Evolución de la Narrativa y el Teatro Español: Desde el Modernismo hasta la Actualidad

Narrativa Antes del 39

Modernismo y Generación del 98

La estética realista se sustituye por una prosa impresionista de la mano de autores de la Generación del 98 y el Modernismo. En efecto, en 1902 se publican 4 obras que rompen con el idealismo anterior:

  • La Voluntad (Azorín)
  • Camino de Perfección (Pío Baroja)
  • Amor y Pedagogía (Miguel de Unamuno)
  • Sonata de Otoño (Valle-Inclán)

Estas obras suponen un giro en la narrativa española; la novela, junto con el ensayo, fueron géneros fundamentales. Los temas preferidos van a ser los relacionados con España y la reflexión filosófica sobre el hombre y su destino. Su estilo es sencillo y antirretórico.

Los autores más representativos:

PÍO BAROJA:

Concibe la novela como género en el que cabe todo. Sus novelas carecen de plan previo. El narrador va narrando y sus protagonistas son seres inadaptados que suelen fracasar en la vida. Su producción se produce en dos etapas:

  1. De gran variedad temática.
  2. Escribe novelas de trasfondo histórico y perspectiva irónica.
VALLE-INCLÁN:

Empezó su narrativa con un estilo modernista. En su última etapa muestra un nuevo estilo, el esperpento: deformación grotesca de la realidad con intención de crítica.

UNAMUNO:

Escribe ensayos sobre el tema de España o sobre reflexiones filosóficas y novelas, denominadas por él “nivolas”, por centrarse en los conflictos internos de los personajes.

AZORÍN:

Cultiva una novela carente de argumento. Le interesa la microhistoria, los sucesos cotidianos y menores que en su representación indefinida constituyen la esencia de lo intemporal.

Novecentismo:

Hacia 1914 surge el Novecentismo, movimiento cultural de intelectuales universitarios que se opone a todas las anteriores tendencias y promulga un arte deshumanizado.

  • RAMÓN PÉREZ DE AYALA: Cultiva una novela intelectual; la trama pierde interés a favor de la exposición de ideas.
  • GABRIEL MIRÓ: Cultiva una novela lírica, por su carácter intimista y por la importancia que en ellas adquiere el tratamiento del lenguaje.

Vanguardistas:

En los años 20, surgió una narrativa relacionada con las vanguardias, movimientos efímeros y rompedores que introducen curiosas experimentaciones en la novela. Los autores plantean la novela como un juego intelectual, donde la trama se disuelve, la acción es mínima, se desdibujan las imágenes y lo que importa es la originalidad, el humor, la fantasía, el infierno… Se trata de una novela deshumanizada, representada por:

  • RAMÓN GÓMEZ DE LA SERNA
  • BENJAMÍN JARNÉS

Narrativa 40-70

Novela Existencial:

En la inmediata posguerra se cultiva, en primer lugar, la novela de los vencedores. Pero más importante es la novela existencial, una novela inquietante, cargada de angustia. Obras:

  • La Familia de Pascual Duarte (Cela)
  • La Sombra del Ciprés es Alargada (Delibes)
  • Nada (Carmen Laforet)

Realismo Social:

De la angustia existencial pasamos a las inquietudes sociales. Es una novela que refleja, con intención de denuncia, la realidad social y las difíciles condiciones de las clases sociales más desfavorecidas. Sus temas son la solidaridad, la juventud burguesa y los efectos de la Guerra Civil.

  • La Colmena (Cela)
  • La Noria (Luis Romero)
  • El Camino (Delibes)
  • Entre Visillos (Carmen Martín Gaite)

Modalidades:

  • Objetivismo: Consiste en limitarse a registrar la conducta externa de individuos o grupos y a recoger sus palabras.
  • Realismo crítico: Pone de relieve las miserias e injusticias con ánimo de denuncia.

Técnicas y estilo:

  • El contenido tiene prioridad sobre la técnica.
  • Narración lineal.
  • Descripciones sencillas.
  • Concentración del espacio y el tiempo.
  • Personaje colectivo.
  • Abundancia del diálogo.

Novela Experimental:

A finales de los años 50, se cuestiona la calidad literaria, unido al descubrimiento de la novela hispanoamericana y la influencia de los grandes renovadores de la novela universal, hace que surja una novela donde lo importante sería la continua experimentación con elementos formales. “Tiempos de Silencio” marca el inicio de la renovación total de la novela. Las innovaciones son:

  • El argumento pierde importancia.
  • Personaje individual.
  • Estructura EXTERNA: Desaparece el capítulo y se introduce la secuencia. Estructura INTERNA: El orden cronológico se rompe con referencias anteriores. También se narran varias historias simultáneas.
  • Punto de vista: a veces aparece el narrador omnisciente. Otras son varios.
  • Predomina el monólogo interior y las digresiones.

Novela del Exilio:

A causa de la Guerra Civil Española, los escritores continúan su producción fuera de España. Tratan de temas como el pasado español, la Guerra Civil y sus consecuencias, la añoranza de España. Son, entre otros:

  • FRANCISCO AYALA
  • RAMÓN J. SENDER
  • ROSA CHACEL (Generación perdida)

Narrativa 70 – Actualidad

Novela de los años 70 a 90:

La experimentación se extiende a lo largo de los 70. No obstante, en el 75 se abre un nuevo periodo; abolida la censura, la libertad de expresión se convierte en un factor determinante en la creación artística. Los narradores se alejan de la novela experimental y se decantan por la búsqueda de una voz propia.

A partir del 80, se advierte una vuelta a la concepción clásica del relato y la novela adquiere, a grosso modo, estas características:

  • Se recupera el gusto por contar historias verosímiles.
  • Se vuelve al protagonista individual.
  • Preferencia por el tiempo lineal y creación de ambientes exóticos.
  • Predominio de narradores en tercera persona.
  • Historias organizadas en capítulos.
  • Se recupera el diálogo.
  • Se vuelve a la sencillez y la naturalidad del lenguaje.

En cuanto a la temática, vuelve a prevalecer las inquietudes existenciales:

  • Asuntos existenciales y religiosos.
  • Asuntos intimistas.
  • El misterio y la intriga.
  • La tensión entre individuo y la sociedad permanece.

Tendencias:

  • Novela fantástica: La Saga/Fuga de J.B. (Torrente Ballester)
  • Novela policíaca: El detective Carvalho (Manuel Vázquez Montalbán), La Verdad Sobre el Caso Savolta (Eduardo Mendoza)
  • Libros autobiográficos o de memorias: La Arboleda Perdida (Rafael Alberti), Trilogía de Madrid (Francisco Umbral)
  • Novela intimista: Sonrisa Etrusca (José Luis Sampedro), Te Trataré como a una Reina (Rosa Montero)
  • Novela histórica: Yo, el Rey (Vallejo-Nágera), Crónica del Rey Pasmado (Gonzalo Torrente Ballester)
  • Metanovela: Beatus Ille (Antonio Muñoz Molina)

Narrativa Actual:

El libro se ha convertido en un objeto de consumo y las editoriales trabajan el fomento y consumo de la lectura. Prueba de ello son la publicidad, los premios literarios…

Asimismo, estos narradores contemporáneos suelen también colaborar con algunos periódicos a través de diversos artículos de opinión y columnas.

Durante los 90, se ha producido la consolidación de autores surgidos en las décadas anteriores y a la larga lista de estos escritores se han unido una generación bastante heterogénea.

  • Novela de aventuras: El Maestro de Esgrima / El Capitán Alatriste (Arturo Pérez-Reverte)
  • Novela policíaca: Días Contados (Manuel Vázquez Montalbán)
  • Novela erótica: Las Edades de Lulú (Almudena Grandes)
  • Novela intimista: Juegos de la Edad Tardía (Luis Landero), La Casa de los Espíritus (Isabel Allende)
  • Novela histórica: En Busca de un Unicornio (Juan Eslava Galán), Los Girasoles Ciegos (Alberto Méndez)
  • Novela experimental: Saúl ante Samuel (Juan Benet)

Teatro Antes del 39

El Teatro que Triunfa:

Los empresarios tenían muy en cuenta los gustos del público burgués. Por eso, los dramaturgos debían adaptarse ideológicamente o estéticamente a los gustos del público y está representado por:

  • La comedia burguesa de Jacinto Benavente: Muestra una crítica suave a la clase burguesa (Los Intereses Creados).
  • El teatro en verso: Muy ligado a la estética modernista. Teatro en verso pero con diferencias de enfoque son las obras teatrales escritas en colaboración por los Hermanos Machado (La Lola se va a los Puertos).
  • El teatro cómico: Continuador del sainete y del género chico, con autores y obras muy populares como Carlos Arniches (El Santo de la Isidra). Los Hermanos Álvarez Quintero (El Patio).

El Teatro que Pretende Innovar:

Entre los autores de la Generación del 98 y del 27 surgieron diversas tentativas de renovar el teatro.

El dramaturgo más carismático de esta Generación del 98 fue Valle-Inclán:

  • Sus primeras obras dramáticas presentan una estética modernista. Ambientadas en la Galicia rural y miserable.
  • En una segunda etapa cultiva obras relacionadas con la estética del esperpento.

Entre la Generación del 27, el máximo representante fue Federico García Lorca, que cultivó el teatro y además dirigió La Barraca. Su teatro mezcla la tradición con la vanguardia y presenta como tema común un hondo malestar, provocado por la frustración que encarnan principalmente las mujeres. Su lenguaje tiene un claro sabor popular y a la vez un poderoso aliento poético, lleno de símbolos. Utiliza el verso y la prosa.

Evolución del Teatro Lorquiano:

  • Experiencias de los 20: “Mariana Pineda”
  • Experiencias vanguardistas de principios de los 30: “El Público”
  • La etapa de plenitud en sus últimos años: “Bodas de Sangre”, “Yerma”, “La Casa de Bernarda Alba”

Teatro Después del 39

Teatro de Posguerra:

El teatro de posguerra estuvo determinado por la Guerra Civil y sus consecuencias. En los años 40 se cultiva un teatro al servicio de la dictadura, con dos tendencias:

  • La comedia burguesa: Trata temas relacionados con las clases medias y acomodadas, con final feliz y sentimentalismo que entretienen y educan en el elogio de la virtud. Sus representantes: Jacinto Benavente y Joaquín Calvo Sotelo.
  • El teatro de humor: Alejado de la realidad, presenta obras insustanciales que rozan lo absurdo y buscan la risa con situaciones inverosímiles. Miguel Mihura.

Teatro de Exilio:

Los autores que no estaban de acuerdo con Franco se exiliaron e introdujeron novedades vanguardistas. Los autores destacados son:

  • Rafael Alberti: “El Adefesio”
  • Max Aub: “San Juan”
  • Alejandro Casona: “La Dama del Alba”

Teatro de los 50: Realistas

El teatro realista pretende denunciar las injusticias sociales, algunos de forma directa y otros atenuando sus críticas para evitar la censura.

  • Antonio Buero Vallejo: Sus temas fueron el anhelo de libertad y el deseo de superar las miserias humanas. Comienza con obras de tipo existencial y su teatro es social e histórico.
  • Alfonso Sastre: Autor inconformista en cuya trayectoria teatral alternan las prohibiciones de la censura con los estrenos.

El Teatro de los Sesenta: Los Vanguardistas

En los años 60, algunos autores crean un teatro novedoso y vanguardista, influido por el teatro del absurdo y el teatro de la crueldad de Antonin Artaud. Los dramaturgos de vanguardias presentan temas sociales. Estas obras han sido puestas en escena por compañías independientes. Los autores más significativos son:

  • Fernando Arrabal
  • Francisco Nieva: “Pelo de Tormenta”

Las Últimas Dramaturgias:

En el teatro español de las últimas décadas también se advierte una variedad de tendencias. La dramaturgia de finales del siglo XX se inclina por temas contemporáneos, de estética realista y moderada renovación formal.

  • José Sanchis Sinisterra
  • José Luis Alonso de Santos
  • Fernando Fernán Gómez: “Las Bicicletas son para el Verano”