Esplendor Barroco: Innovación y Poder en la Arquitectura

Arquitectura Barroca

Características Generales

  • Dinamismo: Predominio del movimiento, cornisas volantes, frontones y entablamentos rotos. Interés por los volúmenes y espacios.
  • Muros sustentantes.
  • Los soportes, exentos o adosados, generalmente son decorativos. Destacan columnas y pilastras de los cinco órdenes clásicos, atlantes, cariátides, ménsulas…
  • Las plantas pueden ser ovaladas, circulares, mixtas, abandonando las clásicas.
  • Edificios de orden colosal.
  • Gran variedad de cúpulas.
  • Efecto de luz y perspectiva por la fractura de los muros.
  • Elementos Decorativos: Arquitectónicos (columnas, pilastras, entablamentos rotos, chapiteles…), escultóricos (en bultos redondos o relieves) y pictóricos (bóvedas y techumbres).
  • Se busca el artificio, la escenografía y los espacios ilusorios.
  • Desarrollo del urbanismo, con espacios dirigidos hacia las plazas públicas.

Arquitectura Barroca en Italia

La arquitectura barroca se caracteriza por plantas movidas, que contraen y dilatan el espacio mediante paredes cóncavas y convexas.

Se desarrolla fundamentalmente en Roma, siendo la iglesia la principal cliente.

Artistas Destacados

Bernini

Es el representante oficial del barroco al ser arquitecto pontificio. Refleja en sus obras el admirable poder de la iglesia.

En sus obras predominan la norma y las proporciones clásicas. El material fundamental que emplea es el mármol. Plantea espacios naturales, curvas y contracurvas.

Baldaquino de San Pedro

Su primera obra, en la Basílica Vaticana: gran palio de bronce sostenido por cuatro columnas salomónicas. Se sitúa bajo la cúpula de la iglesia para conmemorar que allí está la tumba de San Pedro.

Columnata de la Plaza de San Pedro

Constituye su obra cumbre (1657-1666), de planta elíptica. Nace de la fachada de la Basílica de San Pedro, dividida en dos tramos que simbolizan los brazos de la iglesia que abraza y acoge a la cristiandad. A esta función alegórica se le suma la funcional: cerrar ópticamente la plaza de San Pedro y servir de deambulatorio cubierto a las procesiones. La columnata está rematada por estatuas de santos.

Cátedra de San Pedro

En el ábside de la Basílica Vaticana. Se sitúa detrás del baldaquino, está vinculada a la arquitectura y a la escultura, al ser concebida como gran decoración para cubrir el ábside. En ella se encuentra la silla que parece que utilizó San Pedro, sostenida en el aire por cuatro Doctores de la Iglesia, abriendo en la zona superior una gloria que perfora el muro.

Quirinal

En Roma. Planta central elíptica con capillas radiales. La fachada presenta un cuerpo central convexo entre dos laterales cóncavos.

Borromini

Rompe con lo clásico y sus obras se caracterizan por la expresividad a través de movimientos nerviosos de las formas. Utiliza materiales pobres por el menor poder económico de sus clientes.

Convento e Iglesia de San Carlos de las Cuatro Fuentes

En Roma. La iglesia tiene planta central elíptica con muros alabeados, como se ve en la fachada con columnas exentas y cornisas.

Oratorio de San Felipe Neri

Fachada cóncava.

Arquitectura Barroca en Francia

Se centra en construcciones civiles, plasmando el poder de la monarquía absoluta.

A diferencia de Italia, donde los artistas tienen libertad de creación, en Francia se impone una dictadura arquitectónica controlada por la Academia y sometida al buen gusto. De este modo, el exterior se mantendrá dentro de una relativa pureza clásica, con superficies regulares, volúmenes nítidos y fachadas rectas. Se produce así una gran unidad de proyectos que ha dado lugar a llamarse el Barroco francés.

Se opone la suntuosidad y lujo del interior. Complemento arquitectónico es la creación de jardines que enmarcan las construcciones y refuerzan la majestuosidad.

Palacio de Versalles

Mandado a construir por Luis XIV, el Rey Sol, convirtiéndose en instrumento de propaganda política del poder del rey. Versalles había sido un pequeño castillo. Su transformación barroca pasa por una serie de procesos que terminan por convertirla en capital político-administrativa de Francia, al trasladar Luis XIV su corte. El palacio de Versalles es obra de Mansart, Charles Le Brun y el jardinero-paisajista Le Notre. Todo el exterior es sereno, majestuoso y, sobre todo, armónico; armonía entre los elementos arquitectónicos y armonía con el entorno: Le Notre diseñó tres avenidas de jardines que confluyen en el palacio y las calles radiales que se abren. En el interior se despliega el lujo barroco. Destaca la Galería de los Espejos, decorada con mármoles polícromos y trofeos dorados, con pinturas en el techo sobre hechos gloriosos del rey; y la Capilla de Versalles, de planta única con deambulatorio y dos alturas, la inferior para los cortesanos y la superior para el rey.