España: El Camino a la Democracia Tras el Franquismo

Historia de la Transición Española: De la Dictadura a la Democracia

El Nacimiento de una Nueva España

Tras la muerte de Franco en 1975, pese a lo previsto por las Leyes Fundamentales, el camino elegido por las fuerzas políticas será el de una monarquía parlamentaria, sellada en la Constitución de 1978, ambas vigentes en la actualidad.

La Transición: Un Camino Complejo

El camino hacia la democracia estuvo trazado por la evolución de distintas tendencias políticas: desde la continuista del régimen franquista, hasta la reformista de las instituciones franquistas, para culminar con la rupturista ante todo lo que emanase de la dictadura. Así, el 22 de noviembre, pasados dos días desde la muerte de Franco, Juan Carlos de Borbón es proclamado rey y Carlos Arias Navarro, presidente del gobierno. Su programa distaba mucho de ser lo que esperaban los demócratas, aplicándose leyes fuertemente restrictivas ante los derechos ciudadanos.

La oposición, organizada desde la Coordinación Democrática, defenderá la creación de un gobierno provisional que convoque elecciones generales. Mientras, las fuerzas antifranquistas reclaman la amnistía para presos políticos y un amplio conjunto de libertades, promoviéndose movilizaciones en Cataluña, Madrid o País Vasco. Huelgas obreras como la de Vizcaya, movilizaciones estudiantiles o los hechos de Montejurra, teñirán de sangre el país.

La monarquía amparará la evolución hacia la democracia desde el sector reformista del franquismo. Arias Navarro es destituido por Adolfo Suárez, cuyas primeras acciones fueron la amnistía para presos políticos y la Ley de Reforma Política, que dibujaba un sistema electoral democrático. La oposición de las Cortes franquistas ante su propia disolución fue sufragada mediante pactos con los procuradores, garantizándoles la permanencia, la amnistía y la prohibición de la entrada en las elecciones del partido comunista. El referéndum del 15 de diciembre de 1976 amparó el proceso.

El siguiente paso será la legalización de partidos y sindicatos, a excepción del PCE, que, tras una serie de movilizaciones y hechos como el asesinato de los abogados de comisiones obreras (enero 1977) por la extrema derecha, será legalizado. El 15 de junio de 1977 se celebran las primeras elecciones de la democracia. En ellas aparecen nuevas fuerzas, como Alianza Popular o la Unión de Centro Democrático de Suárez, que se posicionan en la derecha y en el centro. Será ésta última la triunfadora, quedando el PSOE como segunda fuerza más votada.

La Constitución de 1978: Un Hito Histórico

La consolidación de la democracia vendría con la redacción de la nueva Constitución, por todos los partidos representados en las Cortes, a excepción de algunos grupos políticos, como los vascos. El texto presentó un carácter progresista, aunque ambiguo, fruto de la negociación entre izquierda y derecha.

El 6 de diciembre de 1978 se somete a referéndum popular, naciendo España como un “Estado social y democrático de Derecho”. Garantiza la monarquía parlamentaria, la separación de poderes, el sufragio universal, la confesionalidad del Estado y una amplia declaración de derechos políticos y económicos, así como la retirada del ejército del poder político. Asimismo, establece el marco para el desarrollo de las autonomías, descentralizándose el Estado.

El título VIII de la Constitución marcará las dos vías para el proceso autonómico: una rápida, para las comunidades históricas que ya solicitaron el proceso (Cataluña, País Vasco, Galicia y más tarde, Andalucía) regidas por el artículo 151; otra, más lenta, garantizaba la autonomía del resto de comunidades españolas (artículo 143).

Los Desafíos de la Transición

El proceso de transición a la democracia no estuvo exento de problemas y de rechazo social. España está afectada en estos años por una crisis internacional marcada por la subida del precio del petróleo, la inflación, la crisis industrial y el aumento del paro entre la población. En España se agravó la situación ante la falta de medidas por parte de un gobierno que recién empezaba su andadura.

Los principales partidos sellarán los Pactos de la Moncloa (octubre 1977), que regularían la vida pública de los españoles y españolas y plantearían una serie de reformas económicas para reducir la inflación. La gran apuesta será la reforma de la Seguridad Social y la creación del IRPF (Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas). Se sentaban las bases del llamado “Estado del Bienestar europeo”.

La oposición a la transición comenzaba a aparecer: la acción de los “nostálgicos” del franquismo, bajo formaciones guerrilleras y el intento de golpe de Estado de 1978 por parte del ejército ultraderechista. En la izquierda, la acción terrorista la protagonizan los grupos GRAPO, FRAP o Terra Lliure en Cataluña, que actúan contra políticos y fuerzas de seguridad, siendo el caso más grave el de ETA, cuyos primeros atentados tienen lugar en 1979, con decenas de muertes.

Consolidación de la Democracia y Nuevos Retos

Tras los primeros años de transición, desde 1979 se abre el proceso de consolidación de la democracia. Las elecciones legislativas de 1979 dan de nuevo el poder a la UCD, situándose por detrás los principales partidos de izquierda. Pese a decisiones como la firma del Estatuto de los Trabajadores, surgen los primeros problemas dentro del gobierno. Las elecciones municipales y las autonómicas, entre 1979 y 1980, reflejan la pérdida de apoyos de la UCD, llegando una moción de censura por parte del PSOE que, si bien gana la UCD, llevará finalmente a la dimisión de Suárez en enero de 1981.

La sesión de investidura de Calvo Sotelo como sucesor de Suárez se verá empañada por el intento de golpe de Estado de manos del ejército, liderado por Antonio Tejero, que irrumpe en el Congreso de los Diputados el 23 de febrero. Mientras, Milans del Bosch se subleva en Valencia. En el golpe estaban involucrados, además de un sector del ejército, políticos de ultraderecha que pretendían paralizar el sistema democrático. El papel de la monarquía, que condena el golpe, fue decisivo en este momento.

El nuevo gobierno continúa la línea marcada por Suárez. De esta etapa son leyes que regulan el trabajo (Acuerdo Nacional de Empleo) o la polémica Ley del Divorcio. Más controvertida será aún la entrada de España en la OTAN, a la que se opone la izquierda y que, finalmente, es sometida a referéndum, haciéndose efectivo el ingreso en 1986. El problema de las autonomías comienza a crecer, firmándose la Ley Orgánica de Armonización del Proceso Autonómico.

Mientras, Calvo Sotelo pierde apoyos. Suárez ha abandonado el partido y funda el Centro Democrático Social (CDS). Las elecciones de octubre de 1982 darán la victoria al PSOE de Felipe González, con mayoría absoluta, gobernando España durante cuatro legislaturas.

El Gobierno Socialista y la Modernización de España

Las primeras medidas del PSOE serán de tipo económico, estimulando la inversión privada y la reconversión de la industria, de cara al ingreso de España en la Comunidad Económica Europea.

En cuanto a las reformas sociales, se emprende una ambiciosa reforma educativa que da autonomía a las Universidades y que, en enseñanzas medias, culminará en la LOGSE (1990), promoviéndose la enseñanza gratuita y obligatoria hasta los dieciséis años.

Uno de los principales frentes será, sin embargo, la entrada de España en la CEE, incorporándose el 1 de enero de 1986; el otro gran problema, el del terrorismo de ETA, para lo que se busca el acuerdo con los grupos políticos vascos. El ejército ve asimismo como sus estructuras son renovadas.

El conflicto social derivado de la crisis lleva a la convocatoria de la huelga del 14 de diciembre, inspirada por CCOO y UGT. El gobierno reacciona aprobando la sanidad pública gratuita y universal, las pensiones y afianzando la lucha contra el paro. En los últimos tiempos del PSOE en el gobierno, crece la división entre seguidores de Felipe González y del vicepresidente, Alfonso Guerra; además, estallan escándalos de corrupción.