Primera Guerra Carlista: Fernando VII, María Cristina e Isabel II
Fernando VII ∞ M.ª Cristina (Sobrina) = Isabel II
1. Contexto de la Guerra
Fernando VII aprueba la Pragmática Sanción para que su hija M.ª Cristina pudiese gobernar. Los conservadores consideraron que el hermano de Fernando era más adecuado, por lo que empiezan las guerras carlistas. Los partidarios de Carlos María Isidro querían mantener el absolutismo y eran apoyados por los campesinos y artesanos con muy pocos recursos. Isabel, en cambio, contó con los apoyos de la nobleza, la iglesia y su regente María Cristina. Para conseguir más apoyo, pacta con los liberales y pone fin al absolutismo.
2. Desarrollo y Final de la Guerra
Se produce la Primera Guerra Carlista. El bando de los carlistas tomó fuerza en el norte de la península. Luego, Espartero pone fin al sitio carlista de Bilbao. Un año más tarde, Carlos realiza una expedición hasta Madrid, donde es rechazado por los liberales.
Este conflicto termina con el Convenio de Vergara (1839) con Espartero (general liberal).
Revolución Liberal
1. Gobiernos de Cea Bermúdez y Martínez de la Rosa
El gobierno de Cea Bermúdez (absolutista moderado) intenta buscar una solución a la insurrección carlista tratando de obtener apoyo liberal con reformas insuficientes.
María Cristina nombró un nuevo gobierno dirigido por Martínez de la Rosa, quien promulgó el Estatuto Real (1834) para conseguir apoyo liberal. Esta carta otorgada establecía la formación de dos cortes, pero de carácter consultivo.
2. Gobierno de Mendizábal
El hambre y las epidemias se juntaron con los ataques carlistas. En 1835 se producen motines y protestas para restablecer la Constitución de 1812. María Cristina nombra presidente del gobierno a Mendizábal (liberal progresista). Sus principales objetivos eran derrotar al Carlismo, transformar el país en liberal y realizar la reforma agraria, que abolió los señoríos convirtiendo así las propiedades en privadas. También se desvincularon los mayorazgos para vender libremente y se aprobaron las desamortizaciones a la Iglesia para conseguir ingresos en la hacienda y reducir el poder de la Iglesia.
María Cristina destituyó a Mendizábal y le da el gobierno a los moderados, por lo que se inicia un movimiento a favor de la Constitución de 1812. Se da el motín de la Granja y aceptan la Constitución de 1812.
3. Gobierno de Calatrava
Entonces Calatrava (progresista) pasa a formar gobierno y se crea un nuevo orden liberal. Se convocaron elecciones, en las que salió mayoría progresista, y en 1836 se redactó una nueva constitución más corta que la de 1812 para que el resto de los partidos la aceptasen. Esta incluía la soberanía nacional, la división de poderes, derechos de los ciudadanos (como el de imprenta) y la confesionalidad católica del estado. Además, se le concedieron gran cantidad de poderes a la corona y se estableció que estas leyes no afectaban a las colonias. Se estableció la Ley de Imprenta (1837, control de prensa) y la Ley Electoral (1837), que era un sufragio masculino restringido a mayores de 25 y con una contribución mínima.
4. Vuelta al Poder de los Moderados
En 1837 se convocan elecciones, que ganan los moderados. Estos suspenden la constitución y gobiernan de forma autoritaria, aumentando el poder de la corona. Esto causó las rebeliones de los liberales. La reina apoyó a los moderados. Finalmente, los progresistas consiguieron el poder y María Cristina se marcha al exilio.
5. Regencia de Espartero
Comienza la regencia de Espartero (progresista) en 1840. Este empezó impulsando libertades, como el auge de la prensa, pero rápidamente derivó al autoritarismo y gobernó con militares. Tras aprobar el arancel librecambista de algodón, se sublevaron en Barcelona, por lo que bombardeó la ciudad y declaró el estado de guerra hasta que cesaran las revueltas. Por último, se produjo un levantamiento de los moderados Narváez y O’Donnell en 1843 y consiguen llegar al poder. Espartero se marcha al exilio y nombran reina a Isabel II con 13 años.
Primeros Partidos Políticos
No contaban con programas políticos definidos. Se dieron dos ramas: los carlistas, que defendían el absolutismo, y los liberales, divididos en moderados (más conservadores) y progresistas. Se forma un partido central, la Unión Liberal, y se crean opciones más radicales: los demócratas y los republicanos.
La Década Moderada
Tras la llegada de Narváez en 1844, quiere instaurar un sistema liberal donde gobiernen las clases altas. Se crea la Constitución de 1845, en la que se establecía un sufragio censitario, correspondiente al 1% de la población (grandes contribuyentes y personas destacadas).
Para restablecer la relación perdida con la Iglesia, se firma el Concordato con la Santa Sede, por la que el estado sostendría a la Iglesia. Se realizó una reforma fiscal para aumentar la recaudación de hacienda y se aprobaron los códigos civil y penal. Además, se reforma la administración, se creó un sistema nacional de educación, se creó la Guardia Civil como fuerza policial (en sustitución de la milicia) y se impuso el servicio militar obligatorio para obtener soldados para el ejército.
No hubo una estabilidad. Hubo levantamientos carlistas, divisiones entre los moderados y Bravo Murillo, quien en 1852 restringió aún más el sufragio, a lo que los progresistas se opusieron.
El Bienio Progresista
Los liberales se opusieron y se produce el levantamiento de O’Donnell. Estos publican el Manifiesto de Manzanares, de contenido reformista, en el que se restablecía la Milicia Nacional. Se inició un gobierno presidido por Espartero y se aumentó el sufragio. Tras la alianza entre moderados y progresistas, se crea la Unión Liberal y se redacta una constitución que no llegó a publicarse. Este gobierno aprobó la desamortización civil y eclesiástica de Madoz para conseguir ingresos y se aprobó la Ley de Ferrocarriles, que ofrecía ventajas a las empresas que lo desarrollaran.
Hubo problemas sociales, como crisis, epidemias, motines y levantamientos, en especial en Cataluña y Castilla. Se realizaron medidas duras de represión sustentadas por el ministro de guerra, O’Donnell. O’Donnell se enfrenta a Espartero, es apoyado por la reina y es nombrado jefe del ejecutivo. Más adelante, se alza el ejército, se anula la libertad de prensa y se pone fin al bienio.
¿Por qué no hubo normalidad constitucional?
No se mantiene, ya que siempre había una fuerte presencia militar (se recurría a estos para los levantamientos), un sufragio muy restringido, se manipulaban los resultados electorales y las constituciones eran suspendidas tras la llegada al poder de otro partido político.
La Desintegración de la Monarquía
O’Donnell pone fin al bienio, pero pierde la confianza de la reina y esta nombra a Narváez, que intenta volver a 1854. Para ello, suspende las amortizaciones, restringe derechos y libertades. Además, convocó elecciones con resultados irregulares. Este gobierno reformó el senado, restauró el mayorazgo. Además, en España existía una de las mayores tasas de analfabetismo, por lo que se aprueba una Ley de Instrucción Pública de Moyano, que establecía que la educación primaria era gratuita. La reina destituye a Narváez y vuelve O’Donnell.
Tras la vuelta de O’Donnell, este duró 4 años tranquilos, en los que se reactivó la desamortización y disminuyó el control sobre la prensa. Hasta 1866 hubo una expansión económica que se gastó en operaciones militares, como la expedición a la Conchinchina, México o Marruecos, con las que Juan Prim ganó prestigio. Entonces este entra en el gobierno y la reina le obliga a dimitir. Todas estas intervenciones de la reina hacen que se radicalice el sistema. Los partidos echan la culpa a la reina y se produce un golpe de estado. Narváez los apaga, cierra las cortes y empieza la dictadura. Finalmente, progresistas y demócratas firman el Pacto de Ostende para poner fin a la monarquía.