La Poesía Lírica
Este género literario se caracteriza por la subjetividad; es decir, el poema nos ofrece una parte de su pensamiento. De manera errónea, la poesía lírica se ve asociada a sentimientos exclusivamente amorosos. Bien es verdad que este es el tema más frecuente, pero no es el único. Esta expresión de los sentimientos no puede hacerse de cualquier manera, sino que se suele ver sometida a una gran depuración técnica y estética.
El Modernismo
Movimiento literario surgido en Hispanoamérica a finales del siglo XIX y difundido en España por Rubén Darío. Es una corriente de renovación estética que recoge y sintetiza las actitudes innovadoras vitales. Su idea es expresar la belleza con una nueva sensibilidad en los temas y con un nuevo lenguaje muy preciosista. Sus influencias fueron dos corrientes poéticas francesas: el parnasianismo, que rinde culto a la belleza, y el simbolismo, que busca la musicalidad y el arte de sugerir intuitivamente las correspondencias entre la realidad exterior e interior. La literatura adquiere un aire aristocrático y la exaltación de la belleza. Sus características fueron: el arte y la belleza son los nuevos ídolos, crean la literatura de los sentidos, en poesía destacan versos como el alejandrino o el eneasílabo, considera que lo raro es bello.
Temas del Modernismo
Se distinguen dos líneas:
- Línea escapista: Es la más representativa. No hay límite geográfico. El erotismo y las conductas amorales aparecen con frecuencia, como muestra del espíritu rebelde y antiburgués.
- Línea intimista: Trasluce el malestar del poeta con lo que le rodea. El amor y el mundo son vistos con ojos melancólicos. Hay un deseo de plenitud que resulta inalcanzable.
En el modernismo destacan autores como Manuel Machado y Antonio Machado, aunque este último fue modernista durante su primera etapa. Sus obras más destacadas son Alma (1900) y Soledades (1903).
La Generación del 98
Designa a un grupo de escritores caracterizados por la presencia del tema de España, por sus preocupaciones filosóficas y, frente al esteticismo modernista, por un estilo natural y sencillo. Esta generación surge como consecuencia del resultado del desastre del 98 con las pérdidas de Cuba y Filipinas.
Las características de la Generación del 98 son la preocupación filosófica, existencial y religiosa, y el tema de España con la pérdida.
Autores Destacados de la Generación del 98
- Unamuno: Para este, el arte era un medio de expresar las inquietudes del espíritu. En la poesía y en la novela trata los mismos temas que había desarrollado en los ensayos. Se sintió atraído por los metros tradicionales; en sus primeras composiciones procura eliminar la rima, más tarde recurre a ella. Entre sus obras destacan: Poesías (1907) y El Cristo de Velázquez (1920).
- Valle-Inclán: Su obra poética está reunida en la trilogía Claves líricas (1930) dividida en Aromas de leyenda, El pasajero y La pipa de Kif.
- Aromas de Leyenda (1907): Recibe la influencia del Modernismo. Consta de 14 poemas de métrica variada. Recrea aspectos de su Galicia natal: Describe el paisaje, trabajos, superstición, etc.
- El pasajero (1920): Desarrolla en 33 composiciones los temas de gran trascendencia: la muerte, el dolor, la vida, la pasión y la eternidad.
- La pipa de Kif (1929): Da paso a lo grotesco, lo esperpéntico. Esta obra ha sido definida como una colección de estampas trágicas humorísticas.
- Antonio Machado: Poesía profunda y grave, trata temas como la intimidad, los recuerdos, el paisaje… En la métrica se inclina por las formas populares y en el estilo se caracteriza por las ausencias de las complejidades retóricas: es sobrio y claro. En Machado, el más conocido es el de Campos de Castilla. La línea poética de Machado no tuvo continuidad, se alejó de los problemas humanos y las preocupaciones.
Las Vanguardias
Son un conjunto de movimientos que proponen la ruptura con todas las formas estéticas anteriores, desarrollados durante el periodo de entreguerras. Destaca la revista Prometeo, que publica el manifiesto futurista italiano de Marinetti.
Las vanguardias rechazan:
- La herencia romántica del modernismo.
- La herencia realista o naturalista.
Sus principales movimientos literarios son el futurismo, cubismo, dadaísmo y surrealismo, que tuvo mucha repercusión en la literatura española, con obras como las de Ramón Gómez de la Serna, Gerardo Diego o Juan Larrea. Destaca Ramón Gómez de la Serna, que dirigió la revista Prometeo, así como creó las greguerías, definidas como metáfora + humor. En él destacamos el ultraísmo, cuyo origen está vinculado al paso por Madrid del poeta chileno Vicente Huidobro, que influyó a R. G. S. El libro más destacado es Hélices, de Guillermo de Torre. Por otro lado, está el creacionismo, que pretende tomar los motivos de la vida y transformarlos para crear una realidad nueva.
La Generación del 27
En España se encuentra en el trono Alfonso XIII y, posteriormente, la dictadura con Primo de Rivera. En 1931 se instaura la Segunda República, que dura hasta 1936. En 1936, Franco se rebela y comienza la guerra el 18 de julio (1936-1939). El bando nacional gana la guerra y se instaura la dictadura franquista, y muchos poetas contrarios al régimen se exilian.
Se conoce con el nombre de “Generación del 27” a un grupo de escritores, principalmente poetas, cuyas obras comenzaron a publicarse en la década de 1920. En este grupo se integran, fundamentalmente, Federico García Lorca, Gerardo Diego, Pedro Salinas, Rafael Alberti, Dámaso Alonso, Jorge Guillén, Luis Cernuda, Vicente Aleixandre, Emilio Prados y Manuel Altolaguirre. El nombre de “Generación del 27” viene determinado por las influencias que en este movimiento tuvo Góngora: fue en tal año que se celebró el tercer centenario de la muerte de este poeta. Muchos poetas de esta generación retomarían el uso que Góngora hacía de las metáforas e imágenes. Junto a su influencia, también hay que situar a la de Juan Ramón Jiménez, el Surrealismo (sobre todo), los movimientos vanguardistas europeos, así como determinadas formas populares. También influyeron en la Generación del 27 las teorías del filósofo José Ortega y Gasset, sobre la “deshumanización del arte”, las cuales señalaban como finalidad artística el arte puro, de forma desinteresada, como si de un juego se tratara.
En la Generación del 27 se encuentra la sencillez y la complejidad vanguardista. No hubo ruptura con el pasado, sino integración de sus elementos más valiosos. Aunque desean encontrar nuevas fórmulas poéticas, no rompen con nuestras tradiciones y sienten admiración por el lenguaje poético de Góngora, por nuestros autores clásicos y por las formas populares del Romancero.
El surrealismo ejerce gran influencia en el grupo del 27 e intentan encontrar la belleza a través de la imagen. Pretenden alcanzar la poesía pura y sienten especial interés por los grandes asuntos del Hombre, como el amor, la muerte, el destino. Se preocupan fundamentalmente de la expresión lingüística.
Autores Destacados de la Generación del 27
- Pedro Salinas: El tema central de su obra es el amor. Y la más importante, La voz a ti debida, es un extenso poema de amor en el que el poeta busca a la amada más allá del mundo real, busca el ideal. Escribió también otros libros de poemas como El contemplado o Confianza.
- Rafael Alberti: En 1925 publica Marinero en tierra, en el que refleja la nostalgia de su tierra natal, que recuerda desde Madrid. En esta línea escribió también
- Federico García Lorca: Predomina en su obra el tono trágico y la presencia de la muerte ronda su poesía como un presentimiento. En sus temas aparecen constantemente elementos del folclore andaluz. Sus obras líricas más importantes son Canciones, Poema del Cante Jondo y Romancero Gitano.
La Poesía de Posguerra
Tras la Guerra Civil, Federico García Lorca y Antonio Machado habían muerto, otros grandes poetas como Juan Ramón Jiménez o Rafael Alberti se habían exiliado. El panorama en el interior es desolador.
Dos grandes tendencias poéticas se manifiestan en los años cuarenta:
- La poesía arraigada, de corte neoclásico garcilasista (las revistas Garcilaso y Escorial serán su plataforma).
- La poesía desarraigada o existencial, de tono trágico y expresión más sencilla. (Revistas como Espadaña, Corcel o Proel serán la plataforma de los poetas pertenecientes a esta tendencia).
Poesía Arraigada
Es una poesía al margen de las circunstancias de su tiempo, que encuentra en la perfección formal de Garcilaso. Poesía estetizante interesada en los valores formales y la belleza del verso. Es superficial, no comprometida: Luis Rosales, Dionisio Ridruejo, Luis Felipe Vivanco, Leopoldo Panero… son los representantes máximos de esta tendencia. Sus componentes se llamaban a sí mismos “juventud creadora”. La estrofa más utilizada es el soneto y los temas amorosos, religiosos y patrióticos. Abunda el tono épico-heroico, la alabanza del pasado imperial español y la identificación del paisaje castellano con la espiritualidad. También se recoge en esta tendencia el neopopularismo de los Cancioneros del XVI que los enlaza.
Poesía Desarraigada
Poesía al margen de los circuitos oficiales, una poesía existencial que manifestaba el descontento del poeta ante el mundo. La revista Espadaña se convierte en el canal de distribución de esta nueva lírica, germen de la poesía social de los años 50. Hay un abandono de las estrofas clásicas y emplean el versículo.
Dos movimientos minoritarios tendrán relevancia más tarde: Postismo (vanguardista) y el Esteticismo.
- Postistas: Se declaran herederos del surrealismo y del dadaísmo. Utilizan un tono humorístico, desenfadado e irreverente. Sobre todo, anticonvencional. Se muestran críticos frente a todo realismo y al tono trascendente.
- Esteticismo: Los poetas de este grupo toman como modelo a Jorge Guillén y la Generación del 27. Pretenden la perfección formal, un lenguaje refinado y la imagen como base de su lírica. Representan esta línea Ricardo Molina y Pablo García Baena.
Destaca Miguel Hernández: Su obra conjuga lo popular con lo culto. Lo más característico de su poesía es la riqueza metafórica y el tono apasionado y cálido. Pueden señalarse en su obra distintas etapas:
- Etapa gongorina: En esta etapa se vale de la imitación de poetas barrocos, principalmente Góngora. Utiliza como molde métrico la octava real.
- Etapa de madurez: La obra representativa de esta etapa fue El rayo que no cesa. Sus temas principales fueron: amor, muerte y vida. La estrofa más utilizada es el soneto clásico.
- Etapa de poesía social: Abarca la obra escrita durante la guerra civil. El libro Viento del pueblo recoge una poesía de intención social como “Aceituneros…” o “El niño yuntero”, junto a otros poemas de menor valor lírico y hasta panfletarios. En la misma tendencia, pero con predominio del dolor sobre la idea está su obra:
Poesía Social de los 50
En torno a 1950, la poesía existencial evoluciona hacia la poesía social, se pasa de expresar la angustia individual a manifestar la solidaridad con los demás. Los factores sociales aparecen como elementos centrales del quehacer poético.
La poesía se caracteriza por la utilización de un lenguaje llano y simple que da mayor importancia al contenido de las obras que a su formalidad. Tiene cierto carácter narrativo y en ocasiones deriva hacia un deliberado prosaísmo. Se toma la poesía como una herramienta que ayude al destinatario a tomar conciencia de la realidad social.
Se dirige la poesía a la inmensa mayoría, en contraposición a lo que Juan Ramón Jiménez definió como inmensa minoría culta. Se revaloriza la lírica de Machado. Aunque la crítica está en ocasiones velada por motivo de la censura.
Los poetas más importantes, aparte de Blas de Otero, son Gabriel Celaya y José Hierro.
A esta corriente se pueden añadir los nombres de poetas que publican en los años 60, pero cuya inspiración está profundamente ligada a la Generación del 50, formando conjuntamente una denominada Generación de posguerra. Entre estos autores se encuentran Ángel González, José Agustín Goytisolo y Jesús López Pacheco.
En 1955 se publican dos libros claves en esta tendencia: Pido la paz y la palabra, de Blas de Otero, y Cantos íberos, de Gabriel Celaya. Ambas proponen una poesía, una lírica-testimonio de la realidad, que recoja los problemas del ser humano en su entorno. La poesía es un instrumento para transformar la realidad, poesía urgente, denunciadora de las injusticias, temas que afectan a la colectividad.
Tendencias de la Lírica de 1970 a Nuestros Días
Lírica de la Década de los 60
Este nuevo grupo de poetas, nacidos entre 1924 y 1936, comienza a publicar a finales de la década de los cincuenta. Rechazan la intención política de la poesía anterior. Se interesan más por lo personal; en sus textos cobra mayor importancia el elemento autobiográfico. Podemos señalar como autores más representativos a Ángel González, José Manuel Caballero Bonald, José María Valverde.
Rasgos de la Lírica de los 60
- Son poetas opuestos al régimen de Franco. Sin embargo, experimentan una contradicción interna: pertenecen a la burguesía, pero se solidarizan con el proletario.
- Muestran su despego estético hacia la poesía social, aunque comparten su inconformismo frente a la sociedad, aunque desde una postura escéptica y distanciada sobre la posibilidad de cambiar la situación.
- Expresan una preocupación por el hombre.
Temas de la Lírica de los 60
- La vida cotidiana: el trabajo, la amistad.
- La evocación nostálgica de la infancia y la adolescencia perdidas.
- La poesía como conocimiento de la realidad y de la intimidad.
- Preocupación por el hombre.
Destacan autores como Claudio Rodríguez, que nos dirá que el estilo es lo único realmente importante. Para él, la poesía es una forma de conocimiento, de descubrir en la vida los sentidos más ricos e inesperados. En definitiva, asistimos a una reacción contra la poesía social de la década anterior. Un tema frecuente será la reflexión sobre el propio lenguaje. Las palabras habituales están gastadas y no se pueden volver a usar. Son autores que buscan el poema bien hecho. Su actitud es de crítica, pero la manifiestan a través del humor o la ironía. Sus obras más importantes son:
- Alianza y condena (1965)
- Don de la ebriedad (1953)
Ángel González: Dueño de una poesía humanamente comprometida, teñida de fina ironía y humor. Nació en Oviedo y su infancia estuvo marcada por la sombra de la guerra civil y por la muerte prematura de su padre cuando él apenas contaba dos años. A partir de entonces, su posición ante el mundo se torna más clara y militante. Ángel González abandona más adelante esta actitud para dedicarse a una poesía en la que testimonia su propia experiencia de la realidad y donde hay una preocupación por la palabra en sí misma, por la expresión justa, precisa, casi imprescindible. El paso del tiempo, la temática amorosa y cívica, son tres obsesiones que se repiten a lo largo y ancho de sus poemas. Sus mejores obras son:
- Áspero mundo (1956)
- Al escribir en (1961)
- Grado elemental (1962)
Lírica de la Década de los 70
Rasgos de la Lírica de los 70
- Preocupación máxima por el lenguaje y por el poema como creación autónoma.
- Esteticismo, revalorizando lo lujoso, decadente, al mismo tiempo que lo lúdico. Este esteticismo se relaciona con el culturalismo y el exotismo de que hacen gala.
- Sus poemas a veces se presentan como literatura de la literatura: citas, referencias intertextuales, variaciones…
- La presencia de los medios de comunicación masiva como referente cultural y fuente de mitos populares en los que inspirarse o a los que tergiversar. El cine enseña también una forma de mirar la realidad y de componer los poemas.
- Uso frecuente de procedimientos experimentales: ruptura del verso, disposición gráfica no normal, supresión de signos de puntuación, collages con textos, refranes, recortes de anuncios…
- Presencia del surrealismo; recuperación de los valores irracionales del lenguaje. Gusto por la sorpresa y lo inusitado.
Destacan autores como Pere Gimferrer, que es la principal figura dentro de este grupo de autores. Inicia su actividad como poeta con Mensaje del Tetrarca (1963), en el cual se observa una fastuosidad verbal que, desde el magisterio del Modernismo, reclama una poesía de sensaciones. El distanciamiento culturalista y la reflexión metapoética son también elementos constantes. En 1970 escribió y publicó Els miralls, su primer libro de poesía en catalán.
La principal obra de José María Álvarez es Museo de cera, que ha ido haciéndose a lo largo de los años por el empeño de su autor en realizar un libro único y totalizador. No obstante, al sacar a la luz la última edición, el poeta dio por terminado el ciclo de forma explícita. José María Álvarez ha emprendido múltiples caminos de la poesía española contemporánea, pasando de una poesía social y de escarceos con la vanguardia a un culturalismo vivencial.
Además de estos autores, otros autores del grupo de los Novísimos son Guillermo Carnero, Félix de Azúa, Antonio Martínez Sarrión, Manuel Vázquez Montalbán, Leopoldo Mª Panero, Ana María Moix y Vicente Molina Foix.
Lírica de la Década de los 80
Característica de la generación de los poetas del 80 será la ausencia de impedimentos políticos para la realización de su obra, la integración plena de España en el llamado primer mundo y su integración en la denominada posmodernidad.
Uno de los problemas con que nos encontramos al intentar estudiar a esos poetas es su clasificación. Actualmente a los autores de dicha generación sólo es posible englobarlos en mini grupos o tendencias en las que es posible enclavar sus obras.
Características de la Lírica de los 80
- Intimismo
- Neorromanticismo
- Temas u motivos anecdóticos
- Utilización de un lenguaje coloquial no culturalista y sí dialógico
- Narratividad en el poema
- Existencia en el poema de una pluralidad de voces
- Preferencia por procedimientos retóricos invisibles (Uso de la ironía, la parodia, el humor)
Se da, pues, un retorno a la poesía figurativa rechazando los elementos irracionales del lenguaje y centrándose en la emoción, la experiencia, el humor, la narratividad y el ambiente urbano. Se critica la poética de la innovación, la poética novísima, que había pasado de ser innovadora a convertirse en una retórica más.
Destaca Luis García Montero, uno de los poetas más significativos de la poesía española de hoy. Actualmente es profesor titular del departamento de Filología Española de la Universidad de Granada. Es, además de prestigioso poeta, un consagrado ensayista y columnista de opinión.
Entre los numerosos premios que jalonan su brillante carrera, se destacan el premio Federico García Lorca, el premio Ciudad de Sevilla, el premio Loewe, el Adonais y el Premio Nacional de Literatura.