1. La novela española anterior a la Guerra Civil (1900-1936)
A principios del siglo XX, se distinguen dos tendencias narrativas en la novela española: la pervivencia del realismo y naturalismo, y la reacción contra estos modelos, dando lugar a nuevas formas narrativas. Autores como Pardo Bazán continúan su labor realista, mientras que otros, como Concha Espina, abordan la temática realista, e incluso se cultiva la novela erótica con autores como Felipe Trigo. Sin embargo, la crisis social, política e ideológica de la época propicia la aparición de nuevos modelos que transformarán el panorama de la novela española.
a) Novela de la Generación del 98 (1900-1915)
En 1902, cuatro novelas marcan el inicio de una renovación novelística: Amor y pedagogía (Unamuno), Camino de perfección (Pío Baroja), La voluntad (Azorín) y Sonata de otoño (Valle-Inclán). Estas obras comparten rasgos como la fragmentación del capítulo, el subjetivismo y el uso de la técnica impresionista. Se observa una voluntad de innovar en temas y formas narrativas, con un enfoque subjetivo. Los temas recurrentes son España, la historia del hombre y la literatura, y las preocupaciones existenciales. La técnica narrativa se caracteriza por el impresionismo, la introspección, la reflexión, el fragmentarismo y la descripción. Estilísticamente, se rechaza la grandilocuencia en favor de la sencillez y la claridad.
Autores y obras
- Valle-Inclán: Evolucionó desde el modernismo hacia el esperpento. Destacan las Sonatas y, en su último período, El ruedo ibérico.
- Azorín: Su tema central es la reflexión sobre el tiempo y la vida como transcurso hacia la muerte. Se caracteriza por el uso del tiempo como repetición, la literatura como inspiración y la reivindicación de los pequeños detalles. Obras destacadas: La voluntad y Las confesiones de un pequeño filósofo.
- Unamuno: Amor y pedagogía
- Pío Baroja: Camino de perfección
b) Novela Novecentista (desde 1914)
Se caracteriza por el intelectualismo, el lenguaje cuidado, el humor irónico y la importancia de la forma sobre el contenido.
- Pérez de Ayala: Novela intelectual con reflexiones y léxico rico. Obras: Troteras y danzaderas y Tigre Juan.
- Gabriel Miró: Novela lírica que recrea impresiones y prima la emoción estética. Estilo elaborado y lírico. Obras: Las cerezas del cementerio y El obispo leproso.
c) Novela Vanguardista (década de 1920)
Se identifica con el formalismo y la experimentación. Es una novela intelectual y deshumanizada que juega con la realidad y la fantasía. Se caracteriza por la sustitución de la acción por múltiples situaciones, el desarrollo en la urbe moderna, héroes desenvueltos y deportistas, y conflictos eróticos. Los argumentos fluctúan entre la realidad y la fantasía, y los personajes se interesan por su mundo interior.
- Ramón Gómez de la Serna: Convierte la literatura en un juego de incoherencias con un innegable sentido del humor. Tema recurrente: la obsesión por la muerte. Obras: La viuda blanca y negra y Senos.
d) Novela de la Generación del 27
Renueva las estructuras narrativas convencionales, construyendo novelas sobre una base metafórica y evasiva. Se practica el juego y la experimentación desde una actitud intelectual.
- Benjamín Jarnés: Obras caracterizadas por la fragmentación. Destaca Lo rojo y lo azul.
- Otros autores: Antonio Espina, Max Aub, Francisco Ayala y Rosa Chacel.
e) Novela Social de preguerra (1930-1936)
Plantea una estética de rehumanización, centrándose en la exposición de conflictos humanos, incluidos los de contenido político y social. Temas: luchas e injusticias sociales, situación del campesinado. Objetivo: dar testimonio de situaciones sociales y políticas desde un compromiso político y moral.
- J. Díaz Fernández: El blocao
- Joaquín Arderius: Campesinos
- César Muñoz Arconada: La turbina
- Domínguez Benavides: Un hombre de 30 años
- Ramón J. Sender: Siete domingos rojos