La Regencia de María Cristina y el Turno de Partidos (1885-1902)
Tras la muerte de Alfonso XII, su esposa, María Cristina de Habsburgo, asumió la Regencia hasta la mayoría de edad de Alfonso XIII (1885-1902). A través del Pacto del Pardo, Cánovas y Sagasta apoyaron a la regente y se turnaron en el poder. Sagasta aprobó algunos derechos recogidos en la Constitución de 1869, como la libertad de cátedra, prensa, un nuevo código civil y el sufragio universal masculino. Este último permitió el avance de la oposición (PSOE, Lliga Regionalista, PNV). Cánovas, por su parte, impuso un arancel proteccionista en 1891.
El caciquismo fue clave para garantizar el sistema de “encasillado”, mediante el reparto de favores personales y colectivos, lo que incrementó la corrupción.
Política Exterior Durante la Restauración
La política exterior de Cánovas coincidió con la hegemonía de la Alemania de Bismarck. Cánovas adoptó una política prudente para evitar conflictos. El principal problema surgió cuando Alemania intentó ocupar los archipiélagos españoles de las Carolinas y Palaos (1885). Cánovas negoció una salida pacífica: España conservó las islas, y Alemania obtuvo privilegios comerciales y pesqueros.
Bajo el gobierno de Sagasta (1886-1890), se abrieron embajadas en Alemania, Italia, Gran Bretaña y Austria.
Oposición al Sistema
La oposición al sistema estaba formada por:
- Carlistas: Divididos entre los que rechazaban el régimen y los que defendían la legalidad.
- Republicanos: Posibilistas (Castelar) y demócratas progresistas (Ruiz Zorrilla).
- Movimiento obrero: Dividido en anarquistas y socialistas.
- Nacionalismos periféricos:
- Catalán: Surgió en el Sexenio Democrático. La Unión Catalanista (1891) intentó unificar la tendencia en torno a la burguesía ilustrada y conservadora. Se promovieron las Bases de Manresa, que proponían un reparto de funciones entre el poder estatal y el regional autónomo. En 1891 se formó la Lliga Regionalista (Prat de la Riba), un partido burgués que demandaba autonomía catalana.
- Vasco: Defendía los fueros perdidos y rechazaba la industrialización. Sabino Arana fundó el PNV (1895), que defendía la formación de un Estado Vasco independiente, la superioridad de la etnia vasca y el integrismo ultracatólico. Propuso el desarrollo del euskera y del mundo rural. Desde 1898, el nacionalismo vasco osciló entre el independentismo y la integración del País Vasco como entidad autónoma.
La Guerra Colonial y la Crisis de 1898
Antecedentes de la Guerra
El incumplimiento de la Paz de Zanjón (1878) provocó la Guerra Chiquita (1879) y el desarrollo de un nacionalismo popular. Estados Unidos, del que Cuba obtenía beneficios por la exportación de azúcar y tabaco, ejerció presión diplomática y apoyó a los insurgentes cubanos, especialmente después de que Cánovas estableciera una ley de aranceles que prohibía el comercio entre Cuba y EE.UU.
En 1893, el Ministro de Ultramar de Sagasta, Maura, intentó una reforma autonómica, rechazada por las Cortes.
En la isla había tres grupos políticos:
- La Unión Constitucional (españolista), opuesta a cualquier reforma.
- El Partido Revolucionario Cubano (José Martí), independentista.
- Guerrillas separatistas (Mambises), apoyadas por campesinos.
Desarrollo de la Guerra
La guerra estalló en 1895 con el Grito de Baire. Se proclamó el Manifiesto de Montecristi, por José Martí y Máximo Gómez. Tras la muerte de Martí, Antonio Maceo asumió la dirección militar.
Inicialmente, Sagasta envió a Martínez Campos a negociar, pero fracasó. Cánovas envió a Weyler, quien recuperó territorio y envió a los insurrectos a la montaña. Weyler implementó la “reconcentración” del campesinado, creando los Campos de Reconcentración, que causaron la muerte de unos 300.000 civiles por falta de suministros.
Entre 1896 y 1897, se produjo una guerra de desgaste. Tras el asesinato de Cánovas (1897), Sagasta sustituyó a Weyler por el general Blanco, quien concedió la autonomía a la isla, aunque EE.UU. ya había decidido intervenir.
En 1896, hubo una revuelta en Filipinas, sofocada al año siguiente. La explosión del acorazado estadounidense Maine fue atribuida a España, que se negó a vender la isla. EE.UU. declaró la guerra y derrotó a España.
Consecuencias: El Desastre del 98
Con la Paz de París (1898), España reconoció la independencia de Cuba y cedió Puerto Rico y Filipinas a EE.UU. En 1899, España cedió a Alemania las islas Carolinas, las Marianas y Palaos.
El “desastre del 98” provocó:
- Resentimiento de los militares hacia los políticos.
- Gran número de muertos y mutilados.
- Pérdida de mercados y productos.
- Surgimiento del Regeneracionismo, un movimiento intelectual que consideraba que el sistema de la Restauración era un obstáculo para el progreso de España.
El Regeneracionismo proponía:
- Limpiar el sistema electoral (eliminar el caciquismo).
- Una reforma educativa.
- Políticas sociales y de obras públicas.
Joaquín Costa, figura clave del Regeneracionismo, hablaba de un “organismo enfermo y degenerado” que necesitaba un “cirujano de hierro”.
Transformaciones Económicas y Sociales en España (Siglo XIX y Primer Tercio del XX)
Proceso de Desamortización y Cambios Agrarios
Hasta 1860, hubo un estancamiento económico. Desde 1860 hasta 1901, el crecimiento fue más rápido. La industrialización requería una reforma agraria, impulsada por las desamortizaciones:
- Godoy: Iniciador del proceso.
- Mendizábal (1836-37): Buscaba disminuir la deuda pública y financiar la guerra carlista. No tuvo éxito, ya que solo las clases dirigentes accedieron a las subastas.
- Madoz (1855): Puso en subasta las tierras restantes de la Iglesia y las tierras de los ayuntamientos (propios y baldíos). Consolidó la estructura latifundista, pero no creó una clase media rural y perjudicó a los campesinos.
Los capitales obtenidos se usaron para financiar la guerra carlista y la deuda pública. El elevado precio de los aranceles del trigo provocó un estancamiento agrícola.
Otras medidas de cambio fueron la supresión de la Mesta (1836) y la abolición de los señoríos y el diezmo (1837).
Industrialización y Modernización de Infraestructuras
Antes de la Ley de Minas de 1868, la explotación minera era escasa. Esta ley atrajo capital extranjero, impulsando industrias y redes de ferrocarril, aunque zonas como Río Tinto (Huelva) se desligaron de la economía nacional. El carbón (Asturias y León) era escaso, de baja calidad y caro.
La industria textil se expandió en Cataluña, gracias a la protección arancelaria. La pérdida de las colonias provocó una crisis en esta industria, que no se recuperó hasta la segunda década del siglo XX.
La industria siderúrgica se estableció cerca de las minas de hierro, destacando Vizcaya. Su desarrollo impulsó la industria mecánica y metalúrgica.
La creación de una red ferroviaria fue dificultada por el relieve, las guerras y el bandolerismo. La Real Orden de creación de ferrocarriles (1844) permitió las primeras líneas (Barcelona-Mataró y Madrid-Aranjuez). La Ley General de Ferrocarriles (1855) fomentó la actividad ferroviaria, aunque la crisis de 1877 ralentizó su desarrollo.
España se especializó en la exportación de materias primas. El déficit comercial crónico del siglo XIX llevó a medidas proteccionistas.
Sistema Financiero
Durante el Bienio Progresista se crearon bancos de emisión de billetes y una ley de Sociedades de Crédito. Los bancos financiaron compañías ferroviarias y la deuda pública. Destacaron los bancos de Barcelona, Santander y Bilbao. El Banco de San Fernando se convirtió en el Banco de España (1856) y obtuvo el monopolio de emisión de billetes. El capital nacional y extranjero invirtió más en deuda pública que en industria y agricultura.
Crecimiento Económico (Primer Tercio del Siglo XX)
Hubo un crecimiento económico debido a la pérdida de las colonias (reinversión en España) y la neutralidad en la Primera Guerra Mundial. El crack del 29 ralentizó el crecimiento.
Se proyectó una política hidráulica (embalses y regadío), aumentando la productividad. En la industria, hubo un gran proteccionismo (Asturias, Vizcaya, Barcelona). En el comercio exterior, los aranceles obligaron a la demanda interna a adquirir productos españoles, aumentando los costes de producción y dificultando la exportación. Aumentó la banca privada y la presencia estatal a través de la banca oficial. Se consolidaron las cajas de ahorro (Confederación Nacional de Cajas de Ahorro, 1926).
El lento proceso de industrialización en España supuso un fracaso de la revolución industrial, debido a la inestabilidad política, la escasez de carbón, la falta de materias primas, el atraso tecnológico, la falta de capital nacional y el estancamiento de la agricultura y el comercio.
Transformaciones Sociales: De la Sociedad Estamental a la Sociedad de Clases
Crecimiento Demográfico y Movimientos Migratorios
En el siglo XIX, hubo un lento crecimiento demográfico en comparación con otros países. La mortalidad era alta, especialmente la infantil. Se produjeron movimientos migratorios y un crecimiento urbano debido al éxodo rural.
Estructura Social
- Nobleza: La alta aristocracia perdió posición, pero mantuvo influencia.
- Burguesía: Surgió una nueva burguesía de negocios (banqueros, comerciantes, propietarios de tierra, altos cargos). La burguesía regional y local era más modesta.
- Clase media: Débil en comparación con el resto de Europa.
- Trabajadores: Principalmente campesinos (propietarios de minifundios, arrendatarios, aparceros y jornaleros). Aparecieron nuevos trabajadores en la ciudad (obreros, ferroviarios, mineros, etc.) con condiciones laborales deficientes.
Génesis y Desarrollo del Movimiento Obrero
En las primeras décadas, surgió el ludismo. En Cataluña, hubo una huelga general en 1855. Durante el Sexenio Revolucionario, se formaron sindicatos. En 1870, los anarquistas crearon la Federación Regional Española. En 1871, llegó Paul Lafargue, partidario de Marx. Los marxistas, liderados por Pablo Iglesias, fundaron la Nueva Federación Madrileña. A finales de siglo, Serrano prohibió las federaciones.
Durante la Restauración, los anarquistas crearon la Federación de Trabajadores de la Región Española. A finales de siglo, se produjeron atentados (propaganda por el hecho). En 1879, los socialistas fundaron el PSOE, liderado por Pablo Iglesias. En 1888, se fundó la UGT en Barcelona.
En el primer tercio del siglo XX, comenzó la transición al ciclo demográfico moderno. Aumentó la alfabetización y la escolarización. Surgió un movimiento asociativo, sindical y cooperativo. Tras la Semana Trágica, surgió la CNT, un sindicato anarquista. Surgió el sindicalismo católico (Confederación Nacional Católico-Agraria). Del PSOE surgió el Partido Comunista (1921).
El Reinado de Alfonso XIII: Intentos de Modernización y Crisis del Sistema (1902-1923)
Alfonso XIII, con espíritu europeísta y modernizador, intervino activamente en política. Tras la muerte de Cánovas y Sagasta, comenzó el Revisionismo político con Maura (Partido Conservador) y Canalejas (Partido Liberal).
- Conservadores (Maura): Buscaron la “revolución desde arriba”. Promulgaron una lenta legislación laboral y una Ley de Reforma Electoral (1907) para eliminar el fraude.
- Liberales (Canalejas): Desde 1910, promulgaron leyes sociales y una Ley de Reclutamiento (1912) que estableció el servicio militar obligatorio.
Tras el asesinato de Canalejas (1912), las luchas internas y la desconfianza de Maura hacia los liberales descompusieron el sistema.
La Cuestión de Marruecos y la Semana Trágica
Tras la Conferencia de Algeciras (1906), España obtuvo derechos sobre Marruecos. El reclutamiento forzoso de tropas provocó descontento, y socialistas y anarquistas convocaron huelgas generales en Barcelona. Se proclamó el Estado de Guerra y se produjo la Semana Trágica (26-31 de julio de 1909), con una oleada de violencia. Las detenciones y penas de muerte generaron protestas internacionales.
Oposición al Régimen
Los opositores al régimen eran:
- Republicanos: Con apoyo de la pequeña burguesía y trabajadores. Destacaron el Partido Radical (Lerroux), izquierdista y anticlerical, y el Partido Reformista (Melquiades Álvarez y Gumersindo de Azcárate), moderado y culto.
- PSOE (Pablo Iglesias).
- Nacionalistas: Catalanes (Lliga Regionalista, Solidaritat Catalana, Estat Català), vascos (PNV) y, en menor medida, gallegos.
La Crisis de 1917 y el Trienio Bolchevique
La neutralidad durante la Primera Guerra Mundial aumentó la demanda externa, generando inflación y escasez. Surgieron aliadófilos (izquierda) y germanófilos (derecha).
La crisis de 1917 incluyó:
- Rebelión de las Juntas de Defensa: Enfrentamientos entre el ejército y el gobierno, que llevaron a la dimisión de Romanones y a la presentación del Manifiesto de Juntas (1 de junio), aceptado por Eduardo Dato.
- Asamblea de Parlamentarios: La Lliga Regionalista convocó reuniones para reformar la Constitución, pero fueron declaradas inconstitucionales.
- Huelgas generales: Convocadas por la UGT y la CNT, paralizaron los centros industriales, pero fueron reprimidas.
Alfonso XIII intentó reavivar el sistema, pero fracasó.
Hubo agitación en Andalucía (1918-1920) por la miseria y la influencia de la Revolución Rusa (Trienio Bolchevique). En Barcelona, creció la CNT, y la patronal respondió con el “lock out” y la “ley de fugas”. La Revolución Rusa provocó una ruptura en el socialismo, y en 1919 se formó el Partido Comunista de España.
El Desastre de Annual y el Golpe de Estado de Primo de Rivera
La campaña para unir Ceuta y Melilla llevó al desastre de Annual (1921), que provocó la caída del gobierno y protestas contra el rey. Esto condujo al golpe de Estado de Primo de Rivera el 13 de septiembre de 1923. El silencio de Alfonso XIII supuso el apoyo al levantamiento y el fin del sistema canovista.