Evolución Política de España: De la Crisis del Antiguo Régimen al Siglo XX

Este documento ofrece una visión general de la historia política de España desde principios del siglo XIX hasta principios del siglo XX, abarcando desde la crisis del Antiguo Régimen hasta la crisis del sistema de la Restauración. Se analizan los principales acontecimientos, personajes y corrientes ideológicas que marcaron este período crucial.

Comentario de Texto y de Imagen: Metodología

Comentario de Imagen

  1. Clasificación:
    • Fecha y lugar
    • Tema
    • Medio técnico (fotografía, pintura, cartel…)
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    • Autor o entidad emisora
  2. Análisis:
    • Explicación del tema
    • Elementos clave (símbolos, personajes, escenarios)
    • Técnicas visuales (colores, luces, expresividad) para reforzar el mensaje
  3. Comentario:
    • Relación con el contexto histórico
  4. Crítica:
    • Valoración de su impacto y relevancia histórica

Comentario de Texto

  1. Clasificación del Texto:
    • Tipología: Se clasifica según su origen en:
      • Fuentes primarias (documentos de la época)
      • Fuentes secundarias (análisis posteriores)
    • Naturaleza:
      • Jurídico: Legal, regula normas (leyes, constituciones, tratados).
      • Histórico-literario: Subjetivo, reflejo de procesos históricos (memorias, cartas, ensayos).
      • Circunstancial/Narrativo: Objetivo, informativo (discursos, declaraciones).
      • Historiográfico: Obra posterior con finalidad investigadora.
    • Contenido: Puede abordar política, economía, cultura, sociedad, etc.
  2. Contextualización Espacio-Temporal:
    • Determinar la fecha del texto y el contexto histórico.
    • Identificar el autor y su posición para evaluar subjetividad.
    • Definir el destinatario y el propósito del texto.
  3. Análisis del Texto:
    • Comprender términos y conceptos clave.
    • Esquematizar y resumir ideas principales.
    • Interpretar el plan ideológico.
    • Evitar errores como repetir el texto o hacer juicios subjetivos.
  4. Comentario:
    • Relacionar el texto con su contexto histórico.
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  5. Crítica y Opinión Personal:
    • Evaluar la fiabilidad y objetividad del texto.

Desarrollo Histórico

La Crisis de 1808 y la Guerra de Independencia

El reinado de Carlos IV (1788-1808) estuvo marcado por la crisis económica y la inestabilidad política. Manuel Godoy, valido del rey, tomó las decisiones clave. España, tras una derrota contra Francia (1793-1795), se alió con Napoleón (Tratado de San Ildefonso, 1796), enfrentándose a Inglaterra y sufriendo la derrota de Trafalgar (1805). El Tratado de Fontainebleau (1807) permitió la entrada de tropas francesas, desencadenando el Motín de Aranjuez (1808), que forzó la abdicación de Carlos IV en Fernando VII. Napoleón, mediante las Abdicaciones de Bayona, colocó a José I como rey de España.

El 2 de mayo de 1808, Madrid se sublevó contra los franceses, iniciando la Guerra de Independencia (1808-1814). Se formaron Juntas Provinciales y la Junta Central en Cádiz para coordinar la resistencia y elaborar una Constitución. La guerra enfrentó a la España de José I (con apoyo francés y afrancesados) contra la resistencia española (liberales y absolutistas). Tras victorias iniciales (Batalla de Bailén), Napoleón recuperó el control, pero la resistencia se organizó en guerrillas. En 1812, la situación cambió con la retirada de tropas francesas hacia Rusia. Las tropas españolas e inglesas, lideradas por Wellington, obtuvieron victorias clave (Arapiles, Vitoria, San Marcial), obligando a los franceses a retirarse. El Tratado de Valençay (1813) reconoció la independencia de España y el regreso de Fernando VII.

La Revolución Liberal, las Cortes de Cádiz y la Constitución de 1812

Las Cortes de Cádiz

Durante la Guerra de Independencia, el Consejo de Regencia convocó Cortes Constituyentes en Cádiz (1810) bajo el principio de asamblea única (un diputado, un voto). Las Cortes reconocieron a Fernando VII como rey, pero asumieron la soberanía nacional. Establecieron los principios del liberalismo: soberanía nacional, división de poderes, libertad económica e igualdad jurídica. El objetivo era eliminar el Antiguo Régimen y redactar una Constitución. Los diputados, elegidos por sufragio universal masculino (mayores de 25 años), incluían representantes de España y América. La composición era diversa: eclesiásticos (30%), funcionarios (20%), abogados (20%), nobles y comerciantes (20%) y militares (10%). Ideológicamente, se dividían en:

  • Absolutistas: Defensores del Antiguo Régimen.
  • Liberales: Impulsores del liberalismo.
  • Ilustrados o jovellanistas: Partidarios de reformas moderadas.

Los liberales lograron imponer su visión, consolidando la Revolución Liberal de Cádiz.

La obra legislativa de las Cortes de Cádiz

Las Cortes aprobaron una amplia legislación:

  • Legislación ordinaria:
    • Abolición de los derechos feudales y jurisdicciones nobiliarias.
    • Eliminación de mayorazgos.
    • Desamortización de tierras (afrancesados, jesuitas, Inquisición, Órdenes Militares, municipios), aunque no se aplicó plenamente.
    • Abolición de los gremios.
    • Disolución del Honrado Concejo de la Mesta.
    • Abolición de la Inquisición (1813).
    • Reconocimiento de libertades individuales (imprenta, eliminación de la censura previa).

La Constitución de Cádiz (1812)

Promulgada el 19 de marzo de 1812 (“La Pepa”), fue un compromiso entre absolutistas y liberales, con predominio de estos últimos. Características principales:

  • Soberanía nacional: El poder reside en la nación.
  • Derechos políticos: Libertad de prensa, derecho de propiedad, derecho de reunión.
  • Monarquía hereditaria con poder limitado: Separación de poderes.
  • Poder legislativo: Cortes unicamerales y el rey (con derecho de veto).
  • Poder ejecutivo: El rey, que nombraba a los ministros.
  • Poder judicial: Tribunales.
  • Sufragio universal masculino (mayores de 25 años).
  • Catolicismo como religión oficial y única.

Aunque revolucionaria, no pudo aplicarse plenamente debido a la guerra. Fernando VII la abolió en 1814, pero se reinstauró durante el Trienio Liberal (1820-1823) y entre 1836 y 1837. Su influencia fue clave para el constitucionalismo en España y América.

Las Regencias y el Problema Carlista (1833-1843)

La Primera Guerra Carlista (1833-1840)

Tras la muerte de Fernando VII, Isabel II (3 años) fue proclamada reina, con María Cristina como regente. Esto desató la Primera Guerra Carlista: un conflicto dinástico (carlistas vs. isabelinos) e ideológico (absolutistas vs. liberales). Los carlistas (campesinos, clero, nobles absolutistas) predominaron en zonas rurales. Los isabelinos (burgueses, clases populares urbanas, potencias extranjeras) dominaron en zonas urbanas. Fases de la guerra:

  • Primera fase (1833-1836): Guerrillas carlistas con escaso éxito.
  • Segunda fase (1836-1837): Ofensiva carlista, pero fracaso tras la muerte de Zumalacárregui.
  • Tercera fase (1838-1840): Discrepancias internas carlistas, paz en 1839 (Abrazo de Vergara). Algunos carlistas lucharon hasta 1840.

Consecuencias: Los carlistas aceptaron la paz a cambio de mantener los fueros de Navarra y el País Vasco. Isabel II consolidó su trono y se impuso un sistema liberal.

La Institucionalización del Sistema Liberal (1833-1837)

María Cristina, inicialmente absolutista, adoptó un enfoque moderado. Promulgó el Estatuto Real (1834), más liberal que el absolutismo, pero con soberanía del rey y sufragio censitario restringido. Los liberales se dividieron en moderados y progresistas. En 1836, se realizó la Desamortización de Mendizábal (expropiación de bienes de la Iglesia), con efectos limitados y empeoramiento de la situación campesina. La nobleza adquirió grandes propiedades.

La Constitución de 1837: La presión popular y liberal llevó a una nueva Constitución, equilibrando intereses moderados y progresistas. Reconocía la soberanía nacional y la división de poderes. Establecía un Congreso (sufragio censitario) y un Senado (nombrado por el rey). El sufragio censitario se amplió, pero seguía siendo limitado.

La Regencia de Espartero (1840-1843)

El enfrentamiento entre moderados y progresistas causó la caída de María Cristina y su exilio. El general Espartero (progresista) asumió la regencia. Adoptó medidas impopulares (librecambismo radical, estilo dictatorial, bombardeo de Barcelona). En 1843, tras el pronunciamiento de Narváez, Espartero fue destituido y exiliado. Las Cortes adelantaron la mayoría de edad de Isabel II.

Las regencias fueron una etapa de inestabilidad, con guerra civil, disputas entre liberales y un proceso de consolidación del sistema liberal, con tensiones constantes.

El Reinado de Fernando VII: Absolutismo y Liberalismo. La Independencia de la América Española

Las Cortes de Cádiz y la Constitución de 1812

Durante la Guerra de Independencia, las Cortes de Cádiz (1810) proclamaron la soberanía nacional y sentaron las bases del liberalismo. Aprobaron reformas (abolición de derechos feudales, eliminación de gremios, desamortización). En 1812, promulgaron una Constitución (monarquía constitucional, sufragio universal masculino, división de poderes). Fernando VII la derogó en 1814, restaurando el absolutismo.

El Reinado de Fernando VII (1814-1833)

Tres etapas:

  • Sexenio Absolutista (1814-1820): Fernando VII restauró el absolutismo, persiguió a los liberales y eliminó las reformas de Cádiz.
  • Trienio Liberal (1820-1823): Tras el pronunciamiento de Riego, el rey aceptó la Constitución de 1812, pero conspiró contra el gobierno liberal. La Santa Alianza (Cien Mil Hijos de San Luis) restauró su poder absoluto.
  • Década Ominosa (1823-1833): Nueva etapa absolutista con represión liberal, pero con algunas reformas económicas. La cuestión sucesoria surgió cuando Fernando VII restauró la Pragmática Sanción para permitir que su hija Isabel heredara el trono, provocando el conflicto con su hermano Carlos (Primera Guerra Carlista).

La Independencia de las Colonias Americanas

Durante el reinado de Fernando VII, la mayoría de las colonias americanas se independizaron, impulsadas por la Ilustración, el descontento criollo y el vacío de poder en España. Tras conflictos liderados por Bolívar y San Martín, España perdió la mayor parte de su imperio americano (excepto Cuba, Puerto Rico y Filipinas). El reinado de Fernando VII dejó a España en crisis económica y sin su imperio, marcando el inicio de un nuevo periodo de inestabilidad.

La Década Moderada (1844-1854)

Tras el pronunciamiento de Narváez (1843) y el exilio de Espartero, Isabel II fue proclamada reina (13 años). El Partido Liberal Moderado (conservador), liderado por Narváez, dominó el gobierno, buscando centralizar el poder. José María Bravo Murillo saneó la deuda pública y modernizó la administración. La reina se casó con Francisco de Asís de Borbón.

La Constitución de 1845:

Objetivo principal de los moderados. Características conservadoras: soberanía compartida (Cortes y monarca), sin división de poderes clara (más poder al Gobierno), Congreso (elegido por ciudadanos) y Senado (nombrado por el rey), sufragio censitario (1% de la población). Retroceso en términos de liberalismo, favoreciendo a la alta burguesía y la aristocracia.

Medidas de la Década Moderada:

  • Creación de la Guardia Civil (1844): Mantener el orden público (zonas rurales).
  • Concordato con la Santa Sede (1851): Carácter confesional del Estado, influencia de la Iglesia en la educación.
  • Programa de mejora de infraestructuras: Caminos, puertos, canales, red ferroviaria, Canal de Isabel II.
  • Nueva Ley de Hacienda (1845): Reforma fiscal, pero persistió el fraude fiscal.
  • Código Penal y Civil (1848): Unificación del sistema judicial.
  • Ley de la Administración Local: Aumento del poder central (nombramiento de alcaldes).
  • Ley Moyano (1857): Sistema nacional de instrucción pública.

Problemas del gobierno moderado:

Corrupción política, autoritarismo (Bravo Murillo propuso gobernar por decreto), levantamientos carlistas y oposición progresista. La Segunda Guerra Carlista (1846-1849) terminó con la derrota carlista. El levantamiento conservador (Vicalvarada), apoyado por progresistas y la acción popular, exigió la convocatoria de Cortes y la reforma electoral. Espartero (progresista) lideró el gobierno, finalizando la Década Moderada y dando paso al Bienio Progresista.

El Bienio Progresista y la Vuelta al Moderantismo

El Bienio Progresista (1854-1856)

Comenzó con el pronunciamiento de Vicálvaro (Vicalvarada), liderado por O’Donnell contra el gobierno moderado. El Manifiesto de Manzanares exigió reformas (convocatoria de Cortes, reforma electoral). Isabel II nombró a Espartero presidente, con apoyo de O’Donnell. Reformas liberales, pero sin favorecer a las clases populares:

  • Desamortización de Madoz (1855): Venta de bienes de la Iglesia y Ayuntamientos para financiar la industrialización y la expansión ferroviaria.
  • Ley General de Ferrocarriles (1855): Favoreció la construcción de líneas, beneficiando a capitales extranjeros.
  • Constitución de 1856 (no promulgada, “non nata”): Ideales progresistas, soberanía nacional, división de poderes, sufragio universal masculino, declaración de derechos y libertades.

El gobierno de O’Donnell (La Unión Liberal)

Tras la salida de Espartero, O’Donnell fundó la Unión Liberal (1858), partido de centro (moderados y progresistas), buscando estabilidad y crecimiento económico. Política exterior: Campañas militares para fortalecer el prestigio de España (Guerra de Marruecos (1859-1860), Expedición a México (1862), expedición a Indochina).

Los últimos años de reinado (1863-1868)

Gobiernos moderados (Narváez, González Bravo), pero crisis política y económica. Corrupción electoral, intervención de la reina, ausencia de líderes. Pronunciamientos progresistas (San Gil, 1866). Crisis económica: Crisis financiera (quiebra de empresas ferroviarias), crisis agraria (aumento de precios). Pacto de Ostende (1866): Coalición de partidos de oposición para derrocar a Isabel II y convocar Cortes constituyentes (sufragio universal). Revolución Gloriosa (1868): Caída de Isabel II (exilio a París), inicio del Sexenio Democrático.

Evolución Política del Sexenio Democrático (1868-1874)

La “Gloriosa” Revolución

Causas:

  • Descontento popular: Crisis económica.
  • Crisis de la Hacienda pública: Deuda nacional.
  • Crisis política del sistema liberal: Oposición unificada contra el gobierno de Narváez.

Pacto de Ostende (1866): Acuerdo entre progresistas, demócratas y la Unión Liberal para derrocar a Isabel II y convocar una Asamblea Constituyente (sufragio universal masculino). Pronunciamiento fallido del cuartel de San Gil (1866). Revolución de 1868 (“Gloriosa”): Pronunciamiento de Topete en Cádiz (Manifiesto “España con honra”). Victoria de Serrano en Alcolea, derrota de las tropas de Isabel II, exilio a París. Gobierno provisional (Serrano), elecciones a Asamblea Constituyente (victoria progresista).

La Constitución de 1869

Primera Constitución democrática de España (sufragio universal masculino). Características:

  • Soberanía nacional: El poder reside en el pueblo.
  • Monarquía parlamentaria: Rey con poderes limitados.
  • Poder legislativo: Cortes (Congreso y Senado).
  • Poder ejecutivo: Rey a través de un Consejo de Ministros (responsables ante las Cortes).
  • Poder judicial: Independencia judicial.
  • Declaración de derechos: Libertad de residencia, enseñanza y culto.

Avance significativo en derechos y sistema político.

La Monarquía de Amadeo de Saboya (1871-1873)

Tras la marcha de Isabel II, las Cortes eligieron a Amadeo de Saboya como rey. Reinado breve y problemático: Asesinato de Prim (principal aliado), falta de apoyo popular, nobleza e Iglesia. Problemas políticos:

  • Sublevación en Cuba: Primera guerra por la independencia (1868-1878).
  • Tercera Guerra Carlista (1872-1876).
  • Crisis interna en su partido político: Tres elecciones, seis cambios de gobierno.

Amadeo I abdicó en 1873.

La Primera República (1873-1874)

Tras la abdicación de Amadeo, las Cortes proclamaron la Primera República Española. Débil e inestable. Lucha interna (República federal vs. República unitaria). Problemas:

  • Tercera Guerra Carlista.
  • Cantonalismo: Movimiento separatista.
  • Guerra de Cuba (apoyo de Estados Unidos).

Fin de la Primera República: Golpe de Estado de Pavía (2 de enero de 1874). “República de orden” (Serrano). Preparación del regreso de la monarquía Borbónica. Pronunciamiento en Valencia (diciembre de 1874): Alfonso XII, rey.

El Establecimiento de Alfonso XII y el Funcionamiento del Sistema Canovista

El establecimiento de Alfonso XII y la Restauración Borbónica

El pronunciamiento de Martínez Campos (29 de diciembre de 1874, Sagunto) marcó el fin de la Primera República y la proclamación de Alfonso XII como rey (inicio de la Restauración Borbónica). Manifiesto de Sandhurst (firmado por Alfonso XII): Compromiso con una monarquía parlamentaria. Ministerio-Regencia (Cánovas del Castillo): Inicio del nuevo régimen. Recepción popular indiferente.

El sistema Canovista

Antonio Cánovas del Castillo: Artífice del sistema político. Alternancia de dos partidos (Conservador y Liberal) para evitar enfrentamientos e intervenciones militares. Sistema no plenamente democrático: Fraude electoral (“turno de partidos”). Control y manipulación de elecciones (especialmente en áreas rurales, caciques). Constitución de 1876: España como monarquía parlamentaria, amplios poderes para el rey. Libertades individuales limitadas.

El Reinado de Alfonso XII (1875-1885)

Resolución de problemas heredados del Sexenio Democrático:

  • Tercera Guerra Carlista: Victoria del ejército español (1876).
  • Guerra de Cuba: Paz de Zanjón (1878), Cuba como provincia española.

Periodo de estabilidad hasta la muerte de Alfonso XII (1885).

La Regencia de María Cristina (1885-1902)

Muerte de Alfonso XII (27 años): Crisis política. Pacto del Pardo (1885): Acuerdo entre Cánovas y Sagasta. Regencia de María Cristina (esposa de Alfonso XII, madre de Alfonso XIII): Mantenimiento de la estabilidad. Partido Liberal (1885-1890): Reformas (sufragio universal masculino, 1890). Partido Conservador: Varias ocasiones en el poder. 1902: Mayoría de edad de Alfonso XIII. Crisis del sistema de turno pacífico.

La Oposición Política al Régimen de la Restauración

El sistema de turno de partidos excluyó a movimientos políticos y sociales (carlistas, republicanos, socialistas, anarquistas, nacionalistas). La oposición ganó fuerza (finales del siglo XIX, principios del XX), contribuyendo a la crisis del sistema.

Carlistas y republicanos:

  • Carlistas: Tras la derrota en la Tercera Guerra Carlista, grupo marginal. Antiliberalismo radical, ultracatolicismo.
  • Republicanos: Divididos (unitarios, federales, radicales, posibilistas). Apoyo popular, pero división interna.

La oposición política surgida del movimiento obrero:

  • Socialistas: Influencia marxista. Lucha obrera por medios políticos. PSOE (1879). Oposición a la violencia, sistema socialista (propiedad socializada).
  • Anarquistas: Tras la llegada de Giuseppe Fanelli. Oposición al sistema electoral, abolición del Estado. Dos corrientes: anarcosindicalismo (rechazo de la violencia), anarcocomunismo (acción directa, atentados).

Movimientos nacionalistas:

Finales del siglo XIX. Cataluña y País Vasco. Más autonomía o independencia.

  • Nacionalismo catalán: Movimiento cultural (Renaixença), movimiento político (Unió Catalanista, Lliga Regionalista). Autonomía catalana dentro de España.
  • Nacionalismo vasco: Fundado por Sabino Arana. Independencia del País Vasco, identidad cultural vasca separada de España.

La Crisis de 1898 y la Liquidación del Imperio Colonial

Pérdida de las últimas colonias (América, Asia) tras la guerra con Estados Unidos (1898, Desastre de 1898). Fin de una época, inicio de la crisis del sistema de la Restauración.

La liquidación del Imperio Colonial:

  • Insurrección de Cuba: Rebelión contra España (1895). Incumplimiento de promesas de autogobierno, influencia de Estados Unidos.
  • Intervención de Estados Unidos y la derrota española: Explosión del acorazado Maine (La Habana). Estados Unidos declaró la guerra. Derrotas españolas (Cuba, Filipinas).
  • Pérdidas territoriales: Cuba, Puerto Rico, Guam, Filipinas. Islas del Pacífico vendidas a Alemania.

Consecuencias del Desastre de 1898:

  • Ideológicas: Conmoción, pesimismo (clases populares).
  • Económicas: Pérdida de mercados americanos, repatriación de capitales.
  • Políticas: Aumento de críticas al sistema, pero el régimen sobrevivió.
  • Culturales: Explosión intelectual (Generación del 98). Análisis de las causas de la decadencia de España.

El regeneracionismo:

Movimiento surgido tras el Desastre de 1898. Impulsado por Joaquín Costa. Modernización del país, mejora de la economía, educación y política. Lema: “Escuela y Despensa”. Mayor educación, modernización económica, eliminación de la corrupción política. Sin éxito como alternativa política, pero influencia en políticos conservadores y liberales.

Referencias a los temas en el texto original:

  • Constitución 1812 (T.2): Mencionada en la introducción y en la sección sobre las Cortes de Cádiz.
  • Fin de la Guerra de Independencia (1808-1813) y gobierno de Fernando VII (T.3): Se desarrolla en las secciones correspondientes.
  • Manifiesto de Manzanares (T.6): Se menciona en la sección sobre el Bienio Progresista.
  • “España con honra” y la Revolución de 1868 (T.7): Se explica en la sección sobre el Sexenio Democrático.
  • Abdicación de Amadeo de Saboya (T.7): Se detalla en la sección sobre el Sexenio Democrático.
  • Restauración y reinado de Alfonso XII (T.10): Se aborda en la sección correspondiente.
  • Movimiento obrero (T.12): Se trata en la sección sobre la oposición política.
  • Tratado de paz entre España y Estados Unidos (T.12): Se menciona en la sección sobre la crisis de 1898.