La Prosa Castellana en el Siglo XV y su Evolución en el Renacimiento
Desarrollo de la Prosa en el Siglo XV
El desarrollo de la prosa castellana en el siglo XV sigue los modelos de la época, marcados por el auge de las novelas idealistas y la sátira de costumbres.
Novela Idealista
La novela idealista se caracteriza por presentar una realidad estilizada o embellecida, alejándose del realismo. En este periodo, triunfaron las novelas sentimentales, como las de Juan Rodríguez del Padrón. La novela de caballerías más valorada fue Amadís de Gaula.
Sátira de Costumbres
La obra más representativa de la sátira de costumbres del siglo XV es Arcipreste de Talavera. Esta obra aborda el amor desde una perspectiva cristiana y anticortesana, incorporando numerosos tópicos misóginos comunes en la época. Destaca su lengua coloquial, llena de refranes y giros populares.
Teatro en el Siglo XV
El teatro fue el género que menos se desarrolló durante este siglo. Continuaba el teatro religioso de la Edad Media, pero también apareció el teatro renacentista, concebido para ser leído, que imitaba la comedia humanista, como se observa en La Celestina.
La Celestina de Fernando de Rojas
La Celestina es la obra más significativa del clima espiritual de la época. Refleja el desconcierto y pesimismo de un período de transición, en el cual desaparecen los valores medievales sin que se haya impuesto aún el optimismo renacentista. Por primera vez en la literatura castellana, se manifiesta la sensibilidad moderna desde una perspectiva pesimista, donde el radical individualismo de los personajes los conduce al dolor y la muerte.
Fernando de Rojas: Autor y Contexto
Fernando de Rojas fue un hombre de leyes que vivió en diferentes ciudades castellanas a finales del siglo XV. Representa el escritor moderno, universitario y urbano, alejado de la aristocracia y la cultura eclesiástica.
Género Literario de La Celestina
La Celestina es una obra dialogada que sigue el modelo de la comedia humanística italiana, la cual imitaba a los clásicos latinos Plauto y Terencio. Este tipo de composición se escribía en latín y era un teatro para ser leído, no para ser representado. La Celestina combina rasgos del teatro, como la forma dialogada, y de la novela, como el tono sentimental y psicológico, además de frecuentes cambios de escenario.
Personajes y Temas
Los personajes son realistas y evolucionan a lo largo de la obra. Todos son arrastrados por las pasiones: Calisto y Melibea actúan movidos por el amor, mientras que la codicia domina a Celestina y a los criados. Cada uno de ellos muestra matices variados, son personajes diferenciados que no responden a los modelos literarios. Un rasgo renacentista e innovador de la obra es que los personajes comparten un fuerte individualismo y una visión del mundo pagana y trágica: no se sienten culpables, sino víctimas de la caprichosa Fortuna que rige sus destinos.
Los temas principales son tres: amor, fortuna y muerte. La fortuna, el azar, mueve a los personajes a través de las pasiones y los conduce a la muerte. Junto a esta visión del mundo como un caos, el argumento encadena los acontecimientos con una sólida lógica de causa-efecto. La fuerza de la pasión amorosa mueve a Calisto y Melibea, la codicia empuja a los criados y a Celestina, y todos van hacia la muerte, víctimas de un destino incomprensible.
El Nacimiento de la Novela Picaresca
En el nacimiento de la novela picaresca influyeron razones literarias y sociales. La literatura renacentista omitía la realidad vulgar; la picaresca contrapone a los héroes idealizados de la novela pastoril o de los relatos caballerescos un nuevo protagonista antiheroico y real, movido por ambientes vulgares, conocidos y pobres.
Estructura de Lazarillo de Tormes
Lazarillo de Tormes está escrita en forma de epístola autobiográfica, es decir, una carta dirigida a un destinatario al que se alude. Este recurso aporta verosimilitud al relato, escrito en primera persona.
Consta de un prólogo y siete tratados muy desiguales. En el prólogo se justifica el propósito de la obra, mientras que los tratados recogen las diversas peripecias del protagonista, Lazarillo de Tormes, al servicio de muchos amos, desde la infancia hasta la edad adulta. Narra su vida como un hombre casado con la criada del arcipreste de San Salvador, su protector, y su trabajo como pregonero en Toledo.
Prólogo y Tratado VIII
El prólogo empieza con una parodia del estilo elevado característico de las novelas idealistas. El tono recuerda el estilo de los libros de caballerías, sus héroes y sus hazañas, y preludia la ironía. Poco después, Lázaro pasa a narrar su historia en el estilo llano que mantendrá en el resto del libro, y entonces aparece el presunto destinatario del escrito, “Vuestra Merced”. El personaje que se esconde no se desvela más que parcialmente al final del libro.
Tratado I: El Ciego
Lázaro cuenta que, siendo muy niño, encarcelaron a su padre por ladrón y que su madre lo entregó a un ciego para que le sirviera. El ciego es un hombre astuto y cruel, que personifica el mundo hostil en que se ve inmerso el niño. Lázaro se da cuenta de que con este amo está solo y se las tiene que ingeniar para sobrevivir. La soledad, el hambre y el sentimiento de desamparo del protagonista se hacen patentes con tal intensidad que provocan en el lector piedad y simpatía hacia Lázaro. Las anécdotas son de origen folclórico. Lázaro va evolucionando a partir de las lecciones que recibe; con el ciego empieza la educación moral que, a fuerza de golpes, desarrolla una gran astucia que le permite vengarse de su amo.
Tratado II: El Clérigo de Maqueda
En esta parte se intensifica el motivo del hambre del protagonista. Si el ciego era cruel, el clérigo es avaro, y Lázaro debe volver a ingeniárselas solo. Las anécdotas entre amo y criado proceden de la tradición; se establece entre ellos una especie de competencia: el amo aguza el ingenio para no dar nada a su criado, y éste, para conseguir algo de alimento.
Tratado III: El Escudero
Lázaro pasa al servicio de un orgulloso y pobrísimo escudero, que tiene un vacío sentido del honor que le impide trabajar, pero sí que le permite contraer deudas. Lázaro ya es un niño con experiencia y, aunque el escudero oculta su verdadera situación, el niño acaba adivinándola.
Tratado IV: El Fraile de la Merced
A partir de este tratado se rompe el ritmo narrativo por su brevedad. El protagonista toma un papel de espectador-relator, no se sigue el desarrollo psicológico de Lázaro. En este breve tratado, relata que Lázaro sirve a un fraile de la Merced. Aquí casi no hay anécdotas ni narración.
Tratado V: El Buldero
El buldero era el hombre que vendía bulas, unos documentos con el sello del Papa que concedían privilegios. Había bulas que permitían comer carne en los días en que la Iglesia lo prohibía. El negocio de las bulas daba lugar a numerosos fraudes y protestas. El buldero es el más desenvuelto y desvergonzado.
Tratado VI: El Maestro de Pintar Panderos y el Aguador
Se cuenta que Lázaro sirvió a dos amos y que con el segundo, el aguador, estuvo cuatro años. Con los ahorros de su trabajo, decidió comprarse una espada y ropa. Parece que ha pasado la adolescencia y ya es un adulto.
Tratado VII: El Arcipreste de San Salvador
Lázaro cuenta que ha estado con un alguacil, pero que lo ha abandonado porque le parece un oficio peligroso. Tras tantas penurias, ha llegado a ser pregonero; el arcipreste lo ha casado con su criada. No le importa que la gente hable sobre el “buen puerto”, esto es, sobre las relaciones entre ellos, pues con fuerza y maña ha ascendido socialmente, y se muestra satisfecho de su situación.
El Protagonista de Lazarillo de Tormes
Uno de los elementos más innovadores de Lazarillo es el tipo de protagonista: Lázaro es un antihéroe por su origen social y por el mundo en que se mueve. Es un personaje que va evolucionando a lo largo de la obra; narra la historia de un personaje desde la infancia hasta la madurez.
Lazarillo presenta el proceso educativo en un sentido irónico, ya que el Lázaro que escribe es un hombre amoral y materialista que acepta su degradación, se muestra orgulloso de sí mismo y se pone como ejemplo.
Tema e Intención de Lazarillo de Tormes
En Lazarillo encontramos burla y humorismo, pero también una crítica social y religiosa.
La Picaresca Posterior a Lazarillo
Lazarillo tuvo un gran éxito y dio a conocer un nuevo relato: la novela picaresca. Estas novelas mantienen la forma autobiográfica. La picaresca posterior suele mostrar a un protagonista cruel, ladrón e insolidario, el pícaro. En estas obras se expresa la crítica social y el tono general es pesimista y desengañado.
Prosa Histórica
La conquista de América estimuló la descripción de ese nuevo mundo y la narración de su colonización.
Prosa Religiosa
En la segunda mitad del siglo XVI, coincidiendo con la Contrarreforma y el auge de la poesía mística, aparece una prosa de tema moral y religioso que en algún caso alcanzó gran difusión.
Santa Teresa de Jesús
Santa Teresa de Jesús, junto con Fray Luis de León y San Juan de la Cruz, representa la prosa ascética y mística. Fue una excelente prosista. Usaba un lenguaje vivo y antirretórico en obras como Libro de la Vida.