España en los años 30: El Camino hacia la Guerra Civil

1. La Proclamación de la Segunda República y sus Primeros Desafíos

1.1 El Nacimiento de la República

El 14 de abril de 1931 se instauró la Segunda República Española, un nuevo régimen político que surgió pacíficamente tras el triunfo de las candidaturas republicanas en las elecciones municipales. Este nuevo régimen fue recibido con gran esperanza, contando con el apoyo de la mayoría de los intelectuales, las clases medias y el movimiento obrero. Sin embargo, la Segunda República también se enfrentó a la desconfianza de la Iglesia y de los grupos económicos más poderosos, además de un contexto internacional desfavorable que reforzó las posiciones extremistas.

Tras la marcha del rey Alfonso XIII, el Comité Revolucionario formado en el Pacto de San Sebastián constituyó un gobierno provisional presidido por Niceto Alcalá Zamora. Se convocaron elecciones a Cortes Constituyentes y se tomaron las primeras medidas: un decreto de amnistía y el reconocimiento de amplios derechos individuales. A pesar del clima inicial de euforia, un grave enfrentamiento con la Iglesia, que culminó con la expulsión del Cardenal Segura y la quema de iglesias, deterioró la imagen de la República.

1.2 La Constitución de 1931

Las elecciones a Cortes Constituyentes dieron una amplia mayoría a los grupos republicanos y socialistas. La nueva Constitución, aprobada en diciembre de 1931, introdujo importantes novedades:

  • Estado laico: Se estableció la separación Iglesia-Estado, suprimiendo la financiación pública de la Iglesia, prohibiendo la enseñanza a las órdenes religiosas, disolviendo la Compañía de Jesús y aprobando el matrimonio civil y el divorcio.
  • Parlamento unicameral: Se eliminó el Senado.
  • Derecho a la educación: Se reconoció el derecho a la educación primaria, gratuita y pública.
  • Sufragio universal: Se incluyó el voto femenino.
  • Descentralización territorial: Se reconoció el derecho de autonomía de las regiones dentro de un Estado integral.
  • Jefe del Estado: Elegido por el Parlamento para un mandato de 6 años, con la competencia de nombrar al Presidente del Consejo y disolver las Cortes.

Tras la aprobación de la Constitución, Niceto Alcalá Zamora fue elegido Presidente de la República y Manuel Azaña, Presidente del Consejo.

1.3 El Bienio Reformista (1931-1933): La Coalición Republicano-Socialista

Con el objetivo de modernizar el país, Azaña integró a los socialistas en el gobierno. Su programa se centró en resolver problemas históricos:

Reforma del Ejército

  • Supremacía del poder civil.
  • Profesionalización y modernización del ejército.
  • Republicanización del cuerpo de oficiales.
  • Creación de la Guardia de Asalto.

Reforma Agraria

Buscó un mejor reparto de la tierra, pero la resistencia de los propietarios y el coste de las indemnizaciones lastraron su éxito, generando conflictos como el de Casas Viejas.

Reformas Laborales

Impulsadas por Largo Caballero, incluyeron la Ley de Contratos de Trabajo, la creación de la Inspección de Trabajo y la Ley de Jurados Mixtos. Estas medidas aumentaron el poder sindical, provocando la oposición de la patronal.

Estatutos de Autonomía

El Estatuto de Cataluña, aprobado en 1932, reconoció la cooficialidad del catalán y otorgó amplias competencias a la Generalitat. Francesc Maciá fue elegido jefe del gobierno catalán.

Oposición al Régimen

El gobierno del Bienio Reformista se enfrentó a una fuerte oposición. Los grupos conservadores (Iglesia, ejército, terratenientes) intentaron un golpe de Estado (Sanjurjo, 1932) y se agruparon en la CEDA. La izquierda (socialistas y anarquistas) consideró las reformas insuficientes. La crisis económica agudizó la conflictividad social. La falta de apoyos llevó a la sustitución de Azaña por Lerroux. Las nuevas elecciones dieron el triunfo al centro-derecha (CEDA y Partido Radical).

1.4 Reformas y Realizaciones Culturales

El gobierno impulsó un ambicioso programa educativo liderado por Marcelino Domingo. Se crearon escuelas e institutos, y se elaboró una reforma educativa pública, mixta, laica y gratuita. Las Misiones Pedagógicas extendieron la educación al mundo rural. Se produjo un aumento de publicaciones y de la lectura. En 1933 se celebró la primera Feria del Libro en Madrid.

2. El Triunfo Radical-Cedista y la Revolución de 1934

En noviembre de 1933, las elecciones dieron la victoria al centro-derecha. Lerroux formó gobierno con el apoyo de la CEDA. La política del nuevo gobierno fue contraria a la del Bienio Reformista: se paralizó la reforma agraria, se devolvieron tierras, se financió al clero, se amnistió a los militares golpistas y se bloquearon los Estatutos de Autonomía. La polarización política se intensificó.

En octubre de 1934, la entrada de ministros de la CEDA en el gobierno provocó una insurrección. La huelga general convocada por la UGT fracasó en general, pero en Cataluña se proclamó el Estado Catalán dentro de una República Federal. En Asturias, la insurrección triunfó, proclamándose la República Socialista Asturiana. La represión del gobierno, liderada por Franco y Goded, fue contundente.

3. La Radicalización Política (1935-1936) y el Frente Popular

Tras la Revolución de 1934, se suspendió el Estatuto de Cataluña y se modificó la Ley de Reforma Agraria. La inestabilidad política continuó. El escándalo del estraperlo provocó la dimisión de Lerroux y la convocatoria de elecciones.

En febrero de 1936, las elecciones enfrentaron a dos bloques: el Frente Popular (izquierdas) y el Frente Nacional Contrarrevolucionario (centro-derecha). El Frente Popular obtuvo la victoria en escaños. Azaña formó gobierno, decretando una amnistía, restaurando el Estatuto de Cataluña y retomando la reforma agraria. Azaña fue elegido Presidente de la República, y Casares Quiroga presidió un gobierno de republicanos de izquierda. El aumento del terrorismo y los enfrentamientos entre grupos radicales marcaron la primavera de 1936. Un grupo de generales, liderados por Mola, preparaban un golpe de Estado. El asesinato de José del Castillo y José Calvo Sotelo fueron el preludio de la Guerra Civil. El gobierno de Casares Quiroga se mostró inactivo ante los rumores de golpe, y la rebelión militar en Marruecos, el 17 de julio, le sorprendió desprevenido.