Juan Manuel. Este cuento nos trasmite una moraleja que debemos aplicarnos en el día a día: debemos confiar en realidades razonables y no en imaginaciones o fantasías.