Evolución del Lenguaje y su Impacto en la Inteligencia Humana

Según Steven Pinker, es posible que en un principio la aparición del lenguaje estuviera relacionada con el hecho de que ciertas zonas del córtex, que se ocupan de efectuar cómputos abstractos, pudiesen acabar enlazadas con las zonas que controlan el flujo de información. Los monos tota son capaces de emitir llamadas de alerta ante la presencia de depredadores, discriminando si se trata de un águila o de una serpiente. Es posible que llamadas de este tipo, que Pinker llama «cuasi-referenciales», quedaran bajo el control voluntario del córtex, llegando a combinarse para poder expresar sucesos más complejos. “Al mismo tiempo, se habría desarrollado una capacidad para analizar combinaciones de llamadas en segmentos discretos.” No se sabe en qué momento de la evolución surge el protolenguaje, ni tampoco la velocidad a la que fue evolucionando hasta llegar a convertirse en el sistema de comunicación tan complejo de que disponemos en la actualidad. Es posible que exista una vinculación entre la fabricación de útiles complejos y el desarrollo del lenguaje. La fabricación de artefactos con cierta complejidad sólo es indicio de una mente compleja, y cabe la posibilidad de que esa mente compleja estuviese equipada para utilizar el lenguaje.

Teoría de William Calvin sobre la Planificación Cerebral y el Lenguaje

William Calvin desarrolla una interesante teoría que permite conectar la planificación cerebral, necesaria para la realización de movimientos balísticos, y la aparición del lenguaje. Frente a los movimientos lentos, que permiten su corrección para aumentar su eficacia, los movimientos balísticos requieren de una gran planificación, ya que, al tratarse de movimientos repentinos (un quinto de segundo de duración), las correcciones son altamente ineficaces porque los tiempos de reacción son extremadamente largos. Para evitar las reacciones correctoras, el cerebro tiene que planificar cada detalle del movimiento con suma precisión si queremos que sea eficaz. La tesis de Calvin es que las áreas cerebrales que regulan los músculos faciales, responsables de la modulación de los sonidos, “descansarían en la misma plantilla secuenciadora que el movimiento de la mano al arrojar un proyectil”; de esta manera, las mejoras en la destreza para desarrollar movimientos balísticos redundarían en una mejora de nuestra capacidad lingüística. “El don del habla sería un beneficio incidental, un postre a elegir, por así decirlo, causado por la necesidad de unirse”.

El Lenguaje y la Inteligencia

¿Qué ventajas adaptativas supone la aparición del lenguaje? y ¿en qué medida el lenguaje contribuye a la inteligencia? Son dos cuestiones que tienen que ser abordadas en una teoría evolucionista del lenguaje.

Modelo de la Torre de Generación y Prueba de Daniel Dennett

Daniel Dennett ha propuesto un modelo para explicar, desde una perspectiva evolucionista, las modificaciones que supuso la irrupción del lenguaje en el proceso evolutivo. Dennett llama a su modelo explicativo la torre de generación y prueba. Según este principio, en la construcción de una torre, cada planta que se construye eleva al organismo a un nivel de desarrollo que le permite mejorar su conducta y hacerla más eficaz en el proceso de adaptación al medio.

«En el principio estaba la evolución darviniana de las especies por selección natural. Variados organismos candidatos se generaron ciegamente a través de procesos más o menos arbitrarios de recombinación y mutación de genes. Estos organismos se sometieron a prueba en el terreno y sólo los mejores diseños sobrevivieron. Este es el primer piso de la torre. Permítaseme llamar a los habitantes de este nivel criaturas darvinianas». Un subgrupo de estas criaturas darvinianas presentaría la capacidad de adaptarse al entorno gracias a la posibilidad de disponer de mecanismos reforzadores de conductas aptas. Su habilidad para adaptarse al medio debería venir determinada por su capacidad para reforzar aquellas conductas que fuesen más eficaces. Estos sujetos componen el grupo de las criaturas skinnerianas. Un tercer grupo de criaturas estaría compuesto por aquellos individuos, pertenecientes al grupo de las criaturas skinnerianas, que han alcanzado la capacidad de elaborar hipótesis y planificar su comportamiento sobre la base de la información del medio externo e interno, alcanzando una enorme capacidad de versatilidad de comportamiento. Este tercer grupo de criaturas reciben el nombre de criaturas popperianas. En el proceso de la recuperación de información del medio y la toma de decisiones jugará un papel primordial el lenguaje. A las criaturas que suceden a las popperianas, Dennett las denomina criaturas gregorianas. Estas criaturas se caracterizarán por hacer del lenguaje una herramienta no sólo de comunicación, sino también una herramienta que aumenta la inteligencia. «Un par de tijeras no es sólo un resultado de la inteligencia, sino algo que dota de inteligencia (inteligencia potencial externa) en un sentido muy directo e intuitivo: cuando damos a alguien un par de tijeras, incrementamos su potencial para alcanzar, con mayor rapidez y seguridad, los movimientos inteligentes» [La peligrosa idea de Darwin, p.622].

Concepción Supra-comunicativa del Lenguaje de Andy Clark

Andy Clark también participa de esta concepción que él llama supra-comunicativa del lenguaje. La incorporación del lenguaje supone una alteración de los circuitos y de las estructuras computacionales de nivel superior del cerebro. La cultura y el lenguaje permiten una readaptación de nuestro hardware innato, que complementaría los recursos ya existentes del sistema para generar comportamientos inteligentes. Estas operaciones complementarias estarían involucradas en la creación de estructuras de autoconocimiento, que permitirían el control de la conducta y la posibilidad de modular nuestro comportamiento en base a la formulación de hipótesis.