1) La Dictadura de Primo de Rivera
A) El Golpe de Estado
El 13 de septiembre de 1923, el general Primo de Rivera dio un golpe de Estado en Barcelona. Así llegó a su fin el régimen parlamentario de la Restauración. Primo de Rivera justificó el golpe con el argumento de la necesidad de “acabar con lo anterior”. Los factores del triunfo del golpe fueron los apoyos sociales de la clase media y de la burguesía, especialmente la catalana. A ello se sumó la ausencia de reacción del movimiento obrero (PSOE y UGT). La dictadura tuvo dos fases: el Directorio Militar y el Directorio Civil.
B) El Directorio Militar
Primeras medidas:
- Suspensión del régimen constitucional.
- Disolución de las Cortes.
- Prohibición de partidos y sindicatos.
- Represión del obrerismo radical.
Se creó la Unión Patriótica, cuyo fin era proporcionar apoyo social a la dictadura. Primo de Rivera resolvió el problema colonial con el desembarco de Alhucemas, que le proporcionó al dictador éxito político y popular.
C) El Directorio Civil
Se siguió gobernando por decreto. La política económica se caracterizó por el fuerte intervencionismo estatal en la economía a través de varios cauces:
- Medidas para impulsar la agricultura, la industria y el comercio.
- Fomento de las obras públicas y de los servicios públicos.
- Comités paritarios para regular las relaciones capital-trabajo, poniendo así fin a los conflictos laborales.
D) La Oposición y la Caída de la Dictadura
Se aglutinan diferentes fuerzas políticas: los monárquicos y los catalanistas. Los primeros, porque la duración de la dictadura les apartaba del poder, y los segundos, porque el gobierno había tomado varias medidas anticatalanistas. En 1930, Alfonso XIII retiró la confianza al dictador y nombró dos gobiernos provisionales sucesivos para que hicieran la transición al régimen constitucional.
E) El Pacto de San Sebastián
El Pacto de San Sebastián reunió a republicanos, socialistas y catalanistas para promover un cambio hacia la República. De este pacto se derivan dos líneas de actuación: el pronunciamiento militar de Jaca y la campaña de prensa. El gobierno se decidió a convocar elecciones municipales como paso previo a las generales a Cortes.
2) Fernando VII: Absolutismo y Liberalismo
A) La Restauración del Absolutismo
El reinado de Fernando VII se caracteriza por la pugna entre los partidarios del Absolutismo Real (A.R.) y los partidarios del liberalismo. Los partidarios del A.R. son la nobleza, el clero y la Corona. La partidaria del liberalismo es la burguesía. La revolución liberal burguesa la hicieron en España las Cortes de Cádiz. Pero el régimen liberal duró poco, lo que tardó en volver Fernando VII, que restauró el A.R. Fernando VII es recibido con el “Manifiesto de los Persas”, en el que los absolutistas le piden la vuelta al pasado. En un contexto europeo de restauración, el rey anula toda la obra legislativa de las Cortes de Cádiz.
B) El Trienio Liberal
En 1820 triunfa el pronunciamiento de Riego y se restaura toda la obra legislativa de Cádiz. Fernando VII se ve obligado a jurar la Constitución de 1812; sin embargo, hará todo lo posible para acabar con el régimen. El campesinado, convertido en arrendatario, ve cómo empeora su situación económica, por lo que se suma a la oposición al régimen liberal junto a la nobleza y el clero, y forman partidas absolutistas en el norte peninsular. Ante tanta oposición, los liberales se dividen en dos tendencias: los moderados, partidarios de reformar con prudencia para no provocar más oposición que ponga en peligro al régimen, y los exaltados, que pretenden acelerar las reformas.
C) La Década Ominosa
La intervención de la Santa Alianza, los Cien Mil Hijos de San Luis, pone fin al Trienio. Se produce la segunda restauración del A.R., más moderada que la primera. Cesa la persecución de los liberales en un intento de Fernando VII de acercamiento a la burguesía. Esta actitud de Fernando VII provoca la oposición del sector más conservador y tradicionalista, con Carlos María Isidro, hermano del rey, a la cabeza. Así se plantea el conflicto dinástico.
D) El Conflicto Dinástico
La Ley Sálica en vigor, promulgada por Felipe V, impedía el acceso al trono a las mujeres. Fernando VII, que no tiene hijos varones, deroga la Ley Sálica y aprueba la Pragmática Sanción, que admite la sucesión femenina en caso de ausencia de varón. El conflicto dinástico se plantea entonces entre Isabel, hija de Fernando VII, y Don Carlos, hermano de aquel. Don Carlos cuenta con el apoyo de los carlistas. María Cristina (esposa de Fernando VII) buscará el apoyo de los liberales, única fuerza política que puede ayudarle a defender los derechos al trono de su hija Isabel, en minoría de edad.