Evolución Demográfica en España: Natalidad, Fecundidad y Mortalidad

Dinámica natural de la población en España

Los mayores cambios en la evolución de la población española se han producido por el movimiento natural de la población, es decir, los nacimientos y las defunciones cuya interrelación da lugar al crecimiento natural o vegetativo.

Natalidad

La natalidad nos indica los nacimientos habidos en una población, generalmente en un año, por cada mil habitantes. En épocas anteriores, la natalidad española era elevada y se mantuvo en niveles relativamente altos, superiores al 20 %, hasta finales de la década de 1960. Sin embargo, en las últimas décadas se ha ido reduciendo. Actualmente, España tiene una tasa bruta de natalidad del 9,14 %. La tendencia ha sido claramente descendente, pues el pequeño repunte en 2007 se debió a la mejora económica y a la presencia de inmigrantes.

Los motivos del descenso han sido muy variados, pudiendo mencionarse:

  • El alto coste económico de la vida y de los hijos.
  • Las dificultades del mercado laboral.
  • El cambio de mentalidades.
  • La incorporación de la mujer al mundo laboral.
  • La menor influencia de las ideas religiosas.
  • El retraso en el matrimonio y la llegada del primer hijo.

Por comunidades autónomas, aunque en todas ellas la natalidad se ha reducido, se aprecian diferencias. La comunidad con mayor natalidad es Murcia, seguida de Madrid, Andalucía, Navarra y Cataluña. La comunidad autónoma con menor natalidad es Asturias, seguida de Galicia y Castilla y León. Por tanto, son las comunidades del norte y centro peninsular las que presentan tasas más bajas, como consecuencia del envejecimiento demográfico y de la emigración de sus jóvenes, mientras que las comunidades del área mediterránea y del sur, incluida Madrid, tienen mayores tasas.

Fecundidad

La fecundidad relaciona el número de nacimientos con el número de mujeres en edad de tener hijos. El retraso en la edad de la maternidad ha sido la tendencia de las últimas décadas y actualmente la edad media en que las mujeres tienen su primer hijo es superior a los 30 años. Este hecho está relacionado con el aumento de la edad media en la que se casan: hombres (34,5 años) y mujeres (32,2 años), lo que incide sobre la reducción del tiempo de edad fértil en la pareja y, por tanto, el número de hijos. España ha tenido unos altos índices de fecundidad durante la mayor parte del siglo XX. A partir de los años ochenta, las cifras descendieron por debajo del índice de reposición hasta alcanzar 1,13 hijos en 2017, uno de los índices más bajos del mundo, lo que anuncia un descenso de la población española para los próximos años.

Por comunidades autónomas, tienen una fecundidad inferior a la media Canarias, Asturias, Galicia, Castilla y León y Cantabria, áreas en general con un importante envejecimiento. Los valores superiores corresponden, además de a las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, a Murcia, Andalucía, Madrid, Cataluña y Navarra.

Mortalidad

La mortalidad alude a las defunciones habidas en una población, generalmente a lo largo de un año, y se expresa a través de la tasa bruta de mortalidad. Hasta finales del siglo XIX, España había tenido elevadas tasas de mortalidad. Desde entonces, la tendencia ha sido decreciente debido a las mejoras sanitarias e higiénicas y en la alimentación. Las causas más frecuentes de muerte han cambiado a lo largo del tiempo. En épocas anteriores, las principales eran las enfermedades infecciosas, la deficiente alimentación y, en general, las malas condiciones de vida. En la actualidad, las causas principales se relacionan con las llamadas 3 C (corazón, cáncer y carretera). En nuestro país, el mayor peso lo tienen las enfermedades cardiovasculares, el cáncer y las enfermedades respiratorias, seguidas por las degenerativas (propias de edades muy avanzadas), los suicidios (principal causa de muerte no natural) y los accidentes de tráfico.

Por comunidades autónomas, existen algunas diferencias apreciables. Las que tienen tasas superiores a la media son aquellas con mayor envejecimiento de su población, y todas están situadas en la mitad norte de la península: Asturias, Castilla y León, Galicia, Aragón y Cantabria. Las menores tasas corresponden a Madrid, Canarias, Murcia, Baleares y Andalucía, que cuentan con una población menos envejecida.

Muy relacionada con la mortalidad se encuentran la tasa de mortalidad infantil, referida a niños menores de un año, y la esperanza de vida, número medio de años que una persona tiene la posibilidad de vivir cuando nace.

  • La mortalidad infantil es un indicador del desarrollo sanitario de una sociedad. España comenzó el siglo XX con una elevada mortalidad infantil, pero se ha ido reduciendo, pasando de 150 ‰ en 1920. Hoy las tasas apenas llegan al 3 ‰.
  • La esperanza de vida está también muy relacionada con las circunstancias sanitarias y el bienestar de la sociedad. A principios del siglo XX, la esperanza de vida en España rondaba los 35 años. En la década de 1960 llegaba ya a los 70 años. Esto hace de España, junto a Japón, Italia y Francia, uno de los países del mundo con mayor esperanza de vida. Por sexos, la mujer tiene una mayor esperanza de vida que los hombres, lo que se intenta explicar por una mayor resistencia biológica femenina o ciertos hábitos asociados a los varones, aunque tienden a igualarse.

Crecimiento natural o vegetativo

De la relación entre mortalidad y natalidad obtenemos el crecimiento natural o vegetativo, que es la diferencia entre ambas. Si el número de nacidos es mayor que el de fallecidos, el crecimiento natural será positivo, y negativo en caso contrario. El crecimiento natural de la población española ha fluctuado durante el siglo XX. Sin embargo, la tendencia general ha sido descendente.

Por comunidades autónomas, las que presentan las tasas más elevadas son Madrid, Murcia, Andalucía y Cataluña, junto a Baleares y Canarias. Por el contrario, las de menor crecimiento natural, con valores negativos, son Asturias, Galicia y Castilla y León, así como Cantabria y Extremadura, debido a su estructura demográfica más envejecida.