Evolución Política y Social de España: Reyes Católicos al Siglo XVIII

Los Reyes Católicos: La Construcción del Estado Moderno

Unión Dinástica: Integración de las Coronas de Castilla y Aragón

La unión dinástica de Castilla y Aragón se produjo con el casamiento de Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón. La mayor dificultad de esta unión fue el problema sucesorio en Castilla de Enrique IV, que enfrentaba a su hermanastra Isabel con su hija Juana. La nobleza decía que Juana era hija ilegítima, por lo que apoyaron a Isabel. El punto más alto de este enfrentamiento se produjo en la Farsa de Ávila (1465). Enrique IV proclama a Isabel heredera en el acuerdo de los Toros de Guisando con la condición de que se case con Alfonso V de Portugal. Sin embargo, Isabel se casó con Fernando II de Aragón (1469), por lo que Enrique IV vuelve a nombrar a Juana como heredera. En 1474 muere Enrique IV y se produce una guerra civil (1474-1479) en la que la nobleza de Castilla y Aragón apoyó a Isabel, mientras Portugal y Francia apoyaron a Juana. El Tratado de Alcaçovas-Toledo (1479) puso fin a la guerra, y Castilla y Portugal acordaron la división del Atlántico. En 1480 Isabel es nombrada reina en las Cortes de Toledo. Cada corona tenía sus normas e instituciones independientes, por lo que fue una unión meramente dinástica, en la que Castilla y Aragón unieron intereses comunes. Hubo problemas sucesorios: la muerte del príncipe heredero Juan, la del infante Miguel y la de la propia Isabel causó que esta fuera sucedida por su hija Juana la Loca.

La Conquista del Reino Nazarí de Granada y la Incorporación del Reino de Navarra

La conquista de Granada es la recuperación del reino de Granada por parte de los Reyes Católicos en 1492 y fue el acontecimiento de mayor importancia en su política unificadora. Las causas de la guerra fueron, en primer lugar, que el reino de Granada dejó de pagar parias a Castilla y, en segundo lugar, para asegurarse el control del Estrecho. De este modo, los Reyes Católicos pretenden conseguir una unidad religiosa y territorial en la Península. La guerra duró 10 años (1482-1492) y se presentó en forma de Cruzada para obtener apoyo de la Iglesia. Además, esta fue la primera guerra moderna ya que se utilizó artillería pesada y se asedió a Granada. La guerra se inició desde Santa Fe (Granada) y el avance se vio favorecido por la división de Granada entre Boabdil y el Zagal. El territorio conquistado se sometió a capitulaciones en términos de respeto y fortaleza con los mudéjares. Navarra era un reino independiente que estaba gobernado por dinastías protegidas por Francia. Cuando Castilla y Aragón ya están unidas, el rey de Francia pretende casar a su hijo con la heredera de Navarra, por lo que los Reyes Católicos dan la orden al Duque de Alba de invadir el reino. Así, la parte que estaba al sur de los Pirineos se incorporó a Castilla y la que estaba al norte a Francia.

La Integración de las Canarias y la Aproximación a Portugal

Castilla y Portugal tenían un conflicto de intereses en el Atlántico ya que ambos se expandieron en busca de especias y oro. Este conflicto, además del enfrentamiento entre ambas en la Guerra de Sucesión de Enrique IV (1474-1479), se resolvió en el Tratado de Alcaçovas-Toledo (1479) en el que se repartieron el dominio del Atlántico y que concedía las Azores a Portugal y las Canarias a Castilla. Esto llevó a una aproximación con Portugal, que se reflejó con la política matrimonial: Isabel, hija de los Reyes Católicos, se casó con Alfonso, heredero portugués, y cuando este muere, con el propio rey Manuel I. Tras enviudar, Manuel I se casó con María, otra hija de los Reyes Católicos. El objetivo era una futura incorporación de Portugal, que no se cumplió hasta Felipe II. En lo referente a Canarias, las primeras islas conquistadas (Lanzarote, El Hierro, Fuerteventura y La Gomera) fueron incorporadas como tierras de señorío. La conquista de los Reyes Católicos hacia 1474 fue un proceso de evangelización y de aculturación, y el territorio se consolidó mediante capitulaciones con los pueblos ocupados.

La Organización del Estado: Instituciones de Gobierno

Durante el reinado de los Reyes Católicos, la monarquía es autoritaria ya que los reyes consiguen mayor poder. Se trataba de un estado moderno en el que el rey pagaba a un ejército permanente y profesional, se recaudaban impuestos mediante la Hacienda y había una burocracia al servicio del rey. Las leyes crearon instituciones para reforzar su autoridad:

  1. Crearon un estado provisional con consejos para cada territorio. El Consejo de Estado provenía del primitivo Consejo de Castilla. El Consejo de la Santa Hermandad creaba leyes, el de Hacienda recaudaba impuestos, el de las Órdenes Militares para las instituciones eclesiásticas y el Consejo de la Inquisición, que era el único que podía actuar en todo el territorio y velaba por la ortodoxia del catolicismo.
  2. Los tribunales de justicia desarrollaron la unidad legislativa mediante las Audiencias y Chancillerías, destacando la de Valladolid y la de Granada tras su ocupación. Los Reyes Católicos impulsaron las universidades para formar a los funcionarios que formasen la burocracia, a las que solo podía acceder la nobleza.
  3. Los municipios estaban controlados por hombres pagados por las ciudades gracias a un gran poder económico. En Aragón se mantenía la política pactista de las distintas cortes y la figura del virrey en cada reino.

Proyección Exterior de los Reyes Católicos: Italia y África

La unión dinástica de los Reyes Católicos provocó la enemistad con Francia, por lo que su objetivo era aislarla, para lo que fue necesario aliarse con Inglaterra y con Flandes. Debido a los intereses de Francia en Italia, surgieron problemas con ella en Nápoles y en Milán.

  1. Nápoles: Francia invadió el territorio del Rey Ferrante, familia de los monarcas de Aragón, por lo que los Reyes Católicos se unieron a Inglaterra y al Papa (en el Vaticano) para formar la Liga Santa en contra de Francia y llamaron a Gonzalo Fernández de Córdoba, apodado el Gran Capitán, que expulsó a los franceses. Esto llevó a la firma del Tratado de Chambord, en el que los Reyes Católicos y Francia se reparten Nápoles.
  2. Milanesado: los Reyes Católicos se aliaron con Enrique VIII de Inglaterra para expulsar a los franceses de Milán, que finalmente se consiguió en tiempos de Carlos I.

La política norteafricana se basaba en los intereses de los Reyes Católicos en el norte de África para controlar el Estrecho y así poder controlar el comercio y frenar el Islam.

La España del Siglo XVI

Carlos V: Conflictos Internos, Comunidades y Germanías

Carlos I de España y V de Alemania es el hijo de Juana I la Loca y de Felipe I el Hermoso. Heredó de Isabel la Católica la Corona de Castilla y los territorios de América y el norte de África; de Fernando II de Aragón, la Corona de Aragón, Nápoles y territorios en el Mediterráneo; de Maximiliano I de Habsburgo, su abuelo paterno, heredó Austria y el derecho al Sacro Imperio Germánico; y de María de Borgoña, su abuela paterna, heredó Borgoña, Flandes, el Franco Condado y territorios en el norte de Italia. Además, el propio Carlos obtuvo Milán y el Reino de Hungría. Se casó con Isabel de Portugal. En 1517 es nombrado rey de Castilla, lo que causó desencanto en los castellanos, que no querían a un rey extranjero que viniese con consejeros extranjeros como Adriano de Utrecht. En 1519 muere su abuelo Maximiliano I, por lo que para poder ser el emperador del Imperio Germano se va allí con el dinero de las Cortes de La Coruña, dejando a Adriano de Utrecht al cargo. El descontento de la población dio lugar a dos conflictos internos:

  1. La revuelta de las Comunidades en Castilla: fue un levantamiento contra Carlos I dirigido por Padilla, Bravo y Maldonado que exigía, entre otras cosas, menos impuestos, la residencia del rey en Castilla y una igualdad antiseñorial, por lo que los nobles se unieron al rey, que derrotó a los comuneros en Villalar (1521).
  2. La revuelta de las Germanías en Valencia: fue un levantamiento para proteger a las ciudades de los ataques de los piratas berberiscos. Burgueses y artesanos se enfrentaron a la nobleza y monarquía, que se impusieron.

La victoria en ambos conflictos hace que el rey salga reforzado.

La Monarquía Hispánica de Felipe II y la Unidad Ibérica

Felipe II, hijo de Carlos V y de Isabel de Portugal, nació en Valladolid en 1527. Asumió el trono hispánico tras la abdicación de su padre en 1556, salvo el Imperio Germánico que, debido a los conflictos con los protestantes, Carlos V se lo dejó a su hermano. Con él se va a consolidar la monarquía hispánica y se llevó a cabo la Unión Ibérica, debido a que recibió la corona portuguesa tras la muerte sin descendencia del rey de Portugal.

Su política interior se caracterizó por una intolerancia religiosa apoyada en la Inquisición. Tuvo problemas políticos internos que acrecentaron su leyenda negra: el levantamiento morisco de las Alpujarras (1568), la muerte de su hijo Carlos, que estuvo recluido hasta su muerte, y el encarcelamiento del secretario del rey, Antonio Pérez, por corrupción, que se fue a Aragón para ser protegido por las leyes aragonesas.

En cuanto a la política exterior, tuvo problemas heredados de su padre con Francia por la posesión de territorios italianos, con los turcos debido a la piratería y en Alemania por el conflicto con los protestantes. Además, aparte de los heredados, surgieron más problemas con:

  • Los turcos: a los que, tras unirse a Venecia y a la Santa Sede, derrotaron en la Batalla de Lepanto (1571).
  • Francia: tuvo problemas debido a los protestantes hugonotes.
  • Inglaterra: tuvo problemas con el anglicanismo, porque Inglaterra apoyó a Flandes y a la piratería contra Felipe II, que intentó atacarles con la Gran Armada, pero fracasó en 1588.
  • Flandes: se produjeron guerras contra los calvinistas, lo que supuso finalmente la independencia de Flandes.

En esta época, Portugal es uno de los primeros Estados modernos porque tiene las fronteras totalmente divididas y porque se rige en torno a su capital.

Modelo Político de los Austrias: La Unión de Reinos

Durante el reinado de los Austrias, Castilla evolucionó hacia una monarquía absolutista y Aragón conservó su sistema pactista. El sistema de gobierno tenía consejos como el Consejo de Estado; los consejos territoriales como el de Castilla, Aragón, las Indias o Portugal; y los consejos técnicos como la Inquisición y Hacienda. Además, apareció la figura de los secretarios de Estado. En cuanto a la administración territorial, cada reino tenía sus propias instituciones y sus asuntos se trataban en su correspondiente consejo. Entre las instituciones territoriales estaban los virreyes elegidos por el rey, las Cortes, que mantuvieron la estructura de la Edad Media, y las Audiencias, que eran los tribunales supremos de justicia. En el ámbito local, los municipios seguían siendo controlados por los corregidores nombrados por el rey. Se produjo un proceso de oligarquización que se acentuó con la venta de cargos municipales y de privilegios para recaudar más ingresos. Todo esto hizo que los Austrias tuvieran crecientes ingresos, sin embargo, no cubrieron sus gastos y tuvieron que endeudarse con banqueros extranjeros.

Economía y Sociedad en la España del Siglo XVI

La economía del siglo XVI se basaba en la agricultura y en la ganadería. En este siglo la población aumentó y, por ello, también la demanda, por lo que tuvieron que aumentar la producción mediante la creación de nuevas tierras de cultivo (¿roturaciones?). La actividad industrial estaba vinculada a los gremios y destacaban la industria textil (sencilla y segura), la metalurgia vasca, la naval (Cataluña y Valencia), y las artillerías en Cádiz y el norte. El comercio tuvo un gran desarrollo y se centró en América, por lo que el Mediterráneo perdió importancia. Castilla fue incapaz de abastecer la demanda de América. Esta escasez, sumada a la gran cantidad de oro y plata explotada en América, dio lugar a una subida de precios y crisis económica, por lo que se produjo la importación de productos extranjeros debido a que eran más baratos. Esto dio lugar a bancarrotas y a endeudarse con los bancos extranjeros.

La sociedad era estamental y se distinguían dos estamentos privilegiados:

  • La nobleza: constituía el 5% y se dividía en alta y baja nobleza. Gozaban de privilegios como no pagar impuestos.
  • El clero: constituía del 5 al 10% de la población y se dividía en alto y bajo clero.
  • El pueblo llano: eran los campesinos, burgueses, artesanos… y constituían el 80% de la población. No tenían privilegios.

La Inquisición persiguió a los moriscos y judíos falsos conversos.

Expansión Ultramarina y Creación del Imperio Colonial

El Descubrimiento de América

Cristóbal Colón es un marinero genovés que planteó a Portugal en 1489 un proyecto de viajar a la India navegando hacia el oeste, basándose en la esfericidad de la Tierra, pero Portugal lo rechaza. Entonces Colón, en 1486, se lo planteó a los Reyes Católicos, que lo rechazan porque se encuentran en guerra contra Granada. Sin embargo, en 1492 vuelve a planteárselo a los Reyes Católicos y estos le dan permiso, le conceden financiación y firman las Capitulaciones de Santa Fe: contrato en el que le conceden el título de Almirante y virrey de las tierras que descubriera y en el que estipulan que los Reyes Católicos se quedarían con el 10% de las riquezas obtenidas y el resto para Colón. Así, el 3 de agosto de 1492, Colón sale de Palos de la Frontera con tres carabelas (La Pinta, La Niña y la Santa María) en dirección a Canarias, y el 12 de octubre de 1492 llega a las islas de Santo Domingo y a Haití. Es tras los viajes de Américo Vespucio (1501-1504) cuando se hacen conscientes de que no es la India sino un nuevo continente.

Conquista y Colonización de América

Los Reyes Católicos obtuvieron del Papa Alejandro VI la investidura sobre los nuevos territorios, por lo que se actualizó el Tratado de Alcaçovas con el Tratado de Tordesillas (1494) en el que se estableció una línea imaginaria a 370 leguas al oeste de Cabo Verde. Todo al oeste de esa línea pertenecería a Castilla y todo al este a Portugal. Solucionando este problema, se pasó a la conquista y colonización. La conquista de territorios se basaba en cesiones de la Corona a privados a cambio de un quinto de las riquezas obtenidas para el rey. Con solo 500 hombres, gracias a la tecnología militar, se consigue conquistar y colonizar todo el Imperio Azteca (1521). Nace el virreinato de Nueva España, con capital en México. En el sur, Francisco de Pizarro derrota al Imperio Inca (1529-1533) con lo que nace el virreinato de Perú, con capital en Lima. En Chile, tras derrotar a los araucanos, fundan el virreinato de Nueva Granada, con capital en Santa Fe de Bogotá. En la colonización, los castellanos explotaron brutalmente a los indios. En las Leyes de Burgos (1512-1513) se crea la encomienda, con la que el trabajo forzado quedaba legalizado. Ante el pensamiento de Francisco de Vitoria y las críticas a la encomienda de Bartolomé de las Casas, el rey concede en 1542 las Leyes Nuevas, en las que se abolían las encomiendas y se prohibía esclavizar a los indios, lo que causó la oposición de los colonos.

Gobierno y Administración

El poder de los Reyes Católicos es tan grande que el Papa Alejandro VI les concede el Patronato Regio, con el que pueden nombrar a los cargos eclesiásticos de América. Había dos instituciones que ejercen el control de América:

  1. La Casa de Contratación: fundada en 1503 y situada en Sevilla. Se encargaba de supervisar las mercancías procedentes o enviadas a América y de elegir tributos a quienes querían viajar a América.
  2. El Consejo de Indias: fundado en 1504 y situado también en Sevilla. Constituía el tribunal para los asuntos americanos y se encargaba de la legislación de las leyes del continente y de la administración del territorio.

El Consejo designaba a los visitadores, que se encargaban de inspeccionar el cumplimiento de las ordenanzas. Las Audiencias de los virreinatos eran el máximo órgano jurídico. Los virreyes eran elegidos y representaban al rey y se encargaban de gobernar política y militarmente los virreinatos. El gobernador tenía un cargo político civil dentro de un territorio del virreinato. El cabildo seguía la misma línea de los consejos castellanos y era el último escalón de la administración colonial.

La España del Siglo XVII (Siglo de Oro)

Gobierno de Validos: Los Austrias del Siglo XVII

Llamado gobierno de los Austrias menores (Felipe III 1598-1621, Felipe IV 1621-1665, Carlos II 1665-1700). Época de decadencia política y militar de España, pero al mismo tiempo era una época de gran esplendor cultural. El gobierno era de los validos, que eran personas sobre las que caía la responsabilidad de gobernar. Fueron personas de la alta nobleza que se apoyaron en la incapacidad de los reyes para gobernar. Los validos más importantes fueron el Duque de Lerma y el Duque de Uceda (padre e hijo), validos del rey Felipe III. En época de Felipe IV fue importante el Conde-Duque de Olivares. En época de Carlos II y la regencia de su madre, Mariana de Austria, fue valido un hijo bastardo de Felipe IV llamado Juan José de Austria.

Conflictos Internos

En época de Felipe III, el principal conflicto fue la cuestión morisca, (la población musulmana de la época de Al-Ándalus). Durante el siglo XVI se les intentó integrar la cultura y religión, pero no tuvo éxito. Incluso en época de Felipe II hubo una sublevación de moriscos de Granada que rechazaban la asimilación cultural y religiosa, y se intentó dispersarlos por la Península, pero a principios del siglo XVII se considera la política fracasada, y el Duque de Lerma decretó la expulsión de los moriscos. Esto significó la intolerancia religiosa y tuvo efectos económicos muy negativos. En 1640 se produce la reacción separatista de Cataluña y Portugal frente al centralismo del Conde-Duque de Olivares.

La Crisis de 1640

Felipe IV confió en el Conde-Duque de Olivares desde el principio. La agenda política era que España tenía que recuperar prestigio militar en Europa. Para ello hay que concentrar recursos económicos y humanos de los reinos hispánicos. Planteó:

  • El Gran Memorial de 1624: todos los reinos de la Península se regirían por las leyes de Castilla.
  • La Unión de Armas: propuesta de crear ejército permanente de 140.000 hombres formado por reclutas de todos los reinos en proporción a población y riqueza, porque hasta entonces el peso del reclutamiento caía sobre Castilla y el resto de los reinos negociaban su aportación.

Estas medidas molestaban a la periferia: Cataluña, Portugal, Navarra (con leyes forales). Como la situación bélica no funciona, en 1640 estalla una revuelta radical en Cataluña y Portugal. En Barcelona, un grupo de segadores mató al virrey de Cataluña. Comenzó una guerra civil y entonces la Generalitat se proclamó república bajo la protección del rey Felipe IV, que se ganó la confianza de los catalanes comprometiéndose a respetar las leyes propias y destituyendo al Conde-Duque de Olivares. Al mismo tiempo se produce una sublevación en Portugal. Proclamaron rey al Duque de Braganza, también Juan IV. Consiguieron independizarse gracias al apoyo inglés, aunque Felipe IV nunca consideró la independencia de Portugal. La paz con Portugal se firmó en 1668, “Paz de Lisboa”, por la cual se reconoce la independencia y recupera antiguas colonias menos Ceuta. Hubo rebeliones en Nápoles, Aragón, Navarra, pero sin grandes consecuencias.

El Ocaso del Imperio Español en Europa tras la Crisis de 1640

El reino de Felipe III fue época de paz, pero en 1621 se encadenan guerras europeas en las que España se ve involucrada.

  1. La Guerra de las Provincias Unidas: donde Holanda tiene una gran flota que hostiga el comercio español en América y Holanda invade Brasil. Se declara la guerra y en la Batalla de Breda ganan los españoles. En 1639 la derrota española en la Batalla de las Dunas significa la imposibilidad de frenar a los holandeses. La separación de Portugal es para buscar apoyo de Inglaterra frente a Holanda porque España ya no daba apoyo.
  2. La Guerra de los Treinta Años: afecta a casi toda Europa, empezó siendo guerra de religión de austriacos católicos contra príncipes alemanes y escandinavos protestantes. España ayuda a los austriacos y, debido a las victorias iniciales católicas, Francia se pone del lado de los protestantes contra los Austrias. Los españoles fueron derrotados en la Batalla de Rocroi (1643) y se firma la Paz de Westfalia (1648) y así se establece tolerancia religiosa. España perdió territorios del Franco Condado y de Milán. España siguió 11 años en guerra con Francia y terminó en 1659 en la Paz de los Pirineos y se acordó como frontera los Pirineos y significó ceder el Rosellón y la Cerdaña a Francia. También se acordó el casamiento de Luis XIV con María Teresa de Austria (hija mayor de Felipe IV).

En la época de Carlos II hay nuevas guerras contra Francia para determinar la frontera con Flandes. Todas estas guerras determinaron el fin del Imperio Español, aunque este final no se estableció jurídicamente hasta el Tratado de Utrecht en 1713.

La Evolución Económica y Social

El siglo XVII es un siglo de crisis general, heredada del siglo anterior. El Estado gasta en guerras más de lo que recauda y se agrava porque llega menos oro y plata de América y se pierden guerras. Se manifestó de seis maneras:

  1. La demografía: aumenta la mortalidad por hambre, peste y expulsión de moriscos.
  2. Descenso de la mano de obra, sobre todo en zonas del interior.
  3. Hundimiento de artesanía y comercio por competencia exterior.
  4. Inflación monetaria: el Estado acuña monedas y paga deudas.

Consecuencias: el centro de la Península se empobrece mientras que la periferia se recupera. Aumenta la anomia social que se manifiesta en bandidaje y mendicidad. Bancarrota del Estado. Concentración de riqueza en la alta nobleza.

La España del Siglo XVIII

La Guerra de Sucesión y el Sistema de Utrecht

En 1700 murió sin descendencia Carlos II, dando lugar a una guerra de sucesión entre dos candidatos: Carlos de Austria y Felipe de Borbón (fue de 1701-1713). Se trató al mismo tiempo de una contienda europea y de una guerra civil española. Como guerra europea se enfrentaron el bando franco-español y una alianza antiborbónica (Inglaterra, Austria, Holanda y Portugal) temerosa de la unión de Francia y España en una misma corona. Como guerra civil española, la Corona de Castilla apoyaba a Felipe de Borbón. La guerra finalizó a raíz de la elección de Carlos de Austria como emperador de Alemania en 1711, ya que plantearía la amenaza, en el caso de ser también rey de España, de formar un gran bloque hispano-alemán. Ante esta situación, Inglaterra presionó para firmar la Paz de Utrecht en 1713, saliendo vencedor Felipe de Borbón. Inglaterra fue la gran vencedora y obtuvo ventajas mercantiles como el asiento de negros y el navío de permiso y concesiones territoriales (España cede Gibraltar y Menorca, y Francia cede Terranova). España fue la gran perdedora, ya que perdió todos sus territorios europeos y quedó relegada a potencia de segundo rango. La Paz de Utrecht inaugura un nuevo orden internacional basado en el equilibrio entre tres grandes potencias rivales: Francia, Austria e Inglaterra.

El Cambio Dinástico: Los Primeros Borbones

Al instalarse los Borbones en el trono español, a principios del siglo XVIII impusieron un modelo absolutista implantado en Francia por Luis XIV en el que el monarca constituía la encarnación misma del Estado y su poder era prácticamente ilimitado, pues abarcaba todos los poderes. Al principio, Felipe V (1700-1746) empleó validos extranjeros que, tras fracasar, los sustituyó por una burocracia española absolutista y reformista, entre cuyos miembros destacan Melchor Macanaz, José Patiño y José de Campillo. Tras la muerte de Felipe V, su hijo y sucesor Fernando VI (1746-1759) tampoco intervino en el gobierno, sino que dejó actuar a la siguiente generación de burócratas como José Carvajal y, sobre todo, el Marqués de la Ensenada. Estos políticos procedían generalmente de la baja nobleza y dependían del monarca. Sus reformas tenían como finalidad consolidar el poder absoluto de la monarquía mediante una política centralizada.

Reformas en la Organización del Estado: La Monarquía Centralista

Con la llegada de la nueva dinastía se llevan a cabo reformas administrativas y económicas basadas en el centralismo francés y las nuevas ideas ilustradas.

  1. Reformas en la administración del Estado: se promulgaron los Decretos de Nueva Planta (1707) que abolieron la autonomía de la Corona de Aragón e implantaron un modelo único de administración utilizando las leyes de Castilla para todo el territorio, que establecía a un capitán general al frente de una Audiencia y se dividía el territorio en intendencias. El poder político se centralizó y las Cortes perdieron todo su poder.
  2. Reformas económicas:
    • La cuestión agraria: los gobiernos ilustrados realizaron el Expediente general para confeccionar la Ley Agraria de Jovellanos que denunciaba la necesidad de poner nuevas tierras de cultivo en propiedades de los labradores. Nunca llegó a realizarse.
    • La libertad de comercio: el libre comercio abrió definitivamente el comercio directo con América, por lo que se produjo el desarrollo del comercio exterior, pero el comercio interior se estancó por las malas comunicaciones y la política de precios.
    • La producción artesanal: en la industria predominaban los pequeños talleres agrupados en gremios y en el que se usaban métodos arcaicos.

La Práctica del Despotismo Ilustrado: Carlos III

El despotismo ilustrado fue la teoría política dominante en Europa durante el siglo XVIII y se basaba en dos principios: el poder absoluto de la monarquía y el ideal del rey filósofo. El fin de esta política era satisfacer al pueblo, pero sin que este participara, por lo que se puede resumir con la frase “todo para el pueblo, pero sin el pueblo”. El mayor representante español fue Carlos III, que intentó modernizar la sociedad española con la ayuda de ministros como el Conde de Aranda, el Conde de Floridablanca y Campomanes mediante diversas reformas:

  1. Reformó Madrid: empedró sus calles, construyó farolas para alumbrar, creó un sistema de evacuación de residuos.
  2. Potenció una política económica modernizadora: suprimiendo la Mesta, creó Correos, construyó un sistema radial de carreteras en torno a Madrid, desarrolló infraestructuras para el regadío y el Canal de Castilla.
  3. En la Iglesia, su medida más importante fue la expulsión de los jesuitas.
  4. También emprendió reformas en la administración de justicia y en el ejército.

La Evolución de la Política Exterior en Europa

La Paz de Utrecht (1713) puso fin a la Guerra de Sucesión española e inauguró un nuevo orden internacional basado en el equilibrio entre tres grandes potencias: Francia, Inglaterra y Austria. La política exterior de Felipe V (1700-1746) se orienta a la recuperación de las antiguas posesiones españolas en Italia, para lo que fue necesaria la alianza con Francia a través de los llamados Pactos de Familia. El Primer Pacto de Familia (1733) involucró a España en la Guerra de Sucesión de Polonia contra Austria y se obtuvo Nápoles y Sicilia para su hijo Carlos III. El Segundo Pacto de Familia (1743) involucró a España en la Guerra de Sucesión de Austria y proporcionó el Ducado de Parma a Felipe, otro de sus hijos con Isabel de Farnesio. Fernando VI (1746-1759) llevó a cabo una política de neutralidad en los conflictos europeos. En este periodo se lleva a cabo la Paz de Aquisgrán (1748) aprovechada por Fernando VI para convertir a la potencia naval española en la tercera más importante de Europa. Carvajal y Ensenada mantienen el equilibrio internacional. Carlos III (1759-1788), el objetivo principal fue intentar frenar el expansionismo inglés en América. En 1761 se firmó el Tercer Pacto de Familia involucrando a España en la Guerra de los Siete Años, que tras salir derrotada tuvo que ceder la Florida a Inglaterra. Al final de la Guerra de Independencia de EEUU (1776-1783) recuperamos Florida y Menorca. Sin embargo, esta guerra creaba un problema, pues su ejemplo se podía extender a las colonias españolas.

La Política Borbónica en América

La nueva dinastía borbónica impuso un cambio sustancial respecto a América tanto en el plano político-administrativo como en el económico.

  1. Las reformas administrativas pretendían facilitar un control más eficaz de las colonias americanas. Entre las medidas hay que destacar: el traslado a Cádiz de la Casa de Contratación y su disolución en 1790 a causa de la libertad de comercio con América, la creación del virreinato de Nueva Granada y del virreinato de Río de la Plata, la creación de un ejército regular americano y el establecimiento de intendencias en América como las peninsulares.
  2. En la política comercial, los Borbones implantaron una explotación económica de tipo colonial en la que América exploraba materias primas e importaba productos peninsulares y en la que, gracias a la técnica de explotación minera, aumentaron los niveles de plata y oro. Para aprovechar las posibilidades comerciales se adoptaron medidas como: se crearon compañías comerciales y se adoptaron medidas liberalizadoras del consumo con América como el libre comercio de los puertos peninsulares con los americanos.

En conclusión, el comercio aumentó notablemente, aunque la mayoría de las manufacturas enviadas a América eran extranjeras.