España en los Años 60 y 70: Transformación Económica y Crisis del Régimen Franquista

El Crecimiento Económico de los Años Sesenta

La acción correctora vino de la mano del Plan de Estabilización (1959). A esto se añadieron los planes de desarrollo económico y social. La planificación centró el interés en el sector industrial. Las acciones estructurales pretendían solucionar algunas deficiencias de la industria, y la creación de los polos de desarrollo. Se proporcionó a la iniciativa privada infraestructuras y productos básicos. La industria y los servicios se consolidaron como las actividades fundamentales. La renta por habitante aumentó. El crecimiento industrial, impulsado por el uso de técnicas y capital, ayudó a mejorar la productividad, permitió bajar los precios, incrementó los salarios y llevó a un gran aumento de la demanda de bienes de consumo. Limitó la creación de empleo y originó una intensa emigración. Estos movimientos de población fueron el resultado de las diferencias en el dinamismo económico de las diversas áreas geográficas. Se explica por el éxodo rural y la reducción del peso de los alimentos. Estimuló a los empresarios agrícolas a emprender un proceso de mecanización y provocó una emigración. La mejora de la renta comportó una diversificación en cuanto a la demanda de comestibles. Se produjo la consolidación de la sociedad industrializada por medio de las importaciones. Estas absorbieron la mano de obra excedentaria. Sin los ingresos por turismo, las remesas de emigrantes y la inversión extranjera, no se habría producido el llamado “milagro económico”. La renta por habitante española era muy inferior a la europea. Había una fuerte tendencia a subir los precios. La inflación y la escasa creación de empleo fueron problemas importantes. La tasa de paro se mantuvo baja. La etapa final se caracterizó por un avance limitado de las actividades de contenido tecnológico. No ayudó el poco grado de liberalización del sistema financiero.

La Modernización de la Sociedad Española

La población urbana se situó en el 37% del total en 1970. Esto generó una transformación de las estructuras socioprofesionales. Apareció una gran masa de obreros industriales y aumentó el volumen de las “clases medias”. Cambiaron los comportamientos sociales y las pautas culturales. La universidad vio cómo aumentaba el número de estudiantes. La familia comenzó a experimentar cambios. La incorporación de la mujer a las nuevas actividades fue muy débil. Las casas empezaron a equiparse con un nuevo menaje de hogar. Se fue implantando una nueva mentalidad. Un sector de la Iglesia española comenzó a distanciarse del régimen.

La Persistencia del Régimen

Había un impulso para modernizar las instituciones entre falangistas y tecnócratas. El Opus Dei, con Carrero Blanco y López Rodó, reforzaron sus posiciones. Se celebró los “25 años de paz” (1964) y se promulgó la ley de prensa (1966) de Manuel Fraga Iribarne. José Solís trató de revitalizar el Sindicato Vertical. Juan Carlos de Borbón fue designado como sucesor. La continuidad pasaba por una monarquía. Las disensiones estallaron con el caso Matesa (1969). El consejo de guerra en Burgos (1970) hizo estallar el enfrentamiento interno. La difusión del Concilio Vaticano II y la injusticia social y política favorecieron la aparición de actitudes críticas contra la dictadura. Se produjo la radicalización de comunidades cristianas de base.

El Reforzamiento de una Oposición de Masas

Ocurrieron las primeras agitaciones sociales y protestas políticas. Se fortalecieron la Unión General de Trabajadores (socialista) y la Confederación Nacional del Trabajo (anarcosindicalista). Nació un nuevo sindicalismo en torno a las nuevas Comisiones Obreras (1964), que combinaban las acciones ilegales con las legales. Habían surgido organizaciones de estudiantes. También surgieron nuevos movimientos sociales, con manifestaciones masivas en las calles. Se recompuso la oposición al franquismo. Los demócratas cristianos fueron llamados por los franquistas como el “contubernio de Munich”. Comenzó una línea de penetración a las organizaciones de masas. Empezaron a ganar importancia los partidos nacionalistas. La hegemonía del Partido Nacionalista Vasco (PNV) continuó, pero el hecho que tuvo mayor repercusión fue la aparición de ETA. En Cataluña comenzó a constituirse un grupo nacionalista, Convergència Democràtica de Catalunya (CDC).

La Crisis Final del Régimen (1973-1975)

El almirante Luis Carrero Blanco fue víctima de un atentado de ETA el 20 de diciembre de 1973. Se formaron los inmovilistas y los aperturistas o reformistas. Se formó un nuevo gobierno presidido por Carlos Arias Navarro. Fue famoso el discurso del presidente del 12 de febrero de 1974 en las Cortes (espíritu de febrero). El régimen era incapaz de democratizarse. Se confirmó la permanencia del que se llamó el búnker. Las enfermedades de Franco le impedían ejercer el gobierno. En 1975 se promulgó una nueva ley antiterrorista, y fueron condenados a muerte cinco activistas de ETA y del FRAP. Se produjo la última de las grandes olas de protesta internacional contra Franco. Los saharauis habían creado el Frente Polisario. Se produjo la llamada Marcha Verde. La sensación de ser los últimos momentos del régimen de Franco se extendía. El 20 de noviembre de 1975 Franco murió con 83 años.