Evolución de la Poesía Española del Siglo XX: Del Barroco a la Poesía Social

Evolución de la Poesía Española del Siglo XX

Etapas de la Poesía Española del Siglo XX

1. Poesía de Tono Barroco

Etapa caracterizada por una poesía de tono barroco, que se refleja en Perito en lunas. Son cuarenta octavas reales de influencia gongorina y vanguardista. Sobresalen las metáforas y los símbolos como medios poéticos para transmutar y enriquecer la realidad (la luna, el toro, la noria, el labrador…).

2. Poesía Desarraigada

Publicación de El rayo que no cesa. El centro vital de la obra es la pasión hacia su mujer, Josefina Manresa, pero una pasión impedida por los convencionalismos de una moral provinciana: el amor es un “rayo” que se clava en el corazón con trágicos presagios de muerte. En cuanto al estilo, se abandona el barroquismo de la obra anterior y se presenta una poesía más desarraigada, instalada en la corriente abierta por su amigo Pablo Neruda de la “Poesía impura” y en la concepción del amor como fuerza telúrica propia de Aleixandre. La obra se compone sobre todo de sonetos, aunque en ella se incluye en tercetos encadenados su célebre Elegía a Ramón Sijé, un canto sincero y emocionado al amigo.

3. Poesía de Guerra y Resistencia

Durante la guerra, se emplea la poesía para luchar por la causa republicana y se escribe Viento del pueblo, obra con la que se suma al romancero de la guerra civil. Son poemas que lloran la muerte de Lorca, la añoranza de la amante lejana… En esta tercera etapa también se escribe El hombre acecha; la palabra es todavía símbolo de resistencia, pero la muerte del primer hijo y la derrota de la guerra sumen al poeta en la desolación.

4. Poesía Desnuda y Profunda

Poesía desnuda y profunda (las metáforas se han reducido sensiblemente en busca de una expresión directa y esencial). Son poemas, escritos la mayoría en la cárcel, que se recogen en Cancionero y Romancero de ausencias: el poeta se duele de la ausencia de los suyos y escribe intensos poemas de amor a su mujer, también recuerda una guerra que sólo ha provocado odio y destrucción; pero aun así no renuncia a la esperanza. Uno de los poemas es Nanas a la cebolla, dedicado a su segundo hijo.

Poesía de Posguerra

Poesía Arraigada

Grupo “Escorial”

En los años 40, “Escorial” reunió a los poetas de la generación del 36: Luis Rosales (La casa encendida), Leopoldo Panero, Dionisio Ridruejo y Luis Felipe Vivanco, que se decantaron por una poesía intimista de temas líricos tradicionales (el amor, la muerte, la tierra, el paisaje).

Revista “Gracilaso”

“Gracilaso” se fundó con apoyo oficial del régimen franquista para consolidar una poesía que sirviera a los fines de la dictadura. Su director fue José García Nieto y sus autores son básicamente los mismos poetas de Escorial. Los temas fundamentales son Dios y la patria, el paisaje castellano, el amor… Tienen un admirable dominio de la técnica. Poesía esteticista y de evasión que Dámaso Alonso denominó “poesía arraigada”. Ofrecen una visión positiva del mundo obviando la dura realidad española del momento.

Poesía Desarraigada de Posguerra

Revista “Espadaña”

Contra esta visión esteticista y de evasión, reaccionan una serie de escritores que reclaman una poesía con mayor contenido humano y existencial, que refleje la desgarradora realidad española de la época. Renace la idea de poesía como comunicación, que busca compartir con el lector problemas comunes. Temas: la angustia histórica (causada por la guerra) y la angustia existencial (la ausencia de Dios, la soledad, la muerte…). Fecha clave es el año 1944 en que se publica Hijos de la ira de Dámaso Alonso (“Madrid es una ciudad de más de un millón de cadáveres”) y Sombra del Paraíso de Vicente Aleixandre, así como la creación de la citada revista “Espadaña”.

Destacan: Gabriel Celaya, Blas de Otero, Carlos Bousoño y José Hierro.

Vanguardismo y Poesía Social

Vanguardia y Surrealismo

Hay escritores que intentan enlazar con la generación del 27 (el grupo “Cántico” de Córdoba) y con el surrealismo: la revista “Postismo” de Carlos Edmundo de Ory. En la poesía surrealista el deseo se constituye en el motor del mundo. Los principales recursos estilísticos son metáforas encadenadas que tienen su base en el sueño, la alucinación y el subconsciente.

Poesía Social

En los años 50, la poesía social se consolida. Dos libros de poemas que marcan un hito: Pido la paz y la palabra de Blas de Otero y Cantos iberos de Gabriel Celaya. En ellos, ambos poetas superan su anterior etapa de angustia existencial, para situar los problemas humanos en un marco social.

Temática

Destaca el tema de España, con un enfoque distinto (más político). Otros temas son la injusticia social, la alienación, el mundo del trabajo, el anhelo de libertad y de un mundo mejor…

Estilo

Estilísticamente se trata de una poesía que emplea un lenguaje claro de tono coloquial, pues va dirigida al pueblo.