LA Generación del 27 (EDAD DE PLATA)
La conmemoración en 1927 del tricentenario de la muerte de Luis de Góngora reuníó en Sevilla a un grupo de escritores y artistas que le realizaron un homenaje y reivindicaron su poesía.
Este acto se aprovecho para bautizar a una nueva generación integrada por poetas.
Los poetas del 27 reciben el influjo del Surrealismo (corriente irracional e imaginaria), del creacionismo (creación divina) y del ultraísmo (oposición al Modernismo y a la generación del 98). Heredan temas y formas tanto de la lírica popular como de la lírica culta. Admiran a Garcilaso de la Vega, Jorge Manrique, Bécquer, Quevedo y Darío, entre otros. Con el paso del tiempo evolucionaron hacia una poesía más preocupada por lo humano y lo social (rehumanización). Después de la Guerra Civil, el grupo se disgrega y cada uno sigue su rumbo personal y poético.
Pedro SALINAS
Escribe poemas sobre elementos del mundo moderno y urbano en obras como “Presagios”y “Seguro Azar”. Sus poesías más importantes son “La voz a ti debida” y “Razón de amor”, en estos poemas refleja una visión idealista del amor y en otros refleja la angustia del ser amado. Después de la guerra, en el exilio, escribe libros en los que aparecen recuerdos de juventud como “El contemplado”y “Cero”
Jorge GUILLEN:
Prescinde de elementos superficiales para buscar la denominación directa a través de sustantivos y estructuras oracionales sencillas. Su primer gran libro “Cántico”, donde el tema principal es el gozo del ser ante la perfección del mundo y la hermosura de la vida. En “Clamor”predomina la protesta contra los aspectos negativos presentes en el mundo de los hombres, la preocupación por el paso del tiempo y la muerte. En sus últimos libros “Final”adopta un tono más irónico.
GERARDO DIEGO:
Cultivó poemas de orientación vanguardista y de línea clásica o tradicional como “Manuela de espumas”.En “Soria”y “Versos humanos” se vuelva hacia una poesía humanizada y clásica. Tras la guerra cultiva una poesía predominantemente clásica, de brillantes imágenes y gran perfección formal.
RAFAEL ALBERTI
La lírica tradicional inspira “Marinero en tierra”. Alberti funde el barroquismo gongorino y el Vanguardismo en “Cal y canto”(libro de poemas sobre el mundo moderno). Una de sus obras más conocidas es “Sobre los ángeles”. También escribe sobre las preocupaciones sociales y políticas en “El poeta en la calle”. Después de la guerra seguirá escribiendo sobre su añoranza de España y su situación de desterrado.
Luis CERNUDA
Este poeta solitario reuníó toda su producción lírica bajo el título de “La realidad y el deseo”donde expresa bien la esencia de toda su poesía y su vida. La influencia surrealista y ROMántica es profunda. Obras como “Las nubes” tratan de la añoranza del desterrado, la infancia, la angustia por la fugacidad del tiempo, la proximidad de la muerte…. También es autor de “Ocnos”, un hermoso libro de prosa poética de evocación nostálgica de su niñez y juventud en Sevilla.
Dámaso ALONSO:
Le cabe el merito de haber descubierto a sus compañeros el significado artístico de Góngora con un estudio sobre su poesía y la edición crítica de “Soledades” tras la guerra publica “Hijos de ira”, poema lleno de angustia y cólera por el dolor que le provoca la contemplación de un mundo injusto y cruel.
Federico García Lorca
Los temas principales de su poesía y teatro son la frustración, el destino trágico, el amor imposible, la libertad destruida y la muerte inevitable. En “Poema del cante jondo” y en “Canciones” donde rinde homenaje a su amada. Los gitanos y su mundo lleno de misterio y pasiones son los protagonistas de su obra: “Romancero gitano”. Influido por el Surrealismo escribe “Poeta en Nueva York”, su estilo presenta musicalidad, agresividad, rica adjetivación y brillantes imágenes. Su trayectoria dramática está emparentada por el teatro modernista, presenta su dos obras más surrealistas “Así que pasen cinco años” y “El publico”. Sus tres obras maestras son las tragedias rurales “Bodas de sangre”, “Yerma” y “La casa de Bernarda Alba” protagonizadas por mujeres que se enfrentan a las convecciones sociales.
Vicente ALEIXANDRE:
En “Espadas como labios” se centra en el tema del amor desde perspectivas distintas. Otra obra fundamental es “Sombra del paraíso”. En una segunda etapa concibe su poesía como comunicación, lo que da paso a una poesía preocupada por la existencia humana, lo cual muestra en obras como “Historias del corazón” y “Poemas de la consumación”. Le fue concebido el premio Nobel de Literatura en 1977.
Miguel Hernández:
Su padre le obligo a salir del colegio para que le ayudara con el rebaño, pero su deseo de aprender le hizo ser autodidacta. Su obra “Perito en lunas” se inscribe en la línea del neogongorismo. Su primer gran libro “El rayo que no cesa” está formado principalmente por sonetos que tratan del amor, la vida y la muerte. El libro incluye al final su célebre “Elegía a Ramón Sije”, un corto dedicado a la memoria de un amigo de su Orihuela natal. Al comenzar la guerra Miguel escribe “Viento del pueblo” y “El hombre acecha”, temas principales de amor, vida y muerte. Al finalizar la guerra escribe, mientras peregrina por varios cárceles, “Cancionero y romancero de ausencias”, donde pervive el recuerdo del amor a su esposa y a su hijo, la angustia de la separación de su familia y su falta de libertad. Morirá de tuberculosis en la cárcel de Alicante en 1942 con tan solo treinta y un años.