La Tendencia a la Deshumanización en la Poesía de la Generación del 27
Los poetas influenciados por Juan Ramón Jiménez buscaban crear una poesía pura y sencilla. Su objetivo era eliminar todo lo que no fuera esencial: historias, emociones exageradas y adornos innecesarios. Aspiraban a llegar a la esencia de las cosas, a lo eterno y perfecto. Para ello, empleaban palabras exactas, pocos adjetivos, y preferían poemas cortos y sencillos. A menudo expresaban asombro y optimismo. Consideraban que la poesía debía ser una obra en sí misma, no una mera copia de la realidad.
Según Dámaso Alonso, la clave de esta poesía era evitar emociones exageradas, como si estuviera “limpia” de sentimientos. Libros como La voz a ti debida de Pedro Salinas, Cántico de Jorge Guillén y Poemas puros de Dámaso Alonso reflejan esta idea: un lenguaje simple y perfecto, sin adornos, para centrarse en la esencia, dejando de lado lo humano o sentimental.
Influencia de las Vanguardias
Estos poetas utilizaban metáforas originales y sorprendentes, aprendidas de Ramón Gómez de la Serna, lo que a veces dificultaba la comprensión de sus poemas. Al principio, sus obras muestran influencias de las primeras vanguardias europeas (como el futurismo y el cubismo) y estilos españoles como el ultraísmo y el creacionismo. La poesía vanguardista se centra en las imágenes y metáforas, rechaza lo sentimental y busca sorprender al lector con humor y creatividad.
Diversidad de Estilos
Algunos libros de los poetas del 27 presentan diferentes estilos:
- Ultraísmo: Fábula y signo de Pedro Salinas.
- Surrealismo: Un río, un amor de Luis Cernuda.
- Poesía cósmica: La destrucción o el amor de Vicente Aleixandre.
Federico García Lorca, en Poeta en Nueva York, combina el surrealismo con temas sociales. Además, estos poetas también cultivan una poesía más popular, que mezcla lo moderno con lo tradicional, con versos sencillos y estructuras como coplas o romances. Esta poesía se caracteriza por las repeticiones, los diálogos, etc.
Neopopularismo y Clasicismos
Libros como Romancero gitano de Lorca, Canciones de mar y tierra de Concha Méndez, o Marinero en tierra de Rafael Alberti son ejemplos de la combinación de lo moderno con lo tradicional. Lorca, con su Romancero gitano, es el máximo exponente de esta fusión entre lo culto y lo popular. Además, algunos poetas buscan la perfección formal inspirándose en los clásicos, lo que da lugar a una poesía “clasicista”, con versos tradicionales y el estilo de Góngora, conocido como “gongorismo”.
La Tendencia a la Rehumanización en la Poesía de la Generación del 27
La poesía de los autores del 27 experimenta un cambio debido a varios factores, como el agotamiento de la poesía pura, las crisis personales de algunos de ellos y el impacto de la Guerra Civil. Comienza una etapa denominada rehumanización, donde los poetas se enfocan más en temas personales y sociales, como el amor, la soledad, la frustración y las injusticias. Utilizan un lenguaje más emocional, surrealista, con versos libres y abundantes imágenes oníricas.
El Surrealismo como Expresión de Angustia
En esta nueva etapa, los poetas retoman lo sentimental y conservan únicamente lo que les quedaba de las vanguardias, especialmente el surrealismo. La poesía surrealista adopta un tono rebelde y transgresor, y aborda temas como el amor imposible, la frustración, la soledad, la marginalidad y la pérdida de identidad. Emplean versos libres, prosa poética y numerosas imágenes oníricas para reflejar el caos del mundo.
Rafael Alberti, en su libro Sobre los ángeles (1929), escribe de manera compleja y oscura, influenciado por el simbolismo y el surrealismo. Expresa sentimientos de angustia y confusión por la pérdida de la inocencia y el paraíso de su infancia. El uso del verso libre refleja mejor esta angustia. Algo similar ocurre con Poeta en Nueva York (1929) de Lorca, donde el surrealismo le sirve para expresar su dolor y sufrimiento.
Poesía Neorromántica
La poesía neorromántica, que conserva algo de la poesía pura, se centra en el amor en todas sus formas, incluida la sexual, utilizando un lenguaje sencillo pero profundo. A veces, presenta un amor feliz, otras veces doloroso, pero siempre como algo que da sentido a la vida. Los poetas buscan ser sinceros y cuidadosos con las palabras, y se aproximan al lenguaje cotidiano. Obras destacadas de esta corriente son La voz a ti debida (1933) y Razón de amor (1936) de Pedro Salinas.
Poesía Social y de Posguerra
La Guerra Civil llevó a los poetas a centrarse más en temas sociales y humanos, creando una poesía “impura”. Pablo Neruda fue el principal defensor de esta poesía, que abordaba las luchas sociales y políticas, con un tono combativo y directo. Esta poesía aspiraba a cambiar las injusticias del mundo. Dámaso Alonso, con Hijos de la ira (1944), es un ejemplo destacado de esta corriente, mostrando un dolor profundo y humano.
Después de la Guerra Civil, muchos poetas se exiliaron o fueron silenciados por la dictadura. Esta nueva poesía del exilio se centró más en lo humano, con temas como la nostalgia, el desarraigo y la preocupación por el futuro del país. La poesía de este período, rica y compleja, ha influido en la poesía española hasta la actualidad.