Luis Cernuda (1902-1963)
La obra poética de Luis Cernuda mantiene gran unidad temática, pues puede resumirse en un único asunto: la angustia producida por la frustración de los deseos del individuo sometidos al Imperio de la realidad. La uniformidad de contenido explica que el poeta reuniese toda su obra anterior a 1939 bajo el título único de La realidad y el deseo
. Este asunto genérico se concreta en sus versos en una serie de motivos temáticos recurrentes: -Soledad, aislamiento, marginación y sentimiento de la diferencia. -Deseo de encontrar un mundo habitable que no reprima ni ataque al individuo que se siente y se sabe diferente. En el intento por encontrar ese mundo habitable deseado, a veces el poeta se dirige al pasado, a la niñez, con lo que enlazamos con el tema de los “paraísos perdidos”, tan carácterístico de la literatura contemporánea. -Deseo de encontrar la belleza perfecta, que no esté ensuciada por la realidad, por la materialidad. -El amor, como el gran tema cernudiano. Este motivo adopta distintos planteamientos a lo largo de su obra que podemos reducir a tres momentos: a Un amor no disfrutado, pero presentido. Entendido más como experiencia literaria, leída. Es lo que encontramos, principalmente, en el libro Los placeresprohibidos. B La experiencia amorosa marcada por la insatisfacción, por el dolor y el fracaso, por la incomprensión. Lo podemos encontrar, principalmente, en el libro Donde habite elolvido. C El amor como experiencia feliz, exaltada, pero marcada por la brevedad. Así lo leemos en los Poemas delcuerpo. -El tiempo y su discurrir es otro de los grandes temas del poeta sevillano. Vinculados a este motivo temático encontraremos: a El deseo de juventud eterna, marcada por las experiencias amorosas, por la belleza y por la fuerza de espíritu que le permite mantener una actitud rebelde frente al mundo que le oprime. B La nostalgia de la infancia, asociada a la ingenuidad y, por ello, a la felicidad. C El deseo de eternidad, de llegar a fundirse con la Naturaleza en un universo perfectamente ordenado. -La naturaleza.- Es clara la oposición que se produce en los poemas de Cernuda entre el mundo burgués, contra el que el poeta reacciona de maneras diversas, y el mundo natural, considerado como un paraíso en el que el artista puede vivir en perfecta armónía. Ese mundo social burgués viene marcado por el caos, es la realidad, y frente a él, el orden natural, el deseo. Esa naturaleza cernudiana viene dominada por la espontaneidad y por la proyección libre de los sentimientos y los instintos que en el ámbito burgués deben ser reprimidos.
Para Cernuda, el respeto a la tradición literaria y la aportación de originalidad en su obra deben ir en perfecto equilibrio. No se debe dar mayor peso a una o a otra. Pero el poeta no entiende esa tradición solamente como el respeto a la obra de autores españoles, sino que abarca el conjunto de la literatura europea desde Homero. Entre las presencias de la tradición que más claramente se ven en sus poemas encontramos: – Garcilaso.- Tanto por su métrica (como se ve en el libro Égloga. Elegía. Oda), como por sus temas (el amor, la visión idealizada de la naturaleza y la presencia de la mitología clásica). -Bécquer, y los poetas que inician el Simbolismo (Baudalaire, Verlaine, Valery, Mallarme, Hölderlin) , que le aportan el concepto del poeta como un ser sobrenatural que tiene la capacidad de percibir lo que otros no pueden. -Los poetas platónicos (Fray Luis, Eliot), le aportan la visión de la naturaleza como un mundo de orden y paz, frente al caos humano.
Junto a todas estas presencias de la tradición cultural europea, Cernuda también tendrá en cuenta la obra de sus contemporáneos: – Juan Ramón Jiménez, por la visión subjetiva de la realidad y por la idea de que la verdadera literatura es aquella que se dirige a la esencia de las cosas, eliminando la superficialidad. -Los poetas del 27 le enseñan a enfrentarse a la obra literaria desde la perspectiva del Surrealismo.
La función del poeta en la obra de Luis Cernuda entronca perfectamente con la tradición ROMántica, según la cual el artista aparece como un ser solitario dotado de un don sobrenatural que le permite ver y expresar lo que otros no pueden. En esta línea, Cernuda se nos presenta como un integrante de una tradición que arranca con los ROMánticos, sobre todo con los alemanes como Hölderlin, Novalis o Heine y que en España representa la figura de otro sevillano, Gustavo Adolfo Bécquer. El poeta es, por tanto, un “elegido”, bien sea por Dios o por el Demonio. Es un ser maldito, marginado por la sociedad, hecho del que deriva su soledad total. En el caso de Cernuda, esa condición de maldito, de diferente, viene reforzada por su forma distinta de entender el amor. Su homosexualidad choca frontalmente con los usos y las normas propias de la sociedad burguesa a la que pertenece y en la que vive. Como consecuencia del sentimiento de la diferencia, la actitud del poeta sevillano frente al mundo se definirá por la rebeldía y por el sentimiento de frustración provocado por el choque constante entre la realidad que vive y el deseo de vivir, de amar, de forma diferente.