Escultura Renacentista Italiana: Características, Donatello y Miguel Ángel

La Escultura del Renacimiento Italiano

1. Introducción. Características generales

Los antecedentes de la escultura renacentista se encuentran en la región de Apulia, en el sur de Italia, pero es la Toscana la que recoge esta semilla con Nicolás Pisano quien, en el siglo XIII, realiza el Púlpito del Baptisterio de Pisa siguiendo el modelo de un sarcófago romano. Las primeras manifestaciones propiamente renacentistas aparecen en Florencia en el siglo XV. Para algunos, coinciden con el concurso que la ciudad convoca en 1401 para realizar las segundas puertas del Baptisterio, al que concurren, entre otros, Brunelleschi, Jacopo della Quercia y Ghiberti, resultando ganador este último. Para otros, estas puertas de Ghiberti todavía tienen rasgos góticos y no será hasta las terceras, las del Paraíso, iniciadas por el mismo autor en 1425, cuando el espíritu del Renacimiento se muestre con toda claridad.

Como características generales pueden destacarse:

  • La independencia de la escultura, que se libera de la arquitectura. El bulto redondo adquiere un importante papel, equivalente al de las plantas centradas en lo arquitectónico, pero también se prodigan los relieves de carácter pictórico que se ven sometidos a las leyes de la perspectiva.
  • Los materiales preferidos van a ser el mármol y el bronce, pero también se utilizan la terracota y la madera. Los acabados van desde los muy pulidos hasta los abocetados, que le imprimen un claro expresionismo. El color no siempre está presente y ciertos materiales, como el mármol de Carrara, dejan su belleza al descubierto.
  • La temática básica es el hombre y la naturaleza, tanto en escultura religiosa como profana (histórica, alegórica, mitológica). Asistimos a un gran desarrollo del retrato: ecuestre, de cuerpo entero, busto, etc.
  • Se domina el volumen, con un punto de vista preferente hasta la etapa manierista, que propondrá una variedad de puntos de vista y el empleo del movimiento helicoidal.
  • El naturalismo gótico es el punto de partida de la escultura renacentista, caracterizada por su naturalismo, que se manifiesta en la preocupación por la anatomía y el desnudo, en la variedad de movimientos, en la expresividad en los rostros, etc. Naturalismo no exento de idealización que les lleva a la utilización del canon, derivado de su interés por la proporción y la armonía.
  • Los esquemas compositivos son simples y geométricos, y la luz no pretende crear grandes contrastes.

2. Donatello y Miguel Ángel

El centro creador durante el Quattrocento es Florencia y Ghiberti el verdadero iniciador de la escultura florentina.

Ghiberti aprende la técnica de fundición del bronce y viaja a Roma, donde estudia los monumentos y obras de la antigüedad. A su regreso, participa y gana el concurso para las segundas puertas del Baptisterio, las de la Gloria, con un relieve sobre el Sacrificio de Isaac. El resultado es goticista por estar enmarcado en cuadrifolias, pero la anatomía, proporciones, composición y tratamiento de los ropajes inician las formas renacentistas.

En 1425 comienza las terceras puertas, las del Paraíso, plenamente clásicas, en las que enmarca las escenas en recuadros, rompe con la superposición de planos trecentista y logra crear un efecto pictórico con sus fondos de paisajes, escenario en el que se mueven gran cantidad de figuras. Realizadas en bronce dorado, relata diez temas del Antiguo Testamento enmarcados por un conjunto de medallones, frutos, pájaros, cabezas humanas, etc.

Donatello, formado como orfebre, tiene su verdadera escuela como escultor junto a Ghiberti, llegando a dominar los principales materiales escultóricos: mármol, bronce y madera. Primer gran maestro del Renacimiento, libera la escultura del marco arquitectónico, crea prototipos escultóricos que serán utilizados posteriormente (con el David, realiza el primer desnudo en obra exenta; el Gattamelata es el primer retrato ecuestre, etc.), presta gran atención a la figura humana en todas sus edades, desde la niñez a la vejez, penetra en la psicología de los personajes y trabaja todas las actitudes, desde las más serenas a las más dramáticas. En el bajorrelieve utiliza la técnica del aplastado, en la que apenas hay volumen pero, sin embargo, mediante la perspectiva consigue efectos de profundidad. El ejemplo más importante es el altar de San Antonio en Padua.

La última etapa de su vida, en Florencia, se ve marcada por el profundo expresionismo de sus obras, como muestra la dramática imagen de la Magdalena penitente, siendo la obra más característica del momento los relieves de los púlpitos de San Lorenzo de Florencia, donde el expresionismo se consigue mediante la técnica del no acabado o esbozado y el mayor contraste de luces y sombras.

Fiel seguidor de Donatello, Verrocchio intenta imitarlo en su David y en Colleoni, réplica del Gattamelata. Lucca della Robbia realiza la bella cantoría de la Catedral de Florencia, y es especialmente conocido por sus obras en barro vidriado empleado en retablos, medallones, tímpanos, etc., donde hace una utilización convencional del color (figuras blancas, fondos azules, elementos vegetales en verde).

En el siglo XVI, las delicadas formas quattrocentistas y el amor por el detalle y lo anecdótico, dan paso a una escultura más grandiosa y monumental, de formas esenciales, predominando el bulto redondo de gran tamaño frente al relieve.

La figura indiscutible es Miguel Ángel, que recoge todos los logros del siglo anterior. Formado dentro de una familia de canteros, lo que influye decisivamente en su vida, posteriormente tendrá una preparación como pintor, aunque él se considera esencialmente escultor y cuando pinta sus figuras resultan escultóricas, al contrario que Ghiberti, que cuando esculpe lo hace con un sentido pictórico.

Características de su obra son: empleo preferente del mármol de Carrara, búsqueda de la belleza ideal, reflejo de su idealismo platónico, grandiosidad no siempre sinónimo de tamaño, sino también de fuerza interior, interés por el cuerpo humano que le lleva al desnudo, anatomía poderosa tendiendo a la exageración y gran capacidad técnica llegando al virtuosismo. Se distinguen en su obra varias etapas relacionadas con dos ciudades claves en su vida:

En Florencia desarrolla su “etapa clásica” en la que los rasgos característicos son serenidad, claroscuro no exagerado, anatomía contenida y acabado liso. A ella corresponde la Virgen de la Escalera, en la que emplea el aplastado de Donatello y la grandiosidad de las figuras, ya anticipada por Jacopo della Quercia.

En Roma realiza la Piedad del Vaticano, única obra firmada por el artista, en la que abandona todo realismo y mantiene las características citadas. En ella emplea una estructura piramidal típicamente renacentista. La ciudad de Florencia le encarga el monumental David, símbolo de su poder, de unos cuatro metros de altura, en el que rompe con el clasicismo al colocar los miembros del mismo lado en movimiento. La serenidad del David de Donatello se convierte en tensión contenida, y pueden apreciarse desproporciones de algunas partes con respecto al conjunto.

Inicia el monumento sepulcral de Julio II, ambicioso proyecto que constaba de 40 estatuas y relieves en mármol y bronce, que nunca llegó a terminar. Solo el Moisés, del que destaca su enorme fuerza interior o “terribilitá“, quedó concluido. Los esclavos esbozados muestran una clara influencia del Laoconte.

Su última etapa se desarrolla en Florencia, caracterizada por una tendencia a lo exagerado: composiciones complicadas, mayor movimiento, texturas inacabadas, etc. Corresponden a este periodo las tumbas mediceas, de Julio y Lorenzo de Médicis, en la Sacristía Nueva de San Lorenzo de Florencia, donde lo arquitectónico tiene claras semejanzas con la escalera de la biblioteca de la misma iglesia y, por tanto, rasgos manieristas, que también aparecen en las esculturas que presentan contorsiones, músculos hinchados y dramatismo expresivo. De las piedades de esta época son destacables la de la Catedral o Duomo y la Rondanini, la última especialmente interesante por su forma serpentinata, el alargamiento y estilización, composición casi imposible, en ella trabajó Miguel Ángel hasta la tarde anterior a su muerte.