España en la Unión Europea y su Rol en la Globalización
España en la Unión Europea
España se integró como miembro de pleno derecho en los órganos de la Comunidad Económica Europea (CEE) el 1 de enero de 1986. Hasta ese momento, había vivido aislada desde 1936 con un gobierno fascista y no había participado en el proceso de construcción europea. La integración suponía acabar con el aislamiento y la marginación. Sin embargo, España ha estado siempre presente en los conflictos europeos. Internamente, lo europeo se vio siempre como un elemento regenerador y modernizador.
El camino hacia la adhesión se inicia en 1962, pero en aquellos momentos los países no democráticos no podían aspirar a la integración europea. Con la llegada de la transición y la democracia, las negociaciones toman un giro radical. En 1977, España es admitida en el Consejo Europeo y a partir de ahí se solicita la adhesión. El Acta de Adhesión es firmado por Fernando Morán, el rey Juan Carlos I y el presidente del Gobierno, Felipe González, el 12 de junio de 1985. El 1 de enero de 1986 se produce el ingreso formal.
Ceuta y Melilla se integraban, aunque mantenían exenciones de impuestos y aranceles anteriores. Las islas Canarias también quedaban excluidas del arancel común, la Política Agrícola Común (PAC) y de la obligatoriedad del IVA. El balance puede considerarse positivo, aunque ha tenido que sufrir grandes sacrificios, como el pago inmediato del IVA y restricciones en temas pesqueros y agrícolas.
Con esto, se entra en la Europa del euro, la nueva moneda europea. Desde entonces, los europeos tenemos una misma moneda que circula libremente por su geografía. España se beneficia ya de la implantación del euro. Estos beneficios se resumen en:
- Estabilidad económica
- Fomento de los intercambios comerciales
- Moneda fuerte
- Mayor transparencia en los mercados
Desde la entrada en Europa, España forma parte de las políticas comunes que se desarrollan para crear el mercado único y la integración total. España forma parte de la Europa Verde, cuya misión es abastecer de productos agrícolas a los europeos y asegurar a los agricultores y ganaderos un nivel de vida que no desmerezca respecto de otros sectores; de la Europa Azul o de la pesca. España es una potencia pesquera. También entramos en la política común del comercio y de los transportes, para lo que hubo que adaptar su legislación a los acuerdos y normas de la Política Comercial Común (PCC).
España en un Mundo Globalizado
Los condicionantes geográficos y su historia política han influido en hacer de España un país aislado, lejos de los flujos económicos, científicos, culturales, etc. España ha sido un país con poca proyección exterior y durante los cuarenta años de dictadura franquista este aspecto se acentuó.
La situación actual ha cambiado. Con la transición democrática, se inicia un proceso de apertura al exterior que ha modernizado el país, situándolo entre los más avanzados. En este proceso han intervenido dos circunstancias:
- El deseo de España de abrirse al exterior e intensificar las relaciones con otros países.
- El auge del proceso de globalización económica.
Entendemos por globalización la creciente integración a nivel mundial de los mercados, de los sistemas políticos, tecnológicos, productivos, así como de los modos de vida, de las culturas, ideologías, etc. De este modo, España participa en organizaciones internacionales y está inmersa en una globalización económica.
España está presente en las principales organizaciones internacionales. En organizaciones de tipo económico, como la FAO (Organización para la Agricultura y la Alimentación), el FMI (Fondo Monetario Internacional), la OMS (Organización Mundial de la Salud); de tipo cultural, como la UNESCO; militares, como la OTAN, y políticas, como la ONU y la UE.
Es especialmente importante su incorporación a la Unión Europea en 1986. Los indicadores que demuestran la integración de España en el fenómeno de la globalización se extraen de todos los campos:
- La evolución del PIB per cápita, que ha pasado de un 75% de la media europea en 1970 a un 87% actualmente.
- La balanza comercial. El comercio exterior tiene ahora mayor protagonismo en la economía española.
- La proyección exterior de España.
- En el plano cultural. La globalización se manifiesta en la ciencia y la tecnología, en usos y costumbres occidentales.
- La internacionalización de las empresas.
El proceso de globalización ha reportado ventajas a España:
- Ayuda a incrementar su crecimiento económico.
- Favorece la competencia entre sectores económicos, beneficiando al consumidor.
- Favorece el intercambio de ideas, de técnicas y conocimientos, lo que mejorará el panorama de la ciencia y la cultura.
La globalización se ve también como un peligro que puede acabar con las señas de identidad de un pueblo, aumentar las desigualdades sociales y económicas o mitigar el poder de decisión. En España se ve todo esto como una amenaza por el valor que aquí se le da a la diversidad cultural, lingüística y social como uno de los símbolos de identidad.
Andalucía, Región Europea
Superar el aislamiento de todo tipo, económico, social y cultural de un país es la condición para sentar las bases de su futuro. Andalucía es una comunidad autónoma que puede sentirse orgullosa de tener un pasado fecundo en su relación con otros países, con otros pueblos y de saber cuáles son sus objetivos respecto a su integración nacional e internacional.
Andalucía quedó sumida, tras el descubrimiento de América, en un aislamiento económico, político y cultural que aún perdura, pero que con la integración de España en la UE intenta superar. Andalucía se beneficia de las ayudas de la UE para acercarse a Europa, como son los fondos estructurales, los de cohesión y la PAC, además de programas para el desarrollo local, el medio ambiente y el desarrollo científico.
Así se han podido mejorar las infraestructuras de transporte (Autovía A-92; AVE Madrid-Sevilla), el abastecimiento de agua a ciudades como Sevilla, Málaga o Huelva. Con la PAC, la agricultura y la ganadería se han modernizado, alcanzando niveles de renta parecidos a los de otros sectores.
Andalucía ostenta un buen puesto en condiciones medioambientales con relación a países de su entorno. Tiene excelentes indicadores en biodiversidad, contaminación atmosférica y conservación de espacios protegidos. Su situación es más deficitaria en relación al estado de las aguas, con gran contaminación de sus ríos principales y con relación al reciclaje de residuos.