El Proceso de Urbanización en España
El proceso de urbanización es la progresiva concentración de la población y de las actividades económicas en las ciudades. Se diferencian tres etapas:
La Urbanización Preindustrial
Abarca desde los orígenes de las ciudades hasta el siglo XX. El tamaño medio de las ciudades se situaba en torno a los 5.000-10.000 habitantes, y eran muy escasas las que se situaban entre los 25.000 y 1 millón de habitantes. Los factores que impulsaron la urbanización fueron: **estratégicos-militares**, **políticos y administrativos**, **económicos** y **religiosos**. Podemos distinguir tres etapas:
- En la Antigüedad: Aparecieron las primeras colonias fenicias y griegas. El auge del proceso se da durante la romanización. A partir de la crisis del siglo III, se inicia un proceso de desurbanización que se prolonga hasta el siglo IX.
- En la Edad Media: Con la llegada de los musulmanes, se produce el renacer urbano en Al-Ándalus. A partir del siglo XI, comienza el renacer urbano en los reinos cristianos, sobre todo en los siglos XII y XIII.
- En la Edad Moderna: Se suceden los vaivenes en el proceso. En el siglo XVI, auge por la expansión económica. En el siglo XVII, estancamiento por las crisis demográfica y económica. Y en el siglo XVIII creció por la dinastía de los Borbones.
La Urbanización Industrial
Abarca todo el siglo XIX y el XX hasta la crisis de 1975. Se caracteriza por el enorme aumento de la tasa de urbanización. Los factores que impulsan este fenómeno son: **administrativos** (división provincial) y **económicos y sociales**. Podemos distinguir cuatro etapas:
- Primera mitad del siglo XIX: Concentración aún pequeña (25%), debido a la débil industrialización. El factor clave en el crecimiento son las nuevas funciones de las capitales provinciales.
- Desde mediados del siglo XIX a la Guerra Civil (1936): Gran crecimiento (40% tasa de urbanización). El factor clave es la industrialización.
- La Guerra Civil y la posguerra (1936-1959): Estancamiento debido a las consecuencias de la guerra y a la política económica del franquismo. Comienza la consolidación del triángulo nordeste.
- El desarrollismo (1960-1975): Enorme auge debido a la industrialización, elevado crecimiento natural, éxodo rural y el desarrollo de las actividades terciarias en las áreas metropolitanas y en el Mediterráneo.
La Urbanización Postindustrial
Se produce el crecimiento de las ciudades pequeñas y medianas. La industria pierde protagonismo como factor de urbanización. Las actividades terciarias ganan importancia como factor de urbanización, en especial en las áreas metropolitanas, en las regiones turísticas y en el sur peninsular.
El Sistema Interurbano: Jerarquía, Funciones y Zonas de Influencia
Se entiende por **sistema de ciudades** la disposición de las ciudades sobre el territorio y las relaciones que mantienen entre sí. Las ciudades constituyen un sistema: la red urbana, formada por elementos (las ciudades) y las relaciones que se establecen entre ellas en función de su tamaño, caracteres y funciones, dando como resultado una jerarquía urbana.
Las ciudades se organizan de forma jerárquica sobre el territorio, pues no todas tienen la misma importancia ni desempeñan las mismas actividades económicas o funciones. Las ciudades mantienen entre sí unas relaciones de interdependencia: las ciudades mayores tienen un área de influencia que prestan servicios especializados a ciudades menores.
La primacía de una ciudad sobre otra puede medirse por diferentes criterios; se suele utilizar como medida el volumen de población, que indica la capacidad de atracción de un núcleo urbano y la importancia de las funciones que desempeña. En el sistema urbano español se diferencian los siguientes niveles de jerarquía:
- Metrópolis Nacionales: Forman el primer nivel jerárquico; en él se encuentran Madrid y Barcelona, aglomeraciones que superan los 3 millones de habitantes. Ejercen su influencia sobre todo el territorio nacional y se relacionan con otras metrópolis internacionales. La dimensión funcional básica de las metrópolis nacionales es la de ser sedes de servicios altamente especializados.
- Metrópolis Regionales: Este nivel lo integran ciudades como Valencia, Sevilla, Málaga, Bilbao y Zaragoza. Su población oscila entre 500.000 y 1.500.000 habitantes y su influencia se extiende fundamentalmente al ámbito regional. Estas metrópolis mantienen lazos intensos con las nacionales. Como en el caso anterior, destacan por ser sedes de servicios especializados.
- Metrópolis Subregionales o Regionales de 2º Orden: En este nivel se encuentran ciudades como Murcia, Alicante, Granada, Santander, etc., con una población comprendida entre los 200.000 y los 500.000 habitantes. Conjugan el ser centros de servicios especializados con otras funciones del sector secundario y terciario especializadas. Su ámbito de influencia es menor.
- Ciudades Medias: Engloba capitales de provincia y ciudades que conocen un dinamismo económico: Segovia, Burgos, Castellón, Avilés o Algeciras. Son centros comerciales y de ámbito provincial.
- Ciudades Pequeñas: Habitantes entre 50.000 y 10.000. Tienen funciones reducidas y poco especializadas, cuentan con algunos equipamientos de cierta especialización. Ej: Soria y Teruel.
El modelo de sistema urbano español es un modelo concentrado y polarizado, en el que las grandes áreas metropolitanas concentran población y actividad económica, además de centros de decisión, investigación e innovación tecnológica.
Funciones Urbanas y Áreas de Influencia
La función de la ciudad es la actividad principal que se realiza en ella y que sirve para relacionarla con el territorio circundante. Estas funciones son las que justifican la existencia de una ciudad en dicho emplazamiento y situación. Según su función dominante podemos distinguir:
- Ciudades primarias: Actividades del sector primario; agrociudades andaluzas o manchegas.
- Ciudades secundarias: Especializadas en la construcción.
- Ciudades terciarias: Especializadas en los servicios.
Área de Influencia Urbana
Entre un núcleo urbano y su territorio circundante se establecen múltiples lazos, que corresponden a las distintas formas de relación. Estos vínculos se superponen y combinan, y el conjunto representa el área de influencia, que se extiende hasta donde penetran las distintas formas de relación con la ciudad.
El **área de influencia (interland)** se puede definir como el territorio organizado por una ciudad y que está vinculado socio-económicamente a ella. En el área de influencia juega un papel decisivo la distancia, de modo que la intensidad de los flujos de relación decae al alejarnos del núcleo urbano hacia la periferia del área. Sus límites son fluidos, ya que, sobre los márgenes, las poblaciones se reparten entre varios centros que compiten entre sí.
Ejes Urbanos Peninsulares
El sistema urbano peninsular heredado de la etapa industrial se caracteriza por la localización en el centro de la mayor aglomeración urbana del país, Madrid, rodeada por ejes urbanos periféricos y por un interior poco urbanizado, sin ejes integrados. Madrid es el núcleo urbano principal de España. Se caracteriza por sus funciones terciarias y mantiene relaciones con las principales ciudades españolas.
Los ejes urbanos periféricos se disponen de forma semianular en torno a la capital:
- El eje atlántico gallego se extiende por la costa entre Ferrol y Vigo, con prolongaciones hacia el interior. Se encuentra especializado en el comercio.
- El eje cantábrico es discontinuo y presenta ramificaciones hacia el interior. Se encuentra en fase de ajuste, con progresiva pérdida de la preeminencia de la industria como factor de urbanización.
- El eje mediterráneo comprende desde Girona a Cartagena. Es el eje más dinámico, con una industria muy diversificada y un fuerte peso de los servicios.
- El eje del valle del Ebro enlaza los ejes cantábrico y mediterráneo y tiene como ciudad principal a Zaragoza. Es un eje dinámico, con equilibrio entre la industria y los servicios.
- El eje andaluz es doble:
- El eje litoral, entre Almería y Huelva, es dinámico y está especializado en el comercio, el turismo y la agricultura tecnificada.
- El eje del valle del Guadalquivir, entre la costa atlántica y Jaén, es menos dinámico y sus ciudades están ligadas a las actividades agrarias del entorno, a industrias locales y a actividades turísticas.
El interior peninsular carece de ejes urbanos integrados. Predominan las pequeñas ciudades especializadas en el comercio y la agroalimentación. En Baleares y Canarias se ve dificultada por la fragmentación territorial en islas.