Evolución del Gallego Escrito: Desde el Siglo XIX hasta la Actualidad

El Rexurdimento: La Popularización del Gallego

Cantares Gallegos fue el primer libro escrito en gallego desde la Edad Media. Galicia pasó por diferentes modelos de práctica, de manera que podemos reconocer el período específico de un texto a la luz de las características lingüísticas que presenta. Según Enrique Fernández y Benigno Monteagudo, se distinguen en la escritura en gallego las siguientes etapas: la popularización del gallego, el gallego diferencialista, el gallego protoestándar y el gallego estándar.

Esta etapa del gallego, tanto la doctrina la consideraba ya propia del Rexurdimento. Se caracteriza por la presencia de castellanismos, dialectalismos y vulgarismos propios del discurso, con referencia al lenguaje oral popular y el recurso al castellano para hacer frente a las deficiencias léxicas inherentes a un lenguaje reducido a las áreas coloquial y familiar durante siglos. Los autores de este período tendrán un claro interdialectalismo, no hacen sino reflejar el discurso de su país natal, intentando utilizar las funciones de vocabulario y lingüísticas de las distintas variedades geográficas del gallego. Estos escritores se pusieron a escribir sin ninguna referencia o modelo de lenguaje. Eduardo Pondal, con los cambios de situación en relación con la lengua utilizada, tiene mucho respeto a la literatura portuguesa y hace uso de cultismos tomados directamente del latín y griego. Utiliza el modelo de la ortografía de la lengua española, que es la que mejor sabe hacer. El problema era que había fonemas que no existen en español, como las vocales medio abiertas y medio cerradas, y decidió no representarlas por escrito. La escritura del siglo XIX utilizaba apóstrofes en secuencias de comandos y contracciones vocales para representar las reuniones propias del lenguaje hablado.

Desde el Comienzo del Siglo XX hasta 1936: El Gallego Diferencialista

En un intento por lograr un gallego más puro, los escritores de la época de las Irmandades da Fala, el Seminario de Estudos Galegos y la Generación Nós quieren liberar a la lengua gallega de la interferencia dominante del castellano durante siglos. Esto nos lleva a incurrir en el hipergalleguismo o diferencialismo. Algunos castellanismos todavía siguen presentes en esta etapa, especialmente adaptados a la fonética gallega. Además, el uso del gallego se extiende a todo tipo de géneros y temas. Los autores llegan a la edad gallega y portuguesa. La difusión de los textos medievales de Galicia favorece el uso de arcaísmos que comienzan a aparecer con bastante frecuencia. La necesidad de quitar a los españoles para sustituir los términos por “luismi” gallego, mientras que otros pagan aceptándose la forma portuguesa. Parece que se ofrecen otros idiomas como el italiano, anglicismos y galicismos, y cultismos tomados del latín y el griego. La Real Academia Galega, fundada en 1906, destinada a crear un diccionario y una gramática, empieza a convertirse en el primer diccionario monolingüe en 1913. Este es el primer diccionario monolingüe en gallego, pero se rompe en 1928 en la voz “cativo”. Las Irmandades da Fala y el Seminario de Estudos Galegos analizaron las bases para el establecimiento de una norma del gallego escrito. En 1933 publican sus normas respectivas.

Nós adopta las reglas del seminario de inmediato, lo que tiene especial relevancia debido al peso de la revista en el ámbito nacional del momento. Las normas principales son:

  • Rechazo de la i griega (y).
  • Uso de los grafemas ll y ñ.
  • Elección de x.
  • Empleo de h según la etimología.
  • Mantenimiento de las consonantes en grupos de voces cultivadas.
  • Abandono del apóstrofe y reducción del uso de guion.
  • El plural de los polisílabos terminados en -l en singular es -is.

Desde la Guerra Civil hasta la Actualidad: El Gallego Protoestándar y Estándar

El gallego protoestándar abarca desde la Guerra Civil hasta los años 70. La primera parte de esta etapa, en la que la escritura en gallego permanece en el exilio, representa una continuación de la anterior, con características similares a dicho idioma. Después de las limitaciones impuestas por la guerra y la dictadura, la posterior recuperación se inicia en 1950 con la fundación de la Editorial Galaxia. Los textos publicados en esta editorial marcan la ruta de la escritura en gallego durante más de dos décadas. Se puede apreciar la intención de evitar hiperenxebrismos y dialectalismos. En 1965, se imparte la primera clase de literatura gallega en la Universidad de Santiago de Compostela. En 1970, la Real Academia Galega publica sus primeras reglas, que completa un año más tarde con las Normas ortográficas y morfológicas del idioma gallego. En 1971 se crea en la Universidad de Santiago el Instituto da Lingua Galega, un órgano de gran importancia en el estudio del gallego.

Algunos hitos de la época son:

  • 1959: Franco publica el Diccionario Gallego-Castellano de Eladio Rodríguez González.
  • 1968: Publicación de O porco de pé de Vicente Risco.

El gallego estándar corresponde a la época en que la lengua gallega alcanza el estatus cooficial, con la entrada en vigor del Estatuto de Autonomía (1981), que marca un punto de inflexión en la historia de la lengua. En 1982 se declaran oficiales las Normas ortográficas y morfológicas del idioma gallego, preparadas por la Real Academia Galega y el Instituto da Lingua Galega. En 1986, miembros del Instituto da Lingua Galega publican una gramática del gallego, ampliada en 2002. En 1990, la Real Academia Galega y el Instituto da Lingua Galega publican el Diccionario de la lengua gallega, que se amplía en 1997.

Sobre la base de las normas de 1982, en los años 1995 y 2003 se introdujeron algunas modificaciones para establecer la norma actualmente en vigor. La última versión se conoce como la “normativa de la concordia”. Fructíferas negociaciones y concesiones por ambas partes nos permiten hablar hoy de una normativa oficial aceptada por la inmensa mayoría de los sectores sociales.