Evolución de la Poesía y la Novela Española desde el Modernismo hasta la Actualidad

LA POESÍA DESDE EL MODERNISMO A LAS VANGUARDIAS

A finales del siglo XIX se vuelve a la originalidad o la libertad creativa del Romanticismo. La crisis provocó un cambio en el movimiento literario.

a) El Modernismo

Se inspira en el parnasianismo y el simbolismo. Los temas son la soledad, el escapismo, el cosmopolitismo, el amor y el erotismo. Se caracteriza por innovar, ser original y perfecto.

  • Rubén Darío y Manuel Machado son los representantes del modernismo parnasiano. Rubén Darío evoluciona desde una estética parnasiana en Azul, hacia temas trascendentes en Cantos de vida y esperanza.
  • Antonio Machado será el principal poeta del modernismo simbolista. Reflexiona sobre del paso del tiempo y la muerte: En Campos de Castilla aparece el tema de España y poemas dedicados a su mujer.
  • Juan Ramón Jiménez entiende la escritura como una búsqueda de la belleza y de la perfección. También, concibe la poesía como un medio para entender la realidad. El deseo de eternidad es uno de sus temas constantes. De sus obras destacan Diario de un poeta recién casado o Dios deseado y deseante.

b) Las Vanguardias

Revolucionan el panorama artístico occidental.

  • Futurismo: usa elementos como el valor, la audacia y la revolución. Tienen carácter agresivo, se suprimen los signos de puntuación, la ordenación lineal y la adjetivación. El hombre no preocupa como tema artístico.
  • Surrealismo: pretende explotar el mundo de los sueños con la escritura automática. Tiene las libertades sintácticas y léxicas del futurismo, cubismo y dadaísmo. Destaca Dalí.
  • Ultraísmo: sus principales figuras son Ramón Gómez de la Serna, Guillermo de la Torre o Jorge Luis Borges. Dan importancia a la metáfora, supresión de la anécdota, lo narrativo, la retórica: Trata el tema de los sentimientos.

LA POESÍA DESDE LOS AÑOS 70 A NUESTROS DÍAS

Tras la revolución cultural de “mayo del 68”, surge un nuevo grupo de poetas conocido como “Generación del 68” o novísimos. Plantean un amplio concepto de la cultura, que incluyen el comic, el cine, el propio Jazz. Además de estos, aparecieron los culturalistas que escriben una poesía decadentista y toma a Venecia como el centro de su estética: Tienen gran influencia de Aleixandre o Cernuda. El grupo lo forman Pere Gimferrer, José María Álvarez, Guillermo Carnero, Vicente Molina Foix y Ana María Moix.

Desde los años se advierte una enorme variedad en la lírica española. Aparecen nuevas tendencias:

  • Culturalismo: Destacamos a poetas como Antonio Colinas (Sepulcro en Tarquinia) o Aurora Luque (Carpe noctem). El poeta manifiesta un gran dominio cultural y gran influencia de la cultura grecolatina. El cosmopolitismo, la intertextualidad o las referencias metaliterarias son otros rasgos de esta tendencia.
  • Neovanguardismo: uso de las antiguas técnicas vanguardistas: collages, poemas visuales. En esta tendencia se recupera el surrealismo donde destaca Ana Rosetti; se trata de una poesía fuertemente erótica. Destaquemos también a Juan Carlos Mestre.

LA NOVELA DESDE 1939 HASTA LOS AÑOS 70

La novela de los años 30 había tenido la rehumanización, destacando Ramón J. Sender, Max Aub, Francisco Ayala y Rosa Chacel, quienes se exiliaron en apoyo de la República y tratan el tema de la guerra. En 1939 la literatura se encuentra determinada por la censura, que impide publicar una denuncia explícita. En la década de los 40 solo hay casos excepcionales y aislados, como Torrente Ballester, Camilo José Cela, Carmen Laforet, quienes crean la novela existencial y el tremendismo.

– Novela Existencial

Los temas son la desorientación, la hostilidad de la vida y la angustia. Nada de Carmen Laforet trata de hechos cotidianos de su vida, inmersa en la incomunicación y el desencanto. La sombra del ciprés es alargada de Miguel Delibes trata sobre la obsesión por la muerte.

– El Tremendismo

Algunas novelas reflejan los aspectos más desagradables de la vida para efectuar una reflexión sobre la condición humana. La familia de Pascual Duarte de Camilo José Cela, narra un cúmulo de crímenes y atrocidades.

DÉCADA DE LOS 50. EL REALISMO SOCIAL

Con la guerra fría, España empieza a salir del aislamiento, recupera la economía y cambia el estilo de vida, gracias al desarrollo de la industria y el turismo. Al mismo tiempo, los jóvenes empiezan a manifestar actitudes críticas respecto al poder y a la división social. La literatura reflejaba la realidad que vivía la sociedad española. La colmena de Cela, es un precedente de la novela social. El tema es la propia sociedad española. Es de estilo sencillo.

Se observan dos grandes tendencias:

  • Neorrealismo: se centra en los problemas del hombre como ser individual. Destaca Carmen Martín Gaite, con Entre visillos y El cuarto de atrás, donde habla de las preocupaciones de los autores de su generación.
  • Novela Social: tratan los problemas de los grupos sociales. Jesús Fernández Santos (Los bravos), Jesús López Pacheco (Central eléctrica).

LA NOVELA DE LOS AÑOS 60: ENTRE LA PREOCUPACIÓN SOCIAL Y EXPERIMENTALISMO

Durante esta época se evoluciona hasta la experimentación y renovación. Dos novelas son consideradas como modelos de las “nuevas tendencias”: Tiempo de silencio, de Luis Martín Santos y Señas de identidad, de Juan Goytisolo.

Los escritores españoles se dejan influir por los autores europeos, norteamericanos o latinoamericanos. Las novelas pasan a ser más complejas y experimentales para lectores más cultos. Se pretende denunciar la situación social y se persigue la experimentación de nuevas formas y elementos, como el perspectivismo argumental, el monólogo interior o los saltos hacia atrás o hacia delante en el argumento.

LA POESÍA DESDE 1939 HASTA LOS AÑOS 70

a) La Poesía de los Años 40

La poesía se fue alejando de las vanguardias. En la Guerra Civil, se escribe según la posición política. En los años cuarenta hay diversos autores y tendencias:

  • Miguel Hernández: Poeta de transición entre el grupo del 27 y la poesía de posguerra. En sus poemas abundan las metáforas, Perito en lunas. Trata temas como la vida, el amor y la muerte. En su poesía popular predominan las comparaciones más sencillas, como en Viento del pueblo. El autor da valor simbólico a los elementos de la naturaleza. Su tema favorito es el amor.
  • Los poetas en el exilio: se caracterizan por la preocupación por España, la patria perdida. Anhelan volver a su país y usan un tono más lírico y personal: Destaca León Felipe, con obras como España e Hispanidad.
  • Poesía arraigada: Las características comunes a estos poetas serán el formalismo clasicista; el deseo de armonía, orden y claridad, los temas religiosos, patrióticos de la naturaleza y amorosos, desde una concepción muy tradicional, la sencillez de lenguaje y la visión optimista del mundo. Dionisio Ridruejo, Leopoldo Panero o Luis Rosales, entre otros, con La casa encendida.
  • Poesía desarraigada: Tienen características comunes: visión pesimista de la vida y el mundo; necesidad de expresarse con rabia, ira y violencia; lenguaje agrio y directo; presencia de los traumas de la guerra; desorden sintáctico, exclamaciones e interrogaciones, técnicas surrealistas y religiosidad angustiada en lucha abierta con Dios. Destacan autores como Ángela Figuera, con Mujer de barro o José Hierro (Tierra sin nosotros).

b) La Poesía Social de los Años 50

Pretende denunciar las injusticias sociales, la marginación, el paro y la falta de libertad: Se trata de una lírica comprometida y humana; que rechaza el formalismo, pues busca ante todo la utilidad de la poesía. La ven como un “instrumento para cambiar el mundo”, y va dirigida a la mayoría. Los poetas de esta generación se iniciaron en la poesía desarraigada. De esta etapa destaca: Pido la paz y la palabra. Gabriel Celaya se caracteriza por su compromiso social y su prosaísmo, y escribió Cantos iberos.

c) La Poesía del Conocimiento

La generación de los 60 formada por José Hierro, Francisco Brines, Claudio Rodríguez o María Victoria Atencia. La poesía de estos autores vuelve a preocuparse por el Hombre; se trata de una poesía inconformista y escéptica que se centra en lo cotidiano y recupera el intimismo. Destaquemos las obras de Claudio Rodríguez (Don de la ebriedad) o José Hierro (Cuaderno de Nueva York).