El Modernismo en Hispanoamérica
A finales del siglo XIX, surge en América y Europa el Modernismo como una reacción al Realismo, movimiento literario precedente, y como una postura de rebeldía ante los valores establecidos por la burguesía. El artista, con un espíritu heredado del Romanticismo, se alza contra la sociedad y sus instituciones. Entre los precursores de este movimiento destacan figuras como José Martí (Cuba), Manuel Gutiérrez Nájera (México) y, especialmente, Rubén Darío (Nicaragua), con obras emblemáticas como Azul y Prosas profanas. En estas obras, Darío establece una estética renovadora en la métrica y el vocabulario poético.
La obra de Rubén Darío se puede dividir en dos etapas:
- Etapa Modernista: Caracterizada por un tono sensual, galante y una marcada fantasía. Destacan sus libros Azul y Prosas profanas.
- Etapa Confidencial: En esta fase, Darío se adentra en una temática más social e íntima. Aquí se inscribe su obra Cantos de vida y esperanza.
Los poetas modernistas persiguen la originalidad y la evasión, expresándose:
- A través del gusto por lo exótico y lo cosmopolita, reflejando viajes y el conocimiento de otras culturas.
- Mediante la expresión de lo fantástico, lo suntuoso y la sensualidad, otorgando gran importancia a los sentidos, especialmente al acústico. Para lograrlo, recurren a recursos estilísticos como aliteraciones, paralelismos y enumeraciones.
En cuanto a la métrica, los modernistas emplean diversas variaciones, entre las que sobresale el verso alejandrino. Respecto a la temática, se pueden identificar dos ejes centrales:
- La expresión del estado anímico del poeta a través de símbolos.
- La creación de mundos fantásticos y exóticos, poblados por personajes maravillosos y fabulosos, donde la belleza cobra un papel fundamental.
La expansión del Modernismo por toda América Latina genera una conciencia de comunidad literaria, hasta entonces inexistente. En 1905, el propio Rubén Darío escribe: “¡Ya no hay princesas que cantar!”. Los modernistas abandonan la postura de “evasión” y la perfección formal para dar paso a una literatura más intimista, crítica y enfocada en los temas americanos y autóctonos. Sin princesas que cantar y a punto de “retorcerle el cuello al cisne modernista”, la poesía hispanoamericana de la primera mitad del siglo XX se diversifica en varias corrientes:
- Un primer camino que incluye el Posmodernismo, que abarca las dos primeras décadas del siglo XX; la poesía de vanguardia, que se mueve entre el Creacionismo, el Estridentismo y el Surrealismo; y la poesía pura, que presenta un paralelismo con el grupo poético español del 27.
- Un segundo camino que comprende la llamada poesía negra, la antipoesía y la poesía social, que se inicia hacia la segunda década del siglo XX.
En términos generales, se observa una simplificación formal en la poesía, a excepción de las Vanguardias.
Posmodernismo, Vanguardismo y Poesía Pura
Tras la muerte del “cisne” de Ernesto González, se abre paso al Posmodernismo. Su figura más representativa es la chilena Gabriela Mistral, seudónimo de Lucila Godoy, galardonada con el Premio Nobel de Literatura en 1945. Mistral es un ejemplo paradigmático de la superación del Modernismo hacia un lenguaje sencillo, a veces duro y a veces sensual.
Paralelamente al Posmodernismo, irrumpe en la poesía la conmoción Vanguardista, importada de Europa. Los “ismos” europeos se difunden por los países americanos, dando lugar a la creación de grupos y revistas con un marcado carácter provocador, típico de las vanguardias. El movimiento más relevante fue el Creacionismo chileno, liderado por Vicente Huidobro, junto con el Estridentismo mexicano. Para Huidobro, el poeta no debe imitar la naturaleza, sino crear nuevas realidades a través de un lenguaje que rompa con la lógica y la realidad, utilizando imágenes insólitas.
La influencia de Juan Ramón Jiménez y del poeta francés Paul Valéry se hace patente entre los vanguardistas de la época, acercando a algunos hacia una poesía pura, como el grupo mexicano Los Contemporáneos, cuyos temas se tornan más densos y trascendentales.
Otros poetas importantes cercanos al Vanguardismo son:
- César Vallejo: Con Trilce, rompe con el Modernismo, presentando un lenguaje desarticulado, de sintaxis violenta y un tono pesimista. En España, aparta de mí este cáliz, se solidariza con la humanidad sufriente.
- Pablo Neruda: Sus primeros libros muestran una influencia modernista, como en Veinte poemas de amor y una canción desesperada. Tras una crisis existencial, crea Residencia en la tierra, con un lenguaje surrealista donde todo tiende a la muerte y la destrucción. También se identificó con los problemas españoles en España en el corazón, en defensa de la República.
La Poesía Hispanoamericana después de las Vanguardias
- Poesía social: También apoya a la República durante la Guerra Civil española.
- Poesía negra: Profundiza en las peculiaridades étnicas y culturales, con temas y ritmos del folclore africano. Destaca Nicolás Guillén.
- Antipoesía: Poesía irónica y prosaica, representada por Nicanor Parra.
- Poesía metafísica o trascendente: Octavio Paz llega a este tipo de poesía tras experimentar con el Surrealismo y el Existencialismo. En su obra se perciben preocupaciones por la soledad, la incomunicación, el paso del tiempo, a través de un lenguaje difícil y hermético, como en Libertad bajo palabra y Salamandra.