Tipos transporte
TRANSPORTE POR CARRETERA La red de carreteras conecta a los distintos núcleos de población, por lo que es una pieza clave en la accesibilidad y articulación del territorio. Sus carácterísticas son las siguientes: La red presenta diseño radial, con centro en Madrid. Modelo iniciado en el Siglo XVIII por los Borbones a partir de una concepción centralista del Estado. En 1960 la red de carreteras se modernizó para adaptarse al tráfico de vehículos y se consolidó el modelo radial conectando la capital con los principales núcleos de población y de actividad económica localizados en la periferia. Las competencias sobre la red se reparten entre el Estado, las comunidades autónomas y las diputaciones. ✓ La red estatal comprende los itinerarios de interés general. Enlaza los principales núcleos de población del país y comunica con la red internacional, comprende el 60% del tráfico total e incluye la mayor parte de la red de gran capacidad, es decir, autopistas y autovías. Éstas han construido los ejes con mayor intensidad de tráfico acentuando el carácter radial de la red, aunque existen algunos ejes transversales como el del Ebro, en el Mediterráneo y el andaluz. ✓ La red de las comunidades autónomas satisface la movilidad intrarregional y enlaza con la estatal; y la red de las diputaciones y las redes insulares aseguran las comunicaciones intracomarcales y el acceso a todos los núcleos de población. Las carácterísticas técnicas de las carreteras son variadas. Las de la red estatal son satisfactorias (ningún tramo tiene anchura inferior a nueve metros y domina el pavimento aglomerado asfáltico), las carreteras de diputaciones y ayuntamientos tienen más deficiencias. La carretera recibe la mayor parte del tráfico de viajeros y de mercancías. El Plan Estratégico de Infraestructuras de Transporte contempla: dotar a todo el territorio de un elevado grado de accesibilidad y acabar los ejes sin terminar (cierre de la autovía del Cantábrico, finalización de la ruta de la plata (Asturias – Huelva y la prolongación de la autovía del Mediterráneo para decir así Cádiz). La red de carreteras españolas aspira a una mayor integración con la Uníón Europea. La red transeuropea de carreteras contempla la construcción de dos nuevos ejes transpirenaicos (Burdeos – Valencia y Barcelona – Toulouse) y la mejora de las conexiones con Portugal. TRANSPORTE FERROVIARIO Entre la segunda mitad del Siglo XIX y principios del Siglo XX, el ferrocarril fue el modo de transporte principal. Se compone de tres redes: ✓ La red nacional de ferrocarriles españoles (RENFE), que absorben más del 90% del tráfico ferroviario. Tiene una estructura radial y arboriforme, ya que, a partir de la red básica, se abren ramas complementarias y secundarias. La normativa de la Uníón Europea obliga a Renfe a firmar contratos con el Estado orientados a reducir la ayuda financiera estatal, que solo se admite como compensación por prestar servicios públicos. ✓ Los ferrocarriles de vía estrecha (FEVE), 2000 km, principalmente de la cornisa cantábrica, aunque también de Castilla y León, Comunidad Valenciana y Baleares. Su principal problema es la infrautilización de la red. ✓ La red de alta velocidad (AVE), en la que se alcanzó una velocidad de más de 200 km/h y que se inició con la apertura de la línea Madrid Sevilla en 1992. TRANSPORTE FLUVIAL Se reduce al puerto de Sevilla, en el río Guadalquivir. Este puerto presenta dificultades como la barra de entrada donde proliferan los bancos de arena, y el tramo de Bonanza a Sevilla, donde la sedimentación progresiva va reduciendo el calado. Sin embargo, tiene un importante hinterland hacia el interior del Valle del Guadalquivir y Extremadura TRANSPORTE AÉREO. El transporte aéreo ha experimentado un rápido desarrollo, debido al crecimiento de la renta, cambios en la organización espacial de la economía, aumento de la demanda turística, profesional y de negocios; al desarrollo de vuelos internacionales, en relación con la integración de España en la economía europea y global. La red de aeropuertos es bastante amplia, porque en la década de los 70 se siguió la política de que todas las ciudades de cierto tamaño contasen con uno. Esta red se organiza jerárquicamente, así, Madrid – Barajas funciona como un “hub” o aeropuerto central, con conexiones directas con todos los aeropuertos españoles y los principales del extranjero. El tráfico de pasajeros y mercancías presenta notables diferencias: el avión es muy competitivo en el transporte de pasajeros a larga y media distancia por su rapidez y comodidad, sin embargo, el tráfico de mercancías es escaso por el alto coste, que repercute en el precio final de los productos transportados, centrándose en bienes perecederos o valiosos. TRANSPORTE MULTIMODAL El transporte multimodal combina varios modos de transporte para realizar un recorrido. En la actualidad, la U.E. Y España lo fomentan para corregir el predominio de la carretera; lograr mayor eficiencia evitando la duplicación de infraestructuras; ahorrar energía; y mejorar la sostenibilidad medioambiental al utilizar modos menos contaminantes.
Turismo
La palabra “turista” comenzó a utilizarse en Gran Bretaña a finales del Siglo XVIII para referirse a una persona que realiza un viaje recreativo por motivos culturales o de placer. En el Siglo XIX el turismo en una actividad elitista propiedad aristócratas o burgueses adinerados. Sin embargo, desde los años sesenta del Siglo XX se ha convertido en un fenómeno de masas. FACTORES DEL DESARROLLO TURÍSTICO ESPAÑOL Desde la década de 1960, España ha experimentado un gran desarrollo en este subsector y hoy es una de las grandes potencias turísticas del mundo, tanto por el volumen del turismo extranjero, como por los ingresos aportados de esta actividad (en 2019 estaba alrededor del 12% PIB). FACTORES EXTERNOS: El crecimiento económico de Europa occidental y septentrional tras la Segunda Guerra Mundial. La clase media aumentó su capacidad de consumo y le permitíó viajar más lejos para pasar su tiempo de ocio, favorecido por la legislación de vacaciones pagadas a las clases trabajadoras. El progreso del transporte facilitó el traslado, reduciendo el precio del avión, mejor ante ferrocarriles y carreteras y se generalizó el uso del automóvil. FACTORES INTERNOS: La proximidad geográfica de España a la clientela europea. Las excelentes condiciones climáticas y paisajísticas y la calidad de las playas. El atractivo cultural (monumentos, tradiciones, folklore o gastronomía. El bajo coste, por el cambio favorable para los turistas extranjeros a raíz de la devaluación de la peseta en 1959. Las facilidades estatales para esta actividad. El turismo se convirtió en un modo de financiar la industrialización y equilibrar el déficit comercial. Aparición de grandes complejos hoteleros y agencias de viajes. MODELOS TURÍSTICO TRADICIONAL El modelo turístico implantado a partir de los años 60 se caracteriza por una abundante oferta, dirigida a una clientela masiva, de poder adquisitivo medio o medio bajo, alojada mayoritariamente en hoteles y apartamentos de categoría intermedia y en zonas de sol y playa. También es carácterística la dependencia del sector respecto a tour-operadores internacionales, por lo que en buena parte del gasto total de los turistas queda fuera de España. CRISIS DEL TURISMO TRADICIONAL Porque el número de turistas y los ingresos que proporcionan siguen creciendo, desde 1989 puede hablarse de agotamiento del modelo turístico tradicional. CAUSAS: El predominio del turismo nivel medio-bajo, la oferta turística se enfrenta con algunos problemas como el encarecimiento de los precios sin aumentar la calidad, escasa adaptación a nuevas exigencias de la demanda, la estacionalidad, la competencia de otros países mediterráneos, la dependencia de los tour-operadores internacionales y el deterioro medioambiental y las alteraciones paisajísticas. ÁREAS TURÍSTICAS Y SU TIPOLOGÍA Las áreas turísticas son espacios que cuentan con una elevada afluencia de turistas, tanto nacionales como extranjeros. En España, las densidades más altas corresponden a las zonas del turismo de sol y playa de Baleares, Canarias y el litoral Mediterráneo peninsular; y a Madrid, que recibe un importante turismo cultural. Le siguen áreas con densidades medias de las costas del noroeste y norte peninsular; y las del interior de las comunidades catalana Valenciana y andaluza. ÁREAS TURÍSTICAS DE SOL Y PLAYA: Son las Islas Baleares y Canarias y la costa mediterránea peninsular. Reciben una importante afluencia turística basada en sus carácterísticas climáticas y sus playas; sin embargo, presentan diferencias notables fundadas en los siguientes aspectos ÁREAS TURÍSTICAS RURALES: En el caso del medio rural, éste puede resultar atractivo para los habitantes urbanos que buscan el contacto con la naturaleza. Para ello sería necesario que se extienda socialmente la valoración de la diversidad de combinaciones entre elementos naturales humanos e históricos que los paisajes rurales representan, tanto en sus espacios productivos como en sus núcleos de población más o menos originales. Por otro lado, al tratarse de una oferta turística dispersa se haría necesaria la coordinación entre núcleos cercanos tanto para darse a conocer como para organizar actividades lúdicas o culturales que puedan resultar atractivas a capas más amplias de población. ÁREAS TURÍSTICAS DE MONTAÑA: En el turismo de interior destaca cada vez más el turismo de montaña, que se extiende progresivamente por los Pirineos catalanes y aragoneses, y en menor medida por el resto de los sistemas montañosos, aprovechando las diversas posibilidades de actividades en invierno y en verano que ofrecen estos parajes. ÁREAS TURÍSTICAS CULTURALES: Desde el punto de vista histórico, cultural y monumental, existen diferentes rutas, como el Camino de Santiago (Burgos, Palencia, León), la Ruta de la Plata (Salamanca, Zamora, León), la ruta del Duero o del vino, de la lengua o la ruta de los castillos, así como numerosas ciudades con monumentos y cascos antiguos de gran relevancia (Salamanca, Segovia, Ávila, Burgos, León, Astorga…). Además, pueblos y ciudades encierran espacios recreativos y de ocio, gastronomía, fiestas, folclore y artesanía que resultan atractivos para el turismo cultural y un creciente turismo de congresos y convenciones.